Historia de la guerrilla antifranquista en el Poniente granadino
foro por la memoria de Granada (España, 2011) [111 min]
foro por la memoria de Granada (España, 2011) [111 min]
Sinopsis:
- [propia] Tras la Guerra del 36, la comarca de Loja (Granada) fue el escenario de una excepcional resistencia guerrillera antifascista. Al principio, muy voluntarista, desorganizada, efecto de la derrota en la guerra. A partir de 1948, y hasta 1951, ya con una estrategia bien vertebrada. Medio siglo más tarde, un colectivo anticapitalista granadino buscó, y logró a veces sí y a veces no, que sus nombres y circunstancias resplandecieran para la Historia. Fue entre 2006 y 2011. Este documental y su libro mellizo cuentan los logros y fracasos tanto de los primeros... como de los segundos.
Comentario personal:
- El fmg (así, en minúsculas, para salvar fetichismos) fue un colectivo de mucho peso juvenil, aunque orgullosamente intergeneracional, con veteranas de 90 años en sus filas. Políticamente versátil, pero firmes convicciones materialistas y radicales. Muy esforzado en la teoría, pero más aún en hacer proceso; de mucha escucha, base y piel. Con esa planta aterrizó, aterrizamos, en 2006 en Salar (Granada). Nos habían dado el soplo de que había sido un foco guerrillero.
La primera sorpresa fue que este pueblo diminuto había sido el epicentro de la lucha en toda la comarca. La segunda, que la guerrilla allí se había formalizado muy tarde, en el 48, cuando en el resto de la Península se estaba apagando. Cuando ya se había hecho patente que los Aliados de la II GM no la socorrerían y cuando la dirección del PCE ya no creía, en su mayoría, en esta vía.
Este hecho no era una anomalía en la historia de Salar. El pueblo, casi una aldea, se había batido el cobre desde siempre. En el 36 había dado la victoria al Frente Popular en las generales. Sus hombres se habían alistado en masa al Ejército Popular de la República y sus mujeres habían defendido la plaza durante la guerra, pagando con sangre su lealtad (la maestra del pueblo fue violada con un palo: se suicidó de inmediato). En la posguerra, ya lo hemos dicho, fue epicentro de la lucha guerrillera. Nuevo impuesto en sangre. Y, al retornar los procesos electorales en el 78, siguió dando el ayuntamiento al PCE y derivados (IU). De casta le viene al galgo ser rabilargo: Salar, su acervo, se convirtió para nosotros en musa de los diseños políticos que habrían de venir.
El fmg no hacía memoria lacrimógena. Nos estábamos educando sobre cómo aguantar el chaparrón en las duras y las maduras. Indagamos en los pormenores de la organización guerrillera, desde los del monte a sus redes de apoyo.
Su historia era esta. Entre 1943 y 1944 desembarcan militantes desde el norte de África que, apenas habían sido liberados de prisiones y campos nazis (Vichy), no veían la hora de retomar la pelea. Equipados con algo de armamento estadounidense y bajo hegemonía PCEra, aquel empuje oxigena a los grupos que ya existían dispersos en las sierras andaluzas, los llamados "huidos". Supone un salto de calidad para ellos. Ahora van a contar con órdenes, con una estrategia vertebradora para luchar por la supervivencia. Del propio cuerpo y de los ideales. Y demostrar así al pueblo español, y al mundo entero, que el franquismo tiene grietas y en sus grietas anida el socialismo. En contra de lo que pueda parecer, la guerrilla no se constituye en fuerza ofensiva. Es autodefensa. Su prioridad es salvar la vida, no sacrificarla. Y acompañar, no protagonizar, una intervención extranjera, o una insurrección masiva. Lo que se diera, si se diera.
Entre los recién llegados, el compañero Ricardo Beneyto es el responsable de organizar la guerrilla andaluza en general. Y "Roberto", hacia 1947, la zona oriental en particular (Málaga, Granada, Almería). El primero morirá años más tarde con el puño en alto. El segundo, quebrado. En el oriente "Roberto" llega a contar con 150/200 hombres y, tras varias mutaciones y reorganizaciones, los asienta orgánicamente como "agrupación de Málaga-Granada".
