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La Lupe

Discos y autores.

La Lupe

Nota Vie Abr 27, 2007 9:53 am
La Lupe
Cuba / Santiago de Cuba (1958-1980)

Portada
(Wikipedia)



Introducción

    La Lupe (nombre artístico de Lupe Victoria Yolí Raymond, Santiago de Cuba, 23 de diciembre de 1939 - Nueva York, 29 de febrero de 1992) fue una cantante cubana.

Reinaldo Cedeño Pineda en Rebelión escribió:Irreverente, marginal, hiriente, trepidante, teatral, visceral, impúdica, salvaje, ciclónica, agresiva, demente, sensual, escandalosa, excitante, única, truquera, descarada, excéntrica, legendaria, irrepetible…

¿Pero, quién era esta mujer que no cabía en sí misma? ¿Quién era, que no alcanzaban las palabras?

Y por si no bastase, el testimonio de algunos que sabían muy bien cuanto decían: “Eres un genio”... (Pablo Picasso)... “La creadora del arte del frenesí” (Hemingway)… “Un animal musical“ (Jean Paul Sartre).

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El remolino de su vida azuzó la polémica; pero en cualquier caso, esta comienza desde el principio.
No se llama Guadalupe como afirman la mayoría de las fuentes en Cuba y el exterior, sino Lupe, con Victoria como segundo nombre. Así fue inscrita y así lo conservó.

La fecha de nacimiento también ha generado contradicciones increíbles. En el Diccionario de la música cubana (Helio Orovio), sólo hay un signo de interrogación.

Algunos están perplejos cuando pregunto por La Lupe. Por aquí vino hace tiempo la hermana de La Lupe –me cuentan-, han venido extranjeros; pero un periodista cubano… no. Me estremezco.

Tal vez no se haya reparado suficiente en que, ese entorno rebelde y espontáneo de sus primeros años, fue acaso el sustrato, la chispa resguardada que devino en la gran llamarada de su existencia.

La Lupe es hija de la guantanamera Paula Raymond Soler y el santiaguero Tirso Yoli Michel, trabajador de la empresa Bacardí, que toleraba mal su afición a cantar. En consecuencia, la muchacha estudió para maestra en la Escuela Normal… mientras seguía actuando al aire libre y en concursos radiales.

Un espíritu como aquel, sin embargo, no se doblegó ni a la autoridad paterna.
Sin que su progenitor se enterara, asistió a un concurso de aficionados de una emisora radial de Santiago de Cuba.

Afirman que la joven había ido a pie de su casa a la emisora, con un calzado que le apretaba y… cuando llegó su turno
–libre de la atadura de sus únicos zapatos- salió a cantar descalza.

En 1955, La Lupe se traslada con su familia para La Habana –su padre andaba con problemas nerviosos- y ella ya tenía el título de maestra, aunque no ejerció. De su etapa de estudiante en la Escuela Normal, la recuerda Norma Esther Silva Gaínza:

“Cierta vez en que llovía y mientras esperábamos, Pacho Alonso que también estudiaba allí, comenzó a dar tumbas en el asiento. Lupe se subió a la mesa y empezó a cantar, a bailar con aquella gracia de ella. Cuando los profesores llegaron, fue tremendo…”

En 1958 su carrera musical se impulsa como integrante del trío Los Tropicubas. El músico, Eulogio “Yoyo” Reyes había quedado rendido a sus pies y se convertirá en su primer esposo… pero ni el trío ni el matrimonio podrán ponerle riendas a una Lupe incontrolable dentro y fuera del escenario. Y aquello se quiebra.

La Lupe, independiente de nuevo, se convierte en solista. Actuó en Le Mans y en el night club La Red. En este último “fijó su cuartel general, donde cada noche recibía a los fanáticos de su estilo agresivo y teatral”.

En 1961, era una estudiante de sociología de la Universidad de Oriente, que llegaba a La Habana con sus compañeros, a propósito de una exposición:

“Por la noche, aprovechábamos para recorrer la ciudad…. En una de esas salidas por El Vedado, fuimos a dar, ya en la madrugada, a La Red. En aquel momento, La Lupe era la estrella del lugar. Casualmente iba en el grupo, un muchacho que había sido su compañero de estudios de la Escuela Normal de Santiago, y la Lupe se sentó con nosotros en la mesa.

En 1960, la artista graba su primer disco, nunca con mejor título: Con el diablo en el cuerpo (LP-DISCUBA).

