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Mujeres Libres (1936-1939)

Aquí recopilamos toda clase de material relacionado con un tema o un director de cine concretos.
Mujeres Libres
(España, 1936-1939)


(wikipedia)


Introducción

Beatriz Asuar Gallego, en "Mujeres Libres: las anarquistas que revolucionaron la clase obrera", en Público, el 24 de diciembre de 2017, escribió:A finales de la II República unas 21.000 anarquistas se agruparon formando el primer movimiento feminista radical de auténtica base popular en España.

Laura Vicente, en "Mujeres Libres. Genealogía del feminismo anarquista", en El Salto, el 4 de marzo de 2022, escribió:Mujeres Libres nació como resultado de una genealogía que procedía de la I Internacional, pero floreció plenamente en un momento de revolución social y de guerra civil. Marginadas de la revolución social modelizada y monopolizada por los hombres, fueron capaces de construir una revolución "a su manera" en la retaguardia.

En la Enciclopedia Histórica del anarquismo español se escribió:Organización femenina anarquista creada en abril de 1936, que permaneció vigente hasta el triunfo franquista (de hecho desaparece en España en febrero de 1939). Su punto de partida se encuentra en la fusión del grupo Cultural Femenino confederal de Barcelona (Pilar Grangel, Áurea Cuadrado, Nicolasa Gutiérrez, Maruja Boadas, Apolonia y Felisa de Castro, Conchita Liaño) con el grupo Mujeres Libres de Madrid (Lucía Sánchez Saornil, Amparo Poch, Mercedes Comaposada) que preparó la edición de la revista del mismo nombre, dedicada a interesar a la mujer en los problemas sociales.

Lucía Sánchez Saornil fue secretaría de la naciente organización. Creció con rapidez durante la guerra, llegando a agrupar a unas 20.000 mujeres, en su mayoría obreras y campesinas, en Águilas, Albacete, Albalate, Alcañiz, Alcorisa, Alcoy, Alginet, Alicante, Almería, Arenys de Mar, Badalona, Balaguer, Barbastro, Barcelona, Bétera, Bocairente, Bujaraloz, Burjasot, Burriana, Cabezas de Utiel, Calanda, Calella, Caravaca, Carcagente, Caspe, Castellnou, Castellón, Caudete de las Fuentes, Cervera, Ciudad Real, Cocentaina, Cuenca, Cullera, Elche, Elda, Esparraguera, Figueras, Gerona, Gijón, Granada, Granollers, Guadalajara (con más de veinte núcleos rurales), Játiva, Lérida, Lloret, Madrid, Manresa, Martorell, Mataró, Mazaleón, Moncada, Monistrol, Monóvar, Monzón, Murcia, Ontiñena, Novelda, Palamós, Pedralva, Petrel, Premiá, Puigcerdá, Ripoll, Rosas, Sabadell, San Feliu, San Sadurní, Tarrasa, Torrente, Tortosa, Utiel, Valencia, Valls, Vich, Villena, Vinaroz, etc. así como agrupaciones en el extranjero (Francia, Bélgica, Holanda, Argentina, Polonia, Estados Unidos, Gran Bretaña).

Su primer congreso se celebró en Valencia (20 de agosto y sucesivos de 1937) y de él salió la estructura y principios de Mujeres Libres: organización en agrupaciones locales, proviciales y regionales, con un Comité Nacional ayudado por un subcomité con seis secretarías (general, organización, político-social, economía-trabajo, asistencia social, propaganda-cultura-prensa); consagración de los principios de independencia, autogestión y federalismo, abolición del Estado, etc. Netamente anarquista, interpretaba la guerra más como social que como civil, y proponía un feminismo proletario que consistía en sacar a la mujer de su triple esclavitud (ignorancia, productora, mujer); además, pretendía luchar por la igualdad de los sexos, y se mostraba contraria al matrimonio (sustituido por un amor libre bien entendido), recaba el valor de la educación y la cultura (de ahí la creación de institutos en Madrid, Valencia y Barcelona, la publicación de folletos divulgadores y campañas de alfabetización...). Aspiró a convertirse en el cuarto brazo del movimiento libertario (junto a CNT, FAI y FIJL), pero fracasó (aun cuando en el Pleno del MLE de octubre 1938 se trató el asunto), ya que la mayoría del movimiento libertario no veía su conveniencia (en cuanto que organización que diferenciaba los sexos). Por otro lado, rechazó la fusión con la Asociación de Mujeres Antifascistas por recelar de la influencia comunista.

