Dom Ago 05, 2007 2:19 pm
Muchas veces (sobre todo en el cine norteamericano) ves como una buena idea que puede dar muchísimo juego se va inexorablemente a la basura, quizá en este caso no sea tanto y la película nos deje algunos momentos memorables, pero vemos como decae de la irregularidad al enfriamiento (también está en lista de los más folladores y mejor amantes, en el Top ten de cosas frívolas y gilipolladas de Hollywood, pero vamos, que eso no viene al caso)
Y eso que Warren Beatty es de los progres críticos tirando a light de demócrata pastelario, una especie de Joaquin Sabina con mejores momentos que otros.
La idea del político que pacta su asesinato para cobrar el seguro, que ahora que sabe que va a morir no teme las consecuencias electorales y que eso le permite decir lo que piensa y pasa realmente, que al hacer esto mejora su humor y sus ganas de vivir y ya... a partir de aquí la lían con el rap y el asesino y el apagón en TV y la desaparición del candidato que ya es de pena.
Seamos positivos, en la iglesia negra ya empieza a ponerse divertida la cosa cuando pregunta respondiéndo a las quejas de la comunidad ¿cuanto habéis donado a mi campaña?, en la cena de blancos ricos la improvisación en hip hop también tiene buenos momentos "Vamos, quiero escuchar la fea palabra, Socialismo!!" Un tabú en EEUU hasta para los demócratas, siempre se usa peyorativamente, es el argumento de los que quieren mantener la sanidad privatizada.
Que lo haga en hip hop pues tiene su gracia, le permite meter guión rapidito, pero la perra que le da que ya no sabe hablar de otra manera pues ya es pasarse, lo hubiera dejado ahí, en el programa de TV podía haber estado hablando, desenmascarando las políticas de los otros candidatos y denunciando el sistema electoral, se lo quitan de en medio de mala manera.
De su desaparición al final en el barrio negro mejor ni hablo, que se tire durmiendo el resto es de pena, lo ideal hubiera sido que contase en ese barrio como se lo montan los blancos para marginar esas comunidades, una buena rebelión afroamericana como las de los 60 y no sé, un nuevo sistema, o en plan dramático, que cuando consigue parar al asesino, lo contraten de nuevo (esta vez los poderosos) para la misma misión.
Me quedo con la idea, con Oliver Platt que está estupendo de encocado y de asesor oportunista, con Halle Berry guapísima aún sin guión y con la leve impresión final de que las compañías de seguros son muy peligrosas porque ganan mucho dinero.