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La vía trepa al desarrollo personal

Aquí recopilamos toda clase de material relacionado con un tema o un director de cine concretos.

Nota Mié Ene 18, 2023 2:53 am
1. Trepología. Algo de marco

    Presentamos un banco de recursos para estudiar e identificar al verdadero quintacolumnismo en nuestras organizaciones: el trepa, el arribista, el oportunista, el autopromotor, la "marca personal" con patas, el vendehúmos, el publicista: el ganador. El que encuentra su ventana de oportunidad de ascenso social de alguna forma que implica traicionar, dañar, malversar principios y formatos. Esta violencia esclaviza moralmente a quien la ejerce, le envilece. Y socialmente a quienes la padecen, pues les subordina a propósitos que no les son propios y a menudo aplasta los que sí lo son.

    En militancia, el autopromotor invierte toda su inventiva, energía y alianzas en que el itinerario colectivo pase por las casillas que sirvan a su desarrollo personal. Si es capaz de hacer concordar objetivos comunes con ese desarrollo, lo procurará, por economía política. Si no, reunirá todo su talento para retorcer los consentimientos hasta donde se pueda, haciendo creer que los medios definidos por él sirven a un crecimiento común. Si es más tonto que perverso, forzará ese límite hasta romperlo todo. Por eso, a pesar de su halo creativo, un buen equivalente zoológico de los oportunistas lo encontramos en los parasitoides.

    El oportunista tiene en común con el profesional de la política socialdemócrata o liberal que no sabe ni él si está montando un negocio o una organización. Ambos hacen CV, sin delimitar bien dónde acaba el mercado de los movimientos y dónde empieza el de trabajo. Ambos acumulan favores y méritos amortizados individualmente bajo el nombre de una colectividad. No denigro la política como profesión, puede haber circunstancias históricas atenuantes en el bando de los dominados para emplearse así. En caso de que un militante a tiempo completo de tradición socialista (marxismos, anarquismos) obrara del mismo modo, ya no estaría haciendo política socialista.

    Si coloco el concepto del "profesional" junto al del trepa es para que se visualice, desde sus propiedades, por qué tan a menudo entre los profesionales de la política se ubica la figura del trepa. Es una salida laboral que igual desemboca en la pertenencia a una élite político-intelectual (se toca o funde en algunas zonas con el campo de los académicos, comunicadores, periodistas...) que te da los contactos necesarios para iniciar tu propio negocio, y para la que la cualificación requerida es labia y dotes administrativas. Está, en consecuencia, al alcance de casi cualquiera. Una vía seductora al éxito social para la que no hace falta capital inicial.

    Los socialismos han puesto históricamente la lupa en los estratos medios para prevenirse de esta figura, como si fueran más propensos a este mal. Ojalá fuera tan fácil. Estamos ante una dinámica transversal. La del trepa no es la centenaria picaresca del pobre, que la ingenia para resolverse el día. El trepa codicia una salida para toda la vida. Puesto que encuentra en la política los recursos que le son negados por la vía de la empresa (capital) o la universidad (educación), no debería extrañarnos que su extracción sea, con tanta frecuencia, obrera. "Trepa" es una identidad preburguesa practicable desde cualquier posición social, una experiencia sublime y fronteriza de clasismo distinta en ética y estética a la clase por herencia.

    El origen de clase no es entonces concluyente para ubicar al trepa. Será su disposición ética lo que deje unas cuantas balizas para el radar trepométrico. Para el autopromotor, la actividad política tiene dos vertientes principales: ganar peso interno (poder) y publicitarse (estatus).
  1. Estar en el centro del tablero a toda costa. La primera vertiente deslumbra en la inquina que el trepa pone en los compañeros que, por sus principios, son un obstáculo para su carrera. Al trepa le molestan los otros gallos del corral en el momento en que no le ayudan a prosperar. Le asfixia sentir cerca una presencia con autoridad para limitarle. Que no sorprenda si se los intenta sacar de encima con sentidos discursos acerca de la libertad colectiva y la democracia interna, que confunde con el reglamento. La confirmación de que estabas ante un trepa no llegará en ese momento, sino si, pasado un tiempo, el referente pasa a ser ÉL y le dejan de obsesionar la libertad colectiva, la democracia interna y el reglamento. ¿Le mata tener un responsable político directo que sabe más que él, pero le flipan cultos mesiánicos como el de Hugo Chávez o la dictadura vaticana? Sospecha. Sospechaaaa. Lo que se esconde es el disgusto de que le manden donde quiere mandar él. El monstruo de los ojos verdes. Celos.

    Los celos denotan predisposición a la apropiación en la relación con el entorno. En este posicionarse en las búsquedas de google, el trepa puede intentar ligarse a las compas que mejor puntúen en el organigrama, en una escala de menos a más. Por su praxis, indistinguible de un infiltrado policial. ¿Visteis al polizonte de RUGB que había llegado a formar familia con una militante ecologista? Esto mismo que se da en "machos alfa" puede darse en gays reprimidos de un modo no menos retorcido. Los hay que se obcecan en salir con una militante de mayor valor ero-político para obtener un certificado de heteronormatividad. El deseo de la otra pasa a ser tan secundario como el negado propio en favor del cálculo social. Pesa mucho más el deseo de aprobación, tanto más consistente cuando llega de mano de la fama, la farsa, la farándula (la pareja te trasvasa sus puntos sociales). Ocupar una centralidad en el campo de lo político será la satisfacción que tape el agujero que deje la falta de realización en el plano sexoafectivo. El desplazamiento del rival masculino (singular o plural) se convierte en una maniobra necesaria, como le pasa al trepa convencional, pero por otros motivos. Es el sellado simbólico sin el cuál no se confirma el engaño. "Cargarse a papá" sirve para obtener el monopolio de atención del trasunto de mamá que es la pareja u otras mujeres adyacentes, o sea, enrocarse edípicamente de por vida para no acceder a la madurez sexual... pero también obliga a sustituirle: absorber sus funciones políticas y apropiarse de sus vínculos afectivos, de sus metas vitales, de sus referentes intelectuales. ¿A quién se acerca, por sus objetivos, este sujeto? Paradójicamente, a la versión más dura del trepa. ¿En qué se distinguen, pues, el polizonte del arribista "duro" y el arribista "duro" de este arquetipo paragay de oportunista blando? Los tres llevan dobles vidas parecidas, pueden pasar desapercibidos... y la concordancia de intereses tan macizos les puede arrastrar a un circuito de alimentación cerrado, tan perjudicial para la vida organizativa interna que la pueden desviar para siempre de su objetivo original.

    ¿Una entente insólita? No. No. Inusual, tal vez, pero la he sufrido. De ella no sale un "tipo" y no puedo probar la filtración policial, que dejó su veneno (diseminar información comprometedora, bulos, desconfianza), pero es puntual en esta trama, lo que importa es entender que sin alianzas el trepa lo tiene difícil o imposible, y que pueden ser variopintas y sorprendentes. En ellas se palpa una energía especial, una complicidad por conveniencia entre "alfas" y aspirantes que no extraña, que no alarma, que hemos normalizado verbigracia los battle royale como "Máster Chef" a derecha o "Los juegos del hambre" a izquierda. El trepa "puro" no desentona porque ya es sólo un instante de tantos de la matriz ideológica universal que lo produce: un paradigma relacional liberal en estadio turbocapitalista que naturaliza y premia pautas de comportamiento que deberían ser proscritas. Me hace mucha gracia cuando alguien me dice que "elige a sus amigos". La afinidad, el apego, se produce por prácticas engarzables entre sí por un interés compartido. Eso no es malo si el "interés compartido" mola, es virtuoso, etc. Nuestras amistades nos definen. Nuestras enemistades nos definen. En un ecosistema corrompido por la ideología liberal, las alianzas intersubjetivas del trepa tienen fácil acomodo. Salen muy naturales. Son las alianzas con los elementos más vulnerables las que tienden a ser cuestionadas. Por eso romper con un amigo trepa es como romper con un amigo violador: un acto ético con implicaciones políticas. Poner tierra de por medio con el invasor acorta distancias con el partisano. Un trepa tiene, por cierto, algún punto de más para pasar a la agresión sexual que la media de hombres, pues tratan a los demás como a cosas con más convicción que esa media.

    No participo de la idea de que tales degeneraciones se corrijan con más conversación, con más transparencia y horizontalidad; con más democracia de las formas. El buen rollo es un dique de contención para la verdad, un cristal tintado para las violencias de interior. En nuestras sociedades, donde las relaciones están cruzadas por tantas asimetrías, la comunicación está viciada de origen, distorsionada por los peores intereses (Habermas). Mejorar el diálogo tal vez ayude bajo determinadas circunstancias, como táctica, pero es el interés lo que hay que atacar y estancar (estrategia). El diálogo está bien si ayuda al trepa a reconocerse en lo que no se quiere reconocer, pero mal si presupone que todo el mundo lleva un poquito de razón y eso nos enfila a negociar. O sea, ¿le cedemos la mitad de los recursos a Drácula, para que se calme? ¿Le dejamos recoger del cole a la orga los martes por la tarde y llevársela a casa uno de cada dos fines de semana? Por favor, eh, un poquito de seriedad. Nada de negociar. Si los oportunistas tienen alguna oportunidad de rehabilitación personal, será por la mediación de instituciones diferenciadas, lejos de los centros de producción de la política en sentido fuerte.

  2. Exhibicionismo "militante". La segunda vertiente se delata en la rentabilidad cortoplacista de una decisión política. El trepa calibra cada acción colectiva por su eficacia autopromocional, propagandística. Si una acción no es eficaz por su densidad política, es improvisada o su calidad es tal que en dos días se deshace sola, pero renta por su alcance mediático, pasará el control de calidad del arribista. Así consuma la energía colectiva hasta el tuétano. Peleará porque se haga. En tiempos de imperio de la imagen la puede colar con argumentos sutiles. Tenemos un ejército de expertos en mercadotecnia en las organizaciones de la nueva socialdemocracia y en los "movimientos sociales" fidelizados por esta. En los casos de mayor inflamación, el trepa no perderá oportunidad para coger el megáfono y salir en la foto; de tonto de remate, porque se pone en evidencia ante cualquiera al que no tenga abducido.

    La publicidad es un recurso para salir del anonimato, pero también para que el confeti rellene los agujeros, las grietas. El trepa oculta sus ganancias con buenas obras. Hace deducción fiscal de su descomposición moral. Antropólogas metidas hasta las trancas en Stop Desahucios el tiempo que les lleva su TFM... y ni un minuto más. Pequeños saltamontes cambiando de orga cuatro veces en un año, hasta ver claro en cuál pueden medrar. Alguno con tan poco pudor de sí que se retrata en todos los perfiles de red con un casco de general romano. Gente que se inventa o magnifica agresiones y las divulga a voces para usufructuar la condición de víctima; tanto hombres como mujeres. Ecotenderos que regulan candidaturas municipales a conveniencia (más pasta y más poder) aprovechando el caudal informativo adquirido por ser el centro nodal de una red político-comercial; caudal que vale también para, desde el privilegio, sembrar duda y resquemor hacia aquellas alternativas políticas que no sumen a su beneficio chiquiempresarial. Culofinos que sin mandato colectivo ni rendición de cuentas utilizan perfiles digitales del 15M para promocionarse a sí mismos y sus parejas... hasta once años consecutivos. Profesionales de la política horizontal que desdeñan un itinerario estratégico frente a otro hasta que son "escogidos" para capitanear el que desdeñaban y de pronto todo de él les parece bueno. ¿Militantes? ¡criminales! que planifican con la patrona un despido laboral para ocupar el lugar de un colega de oficio no sindicalizado con criaturas a su cargo, invocando a la estructura política (!) como ariete corporativo para atraerse la voluntad de la empresa. Militantes que cosifican (ni el nombre se saben bien) sexualmente a compañeras, seleccionándolas en función de su índice de masa erótico-social, para consumirlas en serie sacando ventaja de la superioridad de su posición en edad, género, clase, rango y equilibrio emocional; violentando su autonomía de criterio, manipulándolas con falsas promesas para hacer del sexo "trofeo", otra muesca en el cinturón. Chuloplayas conocidos por su afán de protagonismo e incapaces de mantener vivo un poto que se constituyen en referentes teóricos de la ética de los cuidados y la cultura relacional, temas de moda que les tocan desde una condición de superioridad y a los que se entregan para ganar visibilidad social, cuando toda su biografía les desmienten: conatos agresivos fuera de foco, clasismo, capacitismo... y esfuerzos para descartar "disfuncionales" de su entorno que refrenen su ambición. Niños que se encaraman como perro en celo a la pierna de cualquier notable de izquierda, esperando que su servilismo les dé un lugar en la posteridad; tan embebidos de esta ambición que en vez de nombre propio tienen nombre gregario, tan arrastrados que se fotografían en las mismas poses y estilo de los líderes de los que hoy admiran su poder y a los que quisieran reemplazar en un futuro. Que han tenido la mano larga con sus parejas, que se definen a sí mismos como "Varys de Juego de Tronos". No se puede esperar de ellos otra forma de relacionarse con el entorno que no sea el de superioridad (condescendiente o despótico) o inferioridad (aquiescencia con la autoridad que le granjea el paso a la escala superior). Alanbarrosos de capital de provincia para los que la política es un videojuego, dopamina y estética, una "experiencia" de simulación proobrera, en los que no asoma ni la más tibia conciencia cuando no perciben gratificación (like) por ello, ni tampoco sentimiento de culpa cuando son ellos los que explotan; para estas sensibilidades castradas, los obreros son NPCs y el "crédito social" la recompensa por una buena partida, por lo que los propios subalternos no fungen como experiencia lúdica. Y si esa "experiencia" no es radical, sino socialdemócrata, y bajan línea a algún frente de masas, se puede colegir limpiamente que, además de como juego, están instrumentalizando a los obreros para proteger sus propios intereses (clasemedia, pymes). ¿Te deshaces en elogios feisbuqueros a las bravas operarias de la limpieza en huelga, pero justificas doblexplotar personalmente a una mucama latina en concepto de trabajo doméstico y alquiler? Trepa. Trepa trepudo. Trepa trepíssimo. Trepatrón. Hazlo, pero no lo adornes, no lo vendas como un favor que le haces; no nos mientas para sostenerte en el vórtice. Si quieres tener un gesto lo menos clasista posible, contrátala y media para conseguirle un alquiler decente que no la ate a ti. Y si no puedes ofrecer nada de eso, no la emplees y limpia tú tu casa. Bocachancla.

    Por último, el apunte del natural que más aprecio. Militantes (mujeres) que compran con favores y una sobreactividad política sin riesgo para sí un prestigio "izquierdoso" que necesitan para encubrir o desviar la atención sobre la chiquiexplotación nepótica que ejercen en su empresa con, ahí sí, riesgo de siniestro laboral, propio y de los subempleados, y vender más tarde su producto manchado de irregularidades fiscales y contractuales a las mismas asociaciones en las que, muy convenientemente, militan. Con plena conciencia de su elección por las ventajas, por el dinerito, por el poder (el que dan las relaciones públicas en el comercio), por buscar la salida individual y rápida al final de la explotación. Que eligen explotar aún disfrutando de condiciones óptimas para elegir otra cosa. «He sido muy generosa, ha llegado la hora de ser egoísta», llegó a decir la que para ser puta reina de Saba tuvo que ser trepa reina primero. Nadie resumiría tan bien lo que estaba a punto de suceder. Ha sido muy generosa, ¿qué hay de lo suyo? No creeríamos que fue generosa así por las buenas, porque sí. A esto lo llamo "efecto Valeria", por otro caso parecido y mediático. Un pos68 de manual. La arqueología del futuro va a ser unas risas, porque está todo documentado en el tráfico de la red y los estados de ánimo e intereses que protegen las autoficciones fluctuarán con el tiempo, desvistiendo sus pilares y contrafuertes.

