RebeldeMule

Cine y drogas

Aquí recopilamos toda clase de material relacionado con un tema o un director de cine concretos.

Nota Mar Ene 26, 2010 12:28 am
Una lista de gran valor. Lo que no estoy de acuerdo es en calificar a "Miedo y asco en Las Vegas" de poco valor. Si por el contrario, fuera por comprobar, te invito a que lo hagas, puesto que además de tener un trasfondo social, un tanto fugaz, pero muy a tener en cuenta, las interpretaciones de J. Deep y B. del Toro son tremendas.

Ya veo que no has olvidado la saga del "Pico", pero creo que quedan muchas películas de lo que se denominó como "cine kinki", como "Navajeros", también dirigida por Eloy de la Iglesia.

Junto al tráfico de armas, de órganos y la industria del sexo, las drogas es uno de los negocios que mayor volumen de dinero mueve a escala mundial. La existencia del tráfico de estupefacientes responde a una clara estrategia global de control social, un control que se lleva a cabo de forma encubierta y que responde a los intereses de quienes detentan el poder económico.

Las drogas constituyen un importante problema social debido al impacto negativo que generan. Sin embargo, en la actualidad, la verdadera naturaleza de las drogas no es puesta de manifiesto, lo que impide tener una visión mínimamente clara acerca de este problema, desviándose siempre la atención hacia aspectos secundarios y de una importancia menor.

Generalmente se intenta transmitir que las drogas son malas por la sencilla razón de que pueden llegar a matar, o simplemente porque los efectos negativos que tienen son devastadores para la salud humana, lo cual, sin dejar de ser cierto, no representa el principal motivo para calificarlas como malas.

Las drogas, si por algo son realmente malas es porque generan una dependencia sobre quienes las consumen, creando la necesidad de consumirlas de forma continuada para evitar los efectos físicos o psíquicos negativos que aparecen al dejar de tomarlas, lo que implica una pérdida de control sobre uno mismo y la consecuente esclavitud del individuo. Así, el hombre pierde su humanidad renunciando a su libertad y haciéndose esclavo de la droga. Las drogas despersonalizan completamente al individuo, este deja de ser él mismo y la droga pasa a apoderarse de todo su ser, lo termina suplantando.

Este es el carácter esencialmente negativo de las drogas, lo que permite, en definitiva, que ciertos grupos económicos ejerzan un poder despótico sobre parte de la sociedad, a la cual exprimen hasta límites insospechados consiguiendo una gran rentabilidad económica con ello.

El LSD o la heroína fueron introducidos masivamente en la sociedad en los años 60 y 70 por agencias gubernamentales de los EE.UU., lo que produjo una gran expansión del consumo de estas drogas. El LSD surgió a partir de unos experimentos que Alemania estuvo desarrollando durante la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de intentar desarrollar ciertas facultades nerviosas del cerebro. Con el fin de la guerra EE.UU. se hizo con el proyecto y continuó experimentando pero sin alcanzar, al parecer, resultados exitosos. Por esta razón se decidió experimentar con él a escala social, por lo que se comenzó a introducir entre los jóvenes de los 60.

El resultado fue la creación de una inmensa fortuna que permitió a la propia CIA financiar sus operaciones encubiertas a lo largo del mundo, y de igual manera, supuso un suculento negocio para los bancos encargados de blanquear el dinero, ya que ello les permitía disponer de inmensas cantidades de efectivo para responder a sus pagos.

Algo similar ocurrió con la heroína, que comenzó igualmente a proveer de inmensos ingresos que hicieron de las drogas un negocio muy suculento dada su gran rentabilidad. Diferentes agencias gubernamentales comenzaron a llevar a cabo el control de estas sustancias al tiempo que se lucraban con ellas, evitando de este modo tener que incrementar los impuestos sobre los ciudadanos para poderse financiar, lo que hubiera traído consigo importantes protestas. Pero paralelamente a esto, se comenzó a estudiar los efectos sociales y la repercusión que iban teniendo estas drogas en la sociedad, como fue el caso de los hippies, lo que contribuyó a desmovilizar a la población joven de sus tradicionales luchas sociales frente a los abusos de las oligarquías, para quedar así sumida en un mensaje vacío e infantil.

Las drogas han servido históricamente como una especie de sedante para la sociedad ya que desvía la atención de los verdaderos problemas, lo que ha conferido al poder hegemónico un mayor control sobre esta proveyéndole de una válvula de escape, evitando así contestaciones sociales que pudieran terminar teniendo efectos indeseables y desestabilizadores. El sistema nos quiere drogados y pasivos para poder continuar con su opresión.

Debido a la gran importancia que las drogas han adquirido dentro de la estrategia política y social de las oligarquías, se ha hecho fundamental el control de las principales rutas de tráfico de drogas, las mismas que conectan los centros de producción con los inmensos mercados occidentales. Por esto, muchos conflictos armados que se han presentado bajo un prisma equivocado respondían, en realidad, a las pretensiones por parte de las potencias económicas mundiales de hacerse con el control de dichas rutas, o de mantener la producción de estupefacientes en determinados países (como es el caso de Afganistán).

