Vayamos por partes;
1) En cuanto al texto concreto que aquí ha traído el compañero
Bolchevique Alzado no alcanzamos a ver exactamente cuál es el problema que le plantea. Es decir, no entendemos de quién demuestra supuestamente que va de la mano.
No defiende en ningún caso el budismo ni al Dalai Lama (contrariamente a lo que ha expresado el Señor Rubiera lo que el texto claramente afirma es que aquellos que en occidente abrazan el budismo y pregonan el pacifismo y la defensa de la democracia condenando la actitud del PCch, olvidan intencionadamente que el Dalai Lama es un lider político y espiritual, rey y papa, no por la gracia de Dios, si no por la de la reencarnación. Es decir denuncia la hipocresía de hacer bandera de la tolerancia defendiendo un régimen teocrático y feudal. La cita ampliada (de la que sesgadamente nos ofrece el Señor Rubiera) dice exactamente:
...el problema con el budismo tibetano reside en un hecho evidente que muchos de sus partidarios occidentales pasan interesadamente por alto: la estructura política tradicional del Tíbet es la de una teocracia, con el Dalai Lama como eje, que reúne en una sola figura el poder religioso y el político; es decir, cuando hablamos de la reencarnación del Dalai Lama, estamos hablando también de un jefe de Estado. Es sorprendente que personas que se proclaman a sí mismas defensoras de la democracia y que denuncian la persecución de los seguidores del Dalai Lama en China, ignoren que es un gobernante [ahora en el exilio] que no ha sido democráticamente elegido.
Lo que este texto concreto de Zizek trata es cómo occidente aborda la cuestión de la religión; (y quizá cada vez más también China, que según opinión del autor, opinión por cierto muy difundida, se está adentrando peligrosamente en la senda capitalista y abandonando el ideario comunista y el legado de Mao). Se trata de ese núcleo paradójico que presentándose como contrario al fundamentalismo y escandalizándose ante aquellos que se toman su cultura, su religión (o su ideología) en serio, exigen sin embargo una tolerancia que consiste en abrazar todas las causas siempre que ellas estén desprovistas de sus efectos reales (como eso del café descafeinado y la leche desnatada, etc...) Y en esta línea argumental - al margen de nuestras filias y fobias, al margen de que Zizek sea guay o un pringao, muy majo o un capullo - hay un análisis del componente fundamental de la ideología posmoderna, de su fanatismo particular y de su renovado fascismo. Otros autores han abordado esta problemática desde diferentes perspectivas, quizá más clara y acertadamente y desde compromisos políticos mucho más sólidos y nobles (en España por ejemplo Fernandez Liria,
Santiago Alba, Frabetti...) pero eso no quita que en Zizek se pueda encontrar una especial profundización en este mecanismo ideológico en muy diversos ámbitos de la cultura, que sin embargo no podemos encontrar en otros autores.
2) En cuanto a las apreciaciones que el
Señor Rubiera hizo unos pocos post más arriba: en primer lugar, si no es necesario leer mas que unos pocos artículos de Zizek para encontrar tan desacertadas opiniones políticas, resulta absurdo acusarle de ponerse una máscara y ahora verle el plumero (especialmente cuando provocaciones del estilo las ha estado escribiendo siempre). ¿Juega Zizek a la Confusión? juega sin duda a la decepción: decepcionar las expectativas que sus lectores puedan tener en su obra o en su persona es un ejercicio que él reconoce utilizar; Lo explica en la película de Astra Taylor
Zizek! que puede descargarse en el hilo que no por casualidad titulamos
¿Qué hacer con Zizek?.
Zizek lo repetimos una vez más, no es más que un filósofo académico y un psicoanalista lacaniano, él se presenta como tal y como tal lo presentamos; pero este tipo, justo cuando más popularidad adquiere, cuando es considerado académicamente y sus libros (a ratos muy oscuros, a veces divertidos, de cuando en cuando interesantes y a veces reveladores) se venden inusualmente bien para ser libros de filosofía pura, va y se pone, entre otras cosas, a reivindicar a Lenin y a relativizar el concepto de totalitarismo - para muestra un botón, en el texto sobre China dice: "¿qué capacidad de opresión tienen las fuerzas de la policía secreta, los campos de concentración y la destrucción de los monumentos antiguos por los Guardias Rojos en comparación con el poder de destrucción de las relaciones sociales tradicionales que tiene el capitalismo desbocado? " quien no entienda la ironía, que se lo haga mirar: ¿quieren ustedes que el comunismo fuera un inmenso campo de concentración totalitario?, sea; ¿qué supone verdaderamente tal pesadilla totalitaria para la libertad humana al lado de la tremenda monstruosidad que supone el mundo convertido en un inmenso parque temático Disney?. He aquí uno de los juegos retóricos de este autor (y de otros autores, haciendo resonar el ¿qué es en verdad atracar un banco al lado del expolio que supone su fundación?).