    Hoy el trepa reconduce su deposición ética hacia un cuadro típico de "posguerra". Está claro que, tras un fracaso gordo, de un ciclo histórico de expansión democrática como el que hemos vivido (2006-2016), la política ya no da tanto crédito. Cuando la flota empieza a encallar y hundirse, el trepa no se estruja la cabeza con lo que es bueno para el movimiento más allá de lo que convenga al decoro y justificación de su historia personal. Pronto empieza a hablar, y compulsivamente, de sus nuevos proyectos: consultor, divulgador (youtuber, tuitstar) o tertuliano, "emprendimientos", familia o pareja como distintivo social (se presumen, son trofeo) o nuevas experiencias políticas si es de esa modalidad de trepa al que le viene bien prolongar la ficción triunfalista... Como sea, todo el mundo tiene que saber que Él (o Ella) sigue "haciendo cosas", ya en otro barco, rumbo al sol que más caliente, para salvar cuanto pueda de su red de influencias. Si la sociedad gira ideológicamente a derecha, lo normal es que la militancia salga dañada. Él no. Él, casi seguro, saldrá reforzado. En todo caso, el trepilla escogerá lo que le deje mejor parado en la relación social. Contar el mejor cuento de sí y cuidar al dedillo la métrica de su visibilidad serán sus medios. La visibilidad es tintorería y banco de crédito, todo en uno.

Nota Mié Ene 18, 2023 2:54 am
2. Las tareas de retaguardia

    Por favor, no perdamos de vista ni por un segundo que estas fechorías son posibles gracias a la militancia y no a pesar de ella. Es el peldaño prestado para impulsarse que el trepa no encuentra en otra parte y que le involucra en una mentira muy violenta. Eso es lo que se está dirimiendo. Vale que la violencia del grande sobre el pequeño es normalidad capitalista, pero nuestra lucha es para contenerla, no para extenderla. Los grandes casos de corrupción, los que abren informativos, se alimentan de la tolerancia a los pequeños. En los pequeños puedes llegar a ver la anticipación de un gran caso, porque uno es corrupto a escala: a la escala en que puede serlo. Pero como hemos hecho de estas violencias una broma, un pecadillo venial, no reaccionas, o no reaccionas correctamente. A veces el exceso no te deja pensar (desborde emocional, saturación organizativa), otras por miedo a la presión social (cuántas veces desdeñamos una crítica por no estar arropada por una mayoría suficiente) y siempre, siempre, por una inexcusable falta de preparación, que es lo que nos saca del desborde o la congelación.

    El problema es estructural: el trepa no existiría si la ideología liberal no nos drenara la voluntad de vivir conforme a nuestros principios. ¿Qué se puede hacer contra esto? Nos puede tentar la idea de crear una unidad antitrepas, un cuerpo especializado al que derivar la detección y caza del intruso en el seno de las orgas, pero... ¿dónde puede estar más normalizado el consumo y tráfico de drogas que en la brigada antidrogas? Esta misma monografía que he cocinado, ¿no previene al trepa de camuflar su trepismo, no le sugiere ítems sobre cómo hacerlo? Cuando el problema es tan ideológico, se moleculariza y trasvasa. Necesitamos una solución tan estructural y colectiva que el mismo trepa participe de ella contra su voluntad. Por eso lo decisivo de verdad sería modificar la cultura política. Hay que dejar inservible el interés, ese interés. En una sociedad recargada de tecnologías del yo sólo se pueden paliar sus peores efectos con entrenamiento. Una cultura política adaptada a los tiempos precisa fórmulas para el saneamiento del proceso de subjetivización de la política. Sustituir la praxis desquiciada y enfermiza de hembras y machos alfa, en la que el trepa, elitista de suyo, coloca su lanzadera, por:
  1. Parámetros político-ideológicos claros. Para que ningún "listo" reinterprete la letra a beneficio. Definirse anticapitalista no compromete a nada. Es como el "republicanismo juancarlista" de otros tiempos o el "hombre deconstruido" de hoy. La ausencia de un marco teórico claro y un programa definido en el ciclo político anterior elevaron el trabajo de masas a test de validez "anticapi". Ser un esquirol en el curro era compatible con sabotear desahucios porque, se decía, "no somos ángeles" y "hay que cabalgar las contradicciones". El ventanuco para el trepa se agigantó con el beneplácito ético del "partido-movimiento", la tertulia populista y las estructurillas líquidas de autoconsumo sectorial, a las que no había que rendir cuentas. Si "hacías cosas", ya eras compañero.

    Su opuesto es -no podría ser de otra manera- un marco teórico claro y un programa anti y poscapitalista definido. Trabajarlo consiste en pensarlo, redactarlo...; requiere estudio. Ganaríamos inmunidad colectiva al oportunismo si la formación, la instrucción, tuviera un lugar fijo en la actividad política, y no libremente decidido, como sucede hoy en el 95% de nuestro campo; que tan malo es leer sin comprometerse como comprometerse a cualquier cosa con tal de no leer. Pero trabajarlo consiste también en aceptar la mutación que para el sujeto supone entender teoría y programa, si tiene suficiente conocimiento de sí como para no disociarse. Lo personal no es político, lo personal es ideológico. La política es el itinerario y las herramientas que alteran, en favor de la emancipación, las relaciones sociales que conforman lo ideológico. Por tanto: trabajar teoría y programa (político) te incita a alinear tu deseo (ideológico) con la emancipación, y esto a renunciar al dominio de clase. No sólo el dominio que recibimos, sino el que ejercemos, si es que lo ejercemos. Pensar en los propios privilegios; nivelarlos con el apoyo de la organización, hasta donde se pueda, para no incubar un interés objetivo adverso al programa; y renunciar sin reservas a estos privilegios cuando estemos en disposición de dar un salto de calidad social conjunto, en concordancia con nuestro objetivo de fondo. Para ningún militante auténtico esto supone sacrificio alguno. Sólo para el trepa, al que se le acaba el chollo cuando el "anticapitalismo" deja de ser, de tan amplio, abstracto, y colisiona programáticamente con su carrera.

  2. Una planificación prudente y distribuida del trabajo político, posibilitada por un correctivo de clase. En el ciclo 2006-2016 "hacer cosas" era prueba de lealtad suficiente al movimiento y eso dejó la pista libre al trepa para hacer acopio de méritos. A más tiempo empleado, más oportunidades de promoción. Qué mejor medicina preventiva que desconcentrar y universalizar el esfuerzo. Y no las decisiones, que es lo que encandila al clasemediano aspiracional, la democratitis como coladero retórico de sus aspiraciones, pues sólo la asamblea y formatos similares recogen las maneras típicas de una clase a cuyos residentes pone muy nerviosos estar cinco centímetros por debajo de la cabeza del otro, de cualquier otro. Del 15m a la comunidad de propietarios, la asamblea horizontal sólo tiene de proceso democrático la apariencia. La toma de decisiones "horizontalista" de los clasemedianos es antitética a las maneras típicas de un proletariado: la delegación obrera (una verticalidad adaptada a las necesidades de quienes no tienen tiempo) y el apoyo entre iguales (práctica de la fraternidad; ejercicio efectivo de igualdad, no discursivo).

    Y es en estas últimas prácticas distintivas de clase donde, pienso, podemos desbaratar la táctica trepa. ¿Cómo hacemos esto de adjudicar las tareas de la forma más distribuida posible cuando los puntos de partida social de cada cuál en un movimiento y orga predisponen a niveles de implicación muy dispares? Mi hipótesis es que el apoyo mutuo en tanto salario indirecto rebajaría la carga de trabajo en otras esferas de la vida a los compañeros más proletarizados. Podría ser una forma actualizada de la clásica liberación sindical, que arrebate el patrimonio de la política a los "liberados informales", o no electos; los aventajados por sus condiciones sociales: estudiantes, funcionarios, parejas/familias militantes... A su vez, sería una técnica optimizada de resubjetivización "maoísta", sin los problemas típicos de otras fórmulas de proletarización ideológica, como las cuotas proporcionales al ingreso salarial de otros tiempos. Qué mayor cura de humildad que limpiar los retretes de los compas más consumidos por el capital y ocuparse del cuidado de sus dependientes. Si tu estatus social o parte de él dependiera del exhibicionismo militante, sudarías ante la expectativa de un plan de trabajo que te subordina e invisibiliza. Porque esto no es para hacerse la foto el 8m, que os veo venir; hablamos de un calendario, de una parte de tu agenda planificada colectivamente. ¿Os imagináis a los jefes de IU o Podemos, desde los niveles locales a los europeos, postergando sus valoradas funciones a tiempo completo para limpiar una vez a la semana el pisito de una operaria de limpieza que se presenta al comité de empresa? Claro que no. Como mucho podemos invocar a algún alcalde/sa de pueblo. Esta hipótesis es para orgas en las que sus referentes no sacan músculo de sus títulos universitarios y matrículas de honor. En todo caso, habría que diseñar las aplicaciones de este programa de apoyo mutuo desde la crítica de la economía política y el anticapacitismo. Estar limitado teóricamente lo jode todo. Puse en marcha esta hipótesis en primera persona entre 2016 y 2020, con resultados asombrosos, que compartiré cuando me recupere de sus efectos. Si alguien que me esté leyendo ha intentado algo parecido, me encantaría tener un intercambio.

  3. Una ética relacional materialista. Que penalice la autopromoción personal en las orgas, parta de la vulnerabilidad como eje de referencia para el desempeño militante y, por ende, haga muy visible por su incompatibilidad práctica al arribista y sus alianzas. Si la estructura es relación (Marx), la mediación simbólica entre militantes es un factor organizativo de primer orden. Ninguna ética relacional puede ser de calidad y a la vez innata. Primero, porque está siempre en desarrollo, no estamos hablando de unas "tablas de la ley", sino de una metodología problematizante de análisis y propuestas que nunca acaban de cerrar. Segundo, porque es contraintuitiva, en tanto antiideológica. Nadie la trae de serie: se adquiere. Como lavarse los dientes, es un trabajo que tiene que hacerse rutina para que arraigue en uno mismo y los cercanos. Aviso para intelectos monoplaza: esto no tiene nada que ver con "zer güeno" y tratar a los demás como te gustaría que te trataran a ti. Lo más ético bajo un enfoque socialista relacional es, a menudo, un bofetón con la palma bien abierta. Hay propuestas muy sugerentes, fogositas, diría, de ejercicios individuales y grupales que pueden ayudar al militante a regular en su memoria, Deseo (aspiraciones), emociones y vínculos el capital social (contactos, prestigio) adquirido en sus tareas. A este efecto, me han iluminado las orientaciones de Israel Sánchez, Luis Roca Jusmet, Belén Castellanos, Abdennur Prado, Mariluz Esteban y Almudena Hernando. Por ejemplo, la elaboración de esta monografía es uno de los ejercicios espirituales para materialistas (en el sentido que le da Roca Jusmet) con los que estoy comprometido. Un trabajo sistemático, no arbitrario, de revisión biopolítica de un problema que se me repite, apoyándome en una selección de películas. En Rebeldemule tenéis filmoteca de sobra para "hacer pesas" con vuestras propias piedras.

    No sé si se ha estudiado algún modo de reeducación pavloviana para extirpar la inclinación al "alpinismo social", ni cuánta energía y efectivos harían falta para reacondicionarlo, pero la represión conductual no es suficiente, al menos no en mi experiencia. Qué tanto bien haríamos si ayudáramos al trepa a reconciliarse con su deseo. Si le ayudáramos a reconocer que su adhesión política es contingente. Nadie nace en un cuerpo equivocado, pero sí que vive un cuerpo que no le permite sentirse realizado, que le es más ajeno que propio. Si todo tu ser te arroja al liberalismo, deja de fingir un estilo anarquista o comunista para obtener X ganancias de un circuito anarquista o comunista; no haces feliz a nadie y nos haces infelices a todos. Bastante tarea tenemos ya otros con nuestros propios nudos ideológicos para encima enredarnos en estos tuyos.

  4. Derecho paralelo. No para penalizar la incoherencia (rigorismo ético), pues todos somos incoherentes, sino para arrancar de la esfera privada violencias que tienen en nuestra sociedad justificación fácil y que en nuestras orgas, por ser prefiguraciones de la sociedad que querríamos, no pueden alentarse o naturalizarse, que es lo que sucede actualmente. Los arribistas, hoy, subsumen su violencia en la privacidad, porque a este espacio ideológico pertenecerían la voluntad y el deseo (que deshistorizan); por eso, una fuerza externa al emisor de la violencia y los directamente implicados sería un recurso necesario cuando la contención y cauce que ofrecen los puntos anteriores no fueran suficientes.

    Por ejemplo, un pacto interpartidario e intersindical para idear e integrar protocolos de activación rápida en los casos más evidentes sería revolucionario. Actualmente este procedimiento lo llevan adelante, cuando se lleva adelante, las clásicas comisiones de garantías de tal o cuál partido, demasiado comprometidas por la vida interna de su organización. Algún follón se ha filtrado de resoluciones viciadas en su origen de los partidos de la nueva socialdemocracia. Para evitarlo, podríamos dotarnos de entidades suprapartidarias, comisiones independientes del centro duro de producción de la política que hagan la "encuesta" y actúen como un tribunal imparcial donde se pueda desempeñar la defensa, y cuyas resoluciones ayuden a preservar un equilibrio con justicia. Equilibrio, no orden. El orden no debe sobrevivir a la justicia, salvo en casos de supervivencia (siempre tan subjetivos).

    Estas instituciones jurídicas suprapartidarias no tendrían carácter vinculante, pues no contarían con un aparato policial que hiciera valer sus resoluciones, pero si su hacer fuera bueno se ganarían el respeto de los actores que las respalden. Así, sin practicar un enfoque punitivista, disciplinarían sutilmente, pues a quienes no las reconocieran les costaría el prestigio personal, algún grado de ostracismo político o repudio colectivo. También sustituirían la arbitrariedad que rige en las actuales "revoluciones culturales" de dirección política clasemediana (las "cancelaciones" de raíz protestante parten casi siempre de una élite de recambio de la industria cultural), una reacción movimentista a los vacíos de la administración de justicia instituida, por el principio de proporcionalidad jurídica característico de instituciones con más asiento, con visos al desarrollo de una jurisprudencia (¿más bien consuetudinaria?) que proscriba las prácticas que cabría esperar que proscribiera una institucionalidad obrera: explotar y sus derivados: medrar (pre-explotar), dominio sexual (atributo de la explotación), etc. Por último, estas instituciones jurídicas serían un ejercicio muy estimulante de "doble poder" con el que demostrar que nos sabemos gobernar. La otra opción es recurrir a las instituciones del estado moderno, que no encuentran las palabras adecuadas para nuestros dolores, aunque en según qué casos pueda aliviarlos. Como dice el compañero Amílcar Paris Mandoki, que haya gente capaz de hacer muchísimo daño sin quebrantar la ley burguesa nos tiene podridos.

    A los puntos de apoyo mutuo proletario, el estudio y práctica de una ética relacional materialista y los ejercicios de regulación subjetiva me gusta llamarlos "tareas de retaguardia". Si no se dispone de operativos tan sofisticados, recomiendo cuarentena o expulsión del oportunista. Siempre. Y en caso de que todo falle, salid corriendo de ese puterío tóxico. Fue el consejo que me dio a mí una amiga, palabra por palabra. Que no os importen los costes, porque los daños se pueden multiplicar a futuro si se tarda en reaccionar. La consecuencia de no dejar al trepa atrás (forma preburguesa, insisto) es dejar al proletariado atrás.

    #trepologíaestrepofobia
    #trepofobiaesodiodeclase
    #noexplotes
    #nocolabores
    #dontfeedthetrepa
    #dalestopalascensor
    #paralarueda
    #ycazaaltrepa
    #metoorojo
    #publicistamuertoabonopamihuerto
    #lázarodetormesnoerapícarosinotremendotrepa
    #sininterésnotequiereandrés
    #noseascomovaleria
    #seamoscomoannesullivanyhelenkeller
    #eltreparsevaacabar

    #asídesencillo

Nota Mié Ene 18, 2023 2:55 am
3. Ejemplos de deposiciones éticas

    ª A tiempo completo (É. Gravel, 2021)
    Julie ha vivido el proceso de descenso a "los infiernos" de las clasemedias europeas acelerado tras 2008, un desclasamiento que se está produciendo en el conjunto de clases trabajadoras. Para resistirse a su proletarización conduce con el depósito hasta los topes de ética liberal (clasismo, autoexigencia, visión de túnel, competitividad). Julie es la imagen viva de la impotencia ante un tsunami social, pero es muy difícil empatizar con su desesperación por su manera tan insolidaria y marrullera de llevar su caso particular, que prefigura qué tipo de trabajadora será cuando finalmente encuentre trabajo de "lo suyo": chaquetera, chivata, esquirol.

