Teresa Galarza, en entrevista con Carlo Frabetti, con el título "«He vendido más ejemplares de Malditas matemáticas que de los otros cien libros juntos. Vivo de ese libro», en Jot Down, el 17 de julio de 2018, escribió:A Carlo Frabetti (Bolonia, 1945) a menudo se lo presenta como un escritor italiano que escribe en castellano, aunque desde los ocho años vive en España. Él no parece estar en desacuerdo con esta descripción; apunta que, según los psicólogos, todo se resuelve en los primeros siete u ocho años de vida y, además, no tiene pasaporte español. Con un centenar de libros publicados, este matemático de formación ha sabido reconciliar ciencia y humanidades, literatura para adultos y libro juvenil, marxismo y cristianismo, entre otras dicotomías aparentes, en sus libros y columnas para la prensa. Su carrera abarca un recorrido de difícil catalogación durante el que ha alcanzado la cima varias veces: en los ochenta fue con "La bola de cristal", en los noventa con la literatura; ha llegado a ser el autor más leído en Cuba, después de Fidel Castro.
En la terraza de su casa en La Bisbal del Penedés, bajo la sutil y constante luz característica de una tarde de primavera, el ruido es inexistente. Es el lugar perfecto para más de tres horas de conversación tranquila que dan para profundizar en su trayectoria y reflexionar sobre ciencia, literatura, filosofía, política, religión, actualidad. Gestiona sus respuestas con la calma del que parece capaz de mantener su presión arterial baja, con una actitud en apariencia neutral y distante, pero con opiniones no exentas de indignación por las injusticias; sabe que el sistema está roto, pero no transmite ninguna urgencia en particular.
Pregunta: En tu libro
La bola de cristal cuentas una anécdota de tu infancia que te lleva a la conclusión de que los niños son estructuralistas natos. ¿
Chomsky o
Skinner?
Respuesta: Hay cosas interesantes en ambos. Si me tuviera que quedar con uno de los dos, me quedaría con Chomsky sin dudarlo. Plantear que lo único que conocemos de los demás es su conducta y que hemos de partir de ahí, como afirma el conductismo, creo que es la forma más científica de aproximarse a la situación. Pero creo que a partir de ahí se han cometido excesos de todo tipo. Mientras que otras corrientes que en su planteamiento pueden parecer menos racionalistas, que se aferran más a cuestiones intangibles o poco medibles, que se salen del ámbito puramente científico, en la práctica luego han tenido desarrollos que complementan un poco esa frialdad o esa aridez de ciertos planteamientos conductistas.
Hay que tomar un poco de todos los lados, porque la psicología, la sociología o la economía son protociencias. No son pseudociencias como dicen algunos. A veces sí, hay discursos psicológicos que son pseudocientíficos. Cuando
Lacan dice que el inconsciente está estructurado como un lenguaje es muy interesante, pero demuéstremelo, en qué se basa usted.
Pregunta: Los niños sí que son muy conductistas.
Respuesta: Todos somos muy conductistas en el sentido de que respondemos a los estímulos y al premio-castigo. Lo que pienso es que es muy reduccionista quedarse ahí. Todos tenemos reflejos biológicos, pavlovianos y reflejos condicionados, por nuestra forma de vida, por la educación, pero también tenemos más cosas.
Pregunta: En un relato de
La bola de cristal está el personaje de Elena, ¿es el mismo que el de
Los jardines cifrados?
Respuesta: Sí y no. Rara vez los personajes de mis novelas se corresponden unívocamente con una persona real. Hay unas cuantas personas que me han suministrado material para construir personajes. No es el mismo personaje, pero no es casual que se llamen Elena. En casi todos los personajes hay también algo de mí mismo.
Pregunta: En Ulrico.
