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Modesta filmografía sobre militancia, masculinidad y LGTB

Planta/anuncia un debate, noticias sueltas, convocatorias políticas o culturales, campañas de mecenazgo, novedades (editoriales, estrenos, próximas emisiones de tv...).
A medio camino entre el encargo y el ejercicio personal, he preparado esta filmografía y algunos comentarios a partir de ella sobre la relación entre militancia, masculinidad y la cuestión LGTB. No sé mucho del tema, pero quizá pueda servir para una reflexión muy básica. Se lo dedico a mi compañero Pepe; en esto, es de él de quien he aprendido lo importante.





- "El beso de la mujer araña" (Héctor Babenco, 1985) -



    Sinopsis: Década de 1970-80, régimen militarizado en Brasil o Argentina. Un militante de alguna rama m-l y un hombre homosexual comparten celda y torturas.

    Elementos para la reflexión:

    - ¿Quién es más fuerte de los dos, el héroe de moral proletaria o el que está encerrado por desear del lado equivocado? ¿Qué se entiende por "ser fuerte"? ¿La fortaleza puede tener varios significados sociales?

    - ¿Qué hay detrás de la identificación de las prácticas de clase con un rol de género determinado y una orientación sexoafectiva concreta? ¿Se confunde la condición obrera con ser hombre, blanco, heterosexual, padre, de mediana edad y plenas facultades físicas? ¿Qué consecuencias prácticas puede tener fijar ese ideal, cuando hay proyectos políticos que tienen como horizonte la organización del obrero? ¿Puede que establezca como modelo a imitar, para sus miembros, al tipo de hombre al que confunden con el obrero en general? ¿Puede inocular eso una dosis variable de misoginia y lgtbfobia en ellas? ¿Puede situar en el centro de las organizaciones a las personas que respondan a este perfil, desplazando a otras paradójicamente más proletarias pero menos "hombre ideal"? ¿Desmoraliza o aleja a quienes no responden al ideal? Con seguridad, la orga en la que milita Valentín, el preso político, es así. Así de torpe, digo.




- "El diputado" (Eloy de la Iglesia, 1978) -



    Sinopsis: 1978. Candidato del PCE es gay. Es el tramo final del franquismo, no hay aún una mayoría social dispuesta a aceptarlo y él lleva una doble vida en la que para realizar su deseo prostituye a chavales de extrarradio.

    Elementos para la reflexión:

    - ¿Qué cambios sociales priorizan las organizaciones políticas comprometidas con los cambios sociales y por qué? Aquí, el PCE considera secundaria la lucha por el reconocimiento afectivo-sexual en favor del cambio de régimen político para no incomodar a sectores conservadores que necesita para lograrlo.

    - ¿Qué papel cumple el género en la división social de tareas en la pareja militante? Aquí, él es la figura pública, un candidato; ella es su sostén. Él puede tener relaciones fuera de la pareja; de los deseos de ella no sabemos nada, quedan relegados por la envergadura de la figura del varón. Tanto que él llega a dirigir los deseos de ella en varias ocasiones.

    - La película idealiza la prostitución como un espacio de autenticidad donde se pueden trabar complicidades y no hay dominio. Si lo que tiene de "auténtico" es que el varón realiza un deseo proscrito, hay que preguntarse qué mandato impide al varón realizar su deseo sin dominar y no sólo qué responsabilidad le cabe a él, sino a la organización política que lo bloquea. Organización que es matriz de sus relaciones más primarias. La pareja formal, las amistades, el trabajo... todo pasa por el Partido, menos la realización del deseo sexual.




- "El conformista" (Bernardo Bertolucci, 1970) -



    Sinopsis: 1938. Un clasemediano es reclutado por el fascismo italiano para liquidar a un antiguo profesor suyo exiliado en Francia.

    Elementos para la reflexión:

    Esto va de la relación entre masculinidad, represión sexual y militancia, pero de derechas. ¿Identificamos política con fuerza, la fuerza con la violencia y la violencia con un rol de género y orientación sexoafectiva concretos? Es una pregunta que también se puede leer al revés.