Pero lo cierto es que aunque Zizek se diga comunista y partidario del terror de Robespierre, es un autor difícil de abordar que de cuando en cuando nos brinda opiniones que no se pueden coger ni con pinzas (sobre Bielorrusia por ejemplo, o algunas de las que Señor Rubiera menciona aun fuera de su contexto) y que no compartimos de ninguna manera: hay que saber separan las argumentaciones, de las meras opiniones infundadas. Por eso decíamos ¿Qué hacer con Zizek? cómo abordar el pensamiento de este tipo tan raro.
Ahora bien, en segundo lugar y al margen de nuestra posición frente al autor (que ya habíamos aclarado anteriormente), el Señor Rubiera, como otras veces, nos brinda una serie de juicios de valor que nos vemos en la obligación de contestar. Si él considera, como afirma, que nosotras venimos a estos foros a confundir y promocionar el derrotismo (cosa que pensamos que no hacemos), y que por lo tanto no deberíamos estar aquí, que no tenemos lugar en Rebeldemule (o que no tienen cabida algunos de nuestros post) como disciplinadas que somos (como todo comunista debe ser) no tenemos ningún reparo en abandonarlo o en eliminar aquellos mensajes inapropiados si así lo considera la comunidad; es decir, si usted no está expresando una mera opinión personal si no el sentir mayoritario o fundamental de esta comunidad de pares. Ahora bien, hasta que tal cosa nos sea notificada, permítanos expresar también nuestro parecer.
Nos parece que plantea usted las cuestiones ideológicas y políticas malinterpretando la noción de lucha de clases, como si fuera una contienda deportiva, casi futbolística, en la que hay dos equipos. Tal actitud, frecuentemente expresada de una forma agresiva, nos parece que no la expresa usted buscando convencer a la razón, es decir argumentando, si no mediante recursos fundamentalmente emocionales que apelan a los resortes emotivos del individuo más que a la razón común: descalificación de los interlocutores, vivas, vitores, hurras, recurso al argumento de autoridad, apropiación de los símbolos comunes, capitalización de los grandes luchadores, militantes, dirigentes… por ejemplo utiliza con frecuencia expresiones como “me apunto a Chavez” (es decir que los demás no), o “voy a preferir a quien llama a Fidel Castro por su nombre y no por su apellido” (lo prefiere usted personalmente por que evidentemente los demás preferimos otras cosas) O “estoy por la vía de pensamiento lógico (2+2=4) de Koldo” (el colmo de los colmos primero le atribuye el pensamiento lógico- matemático a Koldo, cuando incluso atribuírselo a Tales de Mileto nos debería dar cierto rubor, ya que la lógica, como tal lógica es por definición la Razón común, lo que a todos nos es común seamos griegos o persas, hablemos chino o yulá, y luego capitaliza a Koldo) Lo cierto es que la defensa y admiración de Hugo o Fidel, de Carlos o Federico, de Vladimiro o de José, no es de su exclusividad y somos muchas otras las personas que estudiamos y admiramos las distintas realidades del socialismo que en el mundo se han dado y que no vamos a renunciar a ellas por que algunos se las quieran apropiar. Su actitud además, según nuestro parecer contribuye a entorpecer que se produzca un verdadero diálogo, a disuadir a que cualquiera ejercite su pensamiento libremente, a evitar el común razonar; y esto nos parece así por dos motivos, por que en primer lugar conduce todo posible intercambio de pareceres a otros asuntos que no eran los que se estaban discutiendo y en segundo lugar porque en seguida emite sus valoraciones despectivas sobre su interlocutor intentado restarle legitimidad.
De todo esto nos preocupan muy sinceramente dos cosas interrelacionadas; haciendo uso de una fraseología marxista y capitalizando los signos del comunismo (en la medida en que se los niega a otros) fomenta una visión del mundo maniquea que tiende a buscar más la exclusión de los otros y la definición propia auto complaciente, que a poner en práctica una pedagogía de la emancipación en la que en común desentrañemos los mecanismos de la explotación y en común generemos vías para construir el socialismo y en común recuperemos los poderes que nos han sido enajenados. Busca más el atrincheramiento de unos pocos que la organización de los muchos. Y que esto sea precisamente hecho en nombre del comunismo nos parece especialmente indignante. Pero usted verá, si esa es su elección, si su juego es construirse una imagen personal de prestigio y satisfacer sus impulsos narcisistas a costa de la revolución, juegue usted a él, nosotras por nuestra parte haremos lo que podamos según nuestras capacidades.
3) Lamentar caer en la trampa y vernos obligadas a utilizar un tiempo del que apenas disponemos para estos menesteres algo violentos (sentimos no tener el temple y la claridad del compañero
Duarte al que agradecemos sus reflexiones y su propuesta de lectura), en vez de utilizarlo para terminar la filmografía de Pilger, algo más útil para la comunidad, o satisfacer la razonable demanda del Sr.
Dorado, de profundizar en aquellos aspectos interesantes de la obra de Zizek!.
Salud a todos los compañeros de Rebeldemule, porque en Rebeldemule sentimos y consideramos que estamos entre compañeras.