    ª "Allonsanfan" (P. Taviani, V. Taviani, 1973)

    La comodidad no tiene nada que ver con el lujo. Se puede estar muy cómodo sobre una montaña de basura. Cuando Fulvio regresa al nido, tras haber empeñado toda su juventud en la aventura radical (preludio de la revolución liberal italiana), no lo hace por el privilegio de su clase. Lo que pide en silencio y a gritos es que le dejen en paz. Tiene todo el derecho a desertar, si no ve salida. Si no le convence la estrategia foquista. Si le tienen quemado la clandestinidad y la presión de grupo. A lo que no tiene derecho es a entregar a sus compas como peaje para ser reingresado en el cuerpo social, en la normalidad, en las tendencias principales de la política (los carbonarios eran una sedición política minoritaria). Y sin duda los demás tenemos derecho a partirle la crisma si cambia la casaca roja por la blanca. Por autodefensa.

    ª "Autodefensa" (M. Á. Blanca Pachón, 2022)

    El capítulo 1 es un guantazo a uno de tantos dobles raseros, el del "aliade" feminista, ese sector de la izquierda masculina que ha abrazado el feminismo porque es "lo que toca" y no quiere quedar descabalgado de la ola. «Soy aliade, send nudes». «Soy aliade, matérname». «Soy aliade, trasvásame capital simbólico desde el feminismo para seguir comprando voluntades en la izquierda». Su último estadio está consistiendo en mujeres pariendo hijos para que ellos puedan hacer promo de su marca personal en tanto padres de la "nueva masculinidad". Muy de moda entre los hommes politiques.

    ª "Barry Lyndon" (S. Kubrick, 1975)

    Barry es paradigma del daño que puede hacer un tonto motivado. Al principio no es más que un niñato, sin mala intención, pero la experiencia de la humillación le va deformando el carácter, al no disponer de más recurso adaptativo que su desmesurado orgullo. Salidas fáciles, búsqueda enfermiza de aprobación (adulación, idealización), acopio de méritos para darse prestigio, teatrillo, dobles juegos, manipulación emocional, deslealtad... culminan en una megalomanía desbocada, que se derrama por un deseo obsesivo de posteridad a través del principal medio que los mortales tenemos a mano: la descendencia.

    ª "Billy Elliot (Quiero bailar)" (S. Daldry, 2000)
    Billy Elliot no baila porque quiera estar por encima de nadie; baila porque odia el conflicto y quiere integrarse en la armonía de la función social. Su hermano y su padre son el verdadero ejemplo. Digamos NO a los relatos de superación personal. «Una no tiene que estar orgullosa de su progreso, sino de haber sorteado sin herir a nadie las barreras estructurales (de clase, etc.) que te impiden progresar». De este modo tan bonito me lo explicó una vez Lis, y tal que así lo parafraseo.

    ª "El conformista" (B. Bertolucci, 1970)

    Marcello se hace fascista de los de pistola en cinto para demostrarse a sí mismo lo macho que es y sublimar el fantasma de la homosexualidad. Le aterra la posibilidad de ser un "desviado". La "normalidad", la heteronorma, no es sólo un rasgo distintivo de la clasemedia de la que forma parte: también es un requisito. Para granjearse la respetabilidad que se le supone a su posición no dudará en vender a uno de sus mentores, un profesor antifascista con el que para colmo está en deuda.

    ª "El crimen del padre Amaro" (C. Carrera, 2002)
    El meollo político está en el careo entre el cura Benito, aliado de un empresauriado territorial que es primer escalón del negocio de la droga, y el cura Natalio, soporte espiritual de los braceros de la región. En el parteaguas, el protagonista, un escalador con sentimientos genuinos que quisiera ser como Natalio y no como Benito, porque en el seminario le enseñarían que generoso es quien da de lo que no le sobra, no de lo que le sobra. Su traba es que, de ser consecuente, podría malograr su carrera o (aquí lo trepa) privarse de lo que podría llegar a ser y tener. El auténtico crimen de Amaro es adaptarse sistémicamente, actuar como actúa la mayoría en piloto automático, y no como cabría esperar de su compromiso formal con determinado ideal.

    ª "El estudiante" (S. Mitre, 2011)

    La consigna de "ganar", de ocupar todos los puestos de poder + chico de provincias bien dotado para las relaciones públicas que encuentra en la política la oportunidad de ser "alguien" que no tuvo en ningún otro lugar = burocracia inmovilista de universidad.

    ª "El extraño amor de Martha Ivers" (L. Milestone, 1946)

    Martha sabe qué teclas tocar en Walter para auparse juntos a un lugar en el que él imparte la ley y ella hace negocios bajo la protección de quien imparte la ley. Pero no es ella, sino el padre de Walter, el que ha urdido el oscuro plan para que su hijo suba por voluntad propia las escaleras que él, por edad, no podría subir. Escaleras figuradas y reales, con una función grave en la trama: subir todos los peldaños o rodar en volteretas por la escalera entera.
    Esta película explora, por un lado, la figura del trepa que deposita la esperanza de su ascenso de forma indirecta, por filiación filial. Por otro, los rasgos psico-ideológicos de una descendencia (todos hijos únicos) que es enredada en esa empresa irreflexivamente, por la saturación emocional que se deriva de una necesidad enfermiza de complacer la demanda del otro (eso que llamamos amor) y de un sentimiento de culpa estirado por décadas. El amor de Martha, de Walter y su puñetero padre no es extraño: es tópico. Y cuando Walter puede decidir si es de su agrado o no ya es demasiado tarde.
    Cima del cine y referencia de primer orden, por su complejidad, para estudiar el arribismo.

    ª "El político" (R. Rossen, 1949)

    Uno de los ejemplares más problemáticos de trepa: el que no sabe que lo es, porque se autoconvence de estar haciendo un bien mayor común. Espejito, espejito, ¿yo delinco? No, amor, sólo te estás cobrando tu sacrificio en especias e influencia.

    ª "El precio de la verdad" (B. Ray, 2003)

    Lo inconsciente no es lo que reprimimos de nosotros, sino una verdad en la que no somos capaces de reconocernos, así esté a la vista. El crimen del periodista Stephen Glass revela, por su hipérbole, una lógica de la que todos sus colegas son parte, pero en la que ninguno se reconoce si no es en esas bromillas cómplices que se dan en ambientes distendidos, los momentos en los que bajamos la guardia y corre el velo del autoengaño, de un modo en que lo desvelado tampoco aparente ser del todo cierto. El hecho de que él se haya pasado de la raya con el relato que hace de sí, su ejemplo, hace creer a los demás que no son como él; aunque lo sean. Aquí Glass no es el único trepa. Sólo es... el más trastornado.

    ª "El principio de Arquímedes" (G. Herrero, 2004)
    Las empresas son de las pocas instituciones que reconocen pagar a traidores. ¡Rompamos el techo de cristal! Las mujeres también pueden trepar. Tan bien como lo haría cualquier hombre, faltaría más. Mejor, si se lo proponen.
    Si a un preámbulo tan bueno lo rociamos con una pizquita de hipergamia, obtenemos un tratado del trepa corporativo con sesgo de género muy competente.

    ª "El último artefacto socialista" (D. Matanić, 2021)
    en pleno desarrollo ... paciencia

    ª "En un mundo libre" (K. Loach, 2007)

    Summum de la disonancia cognitiva. Mujeres que explotan a personas vulnerables y dicen estar salvando el mundo. Mujeres que encuentran la solución a su propia explotación explotando a otros. «¡Nada de jefes! A menos que la jefa sea yo...» ⊙.⊙ Por un #metoorojo sin discriminación de género.

    ª "Gattaca" (A. Niccol, 1997)
    Nuestro prota huye hacia arriba porque odia la fregona (legítimo y necesario) y no concibe el sindicato (ilegítimo y equivocado). Su "hackeo" social es rodearse de una élite que le fascina. Es siniestramente indiferente a la suerte de sus iguales, con salvar su culo ya le vale.

    ª "Hater" (J. Komasa, 2020)
    Tomek, de origen humilde y sin escrúpulos, es capaz de dejarse matar en una estrategia de autopromoción altruista que le pague un pasaje a la clasemedia. ¡Qué pasión por escalar un peldaño! El "hater" rompe todos los récords por su ingenio. Admirable.

    ª "La hora 25" (H. Verneuil, 1967)

    Valiente oportunista es el "munipa" Dobresco. Para quedarse con la chica y el negocio de un paisano, su lengua va pasando de las botas de Carol II a las de la Guardia de Hierro, de ahí al general Antonescu y luego a los nazis. Su abuso de autoridad es tan rudimentario que estaría de más incluirlo en esta lista... si no fuera por el felicísimo felicísimo final, con el Ejército Rojo poniendo a este personaje en el único lugar que merece en una sociedad civilizada.

    ª "La lengua de las mariposas" (J. L. Cuerda, 1999)
    Secretamente hago recuento de los que, entre mis conocidos, se escaquearían de la milicia si hubiera que apagar un fogonazo reaccionario. De quién haría de madre de Moncho tras nuestra derrota, acicalando al niño para llevar a apedrear al maestro al que antes besaba, como Judas, los pasos.

    ª "La niña de tus ojos" (F. Trueba, 1998)
    ¡Silencio, se trepa! Fontiveros es un director sin carrera que transige con las peores condiciones que le imponen para rodar una película que le eleve al parnaso de los cineastas de moda. Hacerle la cama al fascismo en España y Alemania. Mirar para otro lado si el capitalista del consorcio cinematográfico fuerza a las actrices de reparto a su cargo. Aceptar presos sociales y políticos como extras. Aprovechar la asimetría relacional que mantiene con Macarena Granada, su actriz protagonista, para ligarla emocionalmente y luego venderla sexualmente a Goebbels. Seguro como está de que su cine es un cine menor, llegará a manipular a Macarena para que, afectada, ruede una escena memorable y eleve un poco la categoría de la obra. «La película es lo primero», dice. Sí y no. No le importa el cine como tal, le importa tanto como le eleve a él. Si no fuera así, confiaría en sus propias capacidades, no haría trampa. Otro que se autoengaña para que el peso de la conciencia no sea mucho mayor que el de las sábanas cada mañana. Lo mismo vale para la política.

    ª "Lacombe Lucien" (L. Malle, 1974)
    No hay máscara de altruismo, ni identificación política artificiosa en el colaboracionismo de Lacombe con los ocupantes alemanes. Él no camufla su móvil. Armas, sexo, dinero: el dominio. Si es ajusticiado a la primera de cambio es porque ir de frente es la única forma de trepar que el consenso juzga repudiable. Al menos en forma. De facto, el fascismo premia cualquier filiación nihilista, al inhibir el pudor y honrar la apropiación violenta. Lo mismo que en el marco liberal, pero sin sus procelosos trámites de seducción.

    ª "Laëtitia o el fin de los hombres" (J-X. de Lestrade, 2019)
    Patron no es un trepa. Está hecho de la materia de la que se hacen los trepas. En un universo alternativo, Patron no viola niñas dependientes en su secta-familia, le pone más ser youtuber y abusar emocionalmente de su secta-audiencia, o escalar en los puestos de mando de alguna secta electoral de la izquierda. Tampoco necesito muchas excusas para añadir esta miniserie a la lista. Lo hago por la madre de Abril y porque me da la gana. Esta miniserie encendió la mecha para hacer lo que había que hacer.

    ª "Libres de Picasso" (P. H. Riaño, 2023)
    Pablo Ruiz, el artista conocido como Picasso, era un abusón detestable que se valió de una política que no le interesaba y unas mujeres que le interesaban demasiado para incrementar el valor de su carrera artística. Hasta ahí, no es especial. Lo fascinante es que la fundadora de la organización anarcofeminista Mujeres Libres, Mercedes Comaposada, lo avalara.
    Esta es una de esas alianzas asombrosas de las que hablábamos antes. Tuvo que ser muy duro para Comaposada perder la guerra, sentir caer un horizonte de la existencia cuyos revolucionarios efectos apenas comenzaba a conocer, como para encima renunciar por completo a su modo de vida cuando en París un hombre de la talla de Pablo Ruiz le abría la puerta a conservarlo.
    Comaposada excusaba el vampirismo de Pablo Ruiz para con "sus" mujeres con argumentos que rebatiría si se tratara de la relación entre una de sus comadres de Mujeres Libres y cualquier otra pareja masculina. Parece que "lo personal es político" si me afecta para bien, no si me afecta mal o si le afecta a otros de un modo que me pueda perjudicar, en cuyo caso vade retro, no seas invasivo, respeta su privacidad, que en realidad es la mía, pero estaría mal decirlo. Privacidad que conglomera el dominio.

    ª "María Magdalena" (G. Davis, 2018)
    Trepismo de proporciones bíblicas (perdón). ¿Por qué Judas, un tipo que ha adulado hasta el servilismo a su maestro, le traiciona de esa manera? O sea, el tío debería estar más o menos agradecido, ¿no?, más allá de las limitaciones del magisterio y filosofía del nazareno.
    La respuesta es muy dolorosa. Judas, perfil psicopático, está egocentrado al punto de que su deseo individual de vivir un lugar irrepetible de la Historia ha de ser, a la fuerza, coincidente con la Historia misma. En el aparato psíquico de Judas, Jesús sería el encargado de conseguir que eso suceda. Si no sucede, el culpable es Jesús, que no estuvo a la altura de la Historia (= su deseo). Así que, en su delirio, no estaría traicionando a Jesús, sino salvando al movimiento al desplazar a Jesús por incompetente. Entre la megalomanía y la vanidad moral. Hoy nadie pone en duda que Jesús fue leal a la lucha hasta el final, mientras este muchacho con ojillos de perrillo chico, estéticamente beligerante, pero y por inseguro... fue siempre, en lo más profundo de sí, un traidor.
    Con todo, mejor que otros: se ahorcó. Se dio cuenta demasiado tarde, pero se dio cuenta. Huella histórica de que la psicopatía tiene cura.

    ª "Martin Eden" (P. Marcello, 2019)
    Obnubilado por la lectura de Herbert Spencer, Martin Eden anhela el reconocimiento aristocrático a toda costa, en tanto es el código con el que se reconoce a los fuertes en nuestra sociedad. Martin Eden es un pedazo de mierda y lo sabe, pero prefiere ser un mierda a volver a meterse en la bodega de un barco. Lo segundo es legítimo, lo primero es impresentable. Termina por odiarse y el mercado editorial hace de esto un espectáculo. Escalofríos.

    ª "Ocho sentencias de muerte" (R. Hamer, 1949)
    Mazzini vive como una humillación haber sido desbancado de la nobleza. Teniéndolo todo a su favor para hacer de la lucha democrática su venganza, opta sin embargo por el mismo crimen de la escalera que vimos en "Martha Ivers". Eso se debe a que no le duele tanto ser ninguneado por estos hombres y mujeres de la upper class como estar excluido de la posición que cree merecer por derecho de nacimiento. Por eso lo único que podría mitigar su rencor es ponerse a la altura de sus nobles parientes, no abrir brecha ideológica con ellos. Odio por el objeto de su amor, amor por su objeto de odio (se ve con su amiga Sibella). Tenemos nuestro campo anegado de gente así, de plantas trepadoras, de falsos amigos que aceptamos por blandir un hacha que vale para ambas operaciones de nivelación: hacia arriba (aristocrática) y hacia abajo (democrática). Con "aliades" así, el enemigo puede ahorrarse los infiltrados policiales.