    Marcello, el protagonista, ha tenido una experiencia homosexual traumática en la infancia y, desde entonces, está obsesionado con recuperar la "normalidad" perdida. Lo repite compulsivamente: «quiero ser normal, quiero ser normal, quiero ser normal». Para él el colmo de la normalidad, como hombre moderno, es ser reconocido (leído) como sujeto heterosexual, moral, buen profesional, sin fisuras, sin contradicciones, "el novio/marido perfecto". Quien avala, quien otorga estos certificados, es el estado moderno. En los años de los hechos ningún movimiento estaba tan obsesionado con salvar al estado moderno como el fascismo. El fascismo también quiere "normalidad", pero para el estado italiano: que vuelva a ser poderoso, rico, marcial, colonial. Ambas obsesiones, las de individuo y fascismo, se complementan. Así que el modo que tiene Marcello de obtener su certificado es ponerse al servicio del estado italiano y cumplir con sus metas para que todos reconozcan lo macho que es y así borrar de su pasado la culpa, las dudas, la "mancha" homosexual.

    La película hace pedagogía de lo que puede pasar cuando interiorizas la presión social en el ámbito de los afectos y la sexualidad y necesitas "desfogar" lo que niegas de ti a través de la política. También pasa en la izquierda. Es mejor aceptarse. El marco social puede facilitarlo o bloquearlo. Cuando las organizaciones fijan la imagen del militante ideal en la del hombre moderno, le hacen la cama al fascismo y mucho daño al personal, ya que un ideal es por definición irrealizable y el intento de compensar la "falta" de masculinidad puede generar ansiedad y desbordes. Mejor sustituir los perfiles ideales por formas de estar menos absolutas. La ética como ejercicio filosófico crítico activo y un sustento psicológico acorde con principios socialistas pueden ayudar a modular los medios y objetivos sin tener que tirar de fetiches e imágenes estáticas.




- "El silencio es un cuerpo que cae" (Agustina Comedi, 2017) -



    Sinopsis: Es una historia real. Un hombre homosexual que milita en Vanguardia Comunista (maoísta) normaliza su vida, es decir, se casa, tiene hijos y renuncia a sus parejas masculinas (hasta 11 años de novio con uno). Su nueva familia no sabe nada, al punto de que la directora de este documental es su hija intentando conocer a su padre, ya fallecido, cámara en mano.

    Elementos para la reflexión:

    Lo que distingue esta pieza de las demás es que propone estrategias. Jaime organizaba reuniones de compas LGTB de todas las organizaciones anticapitalistas. Por cuenta propia, sin contar con los partidos e indiferente a la incompatibilidad entre tendencias. Los asistentes a estas reuniones hablaban sin tapujos de los problemas en su organización y en todas las esferas de la vida por vivir, o no poder vivir, su identidad sexual. Convendría tomar nota de esta fórmula para otras problemáticas. Es apoyo mutuo. La autoayuda no existe.




- "En la ciudad sin límites" (Antonio Hernández, 2001) -



    Sinopsis: Un hombre en el tramo final de su vida, interpretado por Fernando Fernán-Gómez, está ingresado en un hospital de París. Los fantasmas del pasado le acosan.

    Elementos para la reflexión:

    - Nada aquí es lo que parece. Una peli sobre el alzheimer o algún trastorno parecido descubre (o encubre) la triste historia de un militante del PCE.

    - ¿Qué función cumplen la familia y la pareja en la observancia y continuidad de las convenciones sociales? Lo que la organización política bloquea en otras películas aquí lo bloquea un dispositivo más clásico. Geraldine Chaplin reconoce en su discurso final, si se lee entre líneas, que se ha dado a sí misma la misión trascendente de garantizar la descendencia y la (cuantiosa) herencia. Es la mujer perfecta para el patriarcado, en esta ocasión a costa de la realización personal de un hombre.




- "Juego de lágrimas" (Neil Jordan, 1992) -



    Sinopsis: Una célula del IRA secuestra a un soldado británico, Jody. Durante su confinamiento intima con su carcelero, Fergus. Cuando Jody muere, Fergus decide conocer a la novia de Jody, Dil... que resulta ser una mujer transexual.