Contó con una cierta presencia en los años del exilio a partir de 1960, cuando desde Londres, Suceso Portales y otras iniciaron su reconstrucción (publicó Mujeres Libres), en el que participaron Comaposada, Estorach, Continente, Berenguer y Guillén. En 1963 se dotó de un Comité que presidió Luz Continente, con Helena Tamarit, Estruch y María Portales. Muerto Franco, en el interior hubo intentos de reagrupación en 1977-1978 (boletín Mujeres Libres) con grupos en Madrid, Barcelona y Gijón; en 1987 tras el Pleno Nacional de Regionales de CNT de octubre; en 1990 en Burdeos (encuentro internacional); finalmente, en los noventa un cierto renacimiento (revista Rosa de Fuego). Entre sus militantes: Sara berenguer, Consuelo Bergés, Pepita Cárpena, Adela Carreras, María Carrión, Apolonia y Felisa de Castro, Carmen Conde, Áurea Cuadrado, Jacinta Escudero, Natividad Esteva, Soledad Estorach, Josefa Estruch, Josefa Grau, Concha Guillén, Rosa Laviña, Conchita Liaño, Pura pérez, Suceso Portales, Teresina Torrelles, etc...

El historiador brasileño Thiago Lemos Silva escribió:Lo que más llama de atención de este grupo es cómo plantean la problemática de la mujer. Sobre todo en aquella época, con temas que abarcan desde la abolición de la prostitución, la educación mixta, comedores o guarderías populares o el amor libre. Reivindicaciones que llegan a la mayoría de izquierda mucho después, en la década de los 70.





Documentales

    Portada
    Filmoteca de no ficción. (España, 1986)
    Dirección: Lisa Berger, Carol Mazer
    Documental sobre la organización Mujeres Libres que narra, a través de entrevistas, su participación en la guerra de España y su lucha día a día como militantes anarquistas y como mujeres, en la guerra y en la revolución...
    Portada
    Filmoteca de no ficción. (España, 1999)
    Dirección: Ana Martínez, Llum Quiñonero
    Documental sobre las mujeres que durante la República y la Guerra Civil lucharon para conseguir cambiar el papel de la mujer española en la sociedad. El testimonio de algunas de ellas de distintas ideologías, trabajadoras, campesinas...
    Portada
    Filmoteca de no ficción. (España, 2005)
    Dirección: Susana Koska
    Recoge la vida de seis luchadoras antifranquistas. No sólo se trata de un documental, también de un proyecto multimedia que recoge un libro, un disco, un montaje teatral y una exposición de obra gráfica sobre el testimonio de seis mujeres...
    Portada
    Una historia de mujeres libres
    Filmoteca de no ficción. (España, 2011)
    Dirección: Juan Felipe
    A mediados de 1936 aparecía el primer número de la revista Mujeres Libres. Un año después, en agosto de 1937, se celebraba en Valencia el primer congreso estatal de la Federación Nacional de Mujeres Libres, una organización feminista de corte anarquista...




Largometrajes

    Portada
    Filmoteca de ficción. (España, 1996)
    Dirección: Vicente Aranda
    España, 1936. El golpe de Estado ha desatado la energía revolucionaria hasta ahora contenida. La CNT, una de los principales sindicatos, secunda a Mujeres Libres, un colectivo feminista de clase que clausura burdeles e incorpora a las mujeres al frente...




