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Por una filosofía de combate (VV.AA., 2019)

Conferencias, charlas-debate, monólogos, discursos. Si Mahoma no va a la montaña...
Por una filosofía de combate. Agitando el imaginario político
VV.AA. (España, 2019)

Portada
(página oficial)


Sinopsis:

En Traficantes se escribió:La política de los últimos años ha cabalgado sobre el ciclo de movilizaciones que comenzó con el estallido social del 15M y sus posteriores declinaciones institucionales. Ya en el ocaso de esta oleada, conviene despegar la mirada de un lenguaje y unas prácticas cada vez más vacuas y gastadas para intentar agitar un imaginario político que acusa un buen número de inercias y cierta desertización. En este sentido, la propuesta de este curso es trazar un itinerario -entre otros posibles- que ponga de relieve algunas cuestiones que consideramos cruciales tanto desde un punto de vista teórico como práctico. En este sentido, resulta fundamental volver a pensar el calado filosófico y político de conceptos como “ideología”, “raza”, “deseo”, “trabajo/cuidado”, “frontera” o analizar las dinámicas que -a partir del conflicto- nos movilizan y constituyen como sujetos capaces de antagonismo. Cualquier apuesta micro-política, multitudinaria o “de clase” que se plantee subvertir las relaciones de poder dominantes tiene que transitar, más tarde o más temprano, por las espinosas aristas que plantean estos problemas. Al menos si quiere formularse como proyecto de transformación radical.

Lo que proponemos en este curso es un acercamiento a estos conceptos problemáticos, a los diferentes paisajes históricos que los alumbraron y a nuestro presente de la mano de diferentes filósofos y filósofas, cuya mirada singular permite abrir un terreno fértil para la reflexión práctica. ¿Podemos construir un dispositivo crítico renovado -el esbozo de una nueva suerte de “teoría crítica”- que posibilite comprender mejor la crisis social y política que habitamos, permitiéndonos al mismo tiempo replantearnos estratégicamente la dirección de nuestra praxis? ¿Cómo afrontar la pulsión racista que atraviesan Europa y sus instituciones desde su fundación colonial? ¿En qué medida ideología y deseo son elementos que movilizan nuestras prácticas colectivas? ¿Por qué la dimensión material del cuidado adquiere hoy tanto potencial crítico y emancipatorio frente a los enfoques tradicionales del trabajo? ¿Y cómo salir airosas de la dicotomías entre reconocimiento y redistribución en nuestros proyectos políticos? ¿Por qué el ámbito de lo fronterizo se ha convertido en una figura central de nuestra época?

Por decirlo de una vez: ¿Cómo producir una filosofía de combate que nos permita agitar el imaginario político y nos lleve más allá de los límites de este ciclo agotado? ¿Podemos volver a imaginar militancias, subjetividades, discursos, contrapoderes y horizontes de encuentro político en medio de un “capitalismo terminal”?

Sesión 1. Ideología, lucha de clases y azar: Althusser, políticas del encuentro más allá del Estado.
Habitualmente tratado como un filósofo estructuralista, padre de toda una corriente de análisis cultural y político, Louis Althusser ha quedado para la mayoría como el fundador de una escuela del marxismo occidental: una mirada quizá demasiado fría hacia la sociedad, sus conflictos y los procesos de reproducción de la dominación capitalista. Sin embargo, la importancia de su teoría de la ideología y los trabajos emprendidos desde mediados de los 70 nos devuelven la imagen de un filósofo bien diferente: atento a la coyuntura, a los procesos de subjetivación, al calado de las luchas sociales y -frente a toda la tradición leninista- cada vez más radical en su crítica al Estado. ¿No es el Estado una máquina que limita los propios impulsos constituyentes del comunismo? Su pensamiento teminará por formularse como un “materialismo aleatorio” que no dejará de plantearse las condiciones para construir alianzas políticas y sujetos subversivos contra el dominio económico-político del capital.

Sesión 2. Racismo, eurocentrismo y luchas anticoloniales: Fanon, más allá de la zona del no-ser.
El pensamiento de Franz Fanon no admite clasificaciones demasiado fáciles. La filosofía, el psicoanálisis, la psiquiatría, la agitación política, la lucha anticolonial y el Frente de Liberación Nacional fueron algunos de los lugares por los que transitó el filósofo caribeño. En cualquier caso, podríamos entender que buena parte de su obra se encuentra impulsada por una crítica radical del colonialismo y el racismo, de cómo el supremacismo blanco se inscribe en el cuerpo negro, en los lenguajes y la cultura de los oprimidos. Una zona del no-ser donde, sin embargo, puede emerger una dialéctica capaz de subvertir las relaciones de opresión racial y el mando capitalista. El horizonte abierto por su crítica en Los condenados de la tierra, desde la catarsis de la violencia hasta la construcción de una alternativa política anticolonial, emancipada del poder de la metrópoli, define un campo de luchas populares más amplio que el del marxismo clásico, e interpela de manera compleja a un presente en crisis que vive –siempre bajo los ropajes del Estado de derecho- su dosis diaria de racismo institucional, segregación y violencia hacia los cuerpos racializados.