    Elementos para la reflexión:

    - Fergus se siente atraído por Dil, la desea, tiene sexo con ella antes de saber que es una mujer transexual. Pero, al enterarse, la rechaza con violencia. Su reacción (arcadas, malestar general, golpes) no habría sido tan exagerada si Dil hubiera sido un hombre no transexuado. Salta a la vista si recordamos que antes Fergus había coqueteado con Jody, el soldado británico (se respira homoerotismo en el aire). Así que Fergus no rechaza a Dil porque no le guste, ni siquiera porque sus atributos fisiológicos sean masculinos... sino porque es transexual, y mantener una relación sexual con ella rompe la imagen que Fergus tiene de sí, de lo que debería ser un hombre "hecho y derecho", tanto más uno involucrado en la lucha armada, donde la masculinidad tiende a afirmarse. Ese rechazo visceral que manifiesta a la persona como tal es transfobia, y dejaría la autoestima de cualquiera, trans o no trans, por los suelos.

    - Como en "El beso de la mujer araña", se expone un tipo de fortaleza que no es patriarcal. Es una capacidad de adaptación al conflicto sin la seguridad que daría saberse en un lugar de superioridad respecto al otro. Primero, lo vemos cuando Dil perdona a Fergus, y hace falta carácter para perdonar una falta así. Perdona, procesa el dolor y aún le resta energía para hacer sacrificios por él como cortarse el pelo, una renuncia muy íntima a su inserción como mujer en una sociedad que asigna un valor superlativo a esa expresión del género. Segundo, se aprecia en el hecho de que Fergus reconoce su falta, que no es al deseo, sino de respeto, y es activo en la reparación y sincero (está afectado). También para eso hay que ser o estar "fuerte". Es la segunda vez que Fergus demuestra que ser un militante armado no está reñido con saber escuchar, ser compasivo y cuestionarse las propias decisiones y convicciones. La primera vez sucede con Jody, el soldado británico. Él ya comprendió que Fergus es "más rana que escorpión". La aspiración al ideal "macho" en militancia queda definitivamente abolido por la ética relacional que le vincula con una persona transexual.

    - Aunque no sea tema para esta monografía, es muy interesante que Dil no haya optado por una operación de cambio de sexo para asumir el género mujer y, sin embargo, logre que todo su entorno acepte que lo es. El mismo Fergus supera esa prueba, y está tan convencido que rechaza a otra mujer, su antigua camarada de armas, una chica rigurosamente normativa. Si esto no es una subversión del código, no sé ya qué puede serlo.




- "La patata caliente" (Steno, 1980) -



    Sinopsis: Gandhi, un masculinísimo obrero fabril y militante del PCI, acaba conviviendo con Claudio, un chico gay al que ha salvado de la paliza de una pandilla fascista.

    Elementos para la reflexión:

    - Es una peli italiana tipo Pajares y Esteso, por la estética del destape y el humor grueso, homófobo a veces y machista siempre, pero con un fondo serio. ¿Por qué puede ser útil? Identifica contradicciones a explorar en un militante homófobo. Contradicciones que no se podrían explorar en un no-militante.

    - Gandhi comprueba que lo que él, como comunista, considera negativo de esta sociedad no está presente en el estilo de vida de Claudio. El empresario ahorra en seguridad y provoca lesiones en los operarios (explota) y los compañeros de trabajo y sindicato violentan a Gandhi por creerle homosexual (dominan)... pero Claudio no hace daño a nadie, no se impone; además, practica una saludable reciprocidad y cuida de Gandhi cuando es Gandhi el que necesita ser cuidado. Gandhi descubre que hay muchas formas de vivir, no sólo la suya, y que las únicas perniciosas son las explotadoras. No está claro si también se da cuenta de que la suya no es "la correcta" ni las demás derivaciones de "la correcta". Que no hay desviaciones de una recta, sino multiplicidad, múltiples formas de vivir. El límite a tus elecciones personales, a la multiplicidad, está en la explotación y en la dominación (esta última con matices). Si escoges explotar, teniendo otras opciones, mal.

