RebeldeMule

Slavoj Žižek: Crítica de la ideología posmoderna

Planta/anuncia un debate, noticias sueltas, convocatorias políticas o culturales, campañas de mecenazgo, novedades (editoriales, estrenos, próximas emisiones de tv...).
:arrow:
Conoce más sobre Zizek en nuestros "especiales" de Rebeldemule... [Nota de la administración]



Slavoj Žižek es un pensador provocador en todos los ámbitos: admirado o denostado, su pensamiento no puede sino levantar grandes pasiones.

Una semblanza:

Lenin hoy: la actualización de Slavoj Zizek


Marco Antonio Esteban

Nou Treball, nº 58, junio de 2005




Cuando le preguntan a Zizek qué modelo de sociedad prefiere, contesta: comunismo con un toque de terror. Es obvio que estamos ante un pensador interesante. Muchos aseguran que no hay que tomar a Zizek literalmente. A mí me da la impresión contraria. Su tono de broma genial le permite trascender a los medios y lanzar lo que en realidad es un mensaje serio y contundente. Aunque Zizek lleva más de diez años entre los teóricos culturales más famosos del mundo, es a partir del año 2002 con la publicación de un libro sobre el totalitarismo y otro sobre Lenin cuando adopta, para asombro de muchos, una postura decididamente marxista y leninista.

Las revoluciones culturales desatadas en el 68, las derrotas de la izquierda en los 80 y el postmodernismo resultante de los años 90 han generado en el espacio situado a la izquierda de la socialdemocracia diversas corrientes de pensamiento que libran una dura batalla por la hegemonía entre la satisfecha intelectualidad académica radical, las organizaciones de izquierda y los movimientos sociales. Entre los principales exponentes de estas corrientes destacan anarquistas libertarios como Chomsky, antiteórico y antiestatista y antileninista; marxistas postestructuralistas como Negri, Hardt y, hasta cierto punto, Holloway, mucho más teóricos pero no menos antiestatistas y antileninistas; demócratas radicales como Laclau, Mouffe o Badiou, que abogan por un igualitarismo no necesariamente socialista; y, por reacción, autores como Zizek que levantan de nuevo contra viento y marea la bandera leninista. Ante la resistencia anarquista, la fragmentación foucaltiana de las luchas o la democracia sin emancipación, Zizek reivindica el momento revolucionario y la destrucción del capitalismo. Con independencia de las críticas que se le puedan hacer, no cabe duda de que Slavoj Zizek es uno de los autores que más brillantemente ha escrito en los últimos años sobre Lenin y su pertinencia en los tiempos que corren.

La izquierda en la actualidad se divide en dos grandes grupos claramente diferenciados. Uno abrumadoramente mayoritario que no contempla un horizonte más allá del capitalismo y otro minoritario que sí lo imagina. El principal punto de fricción en el debate teórico dentro del grupo anticapitalista se centra en las condiciones de posibilidad de articulación de un espacio más allá de la democracia liberal. ¿Es posible reformular un proyecto político anticapitalista de izquierda frente al capitalismo global y sus excrecencias irracionalistas, las ultraderechas populistas y los fundamentalismos religiosos? ¿Cómo podemos repetir la proeza de Lenin, quien en un tiempo de desintegración del sistema fue capaz de reinventar el proyecto socialista y generar nuevas coordenadas? ¿Y cómo hacerlo en el actual ambiente generalizado de renuncia a toda esperanza de transformación?

En opinión de Zizek, la referencia a Lenin es inapreciable para distanciarse de cinco actitudes que predominan en la izquierda. La primera acepta la esfera de las luchas culturales ecológicas, feministas, gays, étnicas, nacionales, religiosas o multiculturalistas como el centro de la política emancipatoria y relega la esfera económica -casualmente la decisiva- a un segundo plano o al silencio. La segunda se encastilla en la defensa de las conquistas del Estado del Bienestar, defensa inviable porque ni las clases dominantes apuestan ya por el consenso social ni la base obrera tradicional que integró ese consenso mantiene su fuerza y tamaño. La tercera alberga una ingenua ilusión sobre las potencialidades de la tecnología, especialmente Internet, para la creación de nuevas comunidades y opciones políticas. La cuarta mantiene ortodoxias -como el trotskismo fiel al programa transicional de los años 30- que aplican mecánicamente el mismo patrón a todas las crisis políticas: identifican un supuesto movimiento de clase trabajadora que, carente de una auténtica dirección marxista capaz de vehicular su potencial revolucionario, es invariablemente traicionado por las fuerzas anticomunistas y procapitalistas. Finalmente, la quinta actitud asume la forma de terceras vías que son en la práctica simples certificaciones de defunción de las segundas vías, las anticapitalistas, y glorificaciones de las primeras vías, las liberales puras y duras.