Respuesta: Ulrico era mi amigo imaginario de pequeño. Extrapolado de
"Blancanieves y los siete enanitos", que es la primera película que vi en mi vida. Entonces el enano sabio se convirtió en mi amigo imaginario, pero de joven, porque era demasiado viejo para tenerlo de compañero de juegos. Y acabó convirtiéndose en Ulrico. Es más un superego en el sentido freudiano que un alter ego. Siempre me dicen que Ulrico es como yo, y digo que no, Ulrico es más listo que yo. Lo que dice Ulrico en un minuto yo he tardado horas en pensarlo.
Pregunta: ¿Te han censurado alguna vez? ¿Hay libros que no hayas podido publicar en España?
Respuesta: Hay algunos que no he podido publicar en España. Uno es
Las islas desventuradas, que es esa historia en la que los católicos ortodoxos cazadores de herejes son los malos, y es en la que aparecen
Raymond Smullyan y
Martin Gardner como personajes. Otro libro es
Abdicación… La censura muchas veces no es directa, Alfaguara seguramente podría haber publicado
Las islas desventuradas o
Abdicación, pero como tienen en cuenta si esos libros van a ser aceptados por colegios religiosos… En volumen de ventas suelen tener más poder adquisitivo los colegios religiosos que los no religiosos. Suelen ser privados, los niños son más ricos, se pueden gastar más dinero y las editoriales lo tienen en cuenta. De hecho, todas las editoriales de literatura infantil antes eran religiosas porque eran también las que hacían los libros de texto. Y aunque la editorial sea laica, hay temas que directamente no puedes tocar, esa es la censura.
Pregunta: Estás en la lista de honor de la Comisión Católica para la Infancia, algún libro tuyo ha sido de lectura obligatoria en colegios religiosos. ¿Cómo consigues entrar en este mercado?
Respuesta: Sí, creo que es cierto que yo propugno los valores cristianos, quienes no propugnan los valores cristianos muchas veces son los católicos. La idea de pobreza que aparece en el evangelio, de desprecio de los bienes materiales, de compartirlo todo, del desapego, que viene del budismo, la fraternidad cristiana… yo firmaría enseguida por un mundo de buenos cristianos, lo que pasa es que encontrar un buen cristiano es más difícil todavía que encontrar a un buen comunista, que tampoco es fácil.
Pregunta: No sé lo que es un buen comunista.
Respuesta: El que es coherente sin ser dogmático.
Pregunta: En
Los jardines cifrados hay niveles de comunicación textual obvios, en uno intervienes tú como autor y en otro los personajes junto con el narrador. ¿Cómo das con esta fórmula?
Respuesta: Normalmente lo que intento cuando escribo es expresar determinadas ideas. Mi llorado amigo
José Luis Sampedro antes de escribir una novela hacía unas fichas interminables, lo sabía todo sobre sus personajes. Dedicaba mucho tiempo a construir personajes y luego los ponía en una situación, un marco, los echaba a andar y ya tenían vida propia. Hay otros autores que parten de un escenario, de un momento.
Yo parto casi siempre de ideas, quiero expresar algunas ideas y voy buscando la forma de expresarlas. Es bastante parecido a cuando doy clases de matemáticas o de física, intento transmitir algo de una manera comprensible, amena y que invite a la reflexión, que sirva de punto de partida para una reflexión personal.
No soy un auténtico narrador, para mí la narrativa es un pretexto. He caído en la narrativa un poco por accidente, empecé a los cincuenta años, luego ha ido enganchándome, me ha ido gustando más. He visto que el medio, el instrumento, era más útil e interesante de lo que creía. Tampoco leo mucha narrativa, casi no leo narrativa… Cada idea, cada constelación de ideas que quieres transmitir te sugiere determinados recursos narrativos. E intento no condicionarme a priori en ese sentido. No decirme a mí mismo: voy a escribir una novela policiaca. Yo intento decir algo, que no sé muy bien lo que es, porque si lo supiera muy bien no me tomaría la molestia de escribirlo, porque al escribirlo lo voy descubriendo también. Y la cosa en sí acabará encontrando la forma más adecuada. O no.