Publicaciones

    Portada
    Biblioteca. (España, 1936-1978)
    La revista fue una herramienta fundamental para desarrollar el trabajo formativo, propositivo y organizativo del movimiento; destacando por la originalidad de los contenidos tratados y por su modernidad en el diseño, maquetación e ilustraciones...




Adscripciones

    Portada
    Monografías. (España, 1910-...)
    Organización de orientación anarcosindicalista nacida en 1910, protagonista activa de todos los hitos históricos en España hasta el día de hoy...




Publicaron en la revista

    Portada
    Biblioteca. (España, 1905-1994)
    Federica Montseny fue, además de la anarquista más conocida en la época que va desde la dictadura de Primo de Rivera a la Guerra Civil, una brillante escritora y oradora. Una de las figuras más emblemáticas del movimiento obrero español...
    Portada
    Biblioteca. (EEUU de América, 1869-1940)
    Célebre anarquista lituana de origen judío conocida por sus escritos y sus manifiestos libertarios y feministas, fue una de las pioneras en la lucha por la emancipación de la mujer...




Estudios monográficos

    Portada
    Biblioteca. (EEUU de América, 1946)
    Catedrática de ciencias políticas e integrante del Women's Studies Program Commitee del Smith College, donde impartió cursos de teoría política, política urbana, militancia política y teoría feminista...
    Portada
    Programas. (España, 2023)
    Dirección: Peio H. Riaño
    Al terminar la guerra del 36, Picasso quiso ayudar a los exiliados españoles. Entre sus protegidos se encontraba Mercedes Comaposada, dirigente de Mujeres Libres. Ella le devolvería el favor. ¿Cómo fue posible este intercambio, siendo él tan misógino?...




Recursos de apoyo


La antropóloga Vanessa Gómez Bernal, en "Las grandes olvidadas: Mujeres Libres y el anarcofeminismo", en Libre publicación de Píkara Magazine, el 12 de mayo de 2014 escribió:Algo frustrante, que de alguna manera se ha extendido en algunos ámbitos de las corrientes “revolucionarias”, es la reducción del análisis de la desigualdad y opresión de género a únicamente la cuestión de clase, y la conceptualización del feminismo como una teoría liberal y un movimiento exclusivamente burgués. Este tipo de cuestiones ha generado históricamente fracturas, invisibilización y desprestigio del feminismo como un movimiento de cambio social. Lo cual ha contribuido a que haya tenido que existir permanentemente eso que algunas feministas de diferentes ámbitos ideológicos han llamado “la doble militancia” ante la continua ausencia de implicación en cuestiones claves para la opresión de las mujeres. Obviar la dominación de género es un error flagrante y escandaloso para entender el capitalismo de nuestros días y las desigualdades estructurales que genera. Algo especialmente complejo que se ha encargado de analizar las teorías feministas y que necesita de una profundización en las interseccionalidades de las opresiones de clase, género, etnia, identidad sexual, discapacidad… Esto también ha llevado a que en diferentes movimientos sociales y corrientes políticas supuestamente “igualitarias” se haya reproducido muchas veces el androcentrismo y el machismo más clásico. Por ello me parece importante seguir visibilizando y haciendo memoria con respecto a experiencias pioneras que dieron un golpe fuerte y cuestionaron estas condiciones desde sus ámbitos más cercanos. Consciente de la multitud de colectivos de mujeres que tuvieron (y que tienen) que hacer frente a estas cuestiones en dichos espacios de activismo y militancia, aquí hago una breve mención a Mujeres Libres por ser un momento especialmente oportuno para visibilizar los aportes y las influencias de esta corriente, ahora que nos van dejando las protagonistas y que seguramente se llevan con ellas una memoria difícil de rescatar.