Vivimos en un momento de despolitización de la economía, no por azar. Se puede opinar, proponer y legislar sobre todo: derechos humanos, racismo, medio ambiente, sexismo, homofobia, fundamentalismo religioso, violencia. Todo menos la economía. En la esfera económica reina el silencio, la censura y la inmovilidad más absolutos. Son muchos los que consideran más probable el fin del mundo que la más ligera modificación en la arquitectura del capitalismo. ¿Puede haber mayor prueba de la centralidad de la esfera económica? Zizek no tiene inconveniente en ser políticamente incorrecto en extremo y señalar que las demandas de las luchas del multiculturalismo posmoderno pertenecen esencialmente a las clases medias y altas occidentales; en ningún caso son comparables al horror que viven buena parte de las poblaciones del tercer mundo y no deben ser aceptadas por la izquierda como luchas fundamentales. El objetivo de la izquierda debe ser trasladar la lucha de nuevo a la esfera clave: la economía. Es necesario volver a repolitizar la economía con una intervención política de signo inverso a la que, en los últimos 30 años, han efectuado las clases privilegiadas para revertir las conquistas logradas por los trabajadores en los dos últimos siglos. El desmontaje de los avances en materia de legislación laboral, derechos sociales y regulación financiera ha hecho retroceder a la humanidad más de un siglo. Frente a la democracia liberal, cabe preguntarse: ¿dónde se toman la decisiones públicas clave? Si no se toman en un espacio público y con la participación de la mayoría, tanto da que exista formalmente una democracia parlamentaria. Zizek no es el único que extrae esta conclusión. Eric Hobsbawm afirma que la extensión de la democracia liberal en el mundo a golpe de misil imperial no sólo es hipócrita, sino contraproducente y peligrosa. Una democracia así es cada vez menos necesaria en sitio alguno, puesto que las decisiones políticas y económicas más importantes tienen lugar en organizaciones transnacionales privadas y públicas no democráticas. En otras palabras: el deterioro del modelo democrático liberal está llegando a tal punto que la diferencia entre su existencia o no para amplias partes del mundo es cada día más pequeña, por mucho que nos empeñemos en buscarla.

Cuando una demanda particular no se limita a la mera negociación de intereses en el espacio social existente, sino que desata la necesidad de una completa reestructuración de ese espacio a partir de su parte subordinada, esa demanda se convierte en universal. La causa de la mujer conserva aún su prestigio porque se identifica con todas las mujeres del mundo contra una sociedad patriarcal y su reivindicación no sólo les concierne a ellas, sino a toda la humanidad. La izquierda sólo puede ser universal si defiende en primer lugar a los que carecen de sitio en el sistema: el inmigrante sin papeles, la mujer sin derechos, el habitante del suburbio, el esclavo obrero de la periferia del imperio. Siguen conformando los grupos sociales que Marx consideraba como el crimen de la sociedad entera y su liberación la autoemancipación universal. En ellos reside la universalidad política y también la verdad. Zizek afirma que en la era del relativismo posmoderno es necesario recuperar la política de la verdad. Por verdad no entiende un conocimiento objetivo y neutral, sino un compromiso, una toma de partido por un bando. En la medida en que lo universal sólo puede articularse a partir del bando más débil, el verdadero universalismo requiere decantarse y abandonar la neutralidad. Zizek preguntaba a los cándidos europeos que aconsejaban imparcialmente a serbios y bosnios olvidar sus diferencias y pactar graciosamente la paz, qué hubieran pensado si durante la segunda guerra mundial un bienintencionado pacifista aconsejara, desde la tranquilidad de algún país neutral, olvidar las diferencias tribales, darse la mano amistosamente y comenzar sin más a vivir en armonía. El ejemplo de Lenin muestra que la verdad universal y el partidismo deben ir de la mano. La verdad universal es parcial y únicamente puede formularse desde una posición partidaria. No puede haber soluciones de compromiso. La parte excluida del orden global se convierte en la representante de la injusticia global. El antagonismo actual no se produce entre la globalización y los fundamentalismos étnicos y religiosos, sino entre la globalización como proceso de exclusión de enormes partes de la humanidad y el universalismo de la parte excluida que se convierte en referencia universal de la utopía.