Pregunta: Divulgación al principio y luego planteas una historia.
Respuesta: Llegué a ello, no fue un planteamiento de partida. Había cosas que me resultaba más fácil contarlas narrativamente y cosas que prefería exponerlas en forma de artículo. Llegó un momento en que me dije: ¿Por qué tengo que hacer una cosa u otra? Decidí mezclar las dos cosas de forma que no fuera un cajón de sastre, que tuviera una cierta estructura y adelante. De hecho, me lo rechazaron.
Los jardines cifrados lo hice para Alfaguara cuando mis libros infantiles empezaron a tener éxito. Un par de años o tres después de publicar el primero, que se vendió muy bien en los colegios, me dijeron: «¿Por qué no haces también algo juvenil?».
Pregunta: ¿Es juvenil
Los jardines cifrados?
Respuesta: Yo creía que sí, escribí
Los jardines cifrados y la envié. Y a los pocos días me dijeron: «Esto ni es juvenil ni es una novela». Entonces se la pasé a los de adultos a ver si colaba, y estuvo durmiendo un año en Alfaguara adultos. De pronto surgió Lengua de Trapo y mi agente me dijo: «Oye, estos chicos son muy interesantes, los editores, quieren hacer cosas distintas». Se lo llevé y lo sacaron al mes. «Lástima que sea tan corto», me dijeron.
Pregunta: En
Los jardines cifrados hay una charla entre personajes sobre si el lenguaje es finito con alusiones a la cábala y el Corán. ¿Es el lenguaje finito o infinito?
Respuesta: El lenguaje es finito, como toda combinatoria de signos. Lo que pasa es que es ilimitado, inmenso, pero finito. De hecho, en algún momento del libro se calcula la cantidad de libros distintos escribibles.
Pregunta: Chomsky lo define como un conjunto finito o infinito de oraciones, y también habla de variedad infinita.
Respuesta: Una cosa es que tienda a… ¿Es infinito el mar? Pues no. Pero si te echas a nadar…
Pregunta: Ni siquiera es infinito el número de electrones.
Respuesta: Claro. Parece ser que el universo es finito. No está zanjada la discusión y posiblemente no se zanjará nunca. Pero la teoría más aceptada actualmente es que nuestro universo es una burbuja dentro de un macrouniverso o multiverso en expansión. En nuestro universo la expansión del
big bang se ha atenuado, si no, no podría formarse la materia; y podría haber otros muchos universos como el nuestro o distintos.
No hay acuerdo unánime. Sí lo hay bastante amplio en el
big bang y en lo que se llama la inflación. En esa inflación, si lo permeara todo, no habría materia. Porque el espacio crece a más velocidad que la luz, incluso. Aunque la velocidad de la luz no es superable en el espacio, cuando es el propio tejido del espacio el que se dilata, no hay límite. Pero según la teoría más aceptada, que es la de
Hawking y sus colaboradores, el nuestro sería una burbuja de estabilidad dentro de esa explosión brutal que todavía sigue.
Pregunta: Chomsky también habla de la naturaleza del lenguaje y se refiere a la cuestión del reto de
Galileo. Formularlo parece simple, ¿cómo deberíamos concebir el lenguaje? Y añade algo que tú también te has planteado, ¿puede el lenguaje expresar cualquier idea?
Respuesta: Pues no lo sé. Einstein por ejemplo decía que él no pensaba en términos lingüísticos. Él pensaba en imágenes y en impulsos musculares, que te explique él lo que quería decir… se ponía a pensar y notaba movimientos en su cabeza, pero no palabras. Y, trabajosamente, eso tenía que pasarlo a palabras para poder comunicarlo y no siempre del todo. No lo sé y no sé si alguien lo sabe, de verdad, lo que sí podemos decir es que somos seres eminentemente lingüísticos y que somos personas y seres pensantes en la medida en que tenemos un lenguaje.