El legado de la primera experiencia anarcofeminista en España

Mujeres Libres fue movimiento emancipatorio de mujeres anarquistas que surge en 1936 en el seno del movimiento libertario español. Una de las aportaciones más significativas proviene de cómo Mujeres Libres concebía al ser humano y a la sociedad (una concepción proveniente de la propia filosofía anarquista). Las concepciones de los más importantes pensadores occidentales que dominaban el conocimiento daban por supuesto que el orden social necesita de liderazgo jerárquico y, particularmente, de una autoridad política capaz de guiar a la población. También este pensamiento dominante se basaba en que la vida social, especialmente en una sociedad compleja, no podría existir sin estructuras de autoridad con un poder coercitivo para imponerlas. Frente a esto, y en líneas muy generales, el anarquismo sostiene que las jerarquías formales no sólo son dañinas sino innecesarias, existiendo modos alternativos, horizontales y más igualitarios de organizar la vida social, y sobre todo que, como indica la historiadora anarquista Martha Ackelsberg: “la naturaleza humana es una construcción social, el modo que tenemos las personas de comportarnos es más un producto de las instituciones en la que hemos crecido que el producto de una naturaleza inherente” (2001: 49). En esta línea, debemos de señalar que a partir de las dimensiones del poder, la dominación y la capacitación el anarquismo desarrolló una concepción de la naturaleza del poder y la jerarquía en la sociedad que difería notablemente tanto de los postulados marxistas como de los liberales, corroborando asimismo el interés de las teorías feministas contemporáneas por la interacción entre las jerarquías de género, “raza”, clase social, capacidad, etc. Al reconocer ese carácter multidimensional e interseccional de la subordinación, la experiencia de Mujeres Libres representa una contribución al feminismo contemporáneo que lucha por desarrollar una concepción de la subordinación y la capacitación de las mujeres que atienda a las diferencias de etnicidad, clase, sexualidad, capacidades, etc. Al situar la identidad individual dentro de la comunidad y reconocer las estructuras jerárquicas de poder como límites al desarrollo, tanto de las comunidades como de los individuos que la constituyen, Mujeres Libres intentó desarrollar estrategias de capacitación que permitieran a las mujeres y a los hombres tomar conciencia de sus propias capacidades.

La historia de Mujeres Libres es, en muchos sentidos, la historia de un intento de construir un movimiento que incorporase al menos un grupo de diferencias (traducidas en desigualdades), las que están basadas en el género. Durante este proceso, empujaron la teoría y las prácticas anarquistas a profundos cambios y a nuevas direcciones, a la vez, que aportaron importantes desafíos para la actualidad del feminismo. Mujeres Libres nació para luchar contra las diferencias de género entre mujeres y hombres dentro del propio movimiento libertario más que dentro de las distintas clases sociales entre mujeres. No obstante, las luchas que llevaron a cabo (a pesar de su corta duración por el comienzo de la Guerra Civil en 1939 y la aplastante Dictadura franquista), son una aportación muy instructiva. Subrayando especialmente que estas no se definían como “feministas” ya que el tono peyorativo hacia este concepto derivaba del feminismo que se conocía en España hasta el momento como un movimiento exclusivamente burgués, que no se ocupaba de la subordinación y de la miseria que vivían las mujeres obreras. Las mujeres que fundaron Mujeres Libres estaban firmemente comprometidas con las metas del movimiento libertario e insertas en sus organizaciones y colectivos. Sin embargo, simultáneamente, sentían que algo les faltaba a las mujeres; ser conscientes de que en las estructuras organizativas que le ofrecían las propias organizaciones libertarias no se les trataba con plena integración e igualdad por lo que, tanto para sí mismas como para el movimiento en sí, una organización dedicada a la emancipación de las mujeres era esencial en ese contexto.

La consideración de la dimensión política de la vida privada y las cuestiones sexuales, así como, la defensa de la contracepción y el control de la natalidad que propugnaban estas mujeres, pueden identificarse como anticipación de la política sexual feminista de la década de los 60/70 (y con ello, también, con la irrupción en la sociedad en general, y del ámbito científico social en particular, de la transversalidad de la perspectiva de género).