Esta agrupación disciplina y cobija a los "huidos" que sobreviven en la comarca de Loja, que es el asunto que nos ocupa. En realidad para ese momento no quedaban muchos, casi todos habían muerto en combate en la Casilla del Zapatero el mismo año. Sin embargo, la reubicación de efectivos de otras regiones (retiradas, en honor a la verdad) y el dolor de la tierra suministran a la comarca nuevos combatientes. No están solos. En Salar se agrupan las mujeres para confeccionar los uniformes. En Loja, los antiguos maestros de la República se organizan para acompañar a los hijos de los presos y fusilados. Todo un sistema de enlaces comunica las partidas con los pueblos. No son roles secundarios. La lucha guerrillera es la modalidad congruente cuando te quedaste sin fuertes, cuando se difuminó la línea del frente. Si la guerra cubre cada palmo de la existencia, la retaguardia es la primera línea del frente. Y en la región la resistencia es tan masiva, tan decidida, tan descarada... que el estado reaccionará por todo lo alto. En un primer momento, despliega un contingente militar de tres mil efectivos. En verano de 1950, dos batidas represivas se llevan a más de 120 lugareños presos. Ejecutan a varios de ellos sin procedimiento legal. Arrecian las palizas al azar. Para muchos vecinos hay puerta giratoria en la casa-cuartel de la Guardia Civil, el exclave más detestado. Se sirven de cazarrecompensas, mercenarios. El invento de las contrapartidas (soldados disfrazados de guerrilleros) termina de cortar el vínculo entre sierra y llano; entre la dirección del partido y la guerrilla. Ahogada, empieza a desenvolverse desconectada de su líquido elemento y de una estrategia general.
En mayo de 1951 el PCE ordena la retirada definitiva. Lo hace de la forma más torpe posible. Primero, ha estrellado a los guerrilleros contra reajustes "maoístas" (el giro táctico de 1949) impracticables en Granada por las circunstancias detalladas. Segundo, el debate interno es casi nulo por las condiciones de aislamiento, pero también por desinterés del partido en la punto de vista de los guerrilleros. Tercero, el PCE no trabaja salidas razonables para los guerrilleros y su círculo de afines. En la zona se celebra una asamblea de disolución formal, pero prima la improvisación. Algunas partidas ni se enteran. No existen rutas seguras para alcanzar ninguna frontera. Entre los que decidan salir de la seguridad de la sierra, una minoría llegará a Francia. El dirigente de la agrupación, "Roberto", es detenido en Madrid y entrega a muchos de sus hombres a cambio de una inmunidad que prescribe pronto. Percatándose de que no tienen ninguna salida realista, unos cuantos prefieren continuar con la guerra, por su cuenta. En fecha tan tardía como 1955 caen los últimos. Es el caso del compañero "Culito", excelente tirador que, acorrolado, dará una clase magistral de que una cosa es ser vulnerable y otra estar indefenso.
El balance de la experiencia de tantos años es: no menos de medio centenar de muertos (aprox.) y tres fosas comunes, una en Salar y dos en Loja. Eso sí, el fascismo ha perdido la región para siempre. A sus gentes.
Ahí entramos nosotros, el fmg. Decidimos recuperar, como poco, los cuerpos de los compañeros de la primera fosa de Loja (21), ejecutados entre 1947 y 1952. Nos organizamos con los familiares. Nos organizamos con profesionales. El estado nos concede dos subvenciones. Una de la vicepresidencia del gobierno para exhumarla. Otra de la Junta de Andalucía para financiar el documental y el libro que aquí publicamos (ni un céntimo para salarios, no cobramos). Hasta ahí las facilidades. El tope a nuestra labor lo vamos a encontrar en algo tan mezquino como normalizado. El alcalde de Loja, Miguel Castellano, del PSOE, tenía sus propios planes para la fosa. Era arqueólogo y muy próximo a la AGRMH, en ese momento una corporación de grandes nombres de la intelligentsia granadina. Castellano quería para sí la gloria política que pudiera patrimonializar y, seguramente, el mérito profesional de llevarla adelante unilateralmente, desde el ayuntamiento, con sus propios medios. Así que nos puso todos los palos en las ruedas de los que fue capaz desde su posición de poder, para inducirnos el desaliento, y al abandono. Bloqueó administrativamente el acceso al cementerio. Desconoció las pruebas técnicas y testimoniales, la súplica de los familiares y el manifiesto de apoyo de quince organizaciones locales. Nos expulsó cuando practicamos una primera cata en señal de protesta. Nos contuvo hasta que expirase el plazo de las subvenciones y nos viéramos obligados a devolverlas. Pulverizó la esperanza de los familiares. En las páginas 114-128 de nuestro libro pormenorizamos todos sus driblajes.
Nos queda el consuelo de que en el pueblo no renovó el cargo, lo que tampoco le impidió seguir trepando. Antes de irse, plantó sobre la fosa un monolito, la política pública favorita del PSOE, porque la X marca el lugar pero no abre la tierra. Si otros equipos decidieran recuperar los cuerpos, primero tendrán que quitarlo, fino obsequio. Es el clasismo en la dialéctica de las memorias. Mientras los restos perdidos de García Lorca, apuesto intelectual de buena familia y renombre mundial, valían para AGRMH y PSOE la movilización de unos recursos dignos del caso Marta del Castillo, para la fosa semilocalizada de una veintena de jornaleros y pastores flacuchos todo eran prórrogas y trabas. "Vuelva usted mañana". Lorca era sólo uno, ¡pero qué uno! Una marca internacional para valorizar el capital ligado al turismo en Granada. Un relato formidable, entre evangélico y trágico, para dar de comer a la nutria mediática.