Zizek, basándose en Lacan, plantea que vivimos en un orden simbólico, ficcional, no en el mundo real. Lo Real y la realidad no son idénticos. La realidad es virtual, fabricada con representaciones y significados que nos permiten dar sentido al mundo. Por contra, lo Real no puede ser directamente representado, porque es precisamente lo que no puede ser incorporado en el orden simbólico. La realidad es una interpretación simbólica de lo Real. Matrix es una película inspirada en esta visión del mundo. No es necesario recurrir a una interpretación psicoanalítica de este tipo para llegar a conclusiones similares. El clásico aserto marxista de la emancipación de los trabajadores como obra de los propios trabajadores encierra el mismo mensaje: únicamente los siervos tienen la voluntad necesaria en última instancia para acabar con sus amos y con su sistema de dominación social e ideológica. ¿Cómo operar entonces un cambio radical en la realidad? Atacando su arquitectura simbólica mediante un acto político que quiebre las coordenadas existentes. Lenin ejemplifica la necesidad, para que las coordenadas cambien, de desembarazarse del Gran Otro, el sujeto o entidad que conoce, que tiene presuntamente la respuesta. Por supuesto, el Gran Otro no existe. Ninguna señal luminosa indicará nunca que las condiciones objetivas se dan en ese preciso momento, ningún sabio aportará la fórmula mágica que garantice el curso de acción perfecto, ninguna autorización legitimadora aparecerá por encanto en el instante oportuno. Al final no hay más remedio que librarse del miedo a tomar el poder y de la cobertura del Gran Otro. A la hora de la decisión revolucionaria estamos completamente solos. La emancipación es obra de nosotros mismos. Ante la teleología que confía en que la revolución estallará inevitablemente cuando llegue la crisis final, Lenin intuye que no hay un tiempo definido y predeterminado para la revolución. Simplemente, la oportunidad revolucionaria se presenta en función de un conjunto extraordinario de circunstancias. La oportunidad se aprovecha o se pierde. Ser revolucionario en 1917 significaba arriesgarse a romper completamente con el orden establecido. Ese es el acto político por excelencia. Zizek retoma aquí el Augenblick de Lukács, el breve momento en que se abre la posibilidad de actuar sobre una situación agravando el conflicto antes de que el sistema pueda integrarlo. La libertad no es un estado de armonía y equilibrio, sino el acto violento que perturba el equilibrio y libera. Una liberación que no puede ser completamente explicada en función de las condiciones objetivas o circunstancias históricas preexistentes.

Frente a la apuesta revolucionaria de Lenin el comité central bolchevique -muchos de cuyos miembros tomaban al fundador de su partido por loco- opuso dos grandes argumentos que apelaban a la llegada del Gran Otro: el primero, la inexistencia de consenso democrático entre la población. Lenin ironizaba sobre la necesidad de convocar un referéndum para hacer la revolución. El segundo, la falta de condiciones objetivas para la acción revolucionaria. Rosa Luxemburgo ya advirtió en su tiempo que quien espere la llegada de las condiciones objetivas esperará siempre. Lenin tuvo éxito, subraya Zizek, porque su decisión fue respaldada por la población en un momento revolucionario de enorme expansión de la democracia de base que desafiaba al gobierno existente. Lenin reconocía que Rusia en 1917 era el país más democrático del mundo, pero era consciente de que si no se iba más allá, si no se eliminaba el liberalismo y el capitalismo, el momento se perdería. Una revolución debe golpear dos veces. Tras el primer golpe, la revolución se encuentra todavía demasiado vinculada al viejo aparato estatal. Surge la ilusión de que las cosas pueden cambiarse dentro de las estructuras del viejo orden. Esto es imposible: hay que negar el viejo orden, golpear otra vez y dar paso al nuevo. El acto político revolucionario es el que modifica los parámetros de lo existente. La idea de Lenin no es que las leyes de la historia estén de nuestro lado, sino que no hay Gran Otro. No hay garantía para nuestros actos.