Pregunta: ¿Hay conexión entre la matemática y la poesía?
Respuesta: En ambos casos hay una gran voluntad de síntesis y de precisión, de afinar y de ir a la esencia. Además, tanto en matemáticas como en poesía o eres lo más o no eres nada. No hay término medio. Me refiero a la investigación. Puedes ser un gran profesor de matemáticas sin ser un gran matemático. Es más, los grandes matemáticos no suelen ser buenos profesores. Esto lo descubrí leyendo
Opiniones de un payaso de
Heinrich Böll, que dice que puedes ser un buen médico y ganarte bien la vida sin necesidad de ser premio Nobel de Medicina, pero payaso, o eres lo más o no eres nada. Con los matemáticos y los poetas pasa lo mismo.
Pregunta: ¿Por qué dejaron las editoriales del
grupo Prisa de publicar tus libros?
Respuesta: Escribí un manifiesto que iba firmado por cien personas, denunciando la campaña de Prisa contra Cuba y Venezuela, y al día siguiente supieron que lo había escrito yo. Mis amigos de Prisa me dijeron que era un capullo, que cómo se me ocurría escribir eso. Denunciamos al grupo Prisa y al montón de escritores e intelectuales que habían firmado un manifiesto pidiendo que hubiera democracia en Cuba. Nosotros contestamos con nuestro manifiesto diciendo por qué no pedían que hubiera democracia en España. Esta era la idea. Se enteraron de que había sido yo, que yo había recogido las firmas, y al día siguiente, dos libros que tenía pendientes de publicación me llegaron en sendos paquetitos a casa. Hace poco me volvieron a llamar, después de muchos años, de
Santillana: «Oye, que tus enemigos se han ido, que te echamos de menos». Y he vuelto a publicar con Santillana.
Fue fulminante. Y se da la paradoja de que soy el autor con más libros publicados en las editoriales del grupo Prisa. Más de veinte.
Así que esa es la razón por la que me defenestraron de la noche a la mañana, aunque no dejaron de vender mis libros. Y me quedé huérfano de editorial porque todo lo publicaba con ellos. Menos mal que
SM acudió al rescate y empecé a publicar en
El Barco de Vapor.
Pregunta: Colaboras con medios como
Insurgente. Asumiendo que tus lectores no son los mismos que los de, digamos,
Libertad Digital, ¿qué función tienen los medios?
Respuesta: Creo que su función es fundamental. Afortunadamente, se ha roto, aunque muy embrionariamente, el monopolio absoluto que hasta hace poco tenían los grandes medios. Entre
Insurgente,
Kaos en la Red y
La Haine han formado una especie de consorcio que tiene más lectores que muchos diarios de papel. Más visitas. Y esto presumiblemente irá en aumento. Al principio, el número de visitas era bastante reducido,
Rebelión tenía un poco más, pero ahora empiezan a ser comparables las cifras, ya no es como antes.
En un momento en que los grandes medios mienten y tergiversan sin cesar, que haya alternativas es vital. Es muy importante apoyar a estos medios. Sobre todo, los jóvenes están adquiriendo cada vez más el hábito de navegar y ver más medios. El gran problema sigue siendo la televisión. Ahí es muy difícil competir, pero en eso también estamos evolucionando. Las pantallas más pequeñas se van a imponer, y al menos no son monopolios ni te tienes que chupar toneladas de publicidad para ver cualquier cosa. Puede ser un camino. Yo soy moderadamente optimista. Solo moderadamente, porque me doy cuenta de la enorme capacidad de absorción que tiene el sistema.
Pregunta: Eres muy combativo como otro gran matemático y divulgador italiano,
Piergiorgio Odifreddi. Pero a él le dejan publicar sus columnas de opinión en
La Repubblica, a ti
El País no.
