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La línea invisible (Mariano Barroso, 2020)

Corto, medio, largo, serie, miniserie (no importa el formato)... en televisión, cine, internet, radio (no importa el medio).
La línea invisible
Mariano Barroso (España, 2020) [45 min]

Portada
IMDb
(wikipedia | filmaffinity)


Sinopsis:

    [propia] ETA es fundada en 1958 como una organización política independentista vasca. Tras diez años sin una actividad significativa, la ola mundial del 68 la reanima con una nueva generación de jóvenes. Entre estos se abre una brecha (V asamblea): los partidarios de la línea de clase, que prioriza lo sindical, y los partidarios de la línea nacional, que prioriza lo militar.

Comentario personal:

    Notable blanqueamiento del inspector Melitón Manzanas, de sobra conocido por haberse formado en la Gestapo, ser el típico policía corrupto y practicar personalmente las torturas porque gozaba de ello. Se deja ver todo esto, pero de pasada si lo comparamos con las secuencias que se dedican a lo buen padre que fue (?). Y además está esta imagen mariana, catolicona, de que sólo una mujer sabe lo que cuesta una vida porque la trae al mundo... Muy majos, los guionistas, pero con claras cuestiones edípicas por resolver. Con todo, esta serie marca una mejoría de tendencia respecto a producciones precedentes.

Aitor Merino, en "La verdad verdadera sobre ETA", artículo de Gessamí Forner para El Salto, el 28 de junio de 2020, escribió:[...] Después de una década sin violencia de ETA, estamos en plena ofensiva de los grandes medios para afianzar un tipo de relato. Series como "Patria" y "La línea invisible", que son producciones con un presupuesto importante, no son casualidad: su objetivo es afianzar el relato oficial. Y cualquier obra que se salga de ese enfoque no va a contar con el apoyo de Movistar ni HBO. Quienes se salgan de ese patrón están condenados a la marginalidad. Es lo que hay.

Antonio de la Torre, actor que interpreta a Melitón Manzanas, al ser interrogado sobre si ETA podría haberse evitado, en entrevista para Diez Minutos el 8 de abril de 2020, escribió:Sí, claro, solo si un golpe de estado no hubiera acabado con la República, algo tan maravilloso. Yo hablo de mi realidad, de la historia de mi madre analfabeta. Yo nací el año en que se desarrolla la serie, pero sé que mis padres pasaron miserias y hambre. En absoluto justifico la violencia, pero ETA nació en una dictadura. Ahora solo hay que pensar que estamos en democracia y es el momento de resolver conflictos territoriales.

Lorenzo Mejino, en "La línea invisible: el extremismo de la equidistancia", en Diario Vasco, el 29 de abril de 2020, escribió:[...] Abel García Roure es un documentalista que siempre había estado preocupado y obsesionado con el tema de los sangrientos atentados de ETA durante los años ochenta, pero sobre todo para indagar las razones por las que un grupo de personas decide acabar con otros semejantes en muchos casos desconocidos.

Esa curiosidad le llevó a investigar el origen de la banda y concrétamente los primeros asesinatos, para intentar conocer las claves de ese cambio de estrategia de ETA y sobre todo de los dos personajes clave de ese punto de inflexión como fueron el líder elegido tras la quinta asamblea de la ETA Txabi Etxebarrieta y el inspector de policía Melitón Manzanas.

Su primera intención fue realizar una película en 2013, escribiendo un primer guión junto a Fran Araújo, pero poco a poco se fue percatando que la densidad del relato necesitaba una mayor duración y el formato de miniserie se podía adaptar mejor a todo lo que estaban descubriendo y en especial esperando que Movistar en su clara apuesta por las series de ficción, estuviera interesada en un proyecto que podía levantar muchas ampollas.

Tras recibir la luz verde del gigante español de las telecomunicaciones, hacia otoño de 2015 contactó con el historiador Gaizka Fernández Soldevilla, para que le asesorara y compartiera la información que estaba recopilando para un proyecto que desarrollaba en paralelo.

Con toda la documentación recopilada, entraron en escena los dos guionistas encargados de darle una estructura narrativa coherente, por un lado el vasco Michel Gaztambide, un gran guionista tanto de series como películas ("Gigantes", "Vacas", "No habrá paz para los malvados") , que había escrito la miniserie "El padre de Caín" que narraba una historia en el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo, durante los años ochenta y que conoce a la perfección muchas de las interioridades de la sociedad vasca.

Las tareas de escritura del guión las compartió con Alejandro Hernández el colaborador habitual de Mariano Barroso, que no tardó en incorporarse al proyecto en calidad de director de la serie, para intentar reeditar el inesperado éxito que tuvo "El día de mañana" ubicada en una época similar pero en Barcelona.

Tras un rodaje largo y minucioso en escenarios naturales de Euskadi con una atención especial a Donostia, empezaron a publicitar la serie con promociones como la siguiente, que ya empezaron a levantar la polvareda de la polémica bastante antes de su estreno.

Según ha comunicado la propia Movistar, su estreno ha batido todos los récords de visionados de la plataforma, con la ayuda involuntaria del confinamiento al que seguimos sometidos, que ha hecho aumentar los consumos televisivos de forma exponencial, gracias al siguiente trailer largo antes de su estreno.


Ficha técnica


Reparto:


Idioma original: Castellano, euskera.