Lenin liberó un enorme territorio del planeta de las garras del capitalismo y demostró que una organización social anticapitalista era posible. Con todos sus horrores, la Unión Soviética fue la única fuerza política que presentó una amenaza real al dominio mundial del capitalismo, impulsó la utopía en todo el planeta y generó un sano miedo a la revolución en las clases dirigentes occidentales que permitió a los estratos populares avanzar en materia de conquistas sociales. La legión de ex-comunistas que critican ahora el comunismo y abrazan el neoliberalismo suelen pertenecer a las capas que más se beneficiaron de esas conquistas. La caída de la Unión Soviética ha sido un desastre para la humanidad. Por eso los Soviets todavía conservan su potencial emancipatorio. Todo territorio comunista es territorio liberado. Lenin es más necesario que nunca en las circunstancias actuales, cuando ha llegado a desaparecer la creencia en el potencial de la humanidad para cambiar y mejorar la sociedad, cuando se contempla de nuevo la historia como destino inevitable, cuando todas las vías se ponderan excepto la revolucionaria Lenin personifica el acto revolucionario como única alternativa a la guerra y la barbarie. Lenin hoy no comporta aplicar mecánicamente sus análisis a la situación actual, ni siquiera ajustar el viejo programa a las nuevas condiciones, sino seguir su ejemplo: reformular completamente el proyecto socialista e iniciar un proyecto político que mine la totalidad del orden global capitalista liberal. ¿Cómo inventar la estructura organizacional que canalice la demanda política universal de contestación al capitalismo global? Lenin hoy significa que para ser anticapitalista hay que combatir el cáncer de la democracia: el liberalismo y su puntal, la propiedad privada. La lección clave de Lenin radica en que la política sin estructura ni organización que le confiera la forma de demanda universal es política sin política, revolución sin revolución condenada al fracaso.

Marx aseguraba que el socialismo no podía realizarse sin revolución y Lenin añadía que para tener una revolución hay que tener una revolución. Zizek propone una bella definición de revolución: es la representación de la utopía. Presente y futuro se aproximan brevemente en el instante revolucionario y podemos comportarnos como si la utopía nos tocara. El futuro utópico se materializa fugaz y somos realmente felices mientras luchamos por él. La utopía no es un sueño, una ilusión o un producto de la imaginación, sino un impulso surgido de la necesidad de supervivencia ante una situación sin salida. Nos vemos obligados a pensar la utopía ante la imposibilidad de solucionar los problemas dentro de las coordenadas existentes, ante la convicción de que la peor opción es continuar con lo que conocemos. Los momentos en que somos más libres e iguales en este sistema son aquellos que dedicamos a la consecución de la utopía. El resto del tiempo somos meros esclavos.


Salud.

Nota Sab May 12, 2007 2:50 pm
Con todos sus horrores, la Unión Soviética fue la única fuerza política que presentó una amenaza real al dominio mundial del capitalismo, impulsó la utopía en todo el planeta y generó un sano miedo a la revolución en las clases dirigentes occidentales que permitió a los estratos populares avanzar en materia de conquistas sociales.


"Bonita" manera de defender el socialismo. Me suena como un "a pesar de". Es que librarse del veneno anticomunista les he difícil incluso a algunos que se declaran leninistas.

Lenin ironizaba sobre la necesidad de convocar un referéndum para hacer la revolución. El segundo, la falta de condiciones objetivas para la acción revolucionaria. Rosa Luxemburgo ya advirtió en su tiempo que quien espere la llegada de las condiciones objetivas esperará siempre.


Otra "linda" manera de hacer conclusiones "geniales" que van por la vía trotskista, aunque se contradigan con lo que dice después:

Marx aseguraba que el socialismo no podía realizarse sin revolución y Lenin añadía que para tener una revolución hay que tener una revolución.


Más nada nuevo saco de la lectura del este "genio".