Como se ha dicho, debido a la magnitud del volumen de negocio que mueve el tráfico de estupefacientes, su integración económica ha provisto a la banca de unos inmensos beneficios derivados del blanqueo de capitales. El dinero es "legalizado" al ponerlo en circulación dentro del sistema bancario, y a su vez es utilizado para desarrollar inversiones especulativas que revierten en el propio blanqueador, es decir, el banco. Asimismo, aparte de los grandes beneficios que reporta, los bancos están muy interesados en contar con dinero líquido para hacer frente a sus pagos, y, a su vez, resguardarse de cualquier crisis financiera derivada de la inestabilidad del mercado bursátil mundial y el crecimiento desmesurado del dinero digital fruto de la especulación.

Resulta preocupante que el consumo de drogas se haya incrementado de forma brutal entre la juventud, lo que es muy peligroso en la medida en que contribuye a destruir la calidad humana de la sociedad, ya que las drogas deterioran el material biológico de una población sumiéndola en la enfermedad y la esterilidad. Una sociedad llena de alienados, incapaces y enfermos es una sociedad descompuesta camino de su desaparición, y si lo que se destruyen son las fuerzas vitales de esa sociedad que permiten su regeneración y renovación, su fin se vuelve inminente.

Las drogas, por su naturaleza problemática, generan conflictos sociales muy graves de naturaleza violenta, ya que la alteración que se ejerce sobre la consciencia de las personas debido a su dependencia con estas sustancias, las desnaturaliza al convertirse el consumo en el único objetivo de la vida del individuo. Esta desestructuración social del sujeto desarrolla su inadaptación, volviéndose así en un problema para quienes les rodean y, por ende, para la sociedad.

Como posible solución a este problema se ha llegado a plantear la legalización de las drogas, lo que demuestra, de entrada, bastante ignorancia o mala fe. En el supuesto de que se llevara a cabo la legalización de las drogas ello no evitaría los problemas sociales que genera su consumo, por el simple hecho de que altera el organismo y la mente humana en un sentido nocivo para la salud y la estabilidad social. Pero aún obviando estos aspectos negativos, se generaría la dinámica por la que la droga se procuraría hacer escasa en el mercado, de forma que se reprodujeran dinámicas oligopolísticas y monopolizadoras por parte de productores y distribuidores para venderla cara, y al mismo tiempo el Estado, como hace actualmente con el tabaco y el alcohol, se encargaría de gravar con impuestos dichas sustancias.

Incluso si quisiéramos llevar al extremo este planteamiento, y, una vez legalizadas las drogas y puestas en circulación dentro del sistema económico capitalista, consideráramos el mercado como la forma menos adecuada para su distribución y consumo, y designáramos al Estado como el encargado de proveer la droga a todo el mundo, de manera que se supliera la demanda social existente, estaríamos ante una situación igualmente peligrosa que le conferiría al Estado un control desmedido sobre la población, quienes de ser ciudadanos pasarían a ser sus esclavos. En este sentido es bastante aguda la descripción que Aldous Huxley realiza en su obra Un mundo feliz, en la que toda la sociedad consume una droga llamada soma, que es provista por el propio Estado, lo cual le provee un completo control mental sobre ella. Todo el mundo necesita la droga y para ello debe acceder a las exigencias de un poder tiránico.

Aparte de todo esto, a día de hoy, el poder económico además de lucrarse con el tráfico de droga e impedir que se produzcan movimientos que cuestionen las bases de su poder, es consciente de que las drogas generan ciertos problemas sociales que es necesario minimizar y gestionar. Es así como las llamadas campañas para evitar el consumo de drogas están, cada vez más, orientadas a la prevención de los riesgos asociados al consumo de las propias drogas. Se asume públicamente que la sociedad, o buena parte de ella, consume drogas y que ello no se puede ni evitar ni cambiar, por lo que la única posibilidad es intentar evitar que su consumo no genere importante malestar social ni conflictos que puedan hacer peligrar la estabilidad. No se combaten las causas últimas del problema para buscar su solución, ya que directamente se ha renunciado solucionarlo, sino que únicamente se pretende gestionar sus consecuencias.


El sistema comprende que la naturaleza del tipo humano actual, el burgués, no quiere otra cosa más que estabilidad, seguridad y que nadie ponga en peligro su estrecha parcela de individualismo. Por esta razón se ponen en marcha proyectos orientados a enseñar a la gente, especialmente a los jóvenes, a cómo consumir drogas de manera que los efectos negativos sean lo menores posibles. Así surgen las narcosalas, los programas de prevención de riesgos, etc... Se busca minimizar daños, como: evitar que alguien se encuentre jeringuillas en un parque, altercados en lugares públicos y de ocio, delincuencia, etc...