Por suerte, estos temas –y la interpretación de su vida desde el teatro- han permitido un acercamiento de las más recientes generaciones de cubanos a La Lupe, tras ser reeditado en el 2003 para la colección Las voces del siglo (Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales: EGREM).

Caía un terrible silencio, y La Lupe dejó de ser alguien de la que se oyó hablar alguna vez, para sobrepasar el estigma: “¡aquella loca que daba zapatazos al pianista!”… y hacerse tangible.

Cuando se le escucha en Con el diablo en el cuerpo, o en Fiebre hay que andar preparado para soportar la descarga volcánica que le sale de la garganta… y cabe imaginársela, mientras suena su grito de combate: Ay yiyiyi. Aquel rescate de la EGREM, incluye una imagen de La Lupe muy joven, sonriente y tranquila, de brazos de Pacho Alonso y Benny Moré.

Aún habrá más relacionado con esta producción de estreno, una verdadera joya, en la que un equívoco hace increíble guiño a la realidad (Bohemia, julio 23, 1961):

imagenCuando decíamos que La Lupe iba a llegar muy lejos, no pensábamos en tanto. Por ejemplo, la semana pasada, sin moverse de La Habana, su nombre era ya muy comentado en Praga (…) Resulta que en el disco de larga duración salido, La Lupe canta “Fiebre” y en mitad de la canción, lanza dos o tres veces el título original: Fiver. Los checos han entendido que lo que quiere decir Lupe es “Fidel” y llaman continuamente a Radio Praga para que pasen “la canción de Fidel”.

El naciente proceso revolucionario lo sacude todo y se radicaliza frente a muchos desafíos. Los centros nocturnos son nacionalizados, y La Red no es excepción. A la luz del nuevo contexto, se reaviva la polémica sobre La Lupe y algunos reinterpretan su estética “marginal”, su “arte nervioso”… más allá del cabaret.

Todavía hay quienes recuerdan con asombro sus presentaciones en la televisión cubana que “puso los pelos de punta”. Aquellos excesos no le ganarían buena fama; aunque tal vez otros demonios se desencadenaron.

La Lupe parte de la Isla hacia México en 1962… Sin embargo, aquellos impulsos no le abandonaron.

Antonia Rey, actriz cubana confesó que: “A veces había que darle oxígeno cuando salía del escenario, porque no podía respirar. Ella era demasiado intensa”. La mismísima Lupe declaró alguna vez: “Yo creo que le gusto a la gente porque hago lo que ellos quisieran hacer, pero no se atreven”.

¿Hasta dónde aquella fiebre no era más que teatralidad, un recurso escénico llevado al límite? ¿Hasta dónde era el impulso de los demonios que la asfixiaban? ¿Hasta dónde fue resultado de las drogas que unos dicen usó y que otros fervientemente niegan?

El tiempo se encargará de despejar las verdades, aunque los mitos nunca puedan asirse definitivamente.

Y lo cierto es que cada aparición suya se convertía en un suceso, que en sus mejores demostraciones, la interpretación de La Lupe no aparece rasgada por la excentricidad.

Lo que sobrevendrá a continuación, cabalgando en la gloria, es historia sabida. A veces, su vida parece un culebrón y otras una tragedia. De tierra azteca, La Yoli va a probar sus condiciones en Nueva York, lugar de triunfos y angustias para tantos latinos.

Sus primeros éxitos están al lado de Mongo Santamaría, luego las palmas junto a Tito Puente con quien hace “la mancuerna perfecta”.

Rinde al Madison Square Garden y al Palladium, se le consagra como Reina de la Canción Latina, pues lo mismo hizo un montuno que un joropo, un guaguancó que una copla, un merengue que un mambo o ¡un bolerazo!, más de uno… todo a su manera.

Luego, a descender la pendiente, que tanta vida desbordada lo aceleró todo. Y cuando sobrevino la venta de la empresa discográfica con la que había grabado (Tico) a la Fania, La Lupe no pareció encajar.

Hay tantas cosas por preguntarte, ya imposibles…

Luego, la caída en la casa, el accidente que la llevó a una silla de ruedas, el incendio de su hogar.

Ay, Lupe.

Y su retiro a un modesto apartamento, la “cura milagrosa” en una iglesia evangelista y su decisión de elevar su canto solo a Dios, rechazando cualquier contrato… una historia cinematográfica, pero absolutamente real.

La Yiyiyi: ese carácter que salió de la esquina a la fama universal.