MicroHD 720p VO - MKV [4.70 Gb]





HD 1080p Dual (VO/VE) - MKV (HEVC 10b-AAC) [2.93 Gb] (fuente)





WEB-DL 1080p VO - MKV [9.31 Gb]





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Laura García Higueras, en "Asier Etxeandia, fundador de ETA en 'La línea invisible': «Esta serie cuenta la historia, no apoya a ningún bando»", en El Diario.es, el 1 de abril de 2020, escribió:El 7 de junio de 1968 el líder de ETA Txabi Etxebarrieta cruzaba "la línea invisible" asesinando a la primera de las 853 víctimas de la banda terrorista: el guardia civil gallego José Antonio Pardines. Antes de la tragedia que encendió la mecha, con el posterior abatimiento del propio Etxebarrieta, hubo unos motivos, un por qué, un contexto y un grupo de personas que dedicó años a decidir cómo reaccionar a la opresión a la que estaban sometidos.

Ellos fueron el origen de ETA y su historia es la que se cuenta en la miniserie "La línea invisible". Sus seis episodios, dirigidos por Mariano Barroso (El día de mañana), estarán disponibles en Movistar+ el próximo 8 de abril. Asier Etxeandia, que este año se ha ganado la nominación al Goya al Mejor actor de reparto por su papel en Dolor y Gloria, interpreta aquí a 'El Inglés', uno de los fundadores de la banda en 1958, una década antes de que cometieran el primer asesinato.

Su personaje ejerce de ideólogo y poder en la sombra desde su refugio en el País Vasco Francés. Sus contactos con los vascos exiliados le permiten contar con las armas y fondos necesarios para que la actividad de ETA crezca desde la elección de Etxebarrieta (Àlex Monner) cómo líder tras la V Asamblea. Convencido de la necesidad de pasar a la lucha armada contra el régimen franquista, utiliza su muerte para construir el mito del mártir de la lucha por la independencia del pueblo vasco. "En Euskadi lo sigue siendo de alguna forma", reconoce el actor nacido en Bilbao a Vertele.

Laura García Higueras: Cuando el grupo de personas que fundó ETA, como 'El Inglés', se reunió una década antes de que se cometiera el primer asesinato, ¿a qué respondían y qué pretendían conseguir?

Asier Etxeandia: En ese momento había una opresión de un estado que no te permitía ser tú mismo. Había una cultura, un idioma, una forma de ser. La cultura vasca estaba prohibida de alguna forma. Imagina hasta dónde llegaba la represión tan bestia que hubo en los 60, que a mi madre la metieron en la cárcel con doce años por llevar una pulsera de la bandera de Euskadi. Había que dar alguna respuesta, pero luego se fue de las manos.


L.G.H.: ¿Cómo se aterriza esta realidad en "La línea invisible"?

A.E.: Lo interesante de la serie es que no se posiciona en absoluto, porque sería absurdo. Simplemente cuenta con datos una historia que ha ocurrido en este país. La convierte en un thriller apasionante para el espectador y provoca reflexión y debate; o aclarar ciertos puntos que no todo el mundo sabe sobre de dónde viene todo. Narra de dónde viene el dolor, y el dolor que se causó con todo eso; y está contada como para que cada uno, da igual el bando del que se sienta, entienda y comprenda qué es lo que ocurrió.


L.G.H.: 'El Inglés', que ejerce de mentor de Txabi Etxebarrieta, representa la parte más intelectual del grupo. ¿Qué papel tuvieron ellos?

A.E.: Fue un perfil que existió y que ejecutaron varias personas. Había una especie de élite que era la que estaba en contacto con los vascos exiliados en Venezuela y Estados Unidos. Y con gente que apoyaba las revoluciones de diferentes países con situaciones parecidas, como Argelia y Cuba. Eran diplomáticos que estaban salvando su tierra. Al abordar el personaje he pensado siempre que era una especie de monarca, porque además él tiene ese halo como de rey. Por dónde vivía, cómo se relacionaba, cómo eran sus reuniones y cómo incentivaba a los adolescentes, sin marcharse las manos.


L.G.H.: A medida que avanza la serie se vislumbra esta "necesidad" de que haya un héroe al que seguir, ¿por qué era tan importante esta figura, que debía estar dispuesta a todo?

A.E.: Siempre hace falta un líder y El Inglés no podía serlo. A él le venía muy bien que lo fuera un adolescente. El adolescente, con su vehemencia y pasión, consigue todo en la vida en ese momento. Son pasionales para amar y para matar, por lo que eran los más fáciles de motivar. Había también algo de la lucha, en la que la gente joven es mucho más potente. Incluso él mismo necesitaba un líder. Txabi sigue siento un mito en Euskadi, de alguna forma.


L.G.H.: Siendo vasco y conociendo más de cerca esta realidad, ¿qué pensaste al recibir la propuesta?

A.E.: No voy a negar que cuando me lo propusieron y todavía no sabía nada, me dio un poco de pereza. Dudaba sobre quién la hacía, cómo, de qué forma. Este es un tema peliagudo y había que ser muy fino. Después me enteré de que dirigía Mariano Barroso, con quien llevaba mucho tiempo queriendo trabajar. Tras conocerle y leer los guiones, lo bien contado que estaba, pensé que merecía la pena unirse.


L.G.H.: ¿Qué respuesta esperas que vaya a tener en el público? ¿Ha llegado el momento de poder hablar de ETA en la ficción sin despertar recelo?

A.E.: "La línea invisible" es una gran serie y la gente se va a enganchar. Va a disfrutar al verla. Si crea debate es interesante, porque es la labor de cualquier serie, película, disco y show: generarlo y llamar a la reflexión. Si alguien se molesta, pues serán dos los problemas que tendrá. Esto es historia, está en la historia. Esta serie no apoya ni defiende a ninguno de los dos bandos, simplemente la cuenta. Como es nuestra obligación: contar historias.


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