No son tampoco desaventuradas las teorías maltusianas de las que hace gala la inteligentsia liberal, que aplicadas al uso de la droga esta serviría para limpiar la sociedad de cierto exceso demográfico, consiguiendo así mantener ciertos grados de estabilidad y bienestar para el conjunto, a expensas, claro está, de borrar del mapa a otros.

Una lucha real contra las drogas sólo puede inscribirse dentro de un plan general de desmantelación de las estructuras capitalistas, ya que es la única forma posible de hacer que sea técnicamente imposible producir, traficar y consumir drogas. Además de esto, es imprescindible no sólo informar a la juventud de los peligros y riesgos a los que se exponen con el consumo de drogas, sino que es preciso educar a la juventud desde las familias, los medios de comunicación, el arte, el sistema educativo y cultural, y el propio poder político para rechazar el consumo de las drogas, y juntamente con ello a rechazar también la moral de esclavos inducida por el hedonismo exacerbado, para evitar que una juventud saludable hipoteque su futuro y venda su libertad a cambio de efímeros momentos de placer artificial.

Encontrado en Lucha sin drogas


Sin llegar a suscribir al completo el artículo, me ha parecido interesante sacar este tema por aquí, aunque ya se ha hablado de las drogas en otros hilos de Rebeldemule.
Cada duda es una bala, una barricada en cada respuesta
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Este artículo me recuerda a la discusión que se inició cuando alguien dijo que el maoismo había acabado con el problema de la droga en China. Me temo que el problema está mal enfocado de raíz. No se puede hablar de drogas en general, metiendo en el mismo saco a la heroína, el cannabis y el alcohol, por ejemplo.

Para poder decir algo sensato hay que hacer un análisis mucho más detallado.

A mí lo que me resulta interesante del artículo es la reflexión que hace sobre la mayor nocividad de las drogas frente a la que se nos suele presentar en las campañas contra ellas. Efectivamente no es un análisis muy extenso (hacen falta libros para eso, no un par de folios) pero tampoco creo que, para hablar de ciertas cosas, haga falta hacer distingos. Tanto la heroina,la cocaina como el cannabis, como el tabaco, como el alcohol, todas son sustancias que generan una dependencia, que creo que es de lo que habla el texto. Consumir una sustancia que te va a generar una dependencia y de la que no tienes ninguna necesidad me parece algo bastante autodestructivo, ¿qué nos empuja a hacerlo?
Cada duda es una bala, una barricada en cada respuesta
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Para ir entendiéndonos conviene dejar los conceptos medianamente claros.

Droga= sustancia psicoactiva que genera dependencia. Esto descarta de entre las drogas a los derivados del cannabis, que no generan dependencia física. El alcohol sólo genera dependencia en determinadas condiciones.

Luego, decir que algo no es una necesidad es llevar las cosas demasiado lejos. Las necesidades del ser humano son alimentación, techo, ropa suficiente y poco más. Podríamos prescindir de las drogas como podríamos prescindir de casi todo, de la electricidad por poner un ejemplo un poco exagerado. Pero, de hecho no nos movemos en esas coordenadas. No podemos contraponer las drogas a las necesidades sino a otros consumos igualmente prescindibles.

Por otra parte, iniciamos el consumo de muchas drogas porque no somos conscientes de hasta qué punto crean dependencia (por ejemplo el café), o de las implicaciones de esa dependencia (por ejemplo el tabaco). Otras veces por presión social (suele ser el caso con el chocolate y la maría). Quedaría la pregunta de por qué se inicia la gente en el consumo de las drogas más autodestructivas como la heroína.

Es tentador adoptar la teoría de las drogas como medio de control social, pero yo incidiría principalmente en su vertiente económica. Yo diría que para el capitalismo, las drogas más que un medio para adormecer a la sociedad y frenar posibles movilizaciones revolucionarias, son una mercancía muy efectiva a la hora de reproducir el capital, máxime si hablamos de drogas "ilegales".

Por una parte, las características del producto mercantilizado resultan ya de por sí muy atractivas desde la óptica del capital: la dependencia física que conlleva su consumo supone la fidelización automática del cliente sin necesidad de realizar gasto publicitario. Por otra parte, el mercado negro representa un paraiso para el capital debido a completa ausencia de regularizaciones (más allá de los sobornos). El tráfico de drogas está exento de cualquier tipo de impuestos o aranceles y el margen de ganancia lo convierte en un "sector económico" tan atractivo como el especulativo-financiero. Y se trata sin duda de un sector en alza. El libro "Gomorra" de Roberto Saviano incide en esta tesis. Aquí podéis leer una buen reseña del mismo por parte de Pascual Serrano: http://www.pascualserrano.net/libros/el ... apitalismo

Aunque las causas por las que la gente consume drogas son variadas, voy a caer en la tentación de decir que principalmente se trata de una vía de escape para evadirse del las contradicciones que genera el sistema político-económico vigente.