María Marí Ros, el 24 de enero de 2013 en Diagonal escribió:La Lupe, Dios y el diablo en el cuerpo

Han pasado 20 años de la muerte de La Lupe, el ciclón que vivió dos vidas dirigidas en ambos casos por el estallido de las emociones.

Portada

Hay cierto tipo de fiebre que los termómetros no pueden medir. Es esa fiebre que poseen algunas personas y que las convierte en seres excepcionales que, en vez de avanzar por la vida, serpentean por ella, sacudiéndose a puro golpe de caderas. Es esa fiebre que solamente entiende de movimientos de placas tectónicas, porque todo lo demás le sabe a poco. Es esa fiebre que constituye el punto de partida de lo inclasificable, lo bizarro (en su verdadero significado, y no en el adulterado que los postmodernos utilizamos gratuitamente). Es esa fiebre, en fin, que recorrió la vida, el cuerpo y la voz de La Lupe (1939-1992) y que hizo de ella alguien tan rabiosamente único como monumental. Por eso, mientras canta su versión de Fever, la única opción es callar y dejarla florecer.

Hija de una Cuba convulsionada políticamente, de familia obrera y admiradora de Lola Flores, poseía esa ausencia de paradigma familiar que acompaña a tantos genios. Obnubi­lada por la sombra de su madrastra, se casó muy pronto, encontrando en el matrimonio el mejor medio para dejar la casa paterna. Yoyo, su primer esposo, fue también una especie de herida: con él formó el grupo Los Tropicuba, pero las peleas y las infidelidades hicieron que la unión durara poco.

Sin embargo, coincidiendo con la llegada al poder de Fidel Castro y con la exaltación de las libertades en la isla, La Lupe grabó su primer disco, con un título más que premonitorio, Con el diablo en el cuerpo, y abrió su propio local nocturno. Allí fueron a parar intelectuales europeos de la época, fascinados por su magnetismo. Sartre diría de ella que era un animal musical. Picasso diría, sencillamente, que era un genio. Pero este matrimonio con la Cuba de las libertades también fue breve, ya que La Lupe escapaba incluso a los parámetros de la mujer liberal que el régimen exaltaba.

Cuando vio que no había espacio para ella en la tierra que pisaba, cogió su furia, la metió en una maleta y se lanzó a ser emigrante. Paró en México, pero no se detuvo hasta que no llegó a Nueva York, donde pronto encontraría a Mongo Santamaría, encargado de producir su nuevo disco, que embelesó a todos los estadounidenses fanáticos del desgarro latino. Los embelesó y los desbordó, tan ininteligible como fue siempre su música. También se casó con William García, en un matrimonio muy distinto al que mantuvo con Yoyo. Todo fue muy rápido, y por eso llegó temprano el momento en el que cruzó su vida con la de Tito Puente, quien la atraparía en su orquesta y con quien grabaría su tercer disco, ese donde se inmortalizó el Qué te pedí que la sobrevivió.

Reina del soul latino

Cuentan que todo este éxito repentino y desmesurado hizo que pudiera entregarse a una vida de excesos, ella, que era en sí misma el mayor exceso. Se convirtió en la reina del soul latino y enamoró a todos con su singular forma de cantar y con su puesta en escena rabiosa, irreverente y única. Fue madre, consumió cantidades ingentes de alcohol y drogas y gastó grandísimas sumas de dinero en caprichos como su mansión, la que hubiera sido de Rodolfo Valentino, en una vida que no era más que la extensión de su música y de su arte. Fue también por entonces cuando abrazó la santería, convirtiéndose en santa y entregando su dinamismo a este universo acaso solamente comprensible desde dentro. Fueron sus años dorados. Joven, rica, guapa, aparentemente feliz y siem­pre arrebatada. Pero tal y como llegaron se fueron.

Apenas unos años más tarde fue excluida del grupo de artistas de la Fania Stars, que decidieron encumbrar a Celia Cruz como nueva diosa latina. Ése fue el comienzo del final de La Lupe, si es que para ella hay algún final posible. Tal y como era de esperar, no se rindió, y convirtió su vida en una batalla por sobrevivir, por sacar la cabeza, por seguir adelante, llegando a pasarse al rock o al teatro, donde no consiguió ningún éxito.