    ª "Nos habíamos amado tanto" (E. Scola, 1974)
    en pleno desarrollo ... paciencia

    ª "Rain Man" (B. Levinson, 1988)
    El personaje de Tom Cruise nos abrasa por su contemporaneidad. Actores, publicistas, comerciales... todos los que hacen de su oficio la mentira están en los mandos de la política. Ellos dicen que no, que se trata de seducir, de interpretar al otro para conectar. Anda y que os folle un pez. "Conectar" es lo que sucede cuando el protagonista de esta película deja de seducir, de fingir, para escuchar de verdad.
    Otra película para rastrear el oportunismo emperifollado de compromiso fraterno. En fin, la familia. Esa secta lubricada por la herencia. Al menos abre una rendija a la redención.

    ª "Senderos de gloria" (S. Kubrick, 1957)
    Por definición un oficial cuida de su tropa más que de sí mismo. Los hay vanidosos que lanzan a la tropa a una muerte segura en una misión imposible para ganar no la batalla... sino una medalla. Medalla que luego se canjea por prestigio, y el prestigio por influencia, favores, no es para adornar la sala de estar.
    En mi fantasía divergente, los compas insubordinados salvan la vida y el general Broulard es ejecutado sin honores, tras un juicio televisado, y su nombre borrado de todos los registros. En las organizaciones de la turbopolítica actual este tipo de oportunista felón pasa por "audaz". "Audacia", decían los botarates. Gracias por nada, digo yo.

    ª "Underground" (E. Kusturica, 1995)
    Nos decía el compañero Valen hace años que el socialismo que había existido no era ni burocracia empoderada, ni estado obrero degenerado, sino las desviaciones antidemocráticas esperables en una formación social en la que la clase productora está sometida a la pequeñoburguesía urbana (sus intereses) en nombre de la primera. Algo similar a una socialdemocracia, entonces, pero con el capital realmente constreñido, apretado, cuestionado. Si Marko es un pedazo de trepa, por muy comunista que sea, es porque ese modelo de transición socialista se lo ha puesto a huevo. La cosa no podía acabar de un modo distinto a como acaba, con el Negro todavía envuelto en la bandera del socialismo, sin recordar o entender muy bien qué fue o es, dando cuenta de su antiguo amigo durante el colapso balcánico. A lágrima viva.

Nota Mié Ene 18, 2023 3:58 am
4. Ejemplos de la vía socialista al desarrollo personal. Hay gente cuya disposición ética le impele a mejorar individualmente sin vampirizar el trabajo ajeno y, virtus virtutum, sin dejar al vulnerable atrás.

    ª "Azuloscurocasinegro" (D. Sánchez Arévalo, 2006)
    Jorge es la némesis del trepa y la ideología del éxito. Persigue lo que le motiva, pero no por eso deja de exprimirse la conciencia para no dejar a nadie atrás. ¿Cómo? Rompiendo la pared de cristal. La pared, no el techo. Así hace el auténtico working class hero. Sería un gustazo militar con él.

    ª "Dietland" (M. Noxon et al., 2018)
    Alicia es la enemiga natural de Barry Lyndon, un niñato que tanto más se confirma en su clasismo cuanto peor le tratan. A ella ninguna humillación le hace decaer su fe en la agencia colectiva. Aceptarse, quererse en su condición, y confirmarse en la necesidad de una transición social (como categoría del materialismo histórico) son baldosas bicolor de un mismo camino; un desmentido de los mecanicismos sociológicos que disocian el nivel individual del colectivo.

    ª "El cartero (y Pablo Neruda)" (M. Radford, 1995)
    Mario empieza a frecuentar a Neruda con una movitación errática, entre la literatura como llave para el sexo y el deslumbramiento por el aura del intelectual. Pero Neruda tiene tablas y no se atasca ahí. Se vale de las inquietudes originales de Mario para ayudarle en la "toma de conciencia" de su propia condición social, y trabajará su autonomía hasta convertirle en un Miguel Hernández siciliano.
    Sí, en esto Pablete sí milita bien, es ejemplar. Se deshace de todo elitismo y goza enseñando literatura a un paisano. Su entusiasmo por su propio oficio es tan contagioso como su capital social y consigue muy pronto que Mario guste del arte por el arte y no del arte de la conquista. La poesía será un dispositivo de autenticidad o no será. Pensemos en su contraparte, p. ej., el poeta-publicista de "Underground" (producida, por cierto, en este mismo 1995). Este es el Neruda que nos gusta: el que capacita al Mario que necesitamos.

    ª "El milagro de Ana Sullivan" (A. Penn, 1962)
    Explotadísimo icono liberal, Helen Keller quizá sea el primer relato masivo de superación personal asociado a la discapacidad... y, sin embargo, dedicó casi toda su vida adulta a luchar contra el relato que habían hecho de ella y al ideal del socialismo.
    Ejemplo de cómo del sufrimiento individual derivado de una posición marginal en la sociedad se puede llegar al deseo apasionado, por identificación, de liberación de todo ser vivo socialmente dominado. El potencial emancipatorio de la diversidad, de lo divergente, en el amanecer del siglo XX.

    ª "Hierro 3" (K. Kim, 2004)
    Tae-suk y Sun-hwa son hikikomoris nómadas, desertores de lo social que practican la autodefensa con el hierro más débil. Su pasividad es wu-wei y sabotaje noviolento (induce al diálogo); una pasividad no pasiva en su relación con el capital-trabajo, del que se están alejando para repararse, a la par que reparan el mundo de los objetos para hacer mejor el de las personas (budismo, taoísmo, también cualquier ecologismo contemporáneo). Si en ese proceso violan la privacidad es porque esta es un ardid burgués para invisibilizar las violencias de interior (todas las parejas a las que expropian temporalmente son violentas): rasgarla es condición para rehacer una intimidad habitable, genuina, libre de violencias. La práctica de Tae-suk y Sun-hwa no tiene reproche desde la ética, sino desde la política.

    ª "La hora 25" (H. Verneuil, 1967)

    Ya había listado esta peli para hablar del trepa Dobresco, el comisario de policía obediente a los cambiantes poderes del estado rumano mientras no tuviera que rendirles cuentas sobre lo que hace en su municipio. Su piedra en el zapato no será el prota masculino, sino Suzanna, pareja de este, a la que no amendranta ningún fascismo doméstico. Resistirá todas las presiones de Dobresco para hacerse con su cuerpo y su pequeña hacienda, hasta casi desvanecerse. Tampoco ceder habría sido la salida fácil, al contrario. Así que si está en este listado no es por lo que su resistencia supone como apego abstracto a "lo correcto", ni por el peso específico de su sacrificio, sino porque entre dos rigores imponderables escogió el que bloquea las oportunidades sociales de Dobresco. Ese es su mérito. Su obstinada individualidad hace parte de este listado con honores, porque tiene consecuencias no sólo para sí, sino para todo el municipio.

    ª "Locke" (S. Knight, 2013)

    Contratrepa. Antihéroe. Derrotado. Derrota por determinado. Disolución de la épica y el refuerzo positivo (like). Enemigo natural del Ryan Gosling de "Drive".
    Ahora que la chavalada ha revalorizado el concepto de "derrotismo revolucionario", "Locke" puede funcionar como espejo retrovisor de su vertiente ética. El cine nos ha acostumbrado a pensar que las decisiones son correctas si se premian: el héroe vive o muere "con honor", casi un epíteto para describir el reconocimiento colectivo. ¡Como si contar con la bendición de la mayoría en un mundo injusto fuera fuente de certeza! El desmentido de la vida real es que las decisiones son correctas no si son aplaudidas, sino si se ajustan a nuestra propia ética y se toman con pleno conocimiento de las consecuencias, aunque nos perjudiquen. Es una tensión entre lo necesario, la llegada a destino, y lo adecuado, la proporción de energía o fuerza justa para romper lo que haya que romper: el matrimonio, la familia, el contrato de trabajo, la amistad... la convención social, la normalidad.

    ª "Tierra de ángeles" (K. Pollak, 2004)
    Hay gente dispuesta a empujar su cuerpo hacia abajo. Y no por preferir ser cabeza de ratón a cola de león, que haberlos también los hay, sino porque íntimamente les destruye competir y sólo ahí -abajo- encuentran un lugar en el que realizarse aportando.

Nota Mié Ene 18, 2023 4:01 am
5. Aclaraciones, agradecimientos y un ejercicio

    Esta monografía no es un estudio académico, sino militante. Responde en primer lugar a mi necesidad de exorcizar una vivencia personal que no encontró otros cauces. Los agentes implicados la bloquearon en reuniones y conversaciones informales. Varios/as de ellos/as me prohibieron que hablara de estas vivencias con nadie, incluido con ellos mismos, para no dañar su (auto)imagen. Omertá o ley del silencio como condición de posibilidad de las fantasías anairissimonianas que desplegarían más tarde y que quebrarán en los próximos años. Ha sido cuestión de supervivencia darle estatuto racional a estos sucesos sin desbancar la rabia que ha seguido a una depresión severa. Cuesta mucho encontrar las palabras para describir violencias que la mayoría banaliza. No le he dado el suficiente empaque teórico, sin embargo. Seguiré estudiando y desarrollando. Si alguien es capaz de hacer algo de mayor rigor, con gusto moveré esto al "dazibao" y publicaremos la suya como monografía mayúscula.

    El dibujo de cabecera es el gran visir Iznogud, quien me diera mi primera educación sobre el tema. Y me sirvió, pero mi soberbia me ha hecho minusvalorar la resolución de estos fantasmones tantas veces como se han arrimado calculando qué podían sacar. Peor aún: me relacioné con ellos conociendo el paño bajo una premisa equivocada: que da igual qué nos motiva a enrolarnos en esta guerra, lo importante es la voluntad de combatir en ella. Aún peor: creí que "servir al pueblo", el trabajo de masas, les limpiaría de la pasión triste que es la ambición individualista. Mi error me ha dañado a mí y, por mi posición de referente político o intelectual, según el caso, a otras personas de mi circuito biopolítico. «Es súperclasista, egocéntrico y muy machista, confié en él porque yo confiaba en ti y tú parecías confiar en él». Tengo tallada en la memoria esta frase de Lis. Esta guía es parte de mi propósito de enmienda tras haber fracasado en otro intento previo de enmienda colectivo. Le debo mucha escuela de vida a los iznogud de oxígeno y carbono, y ya veremos si un ensayito de caso que airee las vergüenzas. Gracias, A., A., A., A., C., C., "C.", I., M., JJ., J., R., S. Veinte años no son nada.

    Entre estos, C, A y "C" pusieron empeño en que la línea de depuración frente a esta violencia clasista zozobrara en nuestro pequeño circuito, conscientes o semiconscientes de que les movía el piso. Lo torpedearon con la adaptación micropolítica de una práctica fascista hoy en boga: el bulo. Según su informada opinión, combatir el trepismo sería una forma de derrotismo. Tiene su lógica. Al trepa le conviene que el movimiento mantenga la apariencia de éxito, porque de ahí mama su beneficio; no puede reconocer fracaso ninguno mientras la burbuja no estalle. Si la vanguardia del movimiento la forma una base social ideológicamente trepa, léase aspirantes a clasemedia y chiquiburgueses explotadores, y aún desde su fragilidad la verdad les arrea un guantazo, el movimiento se va a tambalear. ¿Conclusión? Ya estábamos tardando.

    El paralelo siamés entre la lógica del broker ante la crisis financiera y la del clasemediano quincemayista ante la crisis política debería asombrarnos, pero Hegel: el segundo es espejo del primero, no su superación. La chavalada centenial lo ha entendido, para nuestra fortuna. Son nuestra última esperanza en un momento en el que el frente electoral quincemayista se ha "sumado" al psoe en el apoyo a los especuladores financieros que pilotan la transición energética, el plan de los EEUU para Iberia (Marruecos, Ucrania, etc.). Los mismos que juegan al monopoly en los centros urbanos, que ahora han diversificado su actividad. Esto convierte a la nueva socialdemocracia (Podemos, Más País, Sumar) en cómplice de las declinaciones del imperialismo estadounidense, cómplice de los desahucios y cómplice del colonialismo de interior; y todo por creerse que viven en un capítulo de "Borgen" (seguro que a Iglesias le encanta). Ni esto es Dinamarca, ni Dinamarca es "Borgen". No queda nada que rascar en la socialdemocracia milenial. Que se disuelvan y entreguen las armas, somos muchos los que queremos salvar la máxima dignidad posible en el canto del cisne de la Humanidad.

    Entre las películas propuestas, sería muy buen ejercicio, individual y colectivo, que identifiquéis con qué perfiles de trepa habéis tenido la desgracia de organizaros. Empiezo yo: Marcello (mezcladillo con Charlie Babbitt/Tom Cruise), Tomek (uf, preveniros de este, es una involución viscosa del Barry Lyndon y da más miedo que un babaduk), la madre de Moncho, Judas y el general Broulard (un mix con Tomek, en realidad). También varios Billy Elliot, pero son inofensivos, duran lo que dura la moda, luego siguen su camino. ¿Y vosotros?

Nota Mié Ene 18, 2023 5:22 am
Anexo. Poesía

Emily Dickinson escribió:
    Yo no soy nadie, ¿y tú?
    ¿No eres nadie tampoco?
    Entonces somos dos, guarda el secreto.
    Ya sabes que podrían desterrarnos.

    ¡Es un horror ser alguien!
    Pregonarlo lo mismo que una rana
    que proclama su nombre todo el día
    a la admirada charca.

Alejandro Ruiz Morillas, en instagram, el 26 de noviembre de 2022, escribió:
    Te pesan los significantes.

    Dices querer desaparecer,
    pero sólo buscas que te encuentren.



    Intentas darle un aire nuevo a la estancia.

    Pero sobra
    pintura en la pared,
    gotea.

    El maquillaje, la máscara,
    no es lo que te esconde
    sino lo que te desvela.

Alejandro Ruiz Morillas, en instagram, el 16 de noviembre de 2022, escribió:
    He medido mi Índice de Masa Corporal,
    mis seguidores en Instagram
    y mi uso responsable de los adverbios de lugar.

    Resultado: No soy mejor persona.

    He intentado
    escribir poemas sobre matanzas
    que ocurren a diario,
    detener el cambio climático
    y escuchar más la radio.

    Concluyo: No estoy
    más delgado.

    Aún no ha llegado el frío.

    Me gustaría enterrar en hormigón armado
    mi rutilante y trabajada marca personal.

    De repente, respondo a un anuncio:
    Se vende hormigonera.

León Felipe, en "Sé todos los cuentos", escribió:
    Yo no sé muchas cosas, es verdad.
    Digo tan sólo lo que he visto.
    Y he visto:
    que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
    que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos,
    que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,
    que los huesos del hombre los entierran con cuentos,
    y que el miedo del hombre...
    ha inventado todos los cuentos.

    Yo no sé muchas cosas, es verdad,
    pero me han dormido con todos los cuentos...
    y sé todos los cuentos.






Nota Mié Ene 18, 2023 4:41 pm
Anexo. Humor. Si no fuera por el humor, la violencia arribista no tendría visibilidad en la conversación pública, como sucede con toda violencia no reconocida. Alivia el mal padecido y mengua su relevancia a partes iguales.





_alba17__, en twitter, el 6 de octubre de 2023, escribió:
    Estudiantes de Ciencias Políticas: "joder he suspendido escalada".





ainsaxd, en twitter, el 21 de febrero de 2023, escribió:
    Solo hay tres tipos de máster para alumnado de sociopolíticas: máster en blanqueamiento de neoimperialismo y la UE, máster en gestión y administración pública con licenciatura en ser un trepas y máster en desarrollo de políticas chupiguays y reformismo.










Nota Jue Ene 19, 2023 3:11 pm
Anexo. 15m, liquidación de la cultura política socialista

    Se presupone una cultura política mediantamente común a eso que podemos llamar "campo de la izquierda" desde el siglo XIX, de la que el movimiento obrero ha sido su afluente principal. Otras corrientes han hecho aportaciones necesarias en el XX (ecologismo, feminismo, antirracismo...), pero, nuclearmente, es el obrero el movimiento que le dio su contorno. Es de las propiedades de este movimiento del que se deducen sus bases éticas: si luchamos "contra los ricos" por nuestro reconocimiento, es una contradicción in terminis estar en "esto" para enrriquecerse. Facilito. Ni en prestigio, que es más lábil, subjetivo, interpretable; ni en capital, porque es el foco de corrupción programática y de carácter más evidente. Estas líneas rojas no se discutían y a quien las ha discutido tradicionalmente se le ha mirado mal.