Como curiosidad una tabla con las principales causas de muertes en USA:
http://drugwarfacts.org/cms/?q=node/30
No garantizo la fiabilidad plena de los datos. Traduzco los más significativos referidos a drogas (legales o no, con prescripción médica o sin ella). Las cifras indican números de muertos al año:
1. Tabaco: 435.000
...
3. Alcohol: 85.000
...
7. Reacciones adversas medicinas con receta: 32.000
...
12. Drogas ilegales: 17.000
xx. Marihuana: 0

Las "malas lenguas" dicen que las empresas tabacaleras de bebidas "espirituosas" son las principales financiadores de las campañas anti-marihuana en USA....
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Brevemente, recordar un aspecto relacionado con el control social y las drogas pero bastante alejado del artículo: La "guerra contra las drogas" iniciada por Reagan y aún presente, supone una excusa muy útil para legitimar la represión y el control de los movimientos populares o insurgentes. Y por su puesto, el cinismo del capital le lleva también a valerse del tráfico de drogas (que "pretende" finiquitar) para la financiación de sus ilegales actividades, como se demostró en el escándalo Iran-Contra o Irangate.

Temo haberme desviado un pelín del tema...lo dejo aquí :mrgreen:
LIBERTAD sin Igualdad es Privilegio e Injusticia; IGUALDAD sin Libertad es Esclavitud y Brutalidad

HerrK escribió:Droga= sustancia psicoactiva que genera dependencia. Esto descarta de entre las drogas a los derivados del cannabis, que no generan dependencia física. El alcohol sólo genera dependencia en determinadas condiciones.

Partiendo de la definición de Herrk, aunque la dependencia psicológica, a la hora del control social (al que se refiere el texto) es igual de válida. El alcohol genera dependencia, puede que no con tanta facilidad como otras, pero desde luego que puede llegar a crear una adicción y unos síndromes de abstinencia a tener en cuenta. Cuidado con lo inocuo del alcohol, porque en absoluto lo es, y menos si hablamos de un consumo "recreativo", es decir, en dosis notablemente altas (no hablamos de tomarse un vaso de vino con la comida).

Luego, decir que algo no es una necesidad es llevar las cosas demasiado lejos. Las necesidades del ser humano son alimentación, techo, ropa suficiente y poco más. Podríamos prescindir de las drogas como podríamos prescindir de casi todo, de la electricidad por poner un ejemplo un poco exagerado. Pero, de hecho no nos movemos en esas coordenadas. No podemos contraponer las drogas a las necesidades sino a otros consumos igualmente prescindibles.

Vale, lo "necesario" es muy relativo, pero, ¿que aportan las drogas para que valgan la pena? Yo tengo claro lo que nos ofrece la electricidad o cualquier otro ejemplo no exagerado. Yo creo que como dice korrika, las drogas nos aportan escapismo y, añado yo, sensación de integración (esta última viene a partir de que otros la consumen, de modo que voy a hablar solo de la primera).

Siguiendo el ejemplo, las contrapartidas del uso de la electricidad o cualquier otra cosa son evidentes, y sopesamos si valen o no la pena. ¿Contaminar el planeta para tenerla y hacer nuestro aire irrespirable? ¿Llenar el planeta de centrales nucleares? A mi lo que me preocupa es hasta que punto la gente necesita ese escapismo como para aceptar las enfermedades y molestias derivadas, el gasto y la posible y futura adicción.

Por otra parte, iniciamos el consumo de muchas drogas porque no somos conscientes de hasta qué punto crean dependencia (por ejemplo el café), o de las implicaciones de esa dependencia (por ejemplo el tabaco). Otras veces por presión social (suele ser el caso con el chocolate y la maría). Quedaría la pregunta de por qué se inicia la gente en el consumo de las drogas más autodestructivas como la heroína.

Bien, pero ahora sabemos perfectamente las implicaciones del tabaco, ¿por qué tanta gente empieza a fumar cada año? Comenzamos a ser conscientes de que el café genera dependencia, ¿por qué nadie se lo toma en serio?

El texto simplemente reflexiona sobre una implicación política del consumo de drogas, e incluso de la legalización y control del estado de las ilegales. Y realmente creo que acierta. Resulta muy dificil vencer a una adicción que, además, te va a provocar un cierto grado de marginación social. Más aún vencer a la tentación desde el principio (no iniciarse en el consumo) si desde pequeños nos han hecho convivir con varias drogas "legales". Y el consumo lleva a un porcentaje irremediablemente siempre a la adicción.
No creo que se demonice a las drogas, pero cuando te inicias en el consumo de una droga, o cuando mediante su consumo creas un patrón de conducta que pueda ser ejemplo para otros, debes tener en cuenta las implicaciones que tiene eso, no solo en tu vida y tu salud, sino en tu entorno y en la sociedad en la que vives. Aparte de que, como dice korrika, estas levantando con tu dinero de forma bastante obscena un imperio que, yo creo, va completamente en contra de cualquier postura de izquierdas.
Cada duda es una bala, una barricada en cada respuesta
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Lo de la adicción es lo de siempre, la diferencia entre uso y abuso, y vale para todos los aspectos de la vida. Comer mucho conlleva obesidad y los problemas de salud subsiguientes y a nadie se le dice que se abstenga de iniciarse en las grasas saturadas.