Respuesta: Podría ser un poco demagógico con lo escaldado que estoy, pero no sería justo. No es mejor
La Repubblica que
El País, para qué nos vamos a engañar. No hay una gran diferencia. Seguramente, si no hubieran pasado determinadas cosas muy concretas, el asunto de Cuba y Venezuela, habría seguido publicando mis artículos de crítica cultural en
El País. Los medios en Italia no están mejor que en España. El poder que tiene Berlusconi y su mafia, no solo en los medios, también en el mundo cultural, es enorme.
Pregunta: En una columna publicada en
La Haine hablas de presos políticos y terrorismo de Estado. ¿Es peor
Galindo que otros terroristas?
Respuesta: Infinitamente peor. Galindo es uno de los máximos exponentes de hasta dónde puede llegar el terrorismo de Estado. Es un criminal que tortura hasta la muerte y entierra en cal viva a dos chavales. Jack el Destripador es una hermanita de la caridad a su lado. Este sujeto, después de pasar de puntillas por la cárcel, está en su casa escribiendo sus memorias. Es un individuo concreto, pero es la expresión de todo un sistema. El máximo responsable de la infamia de los GAL, en última instancia, si hubiera que personalizar, es Felipe González, que está libre y sigue dando lecciones de política y de ética.
Para que en España la tortura sea sistemática e impune tiene que darse la colaboración de todos los poderes, el legislativo, el ejecutivo, el judicial y el de los medios. Sin su contubernio criminal no sería posible. Con que uno de los poderes dijera que no puede ser, no podría ser.
Yo sigo siendo de la Asociación Contra la Tortura. La media era de setecientas denuncias al año y una muerte semanal en dependencias policiales. Y aunque algunos funcionarios, algunos policías y guardias civiles hayan llegado a ser condenados, no conozco ni un solo caso en que hayan cumplido efectivamente su condena. Normalmente los trasladan. Y a menudo los ascienden.
No estamos hablando de un Gobierno, sino de un Estado, un Estado criptofascista. No exactamente fascista, hemos avanzado un poquito, pero sigue habiendo un fascismo atenuado, un fascismo «inteligente», como las bombas «inteligentes». Antes tiraban bombas indiscriminadamente, ahora pueden cargarse un objetivo muy concreto «quirúrgicamente». Ahora el fascismo se ejerce con toda su crudeza contra quienes realmente molestan, que son pocos en realidad. No hay necesidad de meter en la cárcel a tanta gente como durante el
franquismo. Ni siquiera desde la lógica del poder tiene sentido, conviene ser más selectivo.
Pregunta: Has escrito un artículo en
Insurgente,
«Gracias, TV3», donde describes a su televisión como uno de los mejores regalos que te ha hecho Cataluña desde que llegaste.
Respuesta: En gran medida hay que decir que es por contraste. La televisión que veía me provocaba dolor de cabeza o ataques de furia, era algo tan espantoso que por contraste la catalana me parece exquisita. No gritan. Casi nunca estoy de acuerdo con lo que dicen, pero lo dicen de una manera que es aceptable y al menos invita a la discusión.
Pregunta: Pero se ha dicho que está manipulada.
Respuesta: Hay una tendencia, sí; pero al menos que sean educados y quede claro por dónde van. Que la gente diga: «Soy independentista y defiendo esto». Pero que no intenten darte gato por liebre.
Pregunta: ¿Cómo te posicionas con respecto al
procés?
Respuesta: Si tuviera que identificarme con algún grupo sería con la
CUP. Creo que el independentismo tiene sentido para vehicular la lucha de clases y oponerse a un poder central que es heredero del franquismo en última instancia. En otra situación, en otro Estado, no sería independentista. No me interpela de forma directa, soy un italiano que escribe en castellano. Mi lengua madre es el italiano. Los psicólogos dicen que todo se resuelve en los seis primeros años de vida. Yo soy italiano, sueño en italiano, hago las operaciones aritméticas en italiano. Pero no me defino a mí mismo en términos de nacionalidad.