En definitiva, las actividades de Mujeres Libres para algunas de las cuestiones centrales a las que se enfrentan el movimiento feminista hoy y diferentes movimientos sociales contemporáneos como, por ejemplo, las cuestiones de la capacitación, la incorporación de la diversidad y el significado y la naturaleza de la participación política y social, tienen mucho que enseñarnos sobre la concienciación, la organización colectiva, la relación entre los individuos y las comunidades y sobre el significado de la diferencia en la sociedad actual. Esperamos que Amparo Poch, Lucía Sánchez Saornil, Mercedes Comaposada, Conchita Liaño, Sara Berenguer, Dolores Prat, Suceso Portales, entre muchas otras, no sean invisibilizadas en el sesgo de la historia del movimiento obrero y de un pionero movimiento feminista español.

Sara Ortega de la Villa, en "Las Mujeres Libres en la Revolución Social de 1936, educación, solidaridad y libertad sexual", en El Diario feminista, el 19 de julio de 2020 escribió:El día del aniversario de la Revolución Social que se produjo el 19 de julio de 1936, tras el golpe de Estado militar contra la Segunda República, recordamos a Mujeres Libres. Fue la primera organización de mujeres obreras y campesinas que se creó independientemente de un partido político o sindicato. No solo se limitaron a reivindicar la igualdad laboral y social, sino que reenfocaron el amor y la libertad sexual superando lo que hoy conocemos como masculinidad tradicional.

En el año 1934, en el seno del movimiento libertario, se creó en Barcelona el Grupo Cultural Femenino. Su finalidad era promover la cultura, la educación y la solidaridad entre las mujeres obreras. Paralelamente en Madrid, un grupo de mujeres también implicadas en el movimiento libertario crearon en abril de 1936 una revista independiente a la que denominarían Mujeres Libres. Ese mismo año ambos grupos se unieron creando la organización Mujeres Libres.

La Revolución Social en pueblos y ciudades que se mantuvieron fieles a la República, permitió la veloz expansión de la organización en más de 150 agrupaciones locales de Mujeres Libres. Se movilizaron más de veinte mil mujeres obreras y campesinas. Martha A. Ackelsberg recoge en su libro Mujeres Libres. El anarquismo y la lucha por la emancipación de las mujeres como Mujeres Libres impulsaron acciones para capacitar a la mujer como individuo a la vez que se desarrollaba un fuerte sentimiento de comunidad. Defendían una organización específica de mujeres independiente a los sindicatos y partidos políticos para superar lo que ellas mismas llamaban la triple esclavitud de la mujer obrera: esclavitud de ignorancia, esclavitud como mujer y esclavitud como productora. Pero a la vez, rechazaban el feminismo entendido como la oposición a los hombres para conseguir una igualdad de las mujeres dentro del sistema existente.

Una de las prioridades de Mujeres Libres fue la educación. Esta organización recogió la esencia de las escuelas racionalistas y la Escuela Moderna de Ferrer i Guardia. Organizaron un sinfín de actividades culturales y educativas como campañas de promoción de la lectura, tertulias literarias, bibliotecas, educación sexual y educación para la salud. En octubre de 1937 crearon el Casal de la Dona Treballadora en Barcelona, en el que más de 600 mujeres recibieron una formación integral que abarcaba desde alfabetización, gramática, geografía, ciencias naturales, historia universal, idiomas, mecanografía, taquigrafía, enfermería, peritajes de mecánica, electricidad y comercio, nociones de agricultura, cursos de organización sindical, sociología, economía y cultura general.