Yo no puedo estar más en desacuerdo con el texto, primero por la generalización al hablar de drogas cuando se comentan sustancias tan dispares como el cannabis, el LSD y la heroína, ese matiz ya lo ha hecho HerrK. Segundo porque la adicción al alcohol, a la heroína, al sexo, a internet o a lo que sea, hay que buscarlo en la psicología del adicto, no en la farmacología, ni en la biología, ni en la tecnología. Y aunque parece que se bebe mucho, que somos un país de borrachos etc no es así, con lo extendido que está el uso de el alcohol no se puede decir que la mayoría abuse, aquí entra el carajillo de la mañana, el vaso de vino en la comida, las cañas de la tarde y los cubatas de la noche, todo el mundo puede intoxicarse un día, eso no quiere decir que salga a tres borracheras semanales o diarias que sí sería abuso, no se podría salir a la calle si todos los consumidores de alcohol fuesen alcohólicos.
Y tercero porque yo mismo he probado todas las drogas que he podido conseguir y la única que me ha supuesto un problema y de la que no he sido capaz de prescindir es el tabaco, precisamente la más legal, extendida, dañina y menos estimulante de todas.

Y si ha sido, es o puede ser un método de control político y social, lo será por su ilegalizada realidad, no se podría haber introducido la heroína en las barriadas combativas de Euskadi y Madrid de haber estado controlado su uso como en los fumaderos de opio de antaño, tampoco financiaría candidatos como en Colombia, ni justificaría acciones militares encubiertas en la lucha contra las drogas, ni compraría policías, jueces y ministros en México, en Nápoles o en Galicia. Tenemos mucho más que perder dejándolo en manos de la mafia ilegal que mueve las ilegales y de la mafia farmacéutica que mueve las legales.

No sirve de nada airear el sanbenito destructivo y encadenante de "las drogas" sin contar con la adulteración, la dosis y la frecuencia de uso, para luego recomendar el autoconocimiento con la OIDAterapia. Los straight edge no han inventado nada nuevo, ya los anarquistas en el S.XIX recomendaban no beber, al Azagra le caen collejas día sí y día no por el "Bebe y Lucha" de sus personajes, es algo que existe, pero que no vamos a solventar enfatizando el mal de la drogas como causa de la desmotivación revolucionaria cuando el asociacionismo (siquiera vecinal) brilla por su ausencia.

Nunca me he creido el tema straight edge respecto a las drogas cuando por otro lado me dicen que la promiscuidad sexual es muy mala.

Me parece muy buena idea combatir el corrupto negocio millonario de los estados capitalistas respecto al tema drogas, también apoyo que se conciencie a la gente sobre porque necesitas drogas para divertirte y la despersonalización de las gentes que solo saben relacionarse con los demás si están puestos. Bueno y todo lo demás. Que me parece muy bien.

Pero me quedo :shock: cuando veo más abajo de su blog dicen:

Mientras tanto, aunque le sea desconocido a muchos, el Movimiento para la Conciencia de Krishna ha conseguido un notable progreso al lidiar con el problema del uso de drogas. Miles de millares de devotos de Krishna viven vidas totalmente libres de drogas, en cientos de comunidades esparcidas por todo el mundo.


Muy bonito todo, también podría decir que REMAR, RETO...etc etc tambien viven libres de drogas, cuando sus "pacientes" han sido descerebrados con la causa religiosa, metiendoles en la cabeza que el "Señor" es quien les guía por la senda de la desintoxicación.

Por esa regla de tres saco en conclusión, que al CONSUMO PERSONAL DE DROGAS se le tiene mucho miedo, hay que diferenciar el concepto de drogarse compulsivamente sin sentido del derecho a vivir experiencias con drogas, con la libertad personal de experimentar sensaciones y de conocerse un@ mism@.

Este articulo dice muchas verdades sobre la adición a la Heroina, pero se podría trasladar a todas las adicciones:

CARTA A LA MADRE DE UN TOXICÓMANO



No hay drogas buenas y malas,
sino usos sensatos o insensatos de las mismas.


Muy señora mía:

Comprendo y comparto sinceramente el sentimiento de impotencia que le impulsa a formar grupos de protesta y manifestarse por las calles pidiendo soluciones para un asunto que empeora cada día. Por eso mismo le propongo detenerse un momento a reflexionar, ya que no conocemos una cosa simplemente por padecerla en nuestra carne, sino cuando llegamos a entender de dónde nace.

A usted, la propaganda oficial le ha dicho que hay, por una parte, La Droga y por otra parte las medicinas de la farmacia, y por otra los productos vendidos en las tiendas de alimentación y los estancos. Unos llevan a la muerte, otros a la vida y los terceros son cosa distinta.
Me atrevo a sugerirle que ideas de este tipo sólo empiezan a parecer reales cuando decidimos creer en ellas. La heroína, que simboliza hoy el Mal, nos sirve de perfecto ejemplo. Es un opiáceo, y el opio fue usado como bendición de Dios por todos los médicos desde hace 4.000 años hasta hace unos pocos.