En este momento histórico y en esta situación, reclamar la independencia de Cataluña, de Euskal Herria, de Galicia, de Andalucía es una forma de oponerse a una España inventada por los Reyes Católicos y reinventada por Franco. Fundamentalmente, estamos hablando de lengua y cultura, y de derecho a la autodeterminación.
No se respeta la autodeterminación. Hay un Estado central autoritario. Creo que en Cataluña habría menos independentistas si no hubiera un Estado represor. Rajoy ha hecho muchos independentistas. Yo mismo estuve el
1 de octubre defendiendo las urnas con mi compañera.
Pregunta: Puedes defender las urnas y no ser independentista.
Respuesta: Desde luego. Si se permitiera que la gente votara, a mí me parecería aceptable que el no independentismo fuese mayoritario.
Yo, fuera de mi hábitat, en el que vivo bastante bien, tengo que reconocerlo, veo injusticias y brutalidades por todas partes. Sobre todo, en el terreno laboral y social. Si todo el mundo tuviera una vivienda digna…
Pregunta: ¿Y eso qué tiene que ver con la independencia y el nacionalismo?
Respuesta: Tiene que ver en la medida en que algunos pensamos que superar este Estado criptofascista se puede conseguir por esa vía. Eso es lo que da sentido a esa lucha. El nacionalismo burgués no me inspira ninguna simpatía.
Pregunta: Puigdemont y
Artur Mas.
Respuesta: Puigdemont no me inspira especial simpatía y Mas me parece un oportunista, valga el eufemismo.
Pregunta: Cambiando de tema, en el libro
La bola de cristal dices que los hombres llevan milenios explotando a las mujeres, y que no van a dejar de hacerlo… Te leí en un artículo hablar de que cada vez más mujeres utilizan menos zapatos de tacón.
Respuesta: Ha bajado el número, pero todavía hay demasiados. A mucha gente le parece anecdótico, pero a mí me parece alarmante. Los traumatólogos llevan años diciendo que es malo para los pies y para la columna. He tenido mucha relación con colectivos de lesbianas y movimientos feministas radicales, que me abrieron los ojos y me hicieron ver cosas que no veía.
Hay un estereotipo femenino que responde a fantasías masculinas. Muchos detalles tienen que ver con limitar la movilidad. Ocurrió en muchas culturas, como cuando en China a las niñas les vendaban los pies para que no crecieran, o en algunas tribus indias que cortaban los tendones a las mujeres para que no pudieran escapar. Lo de la pierna quebrada, que es muy metafórico.
Pregunta: ¿Cómo ves el futuro del socialismo? ¿Qué opinas de los cambios en América latina? ¿Sigues pensando que el modelo es Cuba?
Respuesta: Nunca he dicho que Cuba sea «el» modelo. Solo he dicho que Cuba ha demostrado que el socialismo es posible. Es posible incluso en circunstancias muy adversas, con la bota de Estados Unidos ahí. Los cubanos han cometido muchos errores, los siguen cometiendo, no son perfectos, pero están en el buen camino. Un símil: si los Estados fueran personas, Cuba sería una buena persona, con sus defectos y errores, pero Estados Unidos, Alemania, España, Italia, serían Al Capone o Jack el Destripador. O las dos cosas a la vez. En Cuba hay racismo, machismo, corruptela, todo lo que quieras; pero hay un grado de solidaridad y una voluntad de superación ejemplares.
Pregunta: ¿Conociste a Fidel?