Eduardo Montagut, en "Deberes morales para un socialista hacia 1906", en El Obrero, el 5 de agosto de 2017, escribió:[...] todo socialista sabía que en el Partido en el que militaba, además de las obligaciones materiales que la organización nacional y la local establecían, existían unos deberes morales. [...]

  1. Las campañas y los avances del Partido requerían esfuerzos, sacrificios, desinterés y abnegación.

  2. Otro deber fundamental, en línea con el alto sentido pedagógico que Pablo Iglesias insufló en el PSOE, tenía que ver con la obligación de formarse; de instruirse, en el lenguaje de la época.

  3. Además, había que difundir las ideas socialistas entre los compañeros del trabajo, y practicar constantemente la solidaridad individual y colectiva, un valor fundamental del movimiento obrero. [...]


    En la década de 1980 estos principios empezaron a menguar, pero no como está de moda contar, por efecto de la iniciativa "neoliberal" (que a saber qué es eso), sino por lo que la hizo posible: la rápida descomposición de los estados socialistas y, ligada a esta, la del movimiento obrero europeo en la década de 1980. Que "la política" pudiera ser un medio para prosperar individualmente (profesionalizándote en ella de por vida, p. ej.) dejó de cuestionarse en el liberalismo de izquierda, que siempre se debió a revoluciones que ponían al Derecho en el centro y no al capital. Casi simultáneamente abriría la mano la socialdemocracia, porque todo enrriquecimiento es lícito si la distancia entre las primeras y últimas rentas no es exagerada y pagas impuestos. Eso facilitaría, por cierto, el viaje de casi todos sus cuadros al liberalismo en sucesivas oleadas. Los socialismos, sin embargo, debían permanecer impertérritos, pues su objetivo era superar la explotación, la artimañana social por la que uno concentra la riqueza a costa de un otro que no la concentra. En esta tercera corriente, la memoria colectiva de una ética tal servía, como poco, de última barrera psicológica.

    El quinceeme (2011) fue el programa de actualización, la gran ola que reventó la contención, barriendo los últimos vestigios de esta cultura política y validando la cultura trepa, el darwinismo político con salida social, para el nuevo campo de protesta social emergente. En aquellas jornadas, se normalizó la individualización de la política (un solo individuo tiene derecho a bloquear una votación como supuesta garantía democrática, pero luego no "hace ruido" que el más retórico pueda meterse a todo el colectivo en el bolsillo...), se eliminaron procesos como la delegación (se constriñeron exageradamente los mandatos, se burocratizó la rendición de cuentas, se naturalizó la desconfianza...), se consolidó el divorcio entre emoción y razón en favor de la emoción (tal y como nos venía enseñando a hacer el consumo de masas desde finales de los 70) y se exaltaron los rasgos ideológicos del sujeto burgués en versión de andar por casa (todas las opiniones importan porque tú eres especial, da igual que no tengas pajolera idea de lo que estás hablando, ni te vamos a pedir que te documentes antes de hablar: de Steve Jobs a Elon Musk).

    Centenares de miles se educaron en el liberalismo político sobre una práctica voluntaria y masiva que tiene mucho en común con eso que se llamaría luego "ludificación" de los procesos sociales. Sin memoria del "hilo rojo", ni estructuras políticas suficientes para preservar la memoria del socialismo, y muy escasas quejas de alcance, a nadie deberían sorprender las barrabasadas que vivimos luego y siguen en curso. Todo se ha liberalizado. O "privatizado", si se prefiere así. El clasismo más insultante campa ya a sus anchas entre gente que se identifica como comunista, casi siempre disfrazado de cultura del esfuerzo.

    Dejo algunos apuntes para pensarlo.

Jorge Riechmann, en twitter, el 22 de diciembre de 2022, escribió:
    Nociones como “razón” o “alienación” casi han desaparecido de los análisis de nuestra izquierda política; en cambio, “relato” o “narrativa” están en todas partes. “Disputar el relato” se vuelve un sintagma recurrente. ¿Cabe creer que eso represente un avance en términos de cultura política o madurez democrática?

En mi reseña a "BoJack Horseman", el 21 de septiembre de 2021, servidor escribió:
    [...] a partir del quinceeme, izquierdas clasemedianas que simulaban no serlo ("somos los de abajo contra los de arriba") predicaron el desborde emocional como motor político. Era el combustible de la plaza y luego de sus candidaturas: no pienses, déjate llevar, ahora o nunca, el espontaneísmo te va a salvar, tírate por la ventana (de oportunidad). Se vivía la euforia climática de un anuncio de Aquarius.

    Claro que después de todo fiestón viene la resaca. Arrasadas las candidaturas quedaron arrasadas las emociones parejas, sustituidas por frustraciones reactivas, los automatismos de base traumática de Diane y Bojack. Nadie está hablando de eso, mucho menos trabajándolo y, por tanto, quienes tienen capacidad ejecutiva hablan de repetir el gesto. Acabará mal.

En mi reseña a "Hijos de la ultraderecha", el 4 de marzo de 2021, servidor escribió:
    [...] La seguridad no es un problema individual, sino colectivo. La seguridad de cada uno de nosotros compromete al resto. No hay más que pensar en el efecto dominó de una redada. [...] En la militancia sigue instalada la ética superheroica y se ha potenciado el individualismo de red (ej: PI duplica en redes los seguidores de su partido, pero esto se da a cualquier escala, en la más básica), lo que perjudica la idea de que es el partido, la acción organizada, el que propicia cambios duraderos. Como en el resto de esferas de la vida, en esto también somos ya empresarios de nosotros mismos. En las primeras primarias de Podemos vimos a decenas de miles de personas entregar su CV activista como si fuera un CV laboral. Estaban adornados, exagerados hasta el bochorno; cada uno era un arte de make-up digital para diferenciarse de los demás aspirantes. Esto hace muy difícil que la propia militancia dé su consentimiento a formas de disciplina colectiva, porque en tanto esta nos pone a todos bajo el principio de la planificación estratégica obstaculiza el juego de venderte como sujeto único, original, con un relato que nos separe de los demás. El mismo principio se incrusta en nuestra concepción de la autodefensa. El sujeto carga sobre sus espaldas la responsabilidad de su seguridad personal. Por eso huye a un chalé en Madagascar, sin que nadie le ofrezca una alternativa realista, o subestima las amenazas en forocoches de la horda incel, sin que nadie le convenza de que es una temeridad. Hasta que un día entran en nuestra casa, nos rocían la cara con ácido y acribillan a nuestro hijo. Tampoco pasará nada: añadiremos carita triste al estado de red y un héroe al panteón, para que otros militantes tengan un dios al que sacrificarse nuevamente y un tonto nerudo material para un rap. De mayor quiero morir de un tiro en la frente, es... es tan alentador. Establecer protocolos colectivos, acompañar, montar un dispositivo de seguridad orgánico sería colectivismo, comunitarismo, corporativismo, un insano gregarismo. Que es, como morir de aburrimiento en el metro de Moscú, mucho peor que ceder la libertad de sentir nuestra piel derretirse al contacto con el químico.

Will Storr, en The Status Game, citado aquí el 3 de noviembre de 2022, escribió:
    Las personas practican un "altruismo competitivo", luchando por ser consideradas por los demás como grandes contribuyentes al grupo. Por supuesto, el estatus se otorga al altruista también en las sociedades más modernas: los estudios demuestran que los que donan a la caridad, por ejemplo, experimentan un dramático aumento de prestigio a los ojos de los demás. Podemos considerar nuestra reputación como una versión simbólica de nosotros mismos que existe en la mente de los demás.

Fernando Broncano, en twitter, el 6 de mayo de 2023, escribió:
    "Apostamos por...": una expresión omnipresente en las campañas políticas que habla mucho de cómo el capitalismo de casino coloniza el lenguaje. Años atrás habríamos oído: "luchamos por..." o "caminamos hacia...".

Javi Verdejo, en twitter, el 12 de septiembre de 2022, escribió:
    En muchas ocasiones, el compromiso militante exigido por ciertos partidos y juventudes comunistas (con la excusa del centralismo democrático), solo es asumible por chavales que tienen mucho tiempo libre y pocas responsabilidades. Es decir, jóvenes que no viven en la precariedad. Tened claro que un chaval que debe compaginar estudios y trabajo, afrontar dificultades en su hogar como adicciones o violencia o sobrevivir a la precariedad, no va a tener tiempo para las exigencias de ninguna formación leninista sin dejarse la salud mental en ello.

Marcello Musto, en twitter, el 5 de octubre de 2023, escribió:
    Los partidos comunistas del siglo XX tenían muchas limitaciones, pero eran populares. Hoy las fuerzas de izquierda han desechado la cuestión de la construcción de nuevas organizaciones políticas de masas y se apoyan en mecanismos deletéreos de personalismo y fiabilidad política.

Nota Mié Ene 25, 2023 3:25 pm
Anexo. 15m, lanzadera de trepas

    El ciclo radical-democrático de 2006-2016 (aprox.) ha sido pródigo en clasemedianos aspiracionales que para posicionarse socialmente contaban como primeros recursos sus atributos carismáticos, las "relaciones públicas" y la "comunicación política". Tomek "el hater" es un arquetipo fiel de este proceder. Para más ayuda, un puñadito de aforismos sobre esta malograda horquilla histórica que ríase usted del breviario de tito Mao:

Iván de la Nuez, en twitter, el 14 de marzo de 2021, escribió:
    Si no sabes detectar la promoción individual dentro de una agenda colectiva, deja la crítica.

Iván de la Nuez, en instagram, el 22 de noviembre de 2021, escribió:

Iván de la Nuez, en twitter, el 20 de octubre de 2022, escribió:
    Buenas Causas + Autopromoción
    =
    Autopromoción - Buenas Causas.

Alejandro Ruiz Morillas, en twitter, el 1 de noviembre de 2017, escribió:
    Militancia freelance: igual que presento proyectos en instituciones y lo llamo trabajo, orbito en torno a colectivos y lo llamo... ¿marca?

Sasaπ, en twitter, el 31 de octubre de 2022, escribió:
    Qué tierno ese momento en el que los influencers de izquierdas pasan a usar su nombre real en redes. Es la culminación del desarrollo de su "marca personal". De ahí ya pasan a los libros, los podcasts, los chiringos políticos nuevos y quizás luego las listas electorales.

Irene l, en twitter, el 7 de diciembre de 2022, escribió:
    Oye, sinceramente, ¿no os genera bastante ansiedad la manera en la que la militancia de izquierdas parece basarse cada vez más en hacerse una carrera individual o un nombre? Voy a meter más leña al fuego: creo que esta actitud de "salvarse el propio culo" sólo refleja la falta de estrategia de la izquierda y, sobre todo, la imposibilidad que tenemos de imaginarnos un modo de vivir y relacionarnos que vaya más allá del capitalismo.

Lu, en twitter, el 2 de abril de 2022, escribió:
    Me da bastante pena ver a gente cuyo trabajo político no está orientado a transformar la realidad radicalmente, sino a aumentar su capital social y a hacer carrera en un sentido puramente personalista. Si tu idea de éxito político es que los cuatro periódicos o revistas de izquierdas te publiquen un artículo al mes y tener cenas cada dos semanas con la cúpula cultural alternativa siento decirte que no estás haciendo trabajo de masas, estás viviendo del cuento.

_ag17__, en twitter, el 11 de noviembre de 2023, escribió:
    Cada día más claro que quien intenta sacar rédito (económico o de prestigio) en su militancia a costa de su carrera profesional (normalmente intelectual) merece que se le echen las cosas en cara de una manera firme.

María Soledad Acuña Díaz, candidata a la asamblea constituyente chilena, en twitter, el 7 de julio de 2022, escribió:
    Después de mi experiencia (de turista) en la política, no podía salir del asombro de haber visto la enorme cantidad de narcisistas que hay en ese mundo. El horror por el reproche moral a sus acciones me congeló mucho tiempo, así que estudié y sigo estudiando sobre el narcisismo.

    Traté de contar de esto a mis amigxs, para que se indignaran también, estaba pegada en que esto se debía saber, que la vía de detener a esta gente narcisista era que todos se enojaran tanto como unx. Pero obviamente no le había dado el cierre final a la idea de unión entre poder y narcisismo. Sin embargo, todo cobró sentido cuando vi a la maestra Jeannette von Wolfersdorff en Viax, quien, dejando el asombro y tomando acción, nos dice que esto es una realidad, este tipo de personas no responden a lógicas ni a valores comunes. Por lo que, aceptando eso, debemos tener una normativa dirigida a proponer los incentivos correctos para que ellxs sigan las leyes y no hagan trampa en pos de la satisfacción del bienestar personal y, generalmente, en desmedro del resto de la sociedad.

    Esto también me hace linkear el tema a las campañas del Apruebo y Rechazo, ya que creo que debemos saber que hay gente que miente descaradamente por defender sus privilegios y que están dispuestos a ir mucho más allá, ya lo sabemos. Bueno, hay que dejar el asombro. Hay que saber sobre qué hechos (y no supuestos) estamos haciendo camino. Así es la cosa, pero tenemos que tomar acción para adelante y dejar de picarnos, abandonar la emocionalidad que viene aparejada con la rabia ante la injusticia de verlos mentir. Así que la idea es enfocarnos en cómo hacer una campaña propositiva, que obviamente desmienta las fake news, pero que emocionalmente no nos haga caer en la trampa de estos narcisistas. Y así seguimos construyendo con el mejor de los ánimos, sin pelear, sin pasar rabias.

Ana Carrasco-Conde, en twitter, el 12 de septiembre de 2022, escribió:
    Tengo mis polémicas dudas de que algunos de los que se dedican hoy a la filosofía hagan filosofía. Cuando se la utiliza como medio para lograr reconocimiento y ensalzarse ya no es filosofía, porque su fin no es el saber, sino trepar sobre ella para que los demás sepan quién eres.

Ani Pérez, en twitter, el 31 de marzo de 2022, escribió:
    Hay muchas razones por las que he rechazado dar más entrevistas, pero una que se puede decir es que es fácil caer en una lógica de autopromoción individual y acabar siendo alguien que habla de cualquier cosa con quien sea. Yo no quiero eso, para mí la investigación es militancia.

Iván de la Nuez, en twitter, el 9 de junio de 2023, escribió:
    La militancia política como campaña literaria... ¿clasifica como puerta giratoria?

Amilcar Paris Mandoki, en twitter, el 4 de abril de 2022, escribió:
    Rechacemos el fetichismo del éxito sociópata e individualista que tanto daño le está haciendo al mundo, abracemos mejor una mediocridad generosa y comunitaria.

Iñaki Errazkin, en twitter, el 28 de noviembre de 2022, escribió:
    Llamadme romántico, pero hubo un tiempo en que a los militantes de las organizaciones de izquierda se nos respetaba porque dábamos ejemplo.

entromiso, en twitter, el 8 de marzo de 2022, escribió:
    Que haya tanta gente militando que quiere ser pyme o profesión intelectual es un indicador potente del "malestar de la organización".

    Y luego está esa gente que declara querer sacarse unas oposiciones para así tener más tiempo para militar.

    ESA gente.

    #miedito
    #aristocraciamilitante

Asaari Bibang, en twitter, el 18 de julio de 2022, escribió:
    No es “mi empresa”, es “la empresa en la que trabajo”.
    Hoy, mañana y siempre.

Rober, en twitter, el 8 de mayo de 2023, escribió:
    Delegad@s sindicales que tras salir elegidos en las elecciones son ascendid@s por la empresa y convertid@s en encargad@s. ¿Qué puede salir mal?

Srg HkBk, en twitter, el 9 de marzo de 2023, escribió:
    Somos hijxs de nuestro tiempo. Acunados en una generación cobarde. Con miedo y recelo a perder sus propiedades a plazos, sus hipotecas. Buscando el reconocimiento individual y el capital social. Sin ningún atisbo de sacrificio real más allá del fotograma y la capitalización de ese activismo.

