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El joven Ahmed
Le jeune Ahmed
Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne (Bélgica, 2019) [84 min]



(wikipedia | filmaffinity)

[propia] Bélgica. Ahmed ha encontrado en la religión islámica un hondo sentido a su vida. El problema es que la mezquita que le está instruyendo es de orientación salafista. Y que tiene a todo su entorno en contra, especialmente a las mujeres.

Es de condición obrera, tiene trece años y un rico mundo interior que no transluce. La ausencia del padre le ha dejado tocado en una microsociedad en la que priman las referencias masculinas. Como tantos adolescentes europeos, encuentra consuelo a ese vacío en la destructiva cosmovisión incel, sólo que en su versión islámica, por honrar la tradición del padre. Se plasma en la reacción misógina a la libertad sexual de su hermana, de la maestra y de Louise, indistinguible de la de sus pares blancos, como el supremacista sueco Breivik ("22 de julio"​).

Los hermanos Dardenne no ven ninguna solución para su personaje. En su cine esto no es nuevo, pero con el capital blindando fronteras para administrar su rebaño, a lo UE, o rebañando fronteras para administrar sus blindados, a lo franja de Gaza, no ofrecer salida puede significar contemporizar con el enemigo de clase. Y Ahmed tiene una misión histórica, sólo que no es la que él se piensa.

Ahmed no es un chiquiempresario egocentrado, interesado en preservar una sociedad que le beneficia muy directamente, como Breivik. No es un tiarrón de treinta y muchos que se arrima a la banda que más calienta, como el Cesare de "Este mundo no me hará mala persona". No es un niño pijo al que le pone la adrenalina de la violencia, como "el hijo zurdo". Por descontado, tampoco es el jeque-burgués saudita que envenena África, Asia y Europa financiando a la iglesia salafista-wahabita mediante la que teledirige, entre otros, a los peones de las viejas metrópolis gracias al vendaval identitario y la indefensión social.

Ahmed es más bien como Zakaria en "Hijos de la ultraderecha". Aunque a Zakaria le sabíamos profundamente conmovido por la injusticia social y Ahmed está más bien arrebatado por un sentimiento de soledad que sólo cura eligiéndose para una misión superior. Si no vamos a culpar a los Dardenne por tener una imaginación limitada por la cosmovisión liberal de los derechos humanos y el laicismo de estado (suponiendo que el belga calca el francés), mucho menos a él, un niño, un supuesto, una ficción.

Tampoco debería condenarle la sociedad belga, de la que es resultado (el pasado colonial de Bélgica está a la altura del Holocausto nazi). Volvemos a insistir, como dijimos de Zakaria, en que las grandes ausentes en la narración son las corrientes socialistas, en cualquiera de sus variantes, las únicas capaces de aunar a Ahmed y su víctima en un programa laico de transición social, con respeto real al ensayo de la espiritualidad de cada cuál. Está echando de menos un padre y seguro que el movimiento vecinal tiene a mano algún veterano que sustituya al imán rancio ese como inspiración y confidente.

Si aún desde nuestras coordenadas, Ahmed quisiera encontrar un sentido a su existencia entregándose al sacrificio último, cada cuál es libre de ejercer su mayoría de edad tras haber pasado por una formación socológica rigurosa en organizaciones sindicales y centros sociales. Habiendo madurado en proyectos opuestos a los que ahora le motivan, sabrá encontrar su correlato dentro del mundo árabe en aquellos que parten de que la simetría entre los individuos es la condición de una sociedad justa. Por ejemplo, arriesgándose a una condena por financiar a los comunistas FDLP y el FPLP en Palestina, o por alistarse en las milicias feministas kurdas en la última guerra siria. Así, sí.

Guion: Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne.
Fotografía: Benoît Dervaux.
Productora: Centre du Cinéma et de l'Audiovisuel, Les Films du Fleuve.

• Idir Ben Addi (Ahmed).
• Myriem Akheddiou (Inès, la profesora).
• Claire Bodson (la madre de Ahmed).
• Olivier Bonnaud (trabajador social).
• Victoria Bluck (Louise).
• Othmane Moumen (Youssouf, imán salafista).

2019: Festival de Cannes: Mejor director.
2019: Premios César: Nominada a mejor película extranjera.
2019: Festival de Valladolid - Seminci: Mejor guion y montaje.