    - Gandhi ha vivido en primera persona la paliza a su nuevo amigo, la quema de la librería activista gay, la pasividad policial... ¿Cómo puede ser su adversaria gente que es un objetivo preferente de fascistas? El fascismo otorga un valor y jerarquía exageradas y cerradas a las personas siguiendo criterios como la ocupación laboral o la preferencia sexual. En ambos casos, lo establece así por el control demográfico: los obreros tienen que producir, no hacer huelga ni perder el tiempo; y los homosexuales son un incordio para las políticas natalistas y relajan la moral donde hace falta disciplina militar. Puede que Gandhi no vea clara esta relación, pero, como comunista, sí aprecia en la violencia parda una voluntad de subordinar a individuos que no hacen ningún mal social.

    - Además, descubre que el origen de clase de Claudio es aún más humilde que el suyo. Segregar a las clases populares por razón de su preferencia sexual (heteros vs. gays) es una torpeza y así lo comunica a los compañeros del sindicato, ya al final. Ellos están en que no, en que dar visibilidad en el comité sindical a la complejidad de la realidad afectivo-sexual sería una provocación a la "moral popular". Actualmente hay una versión menos casposa de esta opinión, se dice que la cuestión LGTB o feminista son preocupaciones legítimas, pero que enervan a la gente y la distraen de problemas principales. Tanto antes como ahora, consideran que prestar atención a la segregación (sexoafectiva) es lo que segrega (a la clase obrera). Es un razonamiento que está bocabajo. La clase obrera ya está escindida por estos problemas, siempre lo estuvo, desde su misma aparición. Lo que logramos al trabajarlo es revelar la realidad de esa escisión y darle una solución, romper los puntos de partida tan disímiles con los que unos (heteros) y otros (lgtb) acceden al ejercicio de la política (toda, no sólo la representativa), a veces de un modo grosero, como en esta película, y otras de un modo sutil, como sucede hoy.

    - Un punto bueno para la controversia es que a Gandhi replantearse su homofobia no le cura su machismo. La película en sí es tan comprensiva con la homosexualidad como cosificante y reglamentaria con las mujeres. ¿La solidaridad de género entre dos hombres es aquí la vieja camaradería masculina con su sesgo sexista?




- "La trinchera infinita" (J. Garaño, A. Arregi, J. M. Goenaga, 2019) -



    Sinopsis: Va sobre un "topo" durante el franquismo. Los topos eran militantes que no partieron al exilio, se ocultaron en sus propias casas durante décadas.

    Elementos para la reflexión:

    Un vecino del pueblo es gay y encuentra en este "topo" un pequeño apoyo. Una forma de solidaridad espontánea entre dos hombres que llevan una vida oculta, de secretos.

    El protagonista no pensaría que tienen nada en común si aún fuera libre para ejercer su actividad política. El reconocimiento del vecino homosexual como un igual viene porque ha descubierto una brecha en su masculinidad, una vulnerabilidad (depende de su mujer, está asustado), así que se permite bajar la guardia y abrirse a modos de relacionarse que antes, desde un lugar microsocial más destacado, habría desestimado.

    Es casi una anécdota en la película, pero funciona muy bien. Es útil para pensar sobre las condiciones de posibilidad de un proceso de autocrítica en los militantes y las organizaciones. O de crecimiento, si se prefiere otro lenguaje.




- "Mi nombre es Harvey Milk" (Gus Van Sant, 2008) -



    Sinopsis: Década de 1970. En un barrio de San Francisco, el Castro, se va conformando una robusta comunidad LGTB, a la que migran en busca de libertad personas de todo EEUU. Harvey Milk es uno de sus referentes.

