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Las cosas del querer
Jaime Chávarri (España, 1989) [100 min]



(wikipedia | filmaffinity)

[propia] Madrid, 1939. El enemigo de clase bombardea un hospital. Este inicidente propicia otro más artístico: la amistad entre la tonadillera Pepita, el pianista Juan y el también cantante Mario, este último tan socialista como homosexual. Mal que les pese, pasada la guerra se adaptarán a la nueva situación, subiéndose al carro de la copla, la supuesta "canción española" patrocinada por el franquismo como parte de su política cultural. Pepita, Juan y especialmente Mario (trasunto del coplero Miguel de Molina) van a tener tanto éxito como problemas.

Una película sobre:

1. El secuestro que el franquismo, en tanto particular proceso de modernización capitalista, hizo de la expresión artística de grupos sociales oficialmente marginados (pueblo romaní, esclavos africanos, clases populares andaluzas) para significar lo nacional (v. discurso min. 47).
   
   
2. El terror de estado contra la diversidad afectivo-sexual en plena ola de reclutamiento demográfico y uniformización cultural (min. 82). La "canción española" a promocionar no podía ser un arte de "invertidos" y "degenerados", a pesar de que "lo femenino" y a veces la irreverencia sexual hacían su temática, pues se trataba de un género ligero, para distraer las miserias cotidianas. Seguramente los fascistas españoles hubieran preferido dar ejemplo "desapareciendo" a Mario/Miguel de Molina, pero sacar a pasear el fantasma de Lorca podía lastrar el entendimiento con EEUU.

En la sociedad que queremos, las cosas tienen que ser exactamente al revés: las culturas marginadas podrían dejar de serlo al emularse libremente, sortearíamos el concepto de "arte oficial" y la norma sería la diversidad afectivo-sexual, hay alternativas políticas para equilibrar los desequilibrios demográficos que no pasan por castrar (simbólicamente hablando) al personal, pues no tiene ná que ver el color ni la estatura con las cosas del querer.

No quiero cerrar esta nota sin dejar constancia por escrito de que el acento andaluz impostado daña los tímpanos y el nombre de dos de los torturadores del compañero Miguel de Molina: el conde Sancho Dávila y el conde José Finat, ambos falangistas.

El director del presidio, al compañero Mario, en 1941, en el guion, escribió:

Como director de este centro penitenciario, tengo que comunicarte que se te ha conmutado tu condena y hoy mismo serás puesto en libertad. Te aconsejo que no vuelvas a las andadas. En esta España de paz, no caben los rojos ni los maricones como tú.

La marquesa, en el guion, escribió:

Ya ves, Benito. Dora y Mario han conseguido que la aristocracia española nos interesemos por el folklore andaluz. [risas de supremacía clasista]

Guion: Jaime Chávarri, Fernando Colomo, Lázaro Irazabal, Antonio Larreta.
Música: Gregorio García Segura.
Fotografía: Hans Burmann.
Productora: Lince Films, Iberoamericana TV.

• Ángela Molina (Pepita Morán, alias "Dora").
• Manuel Bandera (Mario Ruiz, trasunto de Miguel de Molina).
• Ángel de Andrés López (Juan).
• Amparo Baró (Balbina, la ayudante de Pepita).
• Mary Carmen Ramírez (la madre de Pepita).
• María Barranco (Nena Colman).
• Santiago Ramos (Servando Ramírez, empresario cinematográfico).
• Diana Peñalver (hermana).
• Juan Gea (Gonzalo, marqués).
• Rafael Alonso (Benito Campoverde).
• Eva León Conde.
• Ana Sáinz.
• Manuel Gallardo (Ignacio Martínez).
• Mari Paz Ballesteros.
• María Rus.
• Tony Canal.
• Luis Barbero.
• Abel Vitón.
• Ricardo Palacios (director del penal).
• Paco Clavel (Antoñito).
• Miguel Molina (un chico joven).
• Anastasio Campoy.
• Francisco Cambres (Mateo).
• Juan Calot (fascista).
• Cándida Galán.
• José Cerro.
• Santiago Álvarez (comisario).
• María Elena Flores.
• Félix Navarro.
• Rafael Silva.
• Francis Lorenzo (un policía).
• Amado Cruz.
• Andrés Bayonas.
• Maruja Recio.
• Emilio Laguna.
• Emilio del Valle.
• Fuensanta Morales (una bailarina).
• Roger Álvarez.
• Dani Pannullo (un admirador en el palco).
• Paco Racionero (el taxista).

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Begoña Piña, en "Artistas perseguidos, ¿de qué se le acusa?", en Público, el 10 de marzo de 2016, escribió:[...] Jaime Chávarri llevaba al cine la persecución y obligado exilio del cantante Miguel de Molina en el franquismo en "Las cosas del querer" (1989).