Sesión 3. Las luchas de la reproducción. Del "salario para el trabajo doméstico" a nuestros días.
Tras un profundo estudio de la historia y de Marx y a partir de su propia experiencia en la Europa de postguerra, Silvia Federici, Selma James, Mariarosa Dalla Costa y Leopoldina Fortunati, entre otras, dieron entidad de trabajo no pagado a todas las tareas realizadas por las mujeres para la producción y mantenimiento de la mano de obra, imprescindibles para la acumulación de capital, el llamado trabajo doméstico. Crearon entonces el "Comité por un salario para el trabajo doméstico" como una herramienta de visibilización y lucha; si el hogar era un centro de trabajo, podría serlo también de subversión. Cuarenta años después cabe preguntarse por los actuales lugares y sujetos centrales de la acumulación y por nuestras herramientas y espacios para confrontarla. ¿Cuál podría ser nuestro "salario para el trabajo doméstico"?

Sesión 4. Deseo, máquinas, revolución: Deleuze y Guattari, capturas libidinales, líneas de fuga y agenciamientos colectivos.
El deseo y los afectos han sido siempre elementos constitutivos de la geometría del campo político y la movilización de masas, una energía volátil y desencadenante de múltiples transformaciones. En esta sesión os proponemos una aproximación actual a la teoría del deseo y la subjetivación que Deleuze y Guattari desplegaron en el Anti-Edipo y Mil Mesetas, entendiendo el deseo como producción -más allá de la carencia- y como una fuerza social que desborda cualquier interpretación “familiarista” o psicoanalítica del mismo. En este sentido, trataremos de ver las formas en que el capitalismo contemporáneo captura el deseo, axiomatizándolo, despojándolo de sus virtualidades críticas y revolucionarias para incluirlo en un circuito que lo retroalimenta. ¿Cómo desplegar una máquina de guerra contra un capitalismo cada vez más depredador? ¿Cómo romper con las inercias deseantes de una sociedad que sólo ofrece distintas formas de servidumbre bajo la coartada de goces precarios e individualistas? ¿Cómo reactivar la potencia colectiva del deseo eludiendo mistificaciones fascistas?

Sesión 5. ¿Cómo se construye un sujeto?: Butler, vulnerabilidad, clase y diversidad frente a los dilemas del reconocimiento y la redistribución.
El pensamiento de Judith Butler se ha mostrado implacable a la hora de disolver la naturalización de algunas de las categorías básicas para pensar la propia identidad -el género, el sexo-, mostrando que la subjetividad es, sobre todo, un proceso de construcción social ambivalente que no admite clausuras fáciles. Gracias a este proceso de “desnaturalización” de estructuras tan aparentemente fijas, la mirada de Butler atraviesa los nudos de relaciones de poder que se le imponen a los sujetos sociales, generando diferentes formas de dominación y opresión. En esta sesión nos gustaría partir de dos elementos de su pensamiento que nos permiten aproximarnos al presente desde un punto de vista político: su análisis en torno a la precariedad, la vulnerabilidad y las virtualidades prácticas de estas experiencias o formas de ser, capaces de subversión, y una revisión de su debate con Nancy Fraser en torno a la redistribución y el reconocimiento. En buena medida, este debate que cruza identidad, clase, cultura y materialidad sigue interpelándonos en el presente y brinda claves para una política de alianzas que tenga en cuenta diversidad e interseccionalidad.

Sesión 6. Habitar la frontera: Anzaldúa, mestizajes, intersecciones y heridas coloniales.
El pensamiento de Gloria Anzaldúa desborda cualquier canon filosófico o cultural al uso. Nómada y habitante del cruce de caminos, su reflexión desde el feminismo poscolonial y chicano permite arrojar luz sobre una sociedad -la nuestra- en un momento en que la multiplicación de fronteras y desigualdades parecen haberse convertido en todo un signo de época. Fronteras que separan, excluyen y conectan generando asimetrías, espacios de violencia y discriminación, pero también lugares que invitan a replantear la pertenencia del sujeto, sus posibilidades de hibridación, composición y lucha colectiva con otras y otros. La experiencia de Anzaldúa como sujeto híbrido, pegado a una escritura corporal y a conflictos sólo aparentemente contradictorios -clase, género, raza-, puede servirnos para abordar algunos de los problemas que entraña hoy la interseccionalidad, destruyendo esencialismos y algunos de los lugares más acostumbrados de la izquierda eurocéntrica. ¿Cómo dar forma a sujetos políticos potentes en una época atravesada por múltipes fronteras y opresiones?

Sesión 7. ¿El trabajo que sostiene al trabajo? Federici, dominación patriarcal, cuidado y la constitución del antagonismo feminista.
La llamada “acumulación originaria” del capital, con la que Karl Marx describe los procesos de desposesión colectiva que desplegaron el capitalismo occidental, fue mucho más que una privatización forzosa de comunes. Fue el proceso de institución de un nuevo orden patriarcal, por tanto, el despliegue de múltiples formas de división, jerarquización y sometimiento que tuvieron como objeto del cuerpo de las mujeres. Como señala Silvia Federici, la división sexual del trabajo instauró una relación de poder dentro de la fuerza de trabajo, relación fundamental para cumplir los imperativos de la acumulación. Así, el salario masculino ocultaba toda una esfera de trabajo material, afectivo y reproductivo, el realizado por una fuerza de trabajo femenina invisibilizada y separada de lo político. En una época de crisis económica y de los cuidados como la actual, y con la potencia emergente de un movimiento feminista plural y diverso, conviene llevar la crítica de Federici al corazón del presente.


Ficha técnica


Intervenciones:





WEB-DL - MP3 [470 Mb] (fuente)



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