    Elementos para la reflexión:

    - Cuando Milk aterriza en el Castro como pequeño empresario se encuentra con la resistencia de otros pequeños empresarios conservadores que ven en él una competencia. Realmente lo es, porque se propone desplazar las lealtades tradicionales por otras nuevas, no racistas y no homófobas (la misoginia ya tal). Le va en ello su supervivencia. Milk no está en una posición de poder, pero cuenta con una fuerza de choque especial: todos los gays del Castro. Empieza a ofrecer esa masa a los sectores laborales en conflicto no homófobos o no demasiado homófobos. Por ejemplo, apoya la huelga de los transportistas organizando un boicot contra uno de los productores.

    - El modo de desenvolverse de Milk es distinto al de un burócrata sindical o un organizador formalista. El humor y un trato afectuoso con los demás son su carta de presentación. Es paternal, incluso patriarcal, pero no autoritario. Milk no se debe a una organización, sino a algo más impreciso, una "comunidad" que le reconoce como su interlocutor o "interfaz" político. Sus formas, su modelo de liderazgo, emanan de ella, son expresión del modo de relacionarse que se da en ella. De ella no habría podido emanar un liderazgo mano-de-hierro, histriónico u opaco, porque son rasgos que pueden estar presentes individualmente en ese grupo social, pero no lo definen colectivamente (sí, la representación capitalista lo deforma como histriónico, porque todo lo espectaculariza, pero aquí no existe aún esa mediación mercantil, el movimiento está en fase de revuelta, no de celebración, v. Stonewall). No quiero hacer fetiche de las formas, sólo indicar que los modos de Milk se adecúan muy bien a su realidad y que otras militancias de otras realidades deberíamos aprender de ahí por sus cualidades.

    - La película rompe el estereotipo de que los gays son profesionales de clase media, consumidores de una identidad, hedonistas y con una visión lobbysta de la política. Lo que vemos en la película es un barrio humilde, una energía social espectacular y una masa muy disciplinada, que responde a las estrategias de su liderazgo, que sabe pactar en función de la clase (Milk tiende a buscar a Dan, el concejal tradicionalista del barrio obrero irlandés). Los tópicos homófobos no rinden. El movimiento gay avanza con paso de hormiguita y brilla por su inteligencia. Ya quisieran casi todos los partidos de izquierda parecerse una micra a esto.

    - Controversia 1. Los homosexuales no dejan de ser hombres con su carga sexista. La incorporación de una joven lesbiana al equipo de Milk levanta pocas simpatías. Ellas tienen que hacer su propio camino.

    - Controversia 2. Las parejas de Milk se suicidan. Una película no nos puede informar bien de los factores que determinan este desenlace, menos aún una liberal y de EEUU. ¿Se trata de la negativa de Milk a salir del armario con su propia familia, como cree él? ¿De cómo concebimos y practicamos las relaciones sexoafectivas? ¿De lo rotas que están las personas por su historia personal? ¿De la entrega total de Milk a su militancia? El último suicidio, el que vemos, deja entrever un poco de todo esto. ¿Cómo lo resolvemos?




- "Pride (Orgullo)" (Matthew Warchus, 2014) -



    Sinopsis: Reino Unido, 1984. La huelga contra el desmantelamiento de la industria minera es durísima. Un grupo por las libertades afectivo-sexuales de Londres lanza una plataforma para apoyar a los trabajadores: Lesbianas y Gays Secundan a los Mineros (LGSM). Se trasladan al campo para formalizar el apoyo, lo que hace saltar tanto prejuicios como solidaridades.

    Elementos para la reflexión:

    - Si hay una peli canónica sobre cómo traspasar las fronteras artificiales entre la problemática LGTB y la problemática clase, es esta. La lucha de Mark y sus compas no es para que el estado les reconozca derechos concretos, ni para que el capital les abra nichos de mercado (capitalismo rosa). Es para que la clase obrera les reconozca como una parte de sí. Mark lo resume en una consigna: «si 1/5 parte de la gente es gay, también debe de serlo 1/5 parte de los mineros; y seguro que esa quinta parte se alegra de vernos».

    Es así; hacia el final de la película dos de las piezas claves de la retaguardia obrera, paisanos/as que apoyan la huelga sin ser mineros, descubren una homosexualidad que habían llevado en secreto toda la vida o en la que no se habían atrevido a indagar. Estaba ahí, limitada por el conservadurismo propio del medio rural. Lo que empieza siendo una búsqueda de reconocimiento de una parte (los obreros) hacia otra (LGTB) acaba desembocando en que los obreros reconozcan la parte que negaban de sí mismos.

