RebeldeMule

Papicha, sueños de libertad
Papicha
Mounia Meddour (Argelia, 2019) [106 min]



(wikipedia | filmaffinity)

[propia] Argelia, década de 1990. El ejército argelino ha suspendido las elecciones previendo la victoria del derechista Frente Islámico de Salvación, lo que rompería con la tradición de izquierda secular (FLN) en el gobierno desde la independencia. Grupos armados adheridos al FIS inician una guerra asimétrica y total contra el gobierno. Nedjma, 18 años, estudiante de filología francesa, vive en una residencia femenina y va de discotecas. Su pasión es el diseño de moda, para el que es muy diestra. Su hermana, Lina, es periodista. Ninguna de estas cosas gustará al movimiento insurreccional derechista, que legitima su decadente política mediante la religión. Pero a ella le importa una mierda y plantará cara a través de un visceral despliegue de micropolíticas.

Muestra una de las características más fascinantes de todo cambio social: lo rápido que se hace notar en los hechos más cotidianos.

Hay un momento en que la tienda de baratijas a la que suelen ir las protagonistas pasa de unas manos a otras. La ha comprado un empresario de Emiratos Árabes. Él conmuta el tanga estampado por el hiyab carbón, porque quien pone la pasta dicta la moda. No nos preguntamos casi nunca cómo son, cómo piensan en su intimidad, las personas a las que pagamos por un bien o servicio, pero en su producto siempre hay ideología. Es falso que el consumidor "modele" mediante la demanda al producto, es el producto el que suele ir modelando al consumidor, hasta que un día todas vestimos de negro. Vale igual con su inversión, el bikini. Así funciona el capital, y no como dicen los liberales. Si te quieres apoderar de una sociedad poco a poco, haz como el emiratí cabronazi; consigue un cachito de la economía argelina y haz con tus empleados un grupo armado que pugne, para ti, por el control del estado. El mecanismo se deja ver en el último tercio de la película.

Analicemos el otro lado. La izquierda rojiparda pensará que Nedjma es una niñata frívola que sube fotos al instagram, "desterritorializada" por el capital, desafecta cultural y tal. No el que suscribe. Nedjma no quiere irse ni de Argel ni de Argelia. Nedjma no diseña prendas "occidentales"; es como cualquiera, está influenciada por lo que ve, y le gusta lo que sale en las revistas europeas, pero también lo que llevaba su mamá durante la lucha anticolonial; ella coge de aquí y de allá (posmodernidad) y hace un corte propio, se ve en el desfile final. Nedjma no traga con tener que beber con la mano izquierda porque lo dice el Corán. Nedjma no traga con que un embarazo accidental sea el fin del mundo para sus amigas. Nedjma no traga con que amurallen su casa. Nedjma no traga con que la acosen por la calle. Nedjma no traga con que su pareja la humille. Nedjma no traga con que la violen. Nedjma no traga con cosas con las que yo no tragaría por el bien de la cohesión social, ni de la pequeña comunidad ni de la gran sociedad. Nedjma no traga bromuro. Tampoco espera que los militares o la policía la socorran. Así que coge sus aperos de corte y confección, y desde ahí, desde la modestia de su condición, dice: "no es no".

Elsa Fernández-Santos, en "Vestidas para ser libres", en El País, el 6 de agosto de 2020, escribió:[...] con la llegada de las nuevas fuerzas integristas el haik blanco que tradicionalmente cubría el cuerpo de las mujeres argelinas empieza a mutar en una sombra oscura, los niqab negros del fanatismo religioso. Una guerra de telas y tradiciones que a Mounia Meddour, que a los 18 años abandonó Argelia con su familia por las amenazas a su padre de los grupos integristas, le vale para hablar de la guerra civil, o Década Negra, desde la óptica de una chica de los años 90 que, como a casi todas en esa década, lo que le gusta es salir, bailar y Madonna.