Nota Sab May 12, 2007 5:22 pm
Compañero Rubiera, desecha usted a todo un autor después de mal leer un texto sobre él escrito por otra persona ... :? Lo hace además aplicando las categorías de siempre - "troskista" -, en un ámbito en el que no son ni tan siquiera pertinentes:

En opinión de Zizek, LA REFERENCIA A LENIN ES INAPRECIABLE PARA DISTANCIARSE DE cinco ACTITUDES QUE PREDOMINAN EN LA IZQUIERDA(...) La cuarta mantiene ortodoxias -COMO EL TROTSKISMO fiel al programa transicional de los años 30- que aplican mecánicamente el mismo patrón a todas las crisis políticas: identifican un supuesto movimiento de clase trabajadora que, carente de una auténtica dirección marxista capaz de vehicular su potencial revolucionario, es invariablemente traicionado por las fuerzas anticomunistas y procapitalistas.


Vamos, que a Zizek los troskistas le gustan casi tanto como a usted. Si hubiera leído el texto detenidamente, habría comprendido que Zizek (un filósofo académico y mediático, que logra "colar" sus artículos en la prensa "oficial") aboga 1º por insistir en que el verdadero terreno de lucha son las estructuras económicas, frente a la deriva posmoderna de izquierda que considera que todo se juega en el campo de batalla cultural e ideológico. 2º como Lenin hiciera, y Rosa Luxemburgo advirtiera, no se debe esperar a que se produzcan las condiciones objetivas propicias para la revolución, si no actuar revolucionariamente dentro de las condiciones materiales dadas; si Lenin hubiera esperado a las condiciones, la revolución no se habría dado 3º La izquierda debe perder el miedo al ejercicio del mando y a la toma del poder; el miedo visceral al estado y a la organización efectiva.

Sin embargo usted mal interpreta el texto viendo fantasmas donde no los hay. Nosotras no pensamos que Zizek vaya a ser un autor de su agrado; ni nucho menos, al fin y al cabo es un filósofo, académico y profesional, es además fuertemente heterodoxo y echa mano de muy diversas corrientes de pensamiento… Pero usted, en su afán de ponerle a cada cosa su etiqueta, de tenerlo todo compartimentado, atado y bine atado, le tacha de anticomunista y troskista, así porque sí, quizá porque no le encaja a usted en ninguna etiqueta - aunque siempre puede echar mano del epíteto “burgués” que le cae bien a casi todo. Sin embargo el artículo comienza diciendo que el sistema político que Zizek prefiere es el comunismo con un toque de terror.

Permítanos unas pocas apreciaciones;

1ª La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas ya no existe, se derrumbó, como el Imperio Romano. Sin embargo, hoy siguen en píe proyectos socialistas. Mejor emplear nuestras fuerzas en defender estos.

2º La URSS no es el Socialismo; es un lamentable error pasar del “la causa de la unión soviética es la causa del socialismo” a “la causa del socialismo es la causa de la unión soviética”. En éste último caso vamos apañados, pues ya no hay unión soviética.

3ª La unión soviética no fue el paraíso. De hecho habrá que saber cómo se llegó a que un tipo como Yeltsin fuera dirigente del partido comunista, entre otras cuantas cosas.

4º En todo proceso revolucionario, y también en la consolidación y mantenimiento de un estado se cometen errores y horrores; es necesario cometerlos. La pureza revolucionaria es un invento de burgueses liberales y libertarios para impedir toda acción violenta revolucionaria, mistificaciones ideológicas de paraisos idealizados.

5º A pesar de… Sí, a pesar de todo cuanto se pueda y se quiera decir, la URSS y otras experiencias socialistas son infinitamente más justas, más democráticas y más libres que el mundo capitalista y su producción de abundancia y miseria, su violencia estructural, sus masacres por el beneficio, su criminalidad inducida por las desestructuras del sistema etc,etc,etc...


Zizek es un autor al que no resulta fácil leer; para colmo muchas de las traducciones al castellano que circulan por la red dejan bastante que desear; los textos en inglés, son sin embargo precisos (para aquellos que hablen el idioma) En cualquier caso compañero Rubiera, sería deseable discutir argumentos: qué hacer, qué no hacer, cómo, dónde, cuándo, por qué, en vez de emitir juicios valorativos sumarísimos sobre la gente, como si andásemos deshojando margaritas, ésta sí, ésta no, sin ofrecer argumentos que sustenten nuestras valoraciones. De todo se puede aprender: mire si no cuánto aprendieron Marx y Engels de sus lecturas de tipos tan equivocados como Düring o incluso Stirner, por no mencionar al gran idealista Hegel (las descalificaciones ad hominem, que a veces se dan, vienen siempre en ellos acompañadas de extensas y rigurosas argumentaciones y contraargumentaciones sobre sus afirmaciones y las de aquellos a los que critican)

Salud.