Sus derivados son, desde luego, drogas de delicado manejo. Fíjese, con todo, que mientras fueron legales no produjeron un sólo caso de sobredosis accidental, mientras ahora matan involuntariamente a cientos de jóvenes cada año; y fíjese también en que mientras fueron cosas decentes, puras y baratas sus consumidores eran gente mayor. Lanzada por la casa Bayer al mismo tiempo que la aspirina, su otro gran descubrimiento, la heroína se recomendaba hasta para calmar los nervios y la tos de los niños pequeños.

Querría hacerle ver, señora, que si esa sustancia resulta hoy diabólica es porque algunos venden lucrativamente infiernos a los demás, pero también porque en alguna medida la declaramos diabólica nosotros mismos, que no sabemos vivir sin un Satanás u otro y lo encontramos en terrenos tan neutros como la química. La tragedia ocurre cuando alguno de nuestros hijos —en la edad más difícil, cuando su carácter aún no se ha formado— deciden creer la fantasías de sus padres.

¿Por qué se la creen? Observe que no sólo tiene la fascinación de lo prohibido, sino una triste aunque innegable ventaja. Obtener el estatuto de endemoniados (colgados) les libera de ese aprender a sacrificarse y acumular para otros que marca el comienzo de la madurez, les libera de asumir responsabilidades por los actos propios. Sin darnos cuenta, al aceptar que existiera una sustancia capaz de anular diabólicamente la buena voluntad ofrecimos a nuestros hijos una coartada y un papel. Coartada para la falta de virtud y papel para la falta de paradero.
Hay algo que usted sabe y parece estar olvidando constantemente. A su hijo le cuesta 20.000 pesetas el gramo de unos polvos que —según declaraciones oficiales— tienen el 5% de lo que pretenden, cuando mucho el 10%. ¿Podría padecer un marido o un hijo alcohólico si —por razones de precio y pureza— sólo lograra beber al día de anís o coñac lo que cabe en un dedal de costura? Cuando le dijera que necesitaba el dinero de la compra o el del alquiler para conseguir su dedal de licor de cada día ¿qué le respondería? Y cuando le viera morir por beberse un centilitro de eso, ¿le echaría usted la culpa al anís o al coñác en general?
Dentro de su penosa situación, señora, le sirve de consuelo pensar que la heroína es algún tipo de cuerpo maléfico que basta mirar para quedar enganchado irresistiblemente. Su hijo, un pobre incauto, quiso probar nada más y desde ese preciso instante se convirtió en víctima justificada para robar o hasta matar, y desde luego para declararse parásito perpetuo.
Pero la heroína, que sienta casi siempre muy mal las primeras veces, no empieza a adiccionar antes de pasar dos semanas usando un cuarto de gramo diario (si lo duda usted, pregunte a un médico competente). E incluso entonces, la reacción de abstinencia no resulta más incómoda que una suave gripe durante un par de días. Para adiccionarse realmente se necesitan al menos dos meses de uso cotidiano. Por otra parte, lo más probable es que su hijo no conozca realmente la heroína, sino una forma tosca y rebajada de morfina, rebajada tan brutalmente que para poder depender a nivel físico de ella necesitaría casi cuatro gramos diarios, y usted sabe que no toma más de un cuarto, cuando llega a tanto; y yo le añado que si tomase la cantidad requerida para convertirse en un verdadero adicto moriría de inmediato por efecto del sucedáneo. Extraiga usted misma las consecuencias. El esfuerzo de las autoridades por crear algo diabólico ha desembocado en la aparición de un ejército dirigido por asesinos, aunque reclutado entre farsantes e ilusos, que, a cambio del estigma y el envenenamiento con matarratas y maizena compran irresponsabilidad. El sistema vigente impone lo uno y vende lo otro. Mientras las fuerzas del orden se desmoralizan, y mientras el estado de cosas enriquece a un grupo creciente de personas que viven muy bien de defender, tratar o reprimir un mal inventado por la prohibición, usted, yo y los demás cabezas de familia somos el público que paga.

¿Qué hacer?. Como los Estados prefieren seguir mintiendo, sólo nos queda defender la verdad en este asunto, tan recubierta de ignorancia e interesados mitos. La verdad, señora, es que no hay drogas buenas y malas, sino usos sensatos e insensatos de las mismas (como pasa con las armas de fuego, la energía nuclear y tantas otras cosas), que el uso sensato es infinitamente más probable cuando no hay mercado negro y que la ilegalización estimula toda suerte de abusos. La verdad es que no depende tanto de la (supuesta) heroína como de las condiciones impuestas a su consumo el que sea un vicio pagado con una abyecta vida y una abyecta muerte. La verdad es que había mil veces menos adictos-delincuentes cuando los médicos podían recetar opiáceos. La verdad es que curar la heroinomanía con metadona es como curar al alcohólico de whisky con ginebra y mucha hipocresía. La verdad es que el remedio puesto en práctica está agravando la enfermedad con ofertas de nuevos planes que son caricaturas del más fracasado y viejo, pues la receta de aumentar los castigos —incluso aplicando el de muerte— sólo logra encarecer aún más el producto, aumentando el negocio y consiguiendo que sea vendido por menores de edad, únicos irresponsables a nivel penal.