Yasmine Khris Maansri, en "Sana helwa ya gamil! Feliz cumpleaños Hirak", en El Salto, el 26 de febrero de 2020, escribió:[...] El movimiento feminista argelino fue violentamente golpeado durante la década negra, una guerra civil en la cual se enfrentaban islamistas y gobierno militar. Así lo cuenta Mounia Meddour en su ultima película "Papicha", en la cual narra los primeros momentos de la década negra desde el personaje de una estudiante que soñaba con ser estilista.

Guión: Fadette Drouard, Mounia Meddour.
Música: Rob.
Fotografía: Léo Lefèvre.
Productora: Ink Connection, High Sea Production, Scope Pictures, Tayda Film, Tribus P Film, Same Player, Fonds Impact.

• Lyna Khoudri (Nedjma, "Papicha").
• Shirine Boutella (Wassila).
• Amira Hilda Douaouda (Samira).
• Yasin Houicha (Mehdi).
• Zahra Manel Doumandji (Kahina).
• Marwan Zeghbib (Karim).
• Aida Ghechoud (Saliha).
• Nadia Kaci (Madame Kamissi).
• Meriem Medjkrane (Linda).
• Samir El Hakim (Mokhtar).
• Khaled Benaissa (Abdellah).
• Abderrahmane Boudia (el profesor).
• Malek Ghellamat (Sofia).
• Ahmed Benaïssa (Hafid).
• Amine Mentseur (Slimane).

2019: Premios César: Mejor ópera prima y mejor actriz revelación (Khoudri).
2019: Festival de Cannes: Un Certain Regard (Sección oficial).
2019: Festival de Valladolid - Seminci: Mejor nuevo director y Premio del público.

 Papicha, sueños de libertad (2019) [Castellano AC3 2.0 + Forzados] Gracias Yamil.avi  [1.18 Gb]

 Descargar con Telegram desde RebeldeMule_Cine1

 Papicha Suenos De Libertad (2020) [BluRay 720p X264 MKV][AC3 5.1 Castellano].mkv  [3.18 Gb]

 Descargar con Telegram desde RebeldeMule_Cine1

 Papicha, sueños de libertad (2019) [BDRip m1080p].mkv  [4.93 Gb]

 Descargar con Telegram desde RebeldeMule_Cine1

- [filmo de ficción] El sol asesinado (2003)

- [filmo de ficción] Adam (2019)
- [filmo de ficción] El cuento de la criada (2017)
- [filmo de ficción] La candidata perfecta (2019)
- [filmo de ficción] La fuente de las mujeres (2011)
- [filmo de ficción] Persépolis (2007)
- [filmo de ficción] Un diván en Túnez (2019)

Begoña Piña, en "'Papicha', la revolución de los haik contra el velo negro", en Público, el 7 de agosto de 2020, escribió:

"¡Liberad Argelia! ¡Liberad 'Papicha'! ¡Liberad el cine!", gritaron miles de argelinos el pasado mes de septiembre en una de las manifestaciones de 'la revolución de la sonrisa', liderada todas las semanas durante meses por las mujeres argelinas. Acababan de conocer la cancelación del estreno de la película "Papicha, sueños de libertad", de la cineasta Mouna Meddour, una historia de la rabia femenina, un relato de mujeres valientes, indignadas y en lucha, que, paradójicamente, representó al país en la carrera por el Oscar. Llega ahora a los cines españoles.

Agredidas con violencia, física y verbalmente, y amenazas con lanzar ácido sobre sus rostros y cuerpos, las mujeres argelinas siguieron saliendo a la calle. La situación confirió una nueva y tristemente muy actual perspectiva sobre la ópera prima de Meddour. Ambientada en la 'Década Negra' –la guerra civil de los años 90-, la intolerancia y la opresión sobre las mujeres no solo sigue vigente allí, sino en un gran número de países del mundo islámico y resuena con ecos misóginos y machistas en todo el resto del mundo.