Nota Sab May 12, 2007 11:36 pm
Me ponen una tarea larga como respuesta. Veamos quienes fueron los que leyeron mal a uno u a otro.
anacharsis escribió:Vamos, que a Zizek los troskistas le gustan casi tanto como a usted. Si hubiera leído el texto detenidamente, habría comprendido que Zizek (un filósofo académico y mediático, que logra "colar" sus artículos en la prensa "oficial") aboga 1º por insistir en que el verdadero terreno de lucha son las estructuras económicas, frente a la deriva posmoderna de izquierda que considera que todo se juega en el campo de batalla cultural e ideológico.

En realidad, como quise decir anteriormente, la batalla económica no es nada nuevo, es precisamente la parte fundamental del marxismo, pero por otra parte es inherente a la lucha de clases, es objetiva y lo único subjetivo que tiene está en la toma de consciencia de clase por parte del trabajador. Si no entendí porque soy tonto, entonces me explican qué coño significa reivindicar una lucha económica en el capitalismo.

anacharsis escribió:2º como Lenin hiciera, y Rosa Luxemburgo advirtiera, no se debe esperar a que se produzcan las condiciones objetivas propicias para la revolución, si no actuar revolucionariamente dentro de las condiciones materiales dadas; si Lenin hubiera esperado a las condiciones, la revolución no se habría dado

Con todo lo que sea Roxa Luxemburgo, tengo que disentir en esto. Decir que Lenin hizo una Revolución sin que existieran las condiciones objetivas es negar por una parte a Marx y por otra no entender el gran papel de Lenin como portador y ejecutor práctico del marxismo. La genialidad de Lenin no está en haber logrado saltarse etapas históricas y hacer una revolución por sus cojones, sino en haber percibido como nadie hizo, el momento donde las condiciones objetivas en la lucha de clases estaban dadas para hacer la Revolución, luchando contra viento y marea, contra mencheviques economicistas, contra liquidacionistas, contra socialdemócratas burgueses e incluso contra algunos llamados "bolcheviques" como Trotsky el cual pretendía alargar el momento de la insurrección obrera para la toma del poder. Lenin no hizo otra cosa que crear las condiciones subjetivas.
Marx no dio fórmulas para esquemáticamente captar el momento del ápice de las contradicciones de la lucha de clases que den lugar a un cambio de sistema, son los revolucionarios los que deben entender cuándo se presentan estas condiciones objetivas y ser capaces de crear las subjetivas. Y esto lo vemos desde Mao, pasando por Fidel e incluso por Chavez.
Para más información sobre Lenin y las condiciones objetivas de la Revolución leer El marxismo y la insurrección

anacharsis escribió:Sin embargo usted mal interpreta el texto viendo fantasmas donde no los hay. Nosotras no pensamos que Zizek vaya a ser un autor de su agrado; ni nucho menos, al fin y al cabo es un filósofo, académico y profesional, es además fuertemente heterodoxo y echa mano de muy diversas corrientes de pensamiento… Pero usted, en su afán de ponerle a cada cosa su etiqueta, de tenerlo todo compartimentado, atado y bine atado, le tacha de anticomunista y troskista, así porque sí, quizá porque no le encaja a usted en ninguna etiqueta - aunque siempre puede echar mano del epíteto “burgués” que le cae bien a casi todo. Sin embargo el artículo comienza diciendo que el sistema político que Zizek prefiere es el comunismo con un toque de terror.