Daniel, en "Las cosas del querer", en Cine de Temática Gay, el 5 de noviembre de 2009, escribió:[...] Inspirada en los comienzos musicales, tras la Guerra Civil española, del cantante Miguel de Molina y de los motivos que provocaron su exilio a Argentina, la película no hace uso de circunstancias, hechos, personajes, o eventos reales, sino que crea una historia completamente ficticia a partir de dicha inspiración. Para Ángela Molina supuso la oportunidad de mostrar y mejorar su lado musical, y al mismo tiempo poder realizar un homenaje a su padre, Antonio Molina, un famoso cantador de copla, al que ella acompañaba en sus giras cuando era niña.

Pablo Sánchez M., en "Las cosas del querer", en Se Rueda, el 11 de septiembre de 2013, escribió:[...] Dedicada a Quintero, León, Quiroga, Mostazo, Solano y a «tantos otros autores que hicieron posible la Canción Andaluza», "Las cosas del querer" arranca con el cante de Ángela Molina interrumpido por el rugir de las bombas para terminar reconvertida en una crónica acerca de la fuga de talentos que padeció España durante una dictadura que no dudaba en pisotearlos. Algo que trajo consigo un empobrecimiento cultural aún palpable en nuestros días.

En "Crítica de la película 'Las cosas del querer', posiblemente el mejor musical del cine español", en El Blog de Cine Español, el 23 de junio de 2013, se escribió:[...] Jaime Chávarri nos presentará la cruda realidad de la sociedad española de la posguerra, donde los ricos mantenían todos sus privilegios mientras que el pueblo vivía con miedo y sin libertad, mostrándonos la creación y posterior éxito de este grupo coplero (pianista y los dos cantantes), que interpretará temas tan populares de la época como “Las cosas del querer”, “La bien pagá”, “Herencia gitana”, “Ay carbé y Hurí”, “Chewing gum”, “El olé” y “El tracatrá”, entre otras. [...] El único defecto que le puedo sacar a esta producción es que se nota demasiado el playback de los actores, sobre todo de Ángela Molina, cuando interpretan las numerosas coplas que aparecen en esta bella historia de amor y amistad en la posguerra española.

Miquel, en "Nostálgico melodrama musical ambientado en los primeros años de la posguerra española", en Filmaffinity, el 8 de septiembre de 2006, escribió:Film realizado por Jaime Chávarri, inspirado en la vida de Miguel de Molina. Se rodó en exteriores de Madrid, Alcalá de Henares, Aranjuez, Úbeda y Almería y en plató. Fue nominado a 7 Goya. Se estrenó el 3-X-1989.

La acción principal tiene lugar en Madrid entre el 27-III-1939 y finales de 1945. Narra la historia de Mario Ruiz (Manuel Bandera), cantante y bailarín homosexual, que triunfa en los escenarios de un país arruinado por la guerra, sometido al racionamiento de alimentos, testigo atónito del estraperlo, dominado por conductas autoritarias e intransigentes, sensible al capricho de los personajes influyentes y víctima de la efervescencia de prejuicios homófobos. Al salir de prisión, Mario conoce a Juan (Ángel de Andrés López) y Pepita (Ángela Molina) y deciden formar un grupo en el que Mario y Pepita se encargan de cantar y bailar y Juan de acompañarlos al piano.

La película es, ante todo, un musical que recoge una bonita selección de las canciones de moda en la España de posguerra. Hay canciones melódicas ("Las cosas del querer"), castizas ("Ay carbé y Hurí"), cómicas ("Chewing gum"), sarcásticas ("La bien pagá"), costumbristas ("El olé"), provocativas ("El tracatrá"), trágicas ("Compuesta y sin novio"), solemnes ("Te lo juro yo") y populares ("El cochecito leré", "Mi casita de papel"). Traza un esbozo cariñoso y entrañable de unos años en los que la pobreza se aliaba con la prostitución y ésta con las ambiciones de prosperar en la escena, el cine y la canción. El apoyo de personas influyentes era decisivo para encontrar trabajo, conseguir plaza de funcionario, obtener contratos. De igual modo, el resentimiento de una persona influyente podía ser causa de desgracia, prisión o exilio. Los influyentes gozaban de privilegios tan incívicos como el que permite a la sra. marquesa saltar la cola de los que esperan ser recibidos por don Benito Campoverde (Rafael Alonso). Las conductas homófobas se ven reforzadas y apoyadas desde el poder, que invita a reprimirlas y castigarlas con impunidad. Miguel de Molina se vio obligado a huir a Argentina, donde vivió 50 años hasta su muerte en 1993.

La música ofrece una emotiva selección de canciones que endulzaron unos años dramáticos. En ocasiones el uso del playback se hace muy evidente. La fotografía se sirve de fondos oscuros o negros, escenarios sórdidos, ambientes opresivos y símbolos inquietantes (locomotora humeante), que combina con bonitas canciones. Se beneficia de una coreografía imaginativa. El guión, con diálogos de Colomo y Chávarri, elabora un melodrama de dos amores imposibles, el de Mario por Juan y el de Pepita por Mario. Las interpretaciones son correctas, en especial la de Ángela Molina, que se vuelca en el personaje. La dirección crea un musical a la española, de interés para nostálgicos y aficionados a explorar la España de posguerra.

Película bien construida, de gran éxito, gratificante e interesante, que contiene algunos trazos dramáticos notables.