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11-M. Cuando la calle habló (Stéphane M. Grueso, 2007)

NotaPublicado: Jue Mar 15, 2007 7:13 pm
por only1red
11-M. Cuando la calle habló
Stéphane M. Grueso (España, 2007) [49 min]

Portada
(página oficial | filmaffinity)


Sinopsis:

    [del comité de RBM] En 2004 el fascismo islámico atenta contra población civil en Madrid, como revancha por la participación española en la invasión de Iraq, a pocos días de las elecciones generales. El gobierno de la derecha (PP), que ha sido el promotor unilateral de esta guerra, teme que esto haga temblar su suelo electoral y adjudica la autoría del atentado a ETA sin una sola prueba y a pesar de que esta organización lo desmiente mientras una salafista lo reivindica. El gobierno insiste y el dispositivo mediático le hace eco. Un movimiento social emerge espontáneamente para poner las cosas en su sitio.

Este documental retrata el minuto a minuto de lo ocurrido entre el 11 y el 14 de marzo de 2004. Pretende que el espectador conozca las sensaciones que soportó España, a través de sus imágenes y sus sonidos, muchos de ellos grabados por gente de la calle, aquél jueves 11 de marzo mientras 192 personas fallecían en cuatro trenes, IFEMA se llenaba de familias en busca de las peores noticias, y el domingo siguiente se registraba una participación masiva en las elecciones.

Refleja además las apariciones públicas del ex presidente del Gobierno, José María Aznar, y el Ministro de Interior del momento, Ángel Acebes, acusando en un primer momento a la banda terrorista ETA. El propio ex presidente llama a los directores de distintos medios para afirmarlo, por lo que muchas publicaciones lanzan una edición especial con la información del gobierno.

Los ciudadanos de todas las comunidades españolas unidos por el dolor y el horror vividos, comienzan a dividirse al no saber qué creer o a quién. Las elecciones se aproximan, y el pabellón número 6 del IFEMA sigue acogiendo a las víctimas, ya sin vida, y a sus familias destrozadas. La duda persigue el corazón de los españoles que no da crédito a algunas informaciones. El dolor, la rabia, la ira y la lluvia acompañan a la manifestación del día 12. El plano político y mediático comienza a desquebrajarse y a dividirse aún más de lo acostumbrado.


Ficha técnica





DVDRip VO - AVI [1.15 Gb]
detalles técnicos u otros: mostrar contenido
General
Formato : MPEG-4
Formato del perfil : QuickTime
ID códec : qt 2005.03 (qt )
Tamaño de archivo : 1,16 GiB
Duración : 48 min 49 s
Tasa de bits general : 3 388 kb/s
Fecha de codificación : UTC 2010-08-23 22:59:31
Fecha de etiquetado : UTC 2010-08-23 23:00:07
Librería de codificación : Apple QuickTime

Vídeo
ID : 2
Formato : AVC
Formato/Info : Advanced Video Codec
Formato del perfil : Main@L3.1
Ajustes del formato : 2 Ref Frames
Ajustes del formato, CABAC : No
Ajustes del formato, RefFrames : 2 fotogramas
Ajustes del formato, GOP : M=2, N=24
ID códec : avc1
ID códec/Info : Advanced Video Coding
Duración : 48 min 49 s
Duración original : 53 min 54 s
Source_Duration_LastFrame : 5 min 4 s
Tasa de bits : 3 262 kb/s
Ancho : 720 píxeles
Alto : 405 píxeles
Altura original : 406 píxeles
Relación de aspecto : 16:9
Modo velocidad fotogramas : Constante
Velocidad de fotogramas : 25,000 FPS
Espacio de color : YUV
Submuestreo croma : 4:2:0
Profundidad bits : 8 bits
Tipo barrido : Progresivo
Bits/(píxel*fotograma) : 0.448
Tamaño de pista : 1,11 GiB (96%)
Cantidad de pistas original : 1,11 GiB (96%)
Idioma : Inglés
Fecha de codificación : UTC 2010-08-23 22:57:28
Fecha de etiquetado : UTC 2010-08-23 23:00:07
Rango de color : Limited
Colores primarios : BT.601 NTSC
Características transferencia : BT.709
Coeficientes matriz : BT.601
Codec configuration box : avcC