Coartada


Fíjese que tampoco sirve proponer subvenciones y empleos a las personas por el mero hecho de declararse heroinómanos. Estas medidas estimularían inmediatamente a muchos pobres, parados e infelices a poner los medios para declararse tales, multiplicando la cantidad de personas acogidas a la coartada y el papel de irresponsables víctimas. A usted y a mí nos queda el consuelo de pensar que el asunto es planetario. Pero el mal de muchos no dejará de ser consuelo para tontos. Nuestros protectores corrompen la sociedad en nombre de la salud pública, permitiendo que se venda basura a precios astronómicos, creando cofradías draculinas que dan de comer a mangantes y criminales y fundando una casta a quien la policía protege bajo la categoría de confidentes, aunque en privado les llame gusanos, por aquello de hacer posible una pesca. Es esa canalla quien controla hoy el mercado de todas las drogas ilegales.
Ya verá usted cómo en las próximas elecciones todos los partidos le piden el voto con grandes promesas, después de apoyar hace poco en las cortes aquello que hace crónico el actual estado de cosas. Quizás le he dicho cosas que preferiría no saber, que apartaría como fuere de su mente. Pero me pregunto si quienes le dicen lo que querría oír no serán quienes defienden la auténtica causa de sus desdichas.


Antonio Escohotado
El País, 23 de mayo de 1988, pág. 32
http://www.escohotado.org

ectoplaxma escribió:Nunca me he creido el tema straight edge respecto a las drogas cuando por otro lado me dicen que la promiscuidad sexual es muy mala.

Me parece muy buena idea combatir el corrupto negocio millonario de los estados capitalistas respecto al tema drogas, también apoyo que se conciencie a la gente sobre porque necesitas drogas para divertirte y la despersonalización de las gentes que solo saben relacionarse con los demás si están puestos. Bueno y todo lo demás. Que me parece muy bien.

Pero me quedo :shock: cuando veo más abajo de su blog dicen:

Mientras tanto, aunque le sea desconocido a muchos, el Movimiento para la Conciencia de Krishna ha conseguido un notable progreso al lidiar con el problema del uso de drogas. Miles de millares de devotos de Krishna viven vidas totalmente libres de drogas, en cientos de comunidades esparcidas por todo el mundo.


Muy bonito todo, también podría decir que REMAR, RETO...etc etc tambien viven libres de drogas, cuando sus "pacientes" han sido descerebrados con la causa religiosa, metiendoles en la cabeza que el "Señor" es quien les guía por la senda de la desintoxicación.

Por esa regla de tres saco en conclusión, que al CONSUMO PERSONAL DE DROGAS se le tiene mucho miedo, hay que diferenciar el concepto de drogarse compulsivamente sin sentido del derecho a vivir experiencias con drogas, con la libertad personal de experimentar sensaciones y de conocerse un@ mism@.


En primer lugar, decir que no soy straight edge (el primer párrafo del quote es un buen indicador del porque :lol: ) y que el blog no es mio. Me limitaba a reseñar el artículo (de los pocos interesantes del blog, a mi juicio) y a citar la fuente, que además, creo que no es la original.
Estamos de acuerdo en que al consumo de drogas se le tiene mucho miedo, pero también creo que existe una tendencia desde muchos grupos y personas a considerar que el único mal de las drogas, el único motivo que las hace "malignas" es la ilegalización. El tabaco ,y también el alcohol, con el que existe (creo yo) una desagradable actitud de indiferencia, es una droga legal. Tienen consecuencias muy graves en un consumo continuado, especialmente el tabaco, y el que sean legales no elimina ni por un momento los muchísimos abusos que hace la gente con él. El alcoholismo es un problema que existe, es real, y negarlo o tildarlo de nimiedad me parece irresponsable. Como dice Ivanjoe, no es que todos los consumidores de alcohol sean alcoholicos, pero algunos lo son, y no podemos olvidarlo tampoco. Son drogas legales.
Hablar de que la legalización elimina o reduce la peligrosidad de las drogas me parece tan descabellado como culparla de todos los males de la sociedad (cosa que no creo que haga el artículo que he posteado) ni del movimiento "rebelde", que tampoco lo dice. El texto se refiere a que una legalización de las drogas tiene muchas posibilidades de convertirse en una forma de control social. De que el sistema podría acabar contando con un sector de la población convertidos en yonkis dependientes (psicológicamente) de ese estado benefactor que les suministra su dosis.
No creo en la ilegalización, no creo en demonificación de las drogas ni de los que las consumen, pero tampoco creo en la legalización y la no-adulteración como el método que pondrá fin a los problemas que provocan las drogas. El uso despreocupado o la defensa de su naturaleza beneficiosa sin reservas que se hace desde algunos sectores me parece igualmente peligrosa.
La pregunta entonces es .¿Legalización como? ¿Qué educación? ¿Qué medidas preventivas?