Varios años más tarde uno de los miembros de la AGRMH, el periodista Paco Vigueras, nos pidió perdón en nombre de su asociación. Su gesto habla por él y le devolvemos el abrazo. Si lees esto, Miguel Castellano, has de saber que, para quienes te padecimos, tu nombre está encadenado de por vida a la vulneración de derechos y al oportunismo político. Destilar tu arribismo fue una gran escuela que luego derramamos por el Quinceeme y derivados, en los que hemos sabido identificar cada vez mejor a los Miguel Castellano.
Hubo más escuela. Desvestimos al guerrillero de su aura heroica, una condición a la que casi nadie puede escalar, y le devolvimos a su verdad, la de gente ordinaria sin ninguna cualidad especial, para elevar el mensaje de que "guerrilla" hace cualquiera. Que todo el mundo puede y debe luchar. Entendimos que los grupos grandes son ineficaces para ordenar la actividad política; cuando la columna es una célula, sus capacidades se compensan en homeostasis. Que la disciplina colectiva es el recurso más valioso de los que sólo se tienen a sí mismos. Que una tropa de brazos de madera es un peso muerto. Que estudiar no es opcional, porque lo que no se comprende no se puede transformar. Que la militancia no está para promocionar, no es marca personal, ni negocio. Si se hace dinero es para gastarlo en la lucha. Que la guerrilla enciende a la masa, pero no la reemplaza, y ese último salto de calidad es el más difícil de dar. Que cuando el enemigo vence ni los muertos están a salvo. También aprendimos, o desaprendimos, cortesía del PCE, que una organización que no cuida de los suyos tanto o más que de sus estrategias no merece seguir existiendo.
En todo esto nos educaron los últimos guerrilleros vivos y el fantasma de los que se fueron. La gente que resta importancia al patrimonio de la memoria no sabe de lo que habla. La que tuvo la oportunidad de hablar con ellos, de escucharles, y no lo hizo, no sabe lo que se perdió.
Damos las gracias a los compañeros de la agrupación guerrillera Málaga-Granada. A quienes les sostuvieron. A los veteranos que pudimos disfrutar cerquita y a los que no tuvimos la suerte de conocer. Y pedimos perdón por no haber recuperado los cuerpos que el enemigo de clase hizo desaparecer.
Ficha técnica
- Guion: foro por la memoria de Granada.
Fotografía: foro por la memoria de Granada.
Música: "S'abrieron las puertas", "Como el aire solano", "Por no vivir de rodillas", "Ya se va acabando el miedo" (José Menese); "Ultramemia", "Que no te cojan", "Victoria" (Def Con Dos); "The Fetcher Memorial", "Wish you were here" (Pink Floyd).
Agradecimiento: Al Partido Comunista de Salar que, a través de Paco, nos cedió su sede para realizar parte del trabajo; a Convocatoria por Loja, al Sindicato Andaluz de Trabajadores de Huétor Tajar y a todos los colectivos que nos apoyaron de una u otra forma.
Licencia: Creative Commons BY-NC (Reconocimiento / No comercial).
Productora: Junta de Andalucía.
Intervenciones:
- Manuel Tejero Miranda. Natural de Salar. Militante del PCE. Guerrillero de la AG Málaga-Granada desde 1950.
- Rafael Mellado Torres, "Mena". Natural de Loja. Militante de las JSU y luego del PCE. Enlace de la AG Málaga-Granada desde 1948; guerrillero desde 1950.
- Fernando Frías. Natural de Salar. Familiar de José Pinilla Frías, "Presente", guerillero desde 1941.
- Trinidad Sánchez de la Rosa. Natural de Salar. Hermana de Antonio, enlace primero y guerrillero desde 1950, ejecutado ese mismo año en el Paso del Lobo.
- Manuel Montero Funes. Hijo de Francisco Montero Corpas, sin filiación partidaria ni sindical, simpatizante de la guerrilla, ejecutado en 1951.
- Antonia Montero Funes. Hija de Francisco Montero Corpas, sin filiación partidaria ni sindical, simpatizante de la guerrilla, ejecutado en 1951.
- Manuel García Ordóñez. Natural de Salar. Militante del PCE. Enlace de la AG Málaga-Granada.
- Antonio García Ordóñez, "el Gato". Militante de las JSU y luego del PCE. Guerrillero de la AG Málaga-Granada desde 1948.
Idioma original: Castellano.
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