Audio
ID : 1
Formato : AAC LC
Formato/Info : Advanced Audio Codec Low Complexity
ID códec : mp4a-40-2
Duración : 48 min 49 s
Tipo de tasa de bits : Constante
Tasa de bits : 120 kb/s
Tasa de bits nominal : 128 kb/s
Canal(es) : 2 canales
Channel layout : L R
Velocidad de muestreo : 48,0 kHz
Velocidad de fotogramas : 46,875 FPS (1024 SPF)
Modo de compresión : Con pérdida
Tamaño de pista : 42,0 MiB (4%)
Idioma : Inglés
Fecha de codificación : UTC 2010-08-23 22:57:27
Fecha de etiquetado : UTC 2010-08-23 23:00:07





:str: Reproducción:





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NotaPublicado: Jue Mar 15, 2007 7:24 pm
por KaOs
Muchas gracias, only. Esperemos que no sea una manipulación del PP, pero viniendo de ti, lo dudo ;)

NotaPublicado: Jue Mar 15, 2007 7:47 pm
por only1red
Está en descarga, no pude grabarlo yo, asi que no lo he visto.

Esperemos que no sea una manipulacion del PP


Espero que no, mas bien creo que veremos al patetico del opus, sr. Acebes, mentir como mintió descaradamente.

Ayer mismo en el juicio del 11M en Madrid se conoció que la policia sabia desde el mismo día del atentado, la clase de explosivo que se utilizó, y que la pista de ETA se diluia casi al instante, pues bien, Acebes vergonzosamente insistiendo en la autoria de ETA, y Aznar llamando a las embajadas y periodicos confirmandolo.

NotaPublicado: Jue Mar 15, 2007 11:22 pm
por Piramo
Para abajo, gracias, only1red.

No sé si saldrá algo nuevo a estas alturas, en cuanto lo vea alguien que comente.

NotaPublicado: Sab Abr 07, 2007 1:21 pm
por ehlibre
Vamos a bajarlo a ver qué pinta tiene.

Gracias, only1red.

NotaPublicado: Lun Abr 09, 2007 8:13 pm
por lasartearrosa
la verdad que he visto muchos documentales sobre el tema, pero me lo bajo a ver cómo está...

NotaPublicado: Lun Abr 09, 2007 10:33 pm
por ehlibre
Le he dado unos toques, y no tiene mala pinta.
Hombre, tampoco nos esperemos maravillas y no creo que vaya mucho más allá de lo que plantea el régimen (PRISA).

Sí que me ha parecido interesante el detalle de que se haga mención a e-mails y mensajes que se escribieron aquellos días y que circularon por internet.

Saludos

Re: 11-M. Cuando la calle habló (Stéphane M. Grueso, 2007)

NotaPublicado: Mié Jun 22, 2022 4:41 pm
por Duarte
Carlo Frabetti, en "Votación espontánea (23-3-2004)", en Socialismo científico, ed. Rebeldemule, 2022, escribió:Tras su derrota electoral, Rajoy declaró en una entrevista que sabía quién había convocado la manifestación del 13 de marzo, pero no quería decirlo. Por una vez, dijo la verdad. El Gobierno sabe perfectamente quién puso en marcha la movilización social que le dio el golpe de gracia, y tiene buenos motivos para no decirlo. Porque la metamanifestación (si se me permite el término un tanto pedante, que luego intentaré justificar) de la víspera de las elecciones fue un maravilloso ejemplo --y, para el poder, un alarmante precedente-- de movilización “autopropulsada”.

¿Quién inventa los chistes? Algunos tienen autor, conocido o no, pero muchos --los mejores, seguramente-- son fruto de un proceso de decantación parecido a la selección natural. Alguien hace un comentario ocurrente, cuenta una anécdota divertida o tiene un lapsus gracioso. Empiezan a circular diversas versiones (mutaciones) del comentario, la anécdota o el lapsus, y una de esas versiones, especialmente feliz, sintética, oportuna, se consolida y se propaga de boca en boca (se reproduce) hasta hacerse un hueco en el complejo ecosistema de la cultura oral. Lo interesante del proceso (y la clave de su potencia) es que cada persona que oye un chiste decide automáticamente si merece ser transmitido o no. Si el chiste es “bueno” (es decir, si cumple eficazmente su mínima función subversiva) se difunde con extraordinaria rapidez, y cada vez que alguien lo cuenta está eligiéndolo entre muchos candidatos a ser contados, está “votando” por él.