PD: Al hilo de lo que comenta Ivanjoe, nunca entenderé el porque de las collejas a Azagra por lo del PGB por parte de personas que no ofrecen ninguna clase de alternativa o crítica constructiva.
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KaOs escribió:Hablar de que la legalización elimina o reduce la peligrosidad de las drogas me parece tan descabellado como culparla de todos los males de la sociedad

La legalización solo eliminaría los problemas que genera la prohibición, muchos problemas y mucho más peligrosos que los que las drogas mismas podrían generar.

Luego, es evidente que ni toda la información del mundo te va a preparar para lo que le hace la mescalina a tu cerebro, y que hemos visto como ocultan los efectos perjudiciales del tabaco o como la publicidad presenta el alcohol con personas jóvenes y atractivas haciendo cosas divertidas sin copas (no es que vayan a poner a un chaval matándose con el coche o vomitando la ginebra con temblores en el suelo, pero columpiarse en blanco y negro con el fuerte torso desnudo es un sinsentido), pero esto ya es otro problema, el de la mercantilización de la sustancia. Aún así, siempre estaremos mas cerca de saber que efectos provoca y como contrarestarlos en caso de necesidad si pueden estudiarse sin trabas.

KaOs escribió:PD: Al hilo de lo que comenta Ivanjoe, nunca entenderé el porque de las collejas a Azagra por lo del PGB por parte de personas que no ofrecen ninguna clase de alternativa o crítica constructiva.

Los anarquistas no perdonamos el éxito, no importa si eres Azagra y dibujas en el jueves o si eres Ska-P y fichas por RCA. :roll:

Ivanjoe escribió:
KaOs escribió:Hablar de que la legalización elimina o reduce la peligrosidad de las drogas me parece tan descabellado como culparla de todos los males de la sociedad

La legalización solo eliminaría los problemas que genera la prohibición, muchos problemas y mucho más peligrosos que los que las drogas mismas podrían generar.

Luego, es evidente que ni toda la información del mundo te va a preparar para lo que le hace la mescalina a tu cerebro, y que hemos visto como ocultan los efectos perjudiciales del tabaco o como la publicidad presenta el alcohol con personas jóvenes y atractivas haciendo cosas divertidas sin copas (no es que vayan a poner a un chaval matándose con el coche o vomitando la ginebra con temblores en el suelo, pero columpiarse en blanco y negro con el fuerte torso desnudo es un sinsentido), pero esto ya es otro problema, el de la mercantilización de la sustancia. Aún así, siempre estaremos mas cerca de saber que efectos provoca y como contrarestarlos en caso de necesidad si pueden estudiarse sin trabas.


Vale, pero cambiar los problemas de la ilegalización por los de la mercantilización no me parece una causa digna de reivindicar. Me cansa bastante ver movimientos y personas de los grupos alternativos haciendo campañas, protestas y dando difusión a toda la parafernalia por la legalización, cuando realmente no veo a nadie preocupado por las consecuencias negativas que traería (esa mercantilización de la que hablamos, y que puede llegar a ser tan peligrosa como la ilegalización).
Me parece bien que cada cual defienda o luche por lo que crea, y estoy completamente convencido de la validez de mucha gente que milita en esos grupos, y de que pueden compaginar varias reivindicaciones. Pero desde luego, no me parece que, en ese sentido concreto, tomen una postura responsable o que se llegue a tomar demasiado en serio a si misma. Vamos, que en ese caso, su lucha no es mi lucha, por mucho que me repateen las consecuencias de la ilegalización (podredumbre en el movimiento okupa, presencia policial constante, mafias de todos los niveles, menores de edad traficando...)
Cada duda es una bala, una barricada en cada respuesta
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KaOs escribió:Vale, pero cambiar los problemas de la ilegalización por los de la mercantilización no me parece una causa digna de reivindicar.

Como en todo, hay que seguir andando. Muchos abogan sólo por la despenalización, otros por el autocultivo, otros por las plantaciones cooperativas, aplicar el comercio justo con los productores etc...

Pero no desmerezcas, no es solo defender el derecho de ponerse hasta el culo (que también), es una lucha contra la imposición sanitaria y el control del Estado, contra el poder de las farmacéuticas, contra el estado policial, contra la encarcelación de consumidores, contra el estigma del drogadicto...

Derechos civiles básicos del individuo y del paciente.

Y a mi también me parece excesivo el movimiento pro-cannabis cuando muestra que la única lucha que les interesa es esa, que parece que el día que podamos comprar en un comercio los 5 gramos de maría que nos llevamos a un concierto ya todo va a ser estupendo. Pero lo mismo se puede decir de los animalistas.
Cada uno en su ámbito, según sus intereses, pero formando un todos contra la inercia destructiva del mundo.

Re: Cine y drogas

Nota Mié Sep 04, 2013 4:44 am
Actualizado.

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