    En la otra dirección sucede igual. Los miembros de LGSM son urbanitas, posiblemente con una identificación menos intensa o totalizante con su empleo, eventual y de servicios. Al principio observan la condición minera como algo externo, algo a apoyar desde fuera, o con un filtro manchado por su vivencia infantil (agresiones de otros niños, repudio familiar). La nueva experiencia les reconcilia con su mitad obrera más "clásica" u original (si entendemos los servicios como un derivado de los sectores primarios). Han aprendido, también ellos, a reconocer una parte que negaban de sí. Enorme, por ambos lados. Es la solución al problema presentado en "La patata caliente".

    - Nada hubiera sido posible si LGSM se hubiera conformado con recaudar dinero para la caja de resistencia de los mineros. Mark y sus compas deciden trasladarse sobre el terreno porque se dan cuenta de que hay algo que sólo se puede transformar con la presencia. Esto hace de la película una vindicación de un tipo de militancia artesanal, molecular, de base, de "poner el cuerpo", hoy denostada y sustituida por la subscripción digital. Es un puntazo que este tipo de militancia se vindique desde el movimiento LGTB, cuyos detractores de izquierda consideran parcial, secundario. ¡Como si no lo fueran todos los movimientos! Sólo hay que considerar los hechos y los protagonistas implicados, todos reales. Son luchas complementarias entre sí, se completan la una a la otra. Al final de la película, la lucha obrera le ha dado al movimiento LGTB conciencia de clase, y la lucha LGTB le ha dado al movimiento obrero una energía nueva y especial, ha reparado heridas internas en la clase y ha desactivado un caballo de Troya inserto en el movimiento obrero.

    - Hablemos de ese caballo de Troya. La militante más conservadora del comité de apoyo a la huelga quiere echar a los gays del pueblo desde el primer momento. Su desprecio viene de su ideal de masculinidad, de la nostalgia o luto por un marido-proveedor fallecido en la mina, y carga a los hijos con esta herencia, haciéndolos bastante peores de lo que son. Alimenta su confusión la prensa derechosa. En ella lee: «Desde hace años se nos impone una corriente de pensamiento que tiende a presentar a los homosexuales primero como víctimas y luego como héroes. A los homosexuales se les ha dicho que somos nosotros, la población normal, y no ellos, quienes llevan el paso cambiado». El texto podría haber sido escrito hoy. "El gran recambio", "la ideología de género"... son teorías de la conspiración en boga y su misión es sembrar desconfianza entre las clases populares por sus formas de vivir la vida. Ponen en guardia a un obrero hetero contra un obrero gay porque estaría feminizando EEUU y Europa para hacernos más débiles (conspiración de la ideología de género) o contra una trabajadora árabe musulmana porque emigraría a Europa para suplantar a la población blanca (conspiración del gran reemplazo). Te ponen a pelear con quien deberías diseñar un proyecto de sociedad propio, así sigues absorbido por el que te viene dado y eso conviene a los que se benefician de él. La complementariedad entre movimientos disuelve este veneno. Contra la conspiración que "homosexualiza" a la gente, LGSM demuestra en el terreno de la práctica que no existen las "personas normales", sino personas a las que se normaliza, a las que se mete con calzador en una idea de normalidad; ya existían gays en el movimiento obrero, pero ocultos, reprimidos, no "fabricados" por otros gays. También demuestran que no hay nada dañino en la libertad sexual; LGSM se integra en la vida del pueblo sin renunciar a su identidad sexual y no corrompe nada, al contrario, mejora el clima social, abre un poco las ventanas. Chantajear por un salario a una persona para que trabaje bajo las condiciones que tú le impones: eso sí que es dañino. Y es la única conspiración real. Está en curso y nos incita a convertirnos en pequeños empresarios, "emprendedores". ¿Por qué no hablamos de ello? #noexplotes #nocolabores #metoorojo