Young Ahmed (2019) [1080p] [BluRay] [5.1] [YTS.MX]

Subtítulos: incluidos en inglés

 Le.Jeune.Ahmed.(Spanish.French.Subs).HD.1080p.x264-AC3.by.Geot.mkv  [3.34 Gb]

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Subtítulos: incluidos en castellano

- [filmo de ficción] El hijo (2002)
- [filmo de ficción] Hoy empieza todo (1999)
- [filmo de ficción] Paulina (2015)

- [filmo de ficción] Arthur Rambo (2021)
- [filmo de ficción] Lila dice (2004)
- [filmo de ficción] Yalda, la noche del perdón (2019)

- [filmo de ficción] 22 de julio (2018)
- [filmo de ficción] El hijo zurdo (2023)
- [filmo de ficción] Este mundo no me hará mala persona (2023)
- [filmo de ficción] Hijos de la ultraderecha (2019)
- [filmo de ficción] No Man's Land (2020)
- [filmo de ficción] Los hijos de Hitler (1943)

Eduardo Rojas, en "El joven Ahmed: porqués", en Hacerse la Crítica, el 23 de abril de 2022, escribió:[...] ¿Qué no sabemos? Entre otras cosas el porqué real de la ausencia del padre; la historia del primo de Ahmed y sus hermanos, muerto quizá en algún atentado suicida, razón por la cual aquel lo considera un mártir; los motivos y circunstancias de su fulminante conversión -«hasta hace un mes jugabas videojuegos», le dice su madre-; esos motivos podría encontrarse en la influencia del imán Youssouf, en apariencia el único radicalizado en una comunidad musulmana a la que se la ve debatir con moderación, razonablemente integrada al entorno occidental en que vive.

¿Importa ignorar todo ello? No. Porque conocemos lo suficiente a los Dardenne como para saber que éste es su método, más aún, su ética cinematográfica; como pocos, si alguno de los cineastas contemporáneos, los Hermanos fusionan una con otra. Su estética es la de los planos cerrados, la cámara siguiendo a sus protagonistas hasta cerca de la asfixia; el ritmo, tan sostenido que en otras manos podría resultar en un interminable videoclip. Este frenesí es una apariencia; en realidad en casi todas sus películas hay largas zonas en donde el ritmo se aquieta y el plano y contraplano dominan los diálogos y el progreso de la acción, como en cualquier película corriente. El secreto, el deliberado artilugio que los hermanos manejan con maestría, radica en que el vértigo está dentro de los personajes y siempre es el resultado de una incertidumbre moral (aún en “Dos días, una noche” (2014) que desarrolla un conflicto político sindical).

Horacio Bernades, en "'El joven Ahmed', de los hermanos Dardenne: dilemas éticos", en Página/12, el 16 de abril de 2022, escribió:[...] En términos de puesta "El joven Ahmed" replica la de "Rosetta", con la cámara siguiendo implacablemente al/la protagonista. De hecho Ahmed, adolescente rebelde, puede verse como versión en espejo de la revulsiva Rosetta. Libros enteros desarrollan el preocupante hecho de que la rebeldía actual es de derecha (ver Milei). Lo relevante de la puesta de los Dardenne es que, aunque se los identifique con una cámara agitada, en mano, en movimiento y montada a los saltos, esto sólo es así cuando los personajes están en ese estado. Un largo plano fijo sobre Ahmed y la chica que quiere besarlo, con poca fortuna, así lo demuestra. No se trata de mover la cámara por moverla, sino de hacer de ella un medio de expresión de los personajes. Eso es lo ejemplar.

Luc Dardenne, en entrevista con Begoña Piña con el título «Existe el ideal del amor, pero también existe el ideal del odio», en Público, el 5 de diciembre de 2019, escribió:[...] todos los enemigos de Ahmed son mujeres, ellas son las que le impiden la relación con Alá. La mujer es el diablo, el sexo. Ni siquiera quiere tocar a su madre después de hacer sus abluciones. La profesora representa el islam de la luz, como dicen muchos musulmanes, el islam de sus abuelas. Una religión abierta que no es una fortaleza excluyente. La madre es musulmana por matrimonio, ella no entiende cómo su hijo se ha radicalizado de esa manera. Nosotros tampoco lo entendíamos.

Luc Dardenne, en entrevista con Javier Zurro con el título “Si Europa sucumbe al discurso nacionalista de la extrema derecha estamos perdidos”, en El Español, el 3 de diciembre de 2019, escribió:[...] cuando hicimos "La promesa" el padre de Marine Le Pen, no creo que hubiera visto la película pero alguien la vería y se la contaría, pero dijo en la radio que había una película belga que los emigrantes deberían ver, porque así no vendrían, y era "La promesa". Porque mostrábamos cómo explotan a los inmigrantes, así que le dio la vuelta en favor de su discurso, así que es posible porque siempre hay una forma de darle la vuelta. El pensamiento puede ser perverso, pero bueno, el espectador también es responsable de la película que ve, aporta un sentido, y si eres fascista puedes decir que la película muestra que los musulmanes son terroristas. [...] si Europa se rompe, dudamos y sube la extrema derecha diciendo que volvamos al nacionalismo, eso será la catástrofe, estaremos perdidos. La idea de Europa sigue viva, pero debe ser una Europa más social, es lo que nos salvará.