    No puedo más de verdad.

adventicia, en twitter, el 23 de septiembre de 2022, escribió:
    Confieso que se me salta una lagrimita cada vez que veo a gente seria y militante, organizada e involucrada en movimientos sociales, meterse en nuevos proyectos electorales de escaso recorrido. Me da mucha pena, lo siento. Y no me ilusiona nada.

    Cada vez que se produce un nuevo "fichaje" se lanza el mensaje de que hay una política de segunda división (movimientos sociales) y una de primera (política electoral). Y se da a entender que los mov. sociales son solo una plataforma previa para lanzarse luego a esa vía electoral.

    A mí me parece mucho más serio, más interesante, más maduro, más sólido y, a la larga, más útil y transformador militar en movimientos sociales que estar una y otra vez inventando nuevos partiduchos, confluencias y engendros de estos que no duran ni dos legislaturas.

Domenica, en twitter, el 8 de febrero de 2023, escribió:
    A algunos la teoría y el rollito intelectual os ha servido para disimular vuestra cobardía en nombre de una elaborada estrategia.

    A nosotros nos faltó estrategia, pero al menos tuvimos el coraje suficiente para que vosotros significaseis vuestros proyectos de mierda.

    Todo cambia.

Juan Irigoyen, en twitter, el 27 de enero de 2023, escribió:
    Abstención y dimisión de la sociedad ante un hecho del rango de una guerra peligrosa. La política comparece como la apoteosis de la banalidad, y para la izquierda el oficio de llenar las neveras. Miseria de las organizaciones sociales, culturales, profesionales y ciudadanas.

Juan Irigoyen, en twitter, el 28 de enero de 2023, escribió:
    Es sorprendente el furor belicista de la progresía de esta provincia del imperio y patético el cinismo -convertido en obra de arte- de las gentes de la galaxia de Podemos. A estos no les saca de sus sillones ni las mismísimas bombas nucleares. Espectáculo indigno el de La Sexta.

Brais Fernández, en twitter, el 25 de octubre de 2022, escribió:
    El yolandismo supone también la muerte de la política podemita basada en el selfie activista como medio para acumular capital simbólico: llega la era del tecnócrata, del experto, del que ya tiene la carrera hecha. Sumar empieza donde a Podemos le gustaría haber llegado y no pudo.

Lavín, en twitter, el 20 de diciembre de 2022, escribió:
    ¿Unidas Podemos votará el mayor presupuesto militar y policial hasta la fecha al tiempo que Echenique mostrará su disconformidad y pondrá un tuit tope crítico con el PSOE? ¿Sumar superará la ratio de catedráticos universitarios en una papeleta electoral?

    Hola, 2023.

Lavín, en twitter, el 17 de noviembre de 2022, escribió:
    Debemos reconocer que hay mucho de inquina personal en las ganas que tenemos de ver a Podemos en el Grupo Mixto. La Nueva Política™ ha sido una agencia de colocación para trepas de departamento universitario y medios de comunicación alternativos.

    Gente que echaba pestes de la política profesional en IU y de las burocracias sindicales, muchos activistas de pancarta y calle, vieron el cielo abierto cuando los “nuevos municipalismos” y las elecciones a consejos ciudadanos. Más jugoso que una beca de investigación, ¿verdad?

    Por supuesto que hubo más que ambición personal. Hubo una motivación política: la de la clase media, la de restaurar el pacto social por el Estado del Bienestar y el “tengo cuatro másteres; ¿qué hay de lo mío?”.

Domenica, en twitter, el 4 de julio de 2023, escribió:
    El círculo de la vida: estudiar en concertada progre, hacer una carrera de humanidades, pasarte por suficientes asambleas en la Uni como pa que conozcan tu cara, hacerte tweetstar, algunos incluso currar (en el tercer sector, por supuesto) y que te den un carguito. Y luego mueres.

Lluís, en twitter, el 13 de mayo de 2023, escribió:
    Como comunistas nos debemos única y exclusivamente al programa histórico comunista. Un comunista honesto deberá juzgar siempre si su organización rema en esta dirección o si, por contra, ésta destina los esfuerzos de su militancia a fines socialdemócratas y oportunistas, a su propia autorreproducción y/o, en el peor de los casos, a la promoción de sus dirigentes.

entromiso, en twitter, el 3 de junio de 2022, escribió:
    Los sujetos políticos absolutos de hoy son el youtuber y la víctima perfecta. Logra que tu relato personal encaje en esos parámetros y serás el centro gravitacional de la política espectáculo.

    La víctima perfecta es la autopromoción por compasión. Puesta en escena en serie para la valorización simbólica. Pose-posicionamiento. Qué horror la generación millennial. #15Mnuncamás

Juan Irigoyen, en twitter, el 15 de mayo de 2021, escribió:
    15M convertido en un simulacro mediático. Las imágenes manipuladas; los actores envejecidos instalados en un sistema político aún peor que aquél; las narrativas deterioradas; los excombatientes mostrando sus medallas y exhibiendo su memoria distorsionada. Parodia e hiperrealidad.

Naiara Puertas, en twitter, el 5 de agosto de 2022, escribió:
    Curioso que gente que en el 15M estaba muy a tope con cómete a los ricos, los banqueros, su puta madre, ahora te salte con que los jets privados al final no contaminan tanto. Es como si cuando se encontraran cosas concretas sobre las que actuar hubiera que poner una barrera para volver a lo de siempre, lo que nos gusta: hablar y escribir mucho sin hacer nada.

Calicó Camilo Rackham, en facebook, el 10 de febrero de 2021, escribió:
    A punto de llegar el décimo aniversario del 15m reducido al olvido y la insignificancia. De la evolución de todo aquello destacaría:

    1) El comienzo: ingenuidad clasemediana canalizada en sloganes y prácticas impugnatorias con potencial transformador.

    2) Mutación del 15m hacia las luchas efectivas. Agotamiento del modelo del asamblearismo abstracto, nutrición y multiplicación de los movimientos sociales. Consolidación de una ética difusa pero generalizada de impugnación.

    3) Agotamiento del momento social, necesidad de asalto político. Inversión y mistificación de todos los valores del 15m en favor del proyecto laclausiano. Instauración del sectarismo.

    4) Degeneración progresiva de Podemos como resultado de su corrupción moral original. Difusión del desencanto generalizado, progresiva afirmación de la antipolítica y el identitarismo. Oportunidad para la neo-derecha aprovechada.

    5) Continúa la degeneración identitaria y sectaria en el campo de izquierdas, división sororicida del movimiento feminista, rojipardismo, aparición de gérmenes de cosmovisiones delirantes que profundizan en la decadencia y el apoliticismo.

    6) Emergencia de un nuevo sujeto político: los youtubers millonarios.

Paula Llaves, en twitter, el 12 de diciembre de 2022, escribió:
    Conversábamos de camino al tren sobre activismo, divulgación y lucro y entonces, entre partidos y CM's, aparecieron los represaliados, apareció la cuestion del miedo, que puede ser motor e impulso. El miedo permanente. El miedo a la represalia y el miedo a que no cambie nada. Me preguntaba cómo nos habíamos conocido:
    - Somos de esos que fueron al 15M a perder. Porque a esto se viene a perder. Salud, dinero, tiempo, tranquilidad... No a ganar. No vamos a ganar casi nunca. Las victorias siempre serán minúsculas. La única ganancia son los afectos. Eso sí.

    En su cabeza, lo veo, lo leo, se agolpan nombres de los que sí ganaron. En la mía también. Sonrío:
    - A muchos solo les movía el hambre. Otros vieron pronto el espacio para medrar. Hay incluso quien preparó su lucro de antemano. Es otra gente. Este y yo somos de los que dijimos "no".

    Volvemos al miedo. Le digo:
    - Siempre me surgen dudas en las manifestaciones masivas. Por un lado entiendo el poder de la multitud, por otro temo que la ideología se disuelva en la inmensidad, como una suerte de principio homeopático, convirtiendo la causa en tendencia. Creando la falsa ilusión de que toda esa gente lo tiene claro, cuando, a veces, tantas personas juntas solo significan que la lucha ha pasado a ser un input atractivo para la marca personal que estás vendiendo.

Erra, en twitter, el 25 de enero de 2023, escribió:
    Algún día abriré el meloncito del rap "de izquierda", la decadencia de la música combativa y por qué unos están cobrando 5.000€ por un bolo y otros han acabado presos, mendigando o repartiendo flyers por un céntimo el papelito para sobrevivir.

Cris, fan de la trashumancia, en twitter, el 30 de abril de 2023, escribió:
    Agarraos los machos: se intensifica la oleada de oportunistas que se suben interesadamente, mal y tarde, al carro de la transición verde. Empresas, intelectuales y demás. Pasando de lado y mirando de reojo el trabajo de quienes han sido minusvalorados y silenciados durante años.

    Sobre lo intelectual: ese oportunismo no conlleva necesariamente una toma de conciencia comprometida. Aproximarse a esta causa mientras se obvian los esfuerzos y líneas de pensamiento de quienes la han avanzado es, por principio, contrario a cualquier ética de sostenibilidad.

armamente_, en twitter, el 29 de mayo de 2023, escribió:
    No, si será culpa nuestra que hayáis capitalizado el 'momento destituyente'; lo hayáis hecho asimilable institucionalmente y vaciado de la más mínima participación popular; llenado de burócratas, tránsfugas, pijos y trepas; probado las mieles del gobernismo y los grandes logros de ser muleta del PSOE renunciando al más mínimo de los mínimos acordados y después aún habernos ofrecido una trama de fraticidio digna de telenovela.

    Anda, iros a la puta mierda ya, caraduras.

Emmanuel Rodríguez, en twitter, el 30 de mayo de 2023, escribió:
    Es encantador darse hoy un paseo en redes, y leer y a veces escuchar, a tantos y a tantas llamando la atención y avisándonos sobre la necesidad de votar y apoyar la unidad de la izquierda saliendo de la confortablidad del gueto de los centros sociales, los sindicatos de vivienda, las librerías, los ateneos... Es encantador escucharlo y leerlo desde aquellos que se dedican a labrar sus carreras políticas o profesionales dentro de la «izquierda», que para bien o para mal hoy interesan a cada vez menos personas (incluidos esos pobres a los que "representan").

    Pues bien, solo hay que decirles una verdad a gritos. La izquierda se ha ido al traste por méritos propios: competencia cainita, servilismo, incapacidad de construir base social (y destruir la que había), desprecio a todo lo que le rodeaba y superioridad moral. También porque la izquierda es solo la expresión progre (de izquierda) de la clase media que todavía hegemoniza, controla y gestiona partes importantes del Estado. Es una completa lástima no que el segmento activo no se "ilusione" con la izquierda, sino que una parte importante de la sociedad no le interese la izquierda...

    Busquen responsabilidades en ustedes mismos. Señores y señoras, contengan su mierda. No den la lata.

Pablo, en twitter, el 3 de junio de 2023, escribió:
    Tengo la impresión de que nos encontramos ante la misma tesitura que a comienzos de los 80, agotada la Transición, se llamó "el desencanto". Este ya no viene de las filas de los jóvenes que se rebelaban contra el último tardofranquismo, sino de los que se concienciaron en 2011.

    Como aquellos, muchos jóvenes llevan 10 años poniendo la energía y el cuerpo para aupar a un grupo de izquierdistas profesionales que han tardado bien poco en transformarse de vanguardia a elite (la casta). Y como de aquella, muchos de ellos irán virando a la derecha. Nos espera una nueva generación de Pios Moa, Tamames y Santiagos Carrillo, ahora encarnados en Armesillas, Ramones Espinares y otros que nos sorprenderán en años venideros con su paso a los platós, las administraciones municipales o los consejos de administración. Y todo esto no pasa solo por mi tema recurrente (haber desviado la energía política de la calle a la representación), aunque hay mucho de eso y por eso vemos a gente del entorno Sumar criticar la okupación o a movimientos asamblearios después de haberlos usado para su beneficio. Pasa también porque una vez más se abrió paso a un grupo de personas que no se veían como vanguardia, sino como élite. Por haberles dejado jugar a los experimentos sociológicos con nuestras vidas y reducir nuestra rabia al instrumental del laboratorio dialéctico universitario.

    Y esto no quiere decir que nos vayamos a comer a los fachas en las próximas elecciones. A Felipe González le duró tres legislaturas vivir del cuento mientras la izquierda se iba a la mierda. Lo que quiere decir es que nos esperan años de un PSOE cada vez más derechizado. Lo digo también por esos llamamientos al voto útil al PSOE. Que recordemos lo que hizo el PSOE cuando tuvo mayoría absoluta en los 80. Y lo que hicieron los profesionales de la radicalidad política cuando vieron soplar los vientos. No solo los políticos, sino sus "intelectuales". Vigilad a toda la gente que escribe en Arpa, en Akal, a los que salen en Canal Red, a los influencers de izquierdas... En unos cuantos años muchos van a parecer a Javier Marías, Fernando Savater o Javier Sardá. O peor. A Moa, Losantos y compañía. Yo espero que los que me caen bien resistan el paso del tiempo, pero no pongo la mano en el fuego por nadie, que la generación de mis padres se llenó de quemaduras en vano.

    No quiero llevar con esto a la pasividad y al pasotismo. No hablo ni tengo intención de debatir en términos electorales, porque creo que precisamente ese ha sido el problema. Y que vengáis a hablarme de partidos políticos solo lo demuestra. Hay que mover un poquito el marco.

La A y la V, en twitter, el 17 de noviembre de 2023, escribió:
    Del 15M ya hace mucho, ahora tenemos hipotecas, hijos, hay que irse de vacaciones a Vietnam... Hay que trincar.

Antonio Maestre, en twitter, el 17 de noviembre de 2023, escribió:
    Utilizar el capital político de años de miles de personas y votantes para garantizar una nómina al núcleo familiar es un final que el proyecto no se merecía. Pero es el final que se estaba advirtiendo.

Olivia Yoquesé, en twitter, el 22 de noviembre de 2023, escribió:
    Lo peor en lo emocional de este espacio del cambio, liderado por Podemos al principio, no son las renuncias programáticas, ni pactar con el partido del régimen. Lo peor en lo emocional es traicionar, recolocar amigxs, creerte imprescindible, dejar tierra quemada y que no importe.

Iñaki Errazkin, en twitter, el 17 de noviembre de 2023, escribió:
    Me dicen que Pablo Iglesias piensa abrir un restaurante. No tomaremos las calles, pero tomaremos callos y asaltaremos los tocinos de cielo.

Iñaki Errazkin, en twitter, el 23 de noviembre de 2023, escribió:
    Tener muchos años, y la consiguiente experiencia vital, tiene cosas muy buenas: por ejemplo, que ves venir de lejos a los arribistas.

Nota Jue Ene 26, 2023 3:57 am
Anexo. Trepas de barrio

    El trepa obrerista es especialmente insidioso, porque pone en preventa el capital político acumulado en el movimiento obrero. Casi siempre a la socialdemocracia. Es verdad que hay cuadros que lo hacen por desesperación, porque no tienen otra referencia mejor... El oportunista se distinguirá porque, sea o no sea de condición obrera, regala esta lucha para valorizarse/posicionarse socialmente. Por eso, si no es de condición obrera, el delito es doble. Lo analizaba en "En un muelle de Normandía". Nadie que no sea parte sufriente de una lucha debería ser la parte visible de su reivindicación.

RaccoonTanooki, en twitter, el 25 de diciembre de 2023, escribió:
    Tu amigo, el decolonial, el "barrializado", el que hace textos instrumentalizando la violencia de las personas proletarias a través de medios y contenidos escritos y audiovisuales o en un podcast, el que llena con seminarios y talleres sus discursos cargados de Ego y autocomplaciencia.

Duarte mismo, en otro lugar, el 29 de abril de 2022, escribió:

En dos días vivo dos interacciones cargadas simbólicamente que dialogan muy bien entre sí.

    1. Un joven busca un lugar visible en una concentración (cabecera, pancarta) y pide a su socio que le fotografíe desde diferentes tomas (lógica red). Es un ejercicio de comunicación política para valorizarse socialmente. El objetivo es posicionarse o postularse.
    Cierra el contingente, fuera de cámara, un grupito de cuatro o cinco chavales de extracción obrera. Dada la naturaleza de la protesta, estos deberían encabezarla. La valorización de uno discurre en proporción a la desvalorización de otros.