Su popularidad menguaba y su salud menguaba con ella. No podía darle más a la vida porque se lo había dado todo en un principio, así que acabó viendo cómo su orgullo se desvanecía y ella se desvanecía con él. A ello se sumaron las palizas de William, su marido. Y a las palizas se unió la enfermedad de quien se las daba. Diagnosticado su marido de esquizofrenia, La Lupe gastó hasta el último céntimo en tratamientos poco fructíferos, hasta que perdió su querida mansión.

Eran los años 80, y La Lupe se retiró de la vida pública. Solamente quedaron expuestas al ojo público todas las leyendas que se generaron en torno a ella: que vivía en un apartamento del Bronx, que más tarde también perdió porque las velas de los santos lo incendiaron o, incluso, que acabó viviendo como vagabunda por las calles de Puerto Rico.

Sea como fuera, el desenfreno pareció llegar a su fin con un accidente doméstico preparando la nochevieja de 1984-85. A raíz de una caída y de una larga estancia en el hospital, La Lupe dejó de lado todo lo que había sido para entregarse a la iglesia evangélica. Según ella, fue la forma definitiva de encontrar el camino a dios, algo que siempre había estado buscando. No obstante, queda el testimonio en vídeo de algunos de sus discursos religiosos y quien quiera verlos bien podrá ver en ellos a una Lupe con la misma actitud que la de aquélla que se retorcía sobre sí misma en los escenarios. Valga un ejemplo: su llamamiento a pisarle la cabeza al diablo (suponemos que el mismo que declaró tener en el cuerpo ya en el título de su primer disco).

Curiosamente, nosotros, los españolitos, descubrimos a La Lupe en esta misma década, cuando ella ya se apartaba de la luz y se entregaba a las oraciones. Pedro Almodóvar y su Mujeres al borde de un ataque de nervios fueron en parte los responsables de traerla hasta el primer plano en nuestro país, convirtiéndola en diva de la comunidad gay, convirtiéndola en fetiche de una época que si algo está claro es que quería transgredir.

La Lupe murió sin hacer apenas ruido hace 20 años, en 1992. Sin embargo, su trabajo sigue aquí. Y su fiebre. Si dios existe, no cabe ninguna duda de que le dio una misión muy clara: allanar las emociones haciéndolas estallar y estallando con ellas. Si han pasado 20 años y sigue siendo un mito y una de esas personas que justifican la existencia de la especie humana es porque sus terremotos siguen vivos a día de hoy, porque la fiebre sigue subiendo y la vida sigue doliendo, porque la carcajada acaba siendo la mejor medicina. Y, sobre todo, recuerda: si los tacones no te dejan bailar, quítatelos y escúpeselos al escenario. Ay, mamá.


Ficha técnica
    Género: Salsa, Bolero, Rumba




Discografía

En solitario

    Con el diablo en el cuerpo (Discuba, 1961)

    La Lupe Is Back (Discuba, 1962)

    La Lupe y su alma venezolana (Tico, 1966)

    A mí me llaman La Lupe (Tico, 1966)

    The Queen Does Her Own Thing (Roulette, 1967)

    Dos lados de La Lupe (Tico, 1968)

    Reina de la canción latina (Tico, 1968)
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    Apasionada (Tico, 1978)

    La era de La Lupe (1968)

    La Lupe es la reina (Tico, 1969)

    Definitivamente la Yiyiyi (Tico, 1970)
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    That Genius Called the Queen (Tico, 1970)

    La Lupe en Madrid (Tico, 1971)

    Stop, I'm Free Again (Tico, 1972)

    ¿Pero cómo va a ser? (Tico, 1973)

    Un encuentro con La Lupe (Tico, 1974)

    Única en su clase (Tico, 1977)

    En algo nuevo (Tico, 1980)

    Grandes éxitos
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Con Mongo Santamaría


Con Tito Puente

    The King Swings, the Exciting Lupe Sings (Tico, 1965)

    You n' Me / Tú y yo (Tico, 1965)

    Homenaje a Rafael Hernández (Tico, 1966)

    The King and I / El Rey y yo (Tico, 1967)

    La pareja (Tico, 1978)


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Nota Vie Abr 27, 2007 11:02 am
me he puesto a bajar los discos aver quetal

pero desde luego parece que promete bastante...
luchamos para vencer!
no pasaran!


Nota Vie Abr 27, 2007 8:48 pm
Imagen

[Editado por el comité de RBM para incluir el enlace en el primer mensaje. Muchas gracias, compañero Malatesta.]

Un disco que me gusta demasiado !! :D
[Acrostico]
ex : cineautor.info[cerrado]

excelente voz!!!gracias


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