Tratamiento para tod@s (Colectivo Miradas, 2017) : Filmoteca de no ficción

Tratamiento para tod@s. La lucha de la PlafHC
Colectivo Miradas (España, 2017) [42 min]

Sinopsis:

Comentario personal:

Plataforma de Afectad@s por la Hepatitis C

Adrienne Pine (Telesur English, trad. EG), en "'Tratamiento para tod@s': La lucha por el acceso a tratamiento de Hepatitis C en España", en TeleSur, el 18 de octubre de 2017 escribió:La película "Tratamiento para tod@s", que se programó en Telesur el domingo 8 de octubre de 2017, relata los primeros ocho meses de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C (PLAFHC) de España. Mediante tácticas militantes de acción directa, la PLAFHC forzó al gobierno español a cumplir con el mandato constitucional de brindar protección de salud como derecho humano, y a asegurar a los pacientes acceso a un tratamiento de Hepatitis C que salva su vida.

La Hepatitis C constituye una crisis de salud publica global. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, se estima que más de 80 millones de personas viven con la enfermedad. Anualmente, al menos 700.000 personas mueren por complicaciones derivadas del virus de la Hepatitis C (HCV) incluyendo cirrosis, colapso hepático y cancer de hígado. No obstante, no es por falta de cura: Sofosbuvir es un tratamiento vendido por la gigante farmaceutica Gilead bajo el nombre de Sovaldi que en combinación con ledipasvir (Harvoni) erradica el virus en un 90% de casos en tratamientos que duran apenas 8-12. Antes de que sofosbuvir estuviera disponible, los tratamientos de Hepatitis C involucraban hasta un año de tratamiento con un doloroso régimen basado en interferon, que ofrecía tasas de curación por debajo del 70% y que estaba asociado a efectos colaterales severos incluyendo anemia, depresión, erupciones, nausea, diarrea y fatiga.

Sovaldi fue desarrollado en 2007 gracias a una investigación financiada públicamente en EEUU, y las pruebas comenzaron en 2010. En 2011, Gilead compró la compañía que tenía la patente, Pharmasset, por cerca de 11.000 millones de dólares billion. La inversión resultó ser muy lucrativa para la corporación, que en 2014 obtuvo unos beneficios de 12.400 millones de dólares derivados de la venta de Sovaldi y Harvoni. En España, que tiene un sistema de salud publica universal, Sovaldi fue aprobado para su uso médico en octubre de 2014. Aunque muchos doctores comenzaron a prescribir la medicación, el Ministerio de Sanidad Pública no aseguró el acceso a los pacientes, citando su elevado precio: por entonces, el tratamiento de 12 semanas de Sovaldi costaba 84,000 delares (Harvoni es aún más costoso). No obstante, el beneficio neto para Gilead es superior al 99.99% del precio del tratamiento, como lo evidencia un estudio publicado en Clinical Infectious Diseases que estima que el costo de producción de 12 semanas de pastillas de sofosbuvir se sitúa entre 68 y 136 dólares.

La operación especulativa de Gilead produjo protestas a nivel mundial en contra de la compañía y de gobiernos nacionales que se negaron a negociar un precio más económico o apostar por la producción de una versión genérica del medicamento. Las protestas señalan que la avaricia de las corporaciones farmacéuticas y de seguros están matando a pacientes de Hepatitis C y que la única solución efectiva consiste en desarrollar sistemas de sanidad pública universales, de atención gratuita, con perspectiva de derecho humano. En efecto, en su Informe Global sobre el Acceso a Tratamiento de Hepatitis C de octubre de 2016, la OMS afirma que la epidemia sólo puede ser enfrentada con efectividad a través de la garantía de cobertura sanitaria universal.

En España, la protección de la salud ha sido considerada como un derecho humano constitucional desde la ratificación la Constitución de 1978, luego de la muerte del dictador Franco. El sistema de sanidad publica universal y sin costo se desarrolló en la siguiente, pero a comienzos de los 90 ya se inició el proceso orientado a la privatización de la atención de salud. Luego de la crisis económica de 2008, las políticas de austeridad impactaron dramáticamente la calidad del servicio, afectando la seguridad laboral y la salud de los pacientes.

Como señala un estudio reciente publicado en PloS Medicine, los actuales precios de la medicación “amenazan la sustentabilidad de los sistemas de salud de muchos países e impiden el acceso amplio al tratamiento”. En otras palabras, si los gobiernos como el de España, donde existe un sistema público e universal de salud, no puede o no quiere forzar a Gilead a bajar los precios, entonces asegurar el acceso a estos medicamentos contra la Hepatitis C los llevará al colapso financiero. Y como señalan los activistas de la PLAFHC en el caso de España, hay una colusión siniestra de intereses entre las grandes farmacéuticas y la intención de los gobiernos neoliberales de privatizar los sistemas nacionales de salud para aumentar los beneficios de las corporaciones.

Los esfuerzos de Gilead por mitigar los efectos del escándalo internacional por los precios del Sovaldi incluyeron un descuento muy parcial y/o el permiso para desarrollar genéricos a un selecto grupo de países incluyendo India—donde el tratamiento apenas cuesta 500 dólares por persona. Otros países han negociado descuentos directamente con Gilead, pero el costo del tratamiento sigue estando en el rango de decenas de miles de dólares por paciente, still in the tens of thousands of dollars per patient, in many cases surpassing average per capita annual income, en muchos casos por encima del ingreso per cápita anual.