Con los mensajes que circulan por Internet y a través de los teléfonos móviles ocurre algo similar. Constantemente llegan propuestas, peticiones y convocatorias de toda índole. La mayoría no tienen ningún éxito. Algunas consiguen una atención moderada. Y unas pocas logran poner en marcha el incontenible mecanismo de las progresiones geométricas y obtienen una respuesta masiva: eso es, sencillamente, lo que ocurrió el 13 de marzo.

A las cinco y media de la tarde había en la calle Génova de Madrid, frente a la sede del PP, medio centenar de personas. Un “núcleo de condensación” más que suficiente, si la situación es propicia. Tras unos minutos de frenética actividad de los teléfonos móviles, la autoconvocatoria se había difundido por toda la ciudad, por todo el país.

Podría no haber sido así. La concentración frente a la sede del PP podría haberse reducido a las cincuenta personas iniciales, o a unos pocos cientos más. Si el número inicial se centuplicó en una hora y luego siguió creciendo durante todo el día y casi toda la noche, en todo el país, fue porque la gente ya había decidido, previamente, manifestar de alguna manera su indignación y su repulsa (Cardenal lo va a tener difícil si quiere encausar a los convocantes de la manifestación del 13 de marzo: son --somos-- cientos de miles).

Para que la votación espontánea que consagra los chistes y otras formas de subversión tuviera una eficacia inmediata solo faltaban instrumentos que hicieran posible la interconexión de la ciudadanía en tiempo real, el flujo reticular e instantáneo de la información (que sustituye a las consignas, las hace innecesarias; luego volveré sobre este punto). Y ya los tenemos. Los ordenadores todavía no están al alcance de todos, pero los teléfonos móviles sí. Y la acción combinada --sinérgica-- de Internet y la telefonía móvil permite improvisar, en cualquier momento y desde cualquier sitio, un ágora utópica (en el doble sentido del término: no está en ningún lugar físico y apunta hacia la utopía), un foro instantáneo. O un referéndum extraoficial (y por eso mismo inapelable), una votación espontánea (por lo tanto, ningún Gobierno podrá impedir, por ejemplo, que el pueblo vasco se pronuncie con respecto a la autodeterminación o a cualquier otro asunto de interés general: ya existen los recursos tecnológicos y morales necesarios para que una sociedad tan desarrollada y sólidamente estructurada como la de Euskal Herria manifieste de forma inequívoca su voluntad colectiva, y lo hará muy pronto).

Pero la movilización del 13 de marzo fue también --y sobre todo-- la culminación de un proceso, y no se habría producido sin las multitudinarias manifestaciones contra la guerra del año pasado, sin la protesta de los Goya, sin la ejemplar lucha de la familia Couso y otros precedentes memorables. Como señala Marx, la importancia de las movilizaciones sociales estriba, más que en sus logros inmediatos, en su capacidad de transformar a quienes participan en ellas. Ténganlo muy en cuenta los agoreros que dicen: “¿De qué sirven las manifestaciones, si luego la gente vuelve a su casa y sigue haciendo su vida normal?”. La gente que vuelve a su casa después de una movilización no es la misma que antes de participar en la lucha, y esa es su mayor victoria.

En la metamanifestación del 13 de marzo confluyeron las estrategias y los logros de las principales acciones de los últimos dos años y medio: concentraciones, caceroladas, vigilias, sentadas, pasacalles, mítines, pintadas, itinerarios múltiples, circuitos recurrentes... Y una parte importante de la “marcha” juvenil nocturna se sumó a la protesta: la movida se convirtió en movilización. La manifestación lineal --con un horario y un recorrido predeterminados, convocada oficialmente, con consignas previas, negociada con el poder-- es un modelo a superar, y el 13 de marzo fue ampliamente superado.

No necesitamos permiso de nadie para salir a la calle. La calle es nuestra, por definición, por más que la momia de Fraga siga boqueando. No necesitamos consignas ni instrucciones de uso de la ciudad: la información fluida y descentralizada permite ir configurando las movilizaciones sobre la marcha (nunca mejor dicho). La comunicación reticular instantánea permite expresar la voluntad del pueblo de forma inmediata e insobornable. Un Gobierno ha caído, y otro tiembla, ante la potencia incontenible de esta revolución sin precedentes. Que no ha hecho más que empezar.