Respuesta: He tenido el privilegio de trabajar y discutir con él. Empecé a ir a Cuba en 2002 y, en una de las primeras conversaciones que tuve con Fidel, me preguntó que me había impresionado más de Cuba, y le contesté: «Que los niños no lloran y los mayores no los regañan». En España o en Italia, la publicidad te agrede, puedes sufrir mil impactos al día, uno por minuto, y por eso siempre hay niños sobreexcitados pidiendo cosas y llorando y papás riñendo a los niños. En Cuba los niños no lloran y los papás no los riñen, dos cosas que están muy relacionadas con la ausencia de publicidad y consumismo desaforado.
En Cuba hay absoluta tranquilidad para ir por la calle, la delincuencia es prácticamente cero, paras cualquier coche por la calle y te subes. Se llama hacer botella, el botellón. He estado en casa del ministro de Cultura y en casa de su chófer y vivía mejor el chófer. Y comían exactamente lo mismo. Podrían comer un poco mejor, menos puerco. Los cubanos y las cubanas jóvenes suelen ser guapísimos, pero a partir de los treinta años suelen engordar y desarrollar enfermedades cardiovasculares. Fríen con manteca porque no tienen aceite, lo cual es mortal. Me entrevisté con el que llaman «el ministro del cerdo» y me reconoció el problema, «pero si les digo que no coman puerco me comen a mí». Comen fatal, beben, fuman. En ese aspecto, un desastre.
Pregunta: ¿Estás de acuerdo con el pronóstico de
Marx de que el capitalismo se destruirá a sí mismo un día? De ser así, ¿hay alguna alternativa que los ciudadanos debamos contemplar?
Respuesta: Yo creo que no es seguro. Hay una tendencia, en el mismo sentido que
Freud dice que hay una pulsión de muerte en las personas, pero luego no todas se suicidan. Aunque si contamos los que se suicidan más los que se autodestruyen, son bastantes. Hay un impulso autodestructivo en el capitalismo, pero no es seguro que se vaya a autodestruir. Creo que hay que ayudarlo y bastante. Porque corremos el riesgo de que en ese proceso de autodestrucción el planeta quede fatalmente dañado en su conjunto: los recursos naturales, el medio ambiente, el clima.
¿Qué lo sustituirá? Lo tengo clarísimo. Cuando los cubanos dicen «socialismo o muerte», se tiende a interpretar que están dispuestos a morir por el socialismo, pero hay otra lectura: o superamos la barbarie capitalista y la sustituimos por alguna forma de socialización de los recursos naturales, de los grandes medios de producción, etcétera, o petamos. ¿Cuál es esa fórmula? Creo que el marxismo da algunas pistas. Las experiencias de socialismo real, la cubana entre ellas, dan pistas, pero lo tenemos que ir construyendo y perfeccionado. Esa es nuestra responsabilidad histórica.
Pregunta: ¿Qué causa has apoyado con más interés como activista? ¿Te arrepientes de algo?
Respuesta: Me arrepiento de no haber dedicado más tiempo al activismo. Podría decir que defiendo la causa del socialismo, pero no la identifico con un programa concreto. Creo en compartir de manera fraterna lo que tenemos a nuestra disposición. Esa es la idea. Siempre he procurado ir en esa dirección y en ese viaje he colaborado con la
izquierda abertzale o con algunas organizaciones de las llamadas antisistema, con el
feminismo radical a pesar de no ser mujer, con el
movimiento gay a pesar de no ser homosexual y con los
okupas a pesar de no haber sido okupa.
Una causa muy importante, que afortunadamente está ganando adeptos con bastante rapidez, es el antiespecismo, que va ligado también al respeto al planeta en su conjunto. Consiste en negarse a considerar que los animales no humanos son nuestra propiedad, nuestros esclavos o nuestra comida.
Pregunta: Dinos de qué te sientes más satisfecho en tu carrera.
Respuesta: De los libros para niñas y niños. De la literatura infantil, aunque no me gusta ese nombre. Y de la buena acogida que mis libros han tenido en Cuba. Tengo el honor de ser el autor vivo más leído en Cuba; cuando vivía Fidel era el segundo, y ojalá siguiera siéndolo.