En años recientes, el presidente pro-austeridad Mariano Rajoy del conservador Partido Popular ha reforzado los ataques al sistema público de salud español. En 2012, al igual que hiciera el gobierno de Obama tres años antes en Estados Unidos, el gobierno de Rajoy acometió un rescate bancario por valor de entre 60 y 100 mil millones de Euros mientras realizada cortes masivos en gasto social. El partido de Rajoy está involucrado en muchos casos de corrupción, incluyendo el escándalo de las Tarjetas Black, mencionado en la película: en octubre de 2014, se supo que Bankia, el banco que mayor costo tuvo en el rescate bancario de 2012, entregó tarjetas de crédito “negras” con fondos ilimitados a los miembros de su consejo y a algunos amigos. Varios usuarios llegaron a gastar hasta 400,000 dólares en masajes, champagne, sexo, hoteles y vacaciones exóticas. En total, al menos 83 personas se gastaron un total de más de 15 millones de euros.

Entre tanto, en 2012, el año del rescate bancario, el gobierno de Rajoy anunció recortes en el presupuesto de sanidad por valor de siete mil millones de euros y se cerraron varios hospitales. Se excluyeron muchos productos de la lista de medicamentos esenciales. Los inmigrantes sin papeles fueron excluidos del sistema de asistencia a la salud excepto en casos de emergencia y maternidad.

Al calor del masivo movimiento anti-austeridad, y en respuesta a los recortes en sanidad, surgieron varios grupos de defensa del sistema publico universal, incluyendo la Marea Blanca. En enero de 2014, la Marea Blanca y sus aliados lograron frenar un plan orientado a la privatización total de seis de los hospitales más importantes de Madrid. En noviembre de 2014, meses después de que quedara claro que el gobierno de Rajoy no garantizaría acceso a Sovaldi a las personas con Hepatitis C en estado avanzado, pacientes y familiares se unieron para formar la PLAFHC. El 18 de diciembre de 2014, inspirados por las recientes victorias en la defensa de la sanidad pública, la PLAFHC ocupó el Hospital Doce de Octubre.

Miembros de la PLAFHC durmieron en el lobby del hospital durante 94 días, contando con el apoyo del personal del centro sanitario y usándolo como un centro de operaciones para muchas de las acciones que salen en la película. Entre otras: una cadena humana que rodeó el Ministerio de Sanidad (27 de diciembre de 2014); marcha a la residencia del Presidente en la Moncloa (10 de enero de 2015); una concentración en el edificio del Parlamento Europeo (21 de enero de 2015); una querella criminal ante el Tribunal Supremo en contra de las autoridades por la muerte de pacientes a los que se les denegaba el tratamiento (13 de febrero, 2015); una marcha de motocicletas (15 de febrero de 2015); una conferencia de prensa y la entrega de más de 200,000 signatures en el Congreso para exigir medidas (23 de febrero de 2015); una marcha a las Cortes españolas, con plataformas de la PLAFHC de todas las regiones del país (1 de marzo de 2015); y el final del encierro y la incorporación de la PLAFHC a las Marchas de la Dignidad (21 de marzo de 2015).

Como resultado de las movilizaciones que muestra la película, en abril de 2015 el gobierno sancionó un plan que incluía Hepatitis C (F2-F4). No obstante, un mes después, el 28 de mayo de 2015, la PLAFHC denunció la mala fe del gobierno y su negativa a asegurar el financiamiento necesario para cumplir ese compromiso.

Mientras que la película termina ahí, la lucha continúa. PLAFHC logró forzar al gobierno que negociara una bajada de precios con Gilead y asegurar el financiamiento para los pacientes más graves. En febrero de 2017, la presión de la PLAFHC obligó al gobierno a entregar el tratamiento de Sofosbuvir pacientes en todas las etapas de la enfermedad. Sin embargo, la organización ha vuelto a denunciar que el gobierno no ha asegurado el financiamiento para cubrir el tratamiento.

PLAFHC también ha continuado exigiendo tratamiento para pacientes de Hepatitis C en todas las etapas de la enfermedad (F0-F4) y acceso a versiones genéricas del medicamento, para evitar la quiebra del sistema de sanidad publica. Ha desarrollado un trabajo extensivo para asegurar el acceso a tratamiento de Hepatitis C en prisones, donde la incidencia de la enfermedad es mucho más elevada que en la población general, y ha impulsado una coalición a lo largo de la Unión Europea de organizaciones vinculadas con el acceso a tratamiento. En reconocimiento a sus esfuerzos, septiembre de este año la PLAFHC recibió el Premio al Ciudadano del Parlamento Europeo.

"Tratamiento para tod@s" ofrece una mirada inspiradora sobre un conjunto de pacientes y sus aliados que se organizaron en la PLAFHC para luchar contra Gilead y el gobierno español para asegurar el acceso a tratamiento de última generación en España. Su lucha demuestra que las tácticas de acción directa, las movilizaciones de base amplia y la articulación de esfuerzos, los defensores de pacientes pueden ganar a poderosas corporaciones y gobiernos neoliberales para defender el derecho a la salud como derecho humano. Mientras en California y en EEUU se fortalece la lucha por un sistema de salud financiado públicamente (de pagador único), haríamos bien en aprender de organizaciones como la PLAFHC, que insisten que nuestra salud no está en venta y que demuestran que la solidaridad y la lucha militante son necesarias para asegurar que todas las personas reciben la atención que necesitan.