    2. Un joven da un concierto de hiphop. Asisten sus colegas y cuatro gatos. Pero está PLETÓRICO porque ha cantado para su gente. Circula una energía especial, complicidad... honestidad. No busca el like, le da igual. De verdad.

Ambos jóvenes están en la misma franja de edad.

    El primero es un clasemediano. Lo apuesta todo a reproducirse como tal.
    El segundo, un obrero. Aspira a sobrevivir, la música es una vía de escape a su explotación como camarero.

    El primer acto es explícitamente político. El segundo, no. Sin embargo, el político me deja abatido, y es el segundo el que me devuelve la esperanza y las ganas de luchar.

¿Cómo es posible?

Ambos contienen, embrionariamente, dos itinerarios posibles para el cambio social.

    En el primero se logran cosas, y buenas. Pero el salto de calidad último es inviable. Se atora por lo mismo que en la soc-dem o en la URSS. Las decisiones están en manos de gente que hace de su vida un cálculo de las mejores opciones para posicionarse en las búsquedas de google (lo pienso desde mi lugar en el mundo, como aristocracia militante que he sido y puedo volver a ser en cualquier momento. También como responsable parcial de que lo primero suceda.)

    En el segundo acto no hay política ninguna... pero sí unas prácticas sociales en las que LATE LA VIDA.
    Un mundo nuevo.

Y voy a recomendar una película pequeña y sorprendente que lo explica mucho mejor que yo.

    Edito a 16 de mayo de 2023:
    ¿Qué pasa cuando a los problemas no se les pone remedio? Pueden no solucionarse o pueden agravarse. Los pijos que citaba al principio han continuado durante este año con varias actividades más en las que repiten patrón. Hoy he visto un vídeo que finge ser de agitprop. Denunciar un desperfecto en el barrio es el mcguffin para la promo de sus dos protagonistas. Uno pega carteles de denuncia mientras el otro graba, para luego rotarse en las funciones secuencialmente. Puedo imaginar que, si les preguntamos, dirán que nadie más quiso salir en el vídeo o que a la actividad en sí concurrió poca gente. A estas alturas de hilo las ingenuidades están de más. Si concurrió poca gente, la campaña estaba mal diseñada, algún aspecto de ella. Si nadie quiso salir en el vídeo, es porque nadie entenderá la necesidad de protagonizar en singular la denuncia de una situación tan anónima, tan universal, tan inapropiable. Esta no es una pieza de ficción, no hace falta protagonista para vehicular la trama.

    Mi sensación de un tiempo a esta parte es que al menos uno de ellos sabe bien lo que hace y se imagina, sin confesarlo a nadie, de concejal joven por alguna coalición izquierdosa en pocos años, y que esta sería la forma más honrada de conseguirlo. La presunta honradez le hace verse a sí mismo como idóneo para ocupar alguna centralidad política. «Me postulo para asegurarnos de que en el ayuntamiento se defienden las propuestas del movimiento». ¿Cuánto tiempo más van a esperar las organizaciones para incorporar protocolos antitrepas? ¿Veremos algún día campañas masivas de censura ("cancelación") como las del metoo dirigidas a los peores degeneraciones de este fenómeno?

Nota Vie Ene 27, 2023 4:08 am
Anexo. El femielitismo

    El trepismo no es un fenómeno nuevo en política. Posiblemente sea tan antiguo como el primer jefe de la primera manada humana. La novedad es que últimamente se ande colando con un lenguaje cuqui y muy femenino, o militantemente feminista.

    A veces en forma de pequeñas corruptelas.
    Por ejemplo, estos días me he cruzado en redes con una militante que se relame porque un mítin lo peta: «Buenas noticias para mi futuro laboral / Llamita, florecita, corazón». Veintipocos, asesora. Dos de cada tres publis que hace son sobre lucha de clases y género. Ni en IU se escuchaban estas cosas sin que llovieran palos. Podían estar ahí, ojo, pero se censuraba expresarlas. Ahora se proclaman a los cuatro vientos y como si nada.

    Otras veces el efecto es de impacto; arrastra vidas, deforma idearios.
    Uno de los casos más perversos que hasta la fecha he registrado de las derivas del "15m de las mujeres" arranca hace unos meses en este hilo (octubre de 2022). Y nos sirve para explicar la socialdemocracia.
    VC, su autora, narra a su público su historia de self-made woman que se ha comprado un piso a tocateja con trabajo explotado. También advierte que ella es buena empresaria y paga sus impuestos. Que cree en la sanidad, la educación y las pensiones públicas y para eso se desprende generosamente de parte de la riqueza que, dice, ha creado.

    Pasa que ella no ha creado la riqueza. Pasa que, por tanto, el problema no es la redistribución. Ni la sanidad, ni la educación ni las pensiones devuelven las horas de vida perdidas en un tiempo de trabajo que, sin plusvalor, sin competición, se reduce a 1/10. Y con el que ella se ha comprado la casa que sus empleados, no.

    Pasa también que VC vota Podemos; es de esperar que con razonamientos que se tocan, pared con pared, con los de la reaccionaria Berta Prieto. Y pasa que es presidenta progre de una chiquipatronal. Y que es joven. Y con carrera. Y muy guapa, es pura norma estética. Todo eso, más el relato autobiográfico de superación, es fundamental para hacer el cómputo de su valor social y que luego pase lo que sigue.

    Cuatro meses más tarde (enero de 2023), nos comunica con mucha literatura (porque es lista un rato y sabe que según se presenten las cosas se ganan o se pierden voluntades) que sufre al terror de los propietarios: ¡los okupas! Reproduzco lo importante:
VC, aquí, escribió:Lo tìpico que pagas hipoteca y comunidad y tasas y licencia de obras pero como una okupa te denuncia pues te toca a ti dar explicaciones y presentar papeles 37 veces no vaya a ser que hacer las cosas bien te garantice que se protejan un mìnimo tus derechos.

[...] llamo yo a comisarìa y les explico que la señora me està acosando y para sorpresa de nadie me dicen que “no se puede hacer nada”. Que tenemos que denunciar como comunidad al propietario del trastero y este tiene que gestionar lo de echar a la señora.

[...] Ademàs, para tranquilizarme un poco - ya que me vieron claramente abrumada por la situaciòn - me dicen que probablemente sea un proceso largo y que me haga a la idea de que voy a tener que aguantar a la señora okupa de vecina durante bastante tiempo.

    El modo de razonar de octubre de 2022 («me he ganado lo que merezco por ser mujer turbocapitalista») tiene como consecuencia el modo de razonar de enero de 2023 («los pobres me estorban»), pero, como es progre y tiene una reputación que cuidar, se victimiza y delega la violencia en un otro impersonal (el estado) que garantice sus intereses. Intereses que tiene la arrogancia de llamar "DERECHOS".

    La cito con iniciales para que no aparezca en las búsquedas. No quiero ningún diálogo con ella. No quiero dañarla. Ni que rectifique, me gusta su deriva. Así tiene que ser. Los campos se tienen que deslindar y mucho estamos tardando. Yo he militado con gente como Valeria, pymes de barrio con una presentación de anuncio de dentrífico que saben comprar voluntades desde el privilegio que otorga manejar medios de producción, aunque sean chiquititos. Una furgo para ayudar con una mudanza ya es suficiente para generar deuda moral en el otro.

    Porque eso es lo que había en el 15M. La "puesta de largo" de una fracción de clase un poco confusa en la que derechos sociales e intereses turbios se mezclaban. De ahí nacieron los partidos de la nueva izquierda (municipalismos y Podemos). Por eso cuando VC entra en crisis, estos la reconocen al vuelo como "una de los suyos", y absorben la pose para su propia promoción. (Remito al punto donde hablo del cómputo de su valor social.)



    No veremos a Más Madrid, Podemos, ni El Diario.es entrevistarse con la mujer del sótano, a la que VC, desde un lugar de muchísimo poder social, ya ha reducido a "la okupa".



    Hay mucho milenial "indignado", avergonzado, desde que Vox obtuvo representación parlamentaria. ¿Cómo es posible -se preguntan- que algo así sucediera en la excepcionalidad democrática que Españita había supuesto hasta la fecha? Sus razones no son las del trepa, pero hieden a autoengaño por superioridad moral, tanto porque piensan que de haber hecho "más" no habría sucedido tal calamidad, sustrayendo la política a un problema de voluntad personal (la suya), como por el hecho de que consideran un infraser al votante de Vox ("viejos" y "paletos" que no saben votar bien, que no votan progre; que no son ilustrados como ellos). De lo primero hay que decir que el problema no es que no hicieran lo suficiente, sino que no hicieron lo correcto, que era elevar a estatus sindical las reivindicaciones sectoriales manifestadas en el ciclo quincemayista, en vez de empalar esa energía en juguetes electorales y campamentos scout.



    Pero hete aquí que ser antifascista en valores es de un umbral ético todavía más bajo que, por ejemplo, ser anticapitalista sin tener un programa de superación del capitalismo. Son gestos que no comprometen a nada, declaraciones para valorizarte en campos y circuitos donde esto se valore. Es marca personal. La indignación antifascista de estos quincemayistas que tienen en VC a su expresión más lograda sirve para encubrir la práctica microfascista de la misma VC en su bloque de viviendas sin perder por el camino puntos en el carné de progre cara a una audiencia que necesita excusar ese mismo clasismo en sus propias realidades usándola a ella como argumento de autoridad.

    47.6 k refuerzos positivos tiene el hilo de VC a fecha de hoy. Un número algo mayor que el de sus seguidores (46.3 k). ¿Alguien con los huevazos para defender que esa influencia suya no es un ejercicio de violencia aplastante sobre alguien mucho más débil?

    Quienes pensamos que el materialismo histórico tiene valor explicativo vemos una correlación directa entre la rabieta clasista de VC, el gobierno femiprogre de psoe-podemos, los tanques Leopard en Ucrania (réplica del episodio "créditos de guerra de 1914") y el probable relanzamiento en Españita de un fascismo. No de Vox, eh, que es una fuerza ultraliberal (proEEUU), sino en secesiones como la de Macarena Olona, más proxima a Salvini, Meloni, Le Pen y esa panda. Por eso, en rigor, no nos estorba Vox más de lo que ya nos estorbaban el PP y Cs.

    Lo que nos avergüenza, lo que debería avergonzarnos a todos, es que la izquierda esté copada en el imaginario colectivo por lo que VC representa. Esa socialdemocracia que, desde el pacto con Primo de Rivera senior hace un siglo, viene despejando el camino al fascismo real. Padeciéndolo también como fuerza política, cierto, pero... no siempre como fuerza social. Que es el quid. Los parabienes que el capital reserva a las VC siempre que le bailen el agua en lo que hay que bailarle el agua. Hemos vivido la mayor crisis del capital desde la del petróleo del 73 y todo lo que hemos conseguido es un recambio largocaballerista al psoe (retórica radical + corporativismo). Esa, esa es nuestra vergüenza, no Vox.

    Esa y el coladero de ascensoristas sociales que ha supuesto ese modo de hacer política. Incluido en las escalas más modestas. No todos los premios son chalés en urbas pijas de Madrid.



    Con muchas ganitas de que la chavalada, cuando esté lista, termine de macerar las orgas que merecemos. Una fuerza con una estrategia adecuada, singular, poliédrica, iconoclasta y sincrética que blinde la independencia de los vulnerables de verdad.


    :idea: Edito a 6 de marzo de 2023: El BOE anuncia hoy que «cualquier vecino que denuncie "alteración de la convivencia" contra alguien que esté ocupando podrá ser desahuciado por el ayuntamiento sin previo aviso» (fuente). Hala, ya tienes lo que querías, Valeria. El estado ha respondido a tu llamado de clase para confirmarte como su base social. Ahora con un telefonazo la bruja a la calle y la reina a su casa. La "sororidad" era esto.

    :idea: Edito a 14 de mayo de 2023: Desokupa, el movimiento de más éxito del fascismo ibérico, ha recorrido las calles de Barcelona con un mensaje indistinguible del de Valeria. He aquí la tragedia del sujeto "anticapitalista" aprogramático: el capital le molestaba en tanto no le diera lo que necesitaba y lo que necesitaba se lo dará mejor que nadie una marcha que recuerda a aquella sobre Roma.

Nota Vie Feb 03, 2023 10:05 pm
Anexo. Infiltración policial

    Estos días se ha sabido de un policía infiltrado en los movimientos populares catalanes.



    Infiltrado y trepa tienen algo en común: nadie se desvive como ellos por preservar su coartada, por hacerla pasar por bondad. Para esto se hacen con un código: un lenguaje, un atuendo, unas referencias culturales... con el que, en su fuero interno, no se encarnan. Pueden hasta simpatizar con él, pero siempre será la llave de acceso al objetivo primero: en el caso del policía, el espionaje; en el caso del trepa, el ascenso.

    Que la coartada es coartada y no identificación real se sabrá cuando tanto empeño en el altruismo de la acción colisione con el interés objetivo por primera vez.
    Ahí vacilarán.
    Entrarán en cortocircuito.
    Y caerán.

Paula Llaves, en twitter, el 2 de febrero de 2023, escribió:Comentaba hoy con una amiga que aquí, a servidora, lo del infiltrado no le preocupa porque Grande-Marlaska se desvele (again) como lo que ha sido siempre. Yo la Fe en la nobleza del gobierno la dejé enterrada en cal viva y las operaciones Pandora, Araña y otras jugarretas no me la han devuelto. La psicopatía de un policía infiltrado tampoco me sorprende. He visto desahucios de niños y ancianos, de personas con discapacidad, de gente enferma… También he visto apalear a quienes tenían razón y luchaban por algo mejor. Nada nuevo bajo el sol.

Lo que me preocupa es que un tipo así, que obviamente no ha interiorizado, no ya un discurso, sino un código ético, pueda parecer dentro de determinados movimientos una pareja deseable. Me preocupa porque implica que tenemos demasiada gente que ha elegido el activismo como podía haber elegido el senderismo, el crossfit o tocar la guitarrita como elemento de ocio con el que conocer gente y abrirse el campo. Evidencia lo normalizado que está en los movimientos el fenómeno del “aliado oportunista” que usa tres términos y ya le hacemos la ola porque chica, qué erial…

El problema no es que infiltren a un estupa. El problema es que el estupa no haga ni el esfuerzo de acercarse mínimamente a las teorías que se defienden y cuele porque es indistinguible de los señoros del activismo.



Nota Mar May 23, 2023 10:44 pm
Anexo. Esperanza en las nuevas corrientes juveniles

    Es un gustazo cómo las nuevas generaciones, al menos las que han roto con la socdem, enfrentan la deposición ética hegemónica en el ciclo político anterior (¿habrá sido el Quinceeme la movilización social con más arribistas por cortejo desde el Trasvase del 78?: sin dudarlo). El colectivo Rojo del Arcoiris (RDA) ha quebrado ideológicamente porque se estaba volviendo de nuevo a ellas. Gracias al cielo, las tragaderas no son las de antes.

    Parece ser que uno de sus integrantes fuerza los ritmos colectivos para colocar la marca orgánica en el tráfico de influencias que cruza el negocio editorial con la institución universitaria. En ese intersticio se hacen puntos, publicas, ganas dinerillo a cuentas del marxismo y quién sabe si con la obediencia debida (de-vida) esto te arrime a un departamento izquierdoso.

    Si este muchacho quiere ser profe está en su derecho, pero como parte de su itinerario individual, no presionando a su colectivo en una dirección para que se lo haga. Hay gente que se hace la picha un lío y piensa que poner su inteligencia, sus años de estudio, al servicio del proletariado organizado tiene que retribuirle o recompensarle con una posición social. Como dicen las militantes de RDA que han denunciado la deriva en el siguiente comunicado, los cuidados, amigos, son otra cosa.

Andrea y Cris, en su comunicado de ruptura con RDA, el 23 de mayo de 2023, escribió:
    Imagen Imagen Imagen Imagen
    Imagen Imagen Imagen Imagen


    La sabiduría popular dice:
@sergicogn, en twitter, el 23 de mayo de 2023, escribió:
    Lo que no se puede hacer es mercantilizar el marxismo y esto es una crítica que va más allá de RDA. Los espacios de formación y militancia siempre con vocación revolucionaria, gratuitos, con independencia ideológica de "comercios comprometidos" y espacios socialdemócratas.