Una de las prácticas de creación cultural que desarrollaron fueron las tertulias literarias. En estas leían y discutían las mejores creaciones literarias de la humanidad como, por ejemplo, Germinal de Émile Zola. Impulsaron una campaña para fomentar la lectura en la que invitaban a las mujeres a escoger un buen libro que, según sus propias palabras “enriqueciera la inteligencia y la sensibilidad”. La agrupación local de Barcelona se ofrecía a dar orientación en la elección de la obra.

La libertad sexual y los liberatorios de prostitución también fueron prioridades de esta organización femenina. Las actuaciones que llevaron a cabo tuvieron un enfoque muy pionero para la época. Pusieron el foco en la solidaridad con las mujeres prostitutas. Mientras unas organizaciones defendían sindicar a las prostitutas, otras llevaban a cabo campañas dirigidas a los hombres para que no la consumieran. Mujeres Libres fue más allá y creó los liberatorios de prostitución, ofreciendo gratuitamente educación, formación profesional y atención sanitaria a las mujeres que así lo querían. Crearon un fondo económico solidario para la manutención de estas mujeres hasta que encontraban un trabajo y podían mantenerse por ellas mismas.

Se han recogido relatos como el de Sara Berenguer de Mujeres Libres, publicados en este Diario, que han explicado que entendieron la libertad sexual como una relación libremente escogida que empieza y acaba cuando las personas implicadas así lo deciden. Estos relatos narraban que algunos compañeros del movimiento en nombre del amor libre querían utilizarlas como mero objeto sexual para después despreciarlas. Ellas defendían que su libertad estaba precisamente en elegir a aquellos con los que podían tener una relación basada en el amor y no en el engaño y el utilitarismo.

A medida que la Guerra Civil avanzaba, sus esfuerzos se fueron concentrando cada vez más en la atención a los soldados del frente y a las personas refugiadas. Laura Ruiz en su libro Free Women. Voices and Memories for a Libertarian Future, relata cómo algunas, Pepita Carpena y Sara Berenguer, se implicaron en la SIA, Solidaridad Internacional Antifascista, llevando al frente libros y organizando actos culturales. En la retaguardia se encargaban de organizar cómo cubrir las necesidades básicas de las familias que llegaban de las zonas ocupadas, creando guarderías y comedores populares, buscándoles ropa y alojamiento.

Con el fin de la Guerra Civil y el inicio de la dictadura, muchas se exiliaron principalmente a Francia. Algunas se involucraron muy directamente en la resistencia francesa contra la ocupación Nazi. Muy pocas volvieron a España con la muerte del dictador. Pero sabemos que siguieron los avances de los movimientos de mujeres en su país natal. Se ilusionaron al reconocer la solidaridad en movimientos de mujeres muy diversas en edad, nivel académico y origen cultural que luchaban por un feminismo de todas las mujeres y por la transformación social.

Fueron muchas y muy transformadoras las contribuciones que las Mujeres Libres hicieron a la educación y sociedad. Por desgracia, el pacto de silencio de este país después de 1975 durante el proceso de transición en España pretendió dejar en el olvido a estas mujeres y a la riqueza de las experiencias de la educación popular de los ateneos, de la educación popular, de la Escuela Moderna y de las Mujeres Libres.

En la actualidad, encontramos la esencia de las experiencias y las ideas que desarrollaron las Mujeres Libres en prácticas educativas inclusivas que tienen como objetivo la superación de las desigualdades sociales como son los centros educativos que se transforman en comunidades de aprendizaje, el movimiento de educación democrático de personas adultas o el Foro Mundial Social de Porto Alegre, entre otros. También su concepción de libertad sexual es recogida por el movimiento feminista internacional para desarrollar proyectos de socialización preventiva de la violencia de género.

:str: Quiénes fueron "Mujeres Libres". Encuentro con Dolors Marín

La periodista de El Salto Patricia Reguero charlará con la historiadora Dolors Martín sobre la importancia de la organización anarcofeminista Mujeres LIbres constituida en 1936 y que llegó a contar con más de 27.000 afiliadas.



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