Relato autobiográfico

Estrenada en Cannes, ganadora de los galardones a Mejor Ópera Prima, Mejor Actriz y Premio Alice Guy de los Premios César del cine francés y Premio a la Mejor Nueva Dirección y Premio del Público en la Seminci, "Papicha" es, en buena parte, un relato autobiográfico de la cineasta. Hija de un intelectual, tuvo que abandonar Argelia con su familia cuando tenía 20 años. Su padre estaba en una lista de personas a las que las autoridades pensaban eliminar. Las experiencias que vivió allí antes del exilio están ahora en la película.

Con la película ha regresado a Argelina para rendir homenaje a todas las mujeres que lucharon en esos años y que apostaron por quedarse en el país peleando por conquistar sus derechos y sus sueños. La protagonista es una joven de la edad que ella misma tenía entonces, Nedima, interpretada por Lya Khoudri. Estudiante universitaria, intenta que la atmósfera del país no la impida hacer una vida normal. Quiere seguir saliendo de noche a divertirse y vender los vestidos que diseña en los baños de las discotecas. Cuando la situación se radicaliza en extremo, propone rebelarse organizando un desfile de moda con sus compañeras.


Símbolo de la resistencia

«Para mí, la moda que consiste en mostrar y embellecer el cuerpo, es un medio de resistencia contra el velo negro», ha dicho en varias ocasiones la cineasta, que presenta este episodio de la película como una especie de 'revolución de los haik', un acto revolucionario frente a la opresión de los mantos abayas y los hijabs negros de los extremistas. «En Argelia, todas las chicas tienen un haik en su casa –escribe Maddour en las notas de producción de la película-. Esta prenda tradicional, que consiste en una larga pieza de tela que se enrolla alrededor del cuerpo, fue en su día el símbolo de la resistencia nacional argelina contra el colonialismo francés. En aquel entonces, las mujeres escondían las armas de los combatientes en sus haiks, y me pareció interesante utilizarla simbólicamente».


Periodistas e intelectuales

La cámara se acerca a los rostros de las jóvenes protagonistas, retrata sus sonrisas y su ira, en esta historia que no elude el destino violentamente trágico que ensombreció el país durante aquella década, en la que murieron alrededor de 200.000 personas, hubo decenas de miles de exiliados y un millón de desplazados. Mouna Meddour, además, subraya la especial persecución que sufrieron artistas, periodistas e intelectuales por parte de los grupos armados de integristas islámicos.

Lina, la hermana de Nedima, es una de ellos, una periodista entregada y comprometida, víctima de esos grupos radicales de odio. Es un personaje con el que la cineasta honra la memoria de cientos de periodistas e intelectuales que se convirtieron en objetivo principal de esa guerra «antes de que su locura asesina afectara a toda la población».


Mujer divertida y liberada

"Papicha, sueños de libertad" es, a pesar de la barbarie de los acontecimientos de aquellos años, una película vital, llena de energía y de valor, que resalta un espíritu femenino eufórico, convencido y orgulloso, que no se deja vencer, que crece muy lejos del desconsuelo. Y el ritmo de la película acompaña esa sensación de ilusión en la lucha con un montaje «que yo quería que fuese incisivo y nervioso. Una película que habla de la pulsión de vida tiene que tener un estilo febril».

La Argelia de hoy recuerda perfectamente la violencia de la Década Negra y, en palabras, de la directora «está traumatizada. La sociedad necesita todavía exorcizarla, aunque ya hayan transcurrido 20 años. Cada vez que hablaba del rodaje con gente del equipo o de la calle, sentía esa necesidad vital de transmitirlo. Hablar de ello es importante, sobre todo para que no se vuelva a reproducir». Y recordar a las mujeres de su país que siempre han resistido, para ella era urgente. Y se sentía obligada a recuperar su memoria con el tono exacto del aliento que las animó. Por ello, su ópera prima se titula "Papicha", que quiere decir "mujer divertida y liberada".