@eloymusk_, en twitter, el 23 de mayo de 2023, escribió:
    Esta crítica evidencia el nefasto rol que juegan ciertos perfiles arribistas dentro de iniciativas proletarias cuyo único concepto de emancipación es el que contribuya a engrosar su CV académico.

@Aliuss_, en twitter, el 23 de mayo de 2023, escribió:
    La academia merece perecer (sobre todo si pretendes participar en ella de manera emancipadora pero lucrarte de ella).

@Marxiano1917, en twitter, el 23 de mayo de 2023, escribió:
    Triste ver la cantidad de ejemplos que afloran últimamente de personas que solo conciben su acción política en términos capitalizadores. Toda camaradería que se presupondría de un movimiento comunista queda así diluida en la forma mercantil, privadora, que se le trata de dar.

@lfmdrz, en twitter, el 23 de mayo de 2023, escribió:
    Puede que haya formas de evitar este tipo de cuestiones, algunas orgánicas, pero pienso que la creatividad en el marxismo, para hacerlo atractivo a ciertos sectores, es más vulnerable. Hay que comprender que no hace falta caer en oportunismos para enseñar que el marxismo es liberador.

Alberto Lavín, en twitter, el 7 de julio de 2023, escribió:
    En la tradición radical se acostumbra a no firmar los textos de órganos de expresión o a hacerlo con seudónimos, ya que no hay vocación académica y se tiende, respetando el debate, a una línea común; desconfiad de comunistas muy comunistas que enlazan a su http://academia.edu. Si parece un artículo académico en forma y contenido, es que es un artículo académico. Y muy bien por ti, que de algo hay que comer. Pero no me vendas tu medrar en la institución universitaria como un ejercicio de compromiso y entrega en pro de la praxis militante colectiva.


    Como mejor se entienden los efectos perversos de estas cosas es con ejemplos prácticos. Mucho hablar del proletariado queer, pero todo periférico queda relegado:
@mariamndezlore1, en twitter, el 22 de febrero de 2023, escribió:
    Holaaaaaa yo os compré el pack pero vivo en un pueblo perdido de Galicia! Podríais decirme que empresa de paqueteria lo reparte?? Porque a veces algunas me lo dejan pues en la gasolinera, en el bar del pueblo de al lado... cosas así jajaja entonces pues para estar atenta:)

Nota Vie May 26, 2023 6:11 pm
Anexo. La nueva socialdemocracia, construida sobre el trepa-red

    Hubo un tiempo en que PSOE te decía que votar IU era voto perdido para frenar a la derecha. El manoseado Anguita se revolvía contra la idea del mal menor. Luego apareció Podemos, con perfil similar al de IU, argumentando sin embargo que votar IU era desperdiciar el voto, que teníamos que votarles a ellos si de parar a la derecha se trataba. Hasta que pactaron con IU y el voto inútil pasó a ser cualquier otro a su izquierda. Luego se dio la vuelta a la tortilla: IU monta Sumar (con el marco teórico del Podemos original), con mejores perspectivas de intención de voto, y nos pide que, por la amenaza de la "ultraderecha", descartemos a Podemos, que a su vez reivindica la radicalidad típica de IU frente al voto útil que supondría Sumar.

    En resumen, los mismos agentes te dicen una cosa y su contraria según qué posición ocupen en cada momento (dominante/dominado). Sin embargo, reconocer públicamente esta incoherencia está penalizado en este mercado de bienes fungibles. Posiblemente más que ser "pillado" en ella. En consecuencia, no se cultiva ninguna memoria de la incoherencia, lo que es otra manera de decir que se sacrifica el principio de verdad. Ese sacrificio se debe a que los partidos que concurren en el mercado electoral, para no decaer como mercancía, se sostienen sobre unos equilibrios sociológicos imposibles. Pero no es el momento de hablar de esto. Es el momento de reconocer que bajo semejantes condiciones el trepa dispone de excelentes cualidades adaptativas para este engranaje, por estar muy acostumbrado a ajustar su verdad a demanda.

    Especialmente el "trepa-red", el que invierte la mayor parte de su actividad política en publicitarse a través de sus opiniones personales en redes digitales. Este tiene una considerable ventaja competitiva como aspirante a listas electorales sobre cualquier militante más fogueado en los usos propios del conflicto real. Es mucho más difícil estar diciendo X y su contrario en un movimiento como el de vivienda sin caerte con todo el equipo que en la mera propaganda, donde la gestión de la emotividad, los pequeños reajustes de discurso y el derecho al olvido son más amables con los giros estratégicos (hoy pro-okupa, mañana Desokupa; hoy contra la reforma laboral, mañana con la re-reforma laboral).

    Socialdemocracia A, socialdemocracia B o socialdemocracia C tienen en todas las escalas a figurines de este estilo, y muy hábiles. Mucha "gente", o "electorado"... pues tendrán palabras más acertadas o menos justas para nombrarlo, pero seguro perciben esta presencia y les perturba. El oportunista no es un objeto sociológicamente extraño: está en sus realidades, tal vez en su trabajo, o su notrabajo, o su barrio, su familia, puede que hasta sea la pareja... Es un segundón que les saca ventaja social haciéndole la corte a quienes les pisa el cuello. El chivato de todas las jerarquías, el que falsea su empatía para ganar algo a cambio, el traficante profesional de favores. Quién no puede citar a un mínimo de dos en su entorno más cercano.

    Eso genera rechazo, desidentificación. Mucha gente no quiere delegar una misión tan importante como gobernar en este tipo de perfiles. Les cuesta aceptar que alguien así les represente. Es un factor de desafección política real.
    Cuando la "izquierda" evalúa la abstención, no retiene esta entre las variables explicativas y se refugia en otras, que tienen validez.
    Si esta la omite o minusvalora es porque le va la estructura en ello.

@alvarorufus, en twitter, el 26 de mayo de 2023, escribió:

    ↑ Esta maravilla de cartel de @alvarorufus, que sitúa al trepa como problema en las listas electorales de izquierda, ha sido la réplica a este otro cartel viral de Nico Ordozgoiti contra el abstencionismo de izquierdas, un meme chantajista y pedigüeño. La réplica de @alvarorufus no ha sido la única a la ocurrencia de Nico; aquí dejamos otras ↓

@AlexSanchis_, en twitter, el 26 de mayo de 2023, escribió:
    Alán Barroso, Gemaemejota, Carla Galeote, Sergio Gregori, Berna León, Elizabeth Duval y otros tantos jóvenes intelectuales que creen que la militancia consiste en subir vídeos y poner la mano para cobrar te piden que votes al mal menor para poder seguir viviendo de ello.

@danielissimo87, en twitter, el 26 de mayo de 2023, escribió:
    Desde mi cariño y admiración a Nico, es un mito que la abstención sea de izquierdas, y mucho menos de puristas (que son cuatro y votan aunque sea blanco). La abstención es de clase.

@Javier_VR99, en twitter, el 26 de mayo de 2023, escribió:
    Quizás es momento de analizar y responder ante la abstención dando alternativas a la desafección política y no simplemente hacer burlas y menosprecios a quienes deciden no participar en las elecciones. Muchas de esas críticas, por cierto, suelen venir de perfiles que solo participan en las elecciones pero que ignoran (o reniegan) de la organización en sindicatos, asambleas u otras organizaciones. El voto no es la única forma de participación que exige una democracia.

@alen_manu, en twitter, el 26 de mayo de 2023, escribió:
    También podría existir, no sé, autocrítica y, cuando el PSOE no cumple, salirse del Gobierno. Que después irán diciendo que la gente vota mal cuando no se ha hecho nada y, derrotas enormes como la reforma laboral se celebran como victorias suaves. De hecho, es que ¿para qué votar partidos minoritarios? Si así no van a poder hacer frente al neoliberalismo que en teoría en esta legislatura estaba vencido. Mejor o votar al PSOE o pactar sí o sí con el PSOE y ya cumplan o no. ¡Alcanzar las instituciones es el objetivo! ¡Olvida el programa! ¡Modera el programa si lo pide el PSOE tras agachar la cabeza ante presiones de capitalistas!

@_trovador__, en twitter, el 26 de mayo de 2023, escribió:
    El siguiente paso en la argumentación es que votar a partidos minoritarios que no vayan a obtener representación tampoco sirve de nada, incluso votar partidos con representación insuficiente tampoco, así que al final pues votemos al PSOE. Por otra parte, el principio que sostiene que una mayor participación favorece a la izquierda quedó desmentido en las últimas elecciones a la CAM.

@ObreroRojoIber, en twitter, el 26 de mayo de 2023, escribió:
    Yo voy a votar, pero este tipo de seres que se quejan del abstencionismo y encima se burlan de ello, son la gente más insoportable y despreciable que existe. Personas con 0 autocrítica y 0 analisis del por qué hay tanta desorganización y desafección política.

@Juancalily0272, en twitter, el 26 de mayo de 2023, escribió:
    Yo voy a votar a Adelante Andalucía, pero entiendo perfectamente quien no vaya a votar el domingo. Lo que no quita entender que gran parte de la culpa la tienen los partidos políticos y los medios de comunicación que son los que desmovilizan a la gente y los que las llevan a no sentirse representados. No podemos tener unas instituciones democráticas que solo cada cuatro años preguntan a la ciudadanía, ni unos medios de comunicación que constantemente nos están mintiendo y tergiversando la realidad. No hay que poner el foco en quien no vota ni en quien vota. Hay que ponerlo en las causas estructurales que provocan todo esto.

@MiriamBack_, en twitter, el 26 de mayo de 2023, escribió:
    A mí lo que más me molesta de estas campañas en contra de la gente abstencionista es que no tienen en cuenta que el sistema electoral burgués deja fuera a mucha gente que aunque quiera no puede votar. Hay correlación entre el nivel de exclusión social y la abstención al voto.

@juanmikoyan, en twitter, el 26 de mayo de 2023, escribió:
    Vamos a ver, Nico, el partido que defiendes, progre tocahuevos, está en el Gobierno, y no solo ha empeorado la situación del gas con Argelia, las condiciones laborales se han visto perjudicadas y los precios han aumentado por la "inflación" mientras que se ha estancado el salario.

@psicocritik, en twitter, el 26 de mayo de 2023, escribió:
    Ah, sí, las opciones electorales de la izquierda:
    - Pactar con el PSOE.
    - Pactar con el PSOE contento.
    - Pactar con el PSOE enfadado.
    - Pactar con el PSOE murmurando.

@SrgHkBk_GRX, en twitter, el 26 de mayo de 2023, escribió:
    El arquetipo falso del abstencionista que sólo escribe tweets os viene de lujo. Sin embargo, el abstencionista consciente y militante, reprimido por gobiernos progres y que dedica su vida a la transformación real, no os interesa tanto.

@Albertrotes, en twitter, el 26 de mayo de 2023, escribió:
    Infantilizar a la clase obrera desde una perspectiva paternalista y desde una atalaya alejada de su realidad material no ayuda. Sobre todo cuando el chantaje sustituye a la autocrítica y la militancia. Sólo practican activismo electoral para pillar cacho.

@antoniocalabri6, en twitter, el 26 de mayo de 2023, escribió:
    El votante de izquierdas no sé qué le pasa en ocasiones que se piensa que los partidos y los sindicatos son sucursales comerciales. No, este modelo de cliente/renovación de subscripción cada cuatro años es una puñetera mierda. Al final el votante está totalmente desligado del proyecto, del programa o de la mierda que se tenga sobre la mesa y vienen cuatro cazurros y les cuelan cuatro bulos de mierda. No es eficiente, es demasiado cómodo y no crea comunidad. Solo sujetos que piden cosas y administrativos que hacen lo que les sale o lo que interpretan. O todos nos ponemos a trabajar en el programa o barbarie.

@Mendivk, en twitter, el 26 de mayo de 2023, escribió:
    Prefiero mil veces al que se abstiene pero le ves cada día en una movida del barrio, que al pajuelo que se piensa que va a cambiar el mundo por pegar carteles cada cuatro años.

@JaviMetal_92, en twitter, el 26 de mayo de 2023, escribió:
    La mayoría de las personas que tienen este discurso no han militado en su vida y, entre ellas, algunas no han pisado una manifestación. Si tu mayor acto político es meter un papelito en una caja cada cuatro años luego no te quejes.

@SunSwallowMe, en twitter, el 26 de mayo de 2023, escribió:
    Cuando no concibes (ni pretendes concebir) organización social más allá de un programa político impuesto y atrofiado en un sobre electoral, sale esto.

@curromp, en twitter, el 26 de mayo de 2023, escribió:
    No tengo pruebas, pero tampoco dudas: el tipo que ha realizado esta portada ni ha militado ni ha participado en ningún proceso/lucha ni ha puesto el cuerpo en su vida. Muchacho, date cuenta, tu moralina sí que da espacio al bulldozer neoliberal.

@jelenuru, en twitter, el 27 de mayo de 2023, escribió:
    Hace mucho que las campañas electorales se manejan en dos planos: desacreditar a la oposición y asustar y responsabilizar al votante de lo que venga. Y el caso es que les funciona. No necesitan presentar programa electoral que les comprometa en lo más mínimo.

    Nico está en que quienes pedimos cuentas a los partidos por "detallitos" frente a la última gran amenaza derechista aguamos la fiesta de la democracia. Y no es verdad, es colaborar con las condiciones de éxito de los partidos y sus programas recuperar la confianza de la masa, y recuperar esa confianza pasa, entre otras muchas medidas, por un compromiso contra la violencia de los aprovechados, que a su paso deja cadáveres y desafectos a la idea de que es posible una vida mejor sin aplastar a nadie. Si son inaceptables las listas con maltradores de género, tampoco deberían serlo estas.

    Tal vez sea esto lo que molesta a Nico, que para él es aceptable un cinco raspado en democracia, porque el mínimo le asegura sus condiciones de vida, así que prefiere no jugársela forzando las cosas; él no es una fresera de Huelva a la que el patrón viola como modo de vida, ni es un migrante de Almería al que le queman la chabola cada dos años. Puede esperar, volverse gris, jugar conservador, conformarse con un pasito legislativo cada tanto. ¿Cuántas violaciones e incendios por ejercicio te parecen asumibles para "detener a la extrema derecha", Nico? Si nos atenemos a la coyuntura, votar socialdemocracia (lo menos malo) sirve para postergar lo inevitable, no para hacerlo inevitable.

    Todavía existimos los que creemos que democracia no es aliviar el terror, sino formular y defender a muerte un programa que nos saque de él, con todas las intransigencias que a eso nos comprometa. Hace años fue una idea potable promover un itinerario "pedagógico chavista", de estilo etapista, progresivo, para curar el desagüe movimentista... pero una vez que eso fracasó, ¡y de qué manera!, se impone un programa directo y sincero. Uno inspirado por aquellas palabras de 1848: «ya es hora de salir al paso de esa leyenda del espectro con un manifiesto de su partido...».

    El programa revolucionario es hoy defendible si es iconoclasta, si se desfolkloriza de izquierdismo. Si no enfunda su dirección política en una tribu, con un idioma y referencias culturales prefabricadas; si se demuestra políglota. Y poliédrico en su destreza coordinadora: una estrategia de estrategias, metaestrategia. Si sabe cuál es su eje de referencia. Y si prepara a gente honrada al hilo de lo que un movimiento sano demanda como persona honrada, porque el socialismo no es país para trepas. No sólo los fines escogen sus medios, también la intención ética influye en la elección, haciendo que observemos varias vías para un mismo resultado.

    En Madrid hubo hace unos meses una manifestación vibrante de un millón de personas en defensa de las instituciones sanitarias gratuitas y universales, con unos discursos que nacían del pecho y la vivencia. Sólo necesitamos el formato organizativo adecuado y ese millón sostendrá el programa, por las vías que la contingencia imponga. Sin necesidad de liderazgos unipersonales carismáticos... ni de comprar al personal de tierra con el prestigio o el salario del cargo.

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