Usted, como buen burgués, tiene la superstición de lo selecto, que es la más plebeya de todas. Es usted un cursi.
Antonio Machado.
En el año 2004, arbeit-x, miembro del Grupo Arbeit, encontró un método de escritura colectiva de poesía que llamó "Congregación Telepoiética de Patafísica" (CTP, en adelante). Como en el propio caso del Grupo Arbeit, primero fue el método. La cosa funcionaba así: alguien enviaba a otro alguien unos versos; la receptora debía a su vez contestar completando, ampliando, reformulando, corrigiendo, parafraseando, transformando o generando otros versos. En principio, el método de comunicación se estableció a través de esos nefandos chismes llamados teléfonos móviles (o celulares) y sus no menos nefandos esemeses. La cosa parece simple, pero resultó no serlo. Para empezar, las participantes en este intercambio renunciaban de manera expresa, pero también casi sin darse cuenta, a dos dimensiones de la creatividad que suelen darse por hechas. La primera era que nunca se podía saber cuándo la obra estaba acabada. En ocasiones, una misma idea y unos mismos versos fueron reformulados en distintas tentativas y en distintos (des)aciertos. Esas tentativas daban lugar, a su vez, a desviaciones del tema o de la forma a los que ya sólo cabía un vago parentesco con el original. Y en otras ocasiones, la respuesta a unos versos hacía proliferar nuevos temas y versos en un diálogo poético sin fondo. A la segunda renuncia (sin duda relacionada con la primera), los miembros de Arbeit ya estaban algo acostumbrados: nadie podía atribuirse una Autoría Individual sobre los resultados. Todos (pero un Todos que no era la suma de Unos) eran (ir)responsables de los escritos.
Para gran sorpresa, la fórmula cuajó durante meses y los móviles de los primeros miembros comenzaron a resonar a cualquier hora del día (y de la noche) aportando versos en que pensar y a que responder. Muchos de esos mensajes comenzaron a ser de auténticos desconocidos. Arbeit-y pronto se dio cuenta de que, si recibíamos mensajes de auténticos desconocidos sólo anunciados por oscuros números de teléfono, esto significaba que la CTP empezaba a gravitar en torno a nodos de comunicación anónimos. Así que, de pronto, aparecieron las Vicesatrapías de la CTP. Esto es, los nudos de la red. A la vez, los miembros nos comenzamos a llamar Vicesátrapas y a tratarnos de Vd. y en femenino (dado que todos somos personas, de género gramatical femenino). Nuestra vicesatrapía ha recibido varios nombres, dependiendo de qué acto estuviera acometiendo, pero en definitiva la podríamos llamar Vicesatrapía Arbeit. Al tiempo, se acumulaban versos y versos y más versos. Arbeit-x, definitivamente rebautizado Vicesátrapa Ph, fue recogiendo con tesón variantes de variantes, inventando categorías e inventariando muestras. Por otro lado, algunas de la Vicesatrapías de las que aún conocíamos llevaban la CTP a recitales, libros, presentaciones y otros actos. La CTP llegó así a un encuentro de poesía en Pekín y a otro en Moguer, que desde aquí sepamos.
Agotado el asunto de los esemeses (al menos, agotado en esta vicesatrapía), la CTP pasó a otros medios: una página wiki alojada por las compañeras del MLRS, intercambio por correo-e y también trabajo colectivo presencial en talleres. Nuevos proyectos aparecían en el horizonte. Máquinas automáticas de fabricación de literatura burguesa, generación de apócrifos, apropiación y re-escritura de libros enteros de terceros poetas y un largo etcétera.
Ofrecemos aquí una colección de lo que sus insignificancias, las vicesatrapas de Arbeit, consideran aciertos de lo común en este ¿disparatado? Juego.
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Los quehaceres cotidianos,
los proyectos de futuro,
el castigo del trabajo:
no consuela el mal de muchos
a los que somos demasiados.
Todos los días lo mismo
se acaba y vuelta a empezar
y aunque nos cueste aguantar
este Sísifo fascismo
ajo agua y trabajar.
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Antinana de la mañana.Despierta, mi bien, despierta,
despierta, despierta ya:
suena, suena y resuena
el despertador del capital…
Revolución [sbr]Mañana por la mañana
no abandones tú la cama
ni tu mantita de lana
deja que le salgan canas
a las barbas de tu ama,
¡sé revolución que brama!
Revoluignición:Vayamos a quemarlo todo,
pero no por quemarlo todo
sino por volverlo a sembrar.
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Es preciso, vital,
que el transeúnte dormido
perciba con claridad
el anuncio imperativo
de la sacra publicidad:
sed envidiados y envidiad.
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Paria y famélico arsenal
este lumpen proletario
al que nadie le ha enseñado
a leer El Capital
prende hogueras con los coches
en la noche suburbial.
Y el obrero hoy de traje
en su casa preocupado
porque aún no se ha comprado
una plaza de garaje.
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Sabor, sudor, saber, sangre.
Todo se compra y se vende,
por venderse. Hasta el hambre.