Sinopsis:
- [propia] Oslo (Noruega), 22 de julio de 2011. Un pequeño empresario y militante de extrema derecha activa una bomba en el distrito gubernamental para distraer a la policía de su verdadero objetivo: atentar contra el campamento de verano de las juventudes del Partido Laborista Noruego que se celebra en la isla de Utoya. En ella están Kaja, de 18 años, y su hermana, Emilie.
En los créditos de la película se escribió:El ataque a Utoya duró 72 minutos. 77 personas murieron en los ataques. 99 fueron gravemente heridas. Y más de 300 chicos viven con daños psicológicos graves. Los ataques fueron pensados como una advertencia si el Partido Laborista no cambiaba de política. Ante el tribunal, el criminal dijo que lo volvería a hacer. El informe del 22 de julio estableció que el ataque contra el distrito del gobierno pudo evitarse y que la capacidad de la autoridad para proteger a las personas en Utoya debería haber sido mejor. Los personajes y la historia de esta película son ficticios. Está basada en testimonios detallados contados y transmitidos por supervivientes. El extremismo de derecha se está extendiendo en Europa y Occidente. Los núcleos terroristas todavía existen y están creciendo.
Luis Martínez, en "Erik Poppe: «La masacre de Utoya nació en los foros de extrema derecha y aún están activos»", en El Mundo, el 18 de julio de 2019, escribió:Antes de asesinar a 77 noruegos en julio de 2011, Anders Breivik dejó tras de sí un manifiesto de 1.513 páginas titulado "2083: una declaración de independencia europea". En él hace explícitas sus motivaciones que, básicamente, en nada difieren del ideario ya casi rutinario de la extrema derecha. En el texto culpabiliza al marxismo de la islamización de Europa justo después de describir una conspiración en la que la corrección política y hasta la Escuela de Frankfurt estarían socavando los cimientos de la cultura cristiana. Nada que no aparezca diariamente en los comentarios al pie de cualquier noticia en cualquier periódico. «Es absurdo», comienza Erik Poppe, «intentar convertir una película en instrumento de nada. Pero creo que es importante dejar claro que lo que sucedió en Utoya no surgió de la nada. Los foros en los que se sembró el odio siguen activos; la extrema derecha está en los parlamentos y, sí, las palabras no son inocuas; pueden ser muy peligrosas».
El que habla es el director de, precisamente, "Utoya 22 de julio", la película que se estrena, por fin, este viernes tras sorprender en el festival de Berlín de 2018 con una contundencia a prueba de tibios, despistados o, ya puestos, neutrales que, como diría Celaya, «lavándose las manos, se desentienden y evaden». En ciertos sectores de la crítica se habló de inmoralidad. En otros, incluso de pornografía. Y en todos de provocación. En el mejor o en el más crudo de los sentidos. Poppe se defiende y hasta contraataca: «Mi única intención era mostrar el punto de vista de las víctimas. Me entrevisté con infinidad de ellas y el argumento común es que nadie sabía lo que estaba pasando. Era el terror en casi una pureza absoluta. No quería ni podía componer una pieza de entretenimiento donde hubiera héroes y narraciones consoladoras. Tampoco quería, ni debía, servir al narcisismo del asesino. Él fue una sombra y como tal tenía que aparecer en la película». [...]
Eduardo Martínez, en "¡El horror, el horror!", en Mutaciones, el 19 de julio de 2019, escribió:[...] La película nos sitúa en la isla de Utoya con un plano que parece extraído de una película de horror con el psycho-killer observando el campamento de las juventudes laboristas desde una amenazante distancia, donde vemos por primera vez a Kaja de perfil. De forma tan fugaz como inequívoca, Kaja se gira hacia la cámara rompiendo momentáneamente la cuarta pared para decirle al espectador, mirándole a los ojos: “Nunca lo entenderás”. Acto seguido, la joven regresa a la realidad de la película después de que Poppe aclare al público que esa aseveración iba dirigida, en realidad, a la madre de la chica (Belinda Sørensen) con quien Kaja está hablando por teléfono. Ambas hablan de la posibilidad de que el atentado recién ocurrido en Oslo pueda afectar de alguna forma al campamento donde se encuentran ella y su hermana menor, Emilie (Elli Rhiannon Müller Osborne), siendo ésta la primera de las situaciones cotidianas que preceden al ataque, aunque a duras penas hagan olvidar esta primera sentencia de la que el resto del film de Poppe servirá como inmersiva y angustiosa prolongación. [...] ¿la tensión que Poppe parece ser capaz de transmitir depende de su habilidad como director o del hecho de que su público ya conozca lo ocurrido en Utoya?
Erik Poppe, el director, en entrevista con Juan Sardá con el titular "La masacre de Utoya no fue una locura, fue un atentado político", para El Mundo, el 19 de julio de 2019, escribió:[...] Los supervivientes dicen que la historia les refleja y ellos han pedido a la gente que vaya a verla. Siento que no es mi obra porque ellos han sido quienes de verdad la han hecho. [...] No diría que hoy somos mas tolerantes pero seguramente sí tenemos una mejor policía. Después del atentado hubo muchas comisiones y se ha investigado a fondo por qué la policía tardó tanto en llegar a la isla. Lo que seguimos sin discutir es cómo se creó un monstruo como éste. Hay quien dice que fue el acto de un loco y no es cierto. La masacre de Utoya fue un atentado político. No fue "a matar a cualquiera", ya que asesinó a jóvenes de la juventud socialista y los quería matar a todos. Esta es una historia que por desgracia está pasando en todo el mundo como hemos visto en Estados Unidos o en Nueva Zelanda. [...] La principal intención del filme es que el espectador pueda vivir en sus carnes lo mismo que sufrieron las víctimas. Esa toma única nos acerca a su experiencia.
- Otras referencias
- Ernesto Castro: "La derecha iliberal en Escandinavia: black metal contra la Unión Europea", en Jot Down, el 4 de septiembre de 2017.
- Miquel Ramos: "Ocho años de la matanza de Utoya: la evolución del terrorismo neonazi", en La Marea, el 23 de julio de 2019.
Ficha técnica
- Formato: Largometraje.
Guión: Anna Bache-Wiig, Siv Rajendram.
Música: Wolfgang Plagge.
Fotografía: Martin Otterbeck.
Productora: Paradox Film 7, Programme MEDIA de la Communauté Européenne, Nordisk Film, Norsk Filminstitutt.
Reparto:
- Andrea Berntzen (Kaja).
- Aleksander Holmen (Magnus).
- Brede Fristad (Petter).
- Ada Eide (Caroline).
- Sorosh Sadat (Issa).
- Elli Rhiannon Müller Osbourne (Emilie).
- Magnus Moen (Tobias).
- Solveig Koløen Birkeland (injured girl).
Premios:
- 2018: Festival de Berlín. Sección oficial de largometrajes.
2018: Premios del Cine Europeo: Mejor fotografía.
2018: Festival de Valladolid - Seminci: Sección oficial.
Idioma original: Noruego, inglés.
BDRip 1080p Dual (VO/VE) - MKV [1.10 Gb]
detalles técnicos u otros: mostrar contenido
- Utoya (Erik Poppe,2018).mkv [1.10 Gb]
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Subtítulos: incluidos en castellano e inglés
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