    - Hay una inteligencia política "alegre" muy propia del movimiento LGTB que ya vimos en "Mi nombre es Harvey Milk". En un momento dado, la prensa airea que "los pervertidos" (el movimiento LGTB) está apoyando a "los pozos" (los mineros). LGSM le da la vuelta, convoca un gran concierto bajo el lema "los pervertidos apoyan a los pozos" y convierte así el agravio en otro invento para acumular fuerzas. En palabras de Mark: «Hay una larga y honrosa tradición en la comunidad gay que nos ha resultado muy útil durante mucho tiempo. Cuando alguien te lanza un insulto, lo coges y te lo apropias». No sería posible con el molde de una masculinidad rígida y orgullosa.

    - De esa masculinidad ni rígida ni orgullosa hay también figuras destacadas en el otro lado, como el dirigente minero, Dai Donovan. No hay polémica que zanje alzando la voz. Es tierno y hospitalario. Tiene gestos paternales muy oportunos, como cuando le dice a Mark que no lo apueste todo a la lucha, que se guarde algo para sí. Se acerca a la diferencia con curiosidad materialista y hace pocas afirmaciones categóricas. La que más, que la fraternidad es consustancial al movimiento obrero, un mandato inmutable a través de generaciones, representada en el estandarte centenario del sindicato comarcal. «Cuando llegue el momento, nosotros llevaremos el vuestro», les dice a LGSM. Y lo cumple. La mayoría del comité de apoyo a la huelga es igual, le gobierna esta grandeza de espíritu. La película tumba ese mito, entre clasista y machista, del obrero autorreferencial que no sabe descifrar o relacionarse con otros códigos, un varón embrutecido, inútil para otra cosa que no sea picar carbón y beber en el pub.

    - Son los 80, es la reacción liberal o liberal-conservadora de Thatcher y Reagan al ciclo anterior, el del 68... y vamos a ver los primeros intentos del capital de absorber la potencia del movimiento LGTB. De vuelta a Londres, LGSB asiste estupefacto a los cambios en la manifestación por el Día del Orgullo Gay. Los organizadores informan de que no habrá "nada de política", porque esto es una "celebración" y los mensajes tienen que ser "positivos". En la misma escena se esboza lo que más tarde sería el Orgullo Crítico, el bloque de quienes disienten de esta absorción. Lesbianas contra el Cierre de los Pozos (LAPC), otro colectivo, quiere organizarlo en la cola de la mani, automarginándose en señal de protesta. Mike y sus compas se niegan a ceder tan pronto la dirección política del Orgullo a los sectores entreguistas. Quieren pelearlo. Curiosamente, las lesbianas entienden esta búsqueda de confrontación como agresividad e intransigencia típicamente masculinas. ¿Lo son? De serlo, ¿son nocivas? Ni la intransigencia ni la aceptación modificarán la orientación del Orgullo, porque no es un problema de actitud, sino de agentes. Es el aterrizaje sorpresa de los mineros en la marcha, la condición obrera, lo que salvará su carácter radical. Otro ejemplo de por qué se necesitan.

    - LAPC es una escisión de mujeres de LGSM. Hacen plataforma independiente para expresarse o decidir sin los condicionantes masculinos. Los hombres tienden, tendemos, a ocupar la centralidad de estos procesos y es el resultado de una ventaja estructural, ajena a nuestra voluntad personal. Se puede corregir, pero no anular del todo sin dar un gran salto de calidad en el conjunto social. Por una lectura muy literal de este argumento, las corrientes socialistas más acartonadas no responsabilizan a sus miembros de las expresiones de género masculinas más problemáticas. Sí lo trabajan las corrientes socialistas que piensan que los medios determinan los fines. Al escindirse las mujeres de LGSM, ¿qué efecto tiene en los hombres? ¿Es una invitación a que no se responsabilicen de sus prácticas, un "darles por perdidos"? ¿O el vacío que dejan es un empujón para que se responsabilicen? ¿O es indiferencia a la evolución masculina, en el sentido de que no es tarea de las mujeres hacer esa pedagogía?

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