Compañeritas anacharsis, ya veo que caemos en los ataques personales, de esos que tanto les gusta siempre criticar en los otros, y en aras de salvar a su "genio" de cualquier tipo de crítica no se les ocurre otra cosa que tildarme sutilmente de cerrado ortodoxo que necesita ponerle etiquetas a todo. Pues bien, no tengo problemas en asumirlo y autocriticarme si me lo demuestran (soy un ser humano en continuo desarrollo y aprendizaje), pero pretender defender al socialismo sustituyendo la palabra "errores" por "horrores" no me parece que sea la mejor forma de hacerlo. A ver si se destapan de una vez y me empiezan a describir estos horrores, que me gustaría mucho conocerlos.
Por otra parte, ni siquiera he tachado a vuestro genio de anticomunista ni de trotskista, he apuntado elementos de anticomunismo y de trotskismo reminiscente al leer las frases citadas. Precisamente fue Trotsky quien con su exportación de revoluciones obviaba las condiciones objetivas y subjetivas intrínsecas cada país y en un momento histórico favorable. Es en eso donde veo ese deje trotskista. De todas formas, ustedes grandes entendedoras, que desde el pedestal acusan a los otros de imbeciles que no entienden nada, podrían explicar mejor la cosa.

Las apreciaciones sobre la ex-URSS se las respondo mañana con más tiempo. Sobre el qué hacer tiene mucho que ver con el derrumbe de la URSS, lo cual está muy lejos de pretender deshojar margaritas sino precisamente en reivindicar la práctica del socialismo. Teorizar es muy lindo pero ya sabemos que de nada sirve si al final no reconocemos la praxis, y cuando hablamos de socialismo, ya sea el de la ex-URSS como el de Cuba, anteponiendo sus supuestos horrores, no hacemos otra cosa que reducir todo a teorías irrealizables.

Quizás la primera cosa es entender lo que cada cual defiende y por qué, en vez de interpretarlo todo como nos viene en gana, porque a este punto también podría interpretarlas como quienes niegan la lucha de clases como motor de los cambios sociales sustituyéndola por un nuevo concepto de lucha de géneros, lo cual no me cuadra mirándolo desde cualquier tipo de perspectiva. De todas formas no me apresuro en hacer calificaciones y espero que en aras a nuestro entendimiento vayan de una vez por todas al grano.

Nota Lun May 14, 2007 7:04 pm
Rubiera escribió:Si no entendí porque soy tonto, entonces me explican qué coño significa reivindicar una lucha económica en el capitalismo.


Nadie le ha calificado de tal (asume usted muchas cosas que nunca fueron dichas ni tan siquiera insinuadas). El texto dice que INSISTE en el terreno económico de la lucha FRENTE a las lecturas posmodernas de Marx que abogan por el terreno ideológico cultural y que muestran un fuerte rechazo hacia la idea de toma del poder y de mando (se refiere, entre otros muchos, a autores como Negri y Hardt, pretendidos nuevos gurús de la lucha anticapitalista con sus obras Imperio y Multitudo): Todo esto está en el texto original, y en nuestra respuesta; de aquí que afirmemos que las categorías con las que desecha a este autor (insistimos, después de tan sólo leer una semblanza sobre él escrita por otro autor) no son pertinentes en éste caso: no se debaten posturas “clásicas” marxistas, sino las nuevas “lecturas” posmodernas, y las actuales posiciones ideológicas dentro de la resistencia global. Es en éste contexto (de actualidad) dónde Zizek propone “repetir Lenin”…. Hoy es 14 de Mayo de 2007 y la Unión Soviética ya no existe. Vivimos en una ofensiva neo-liberal casi sin precedentes que ha venido a llamarse globalización; y un movimiento global de manifestación local lucha contra el capitalismo en diferentes frentes y desde múltiples posturas ideológicas no reductibles a aquellas de la primera mitad del pasado siglo. Nadie ha dudado de su capacidad ni de su entendimiento, sólo manifestamos que quizá usted ignore (eso parece) toda esta “nueva” serie de discursos que vienen desarrollándose desde la segunda mitad del siglo pasado en el seno de la izquierda anticapitalista, dentro y fuera del marxismo, dentro y fuera de los países socialistas.

Rubiera escribió:Con todo lo que sea Roxa Luxemburgo, tengo que disentir en esto. Decir que Lenin hizo una Revolución sin que existieran las condiciones objetivas es negar por una parte a Marx y por otra no entender el gran papel de Lenin como portador y ejecutor práctico del marxismo. La genialidad de Lenin no está en haber logrado saltarse etapas históricas y hacer una revolución por sus cojones, sino en haber percibido como nadie hizo, el momento donde las condiciones objetivas en la lucha de clases estaban dadas para hacer la Revolución, luchando contra viento y marea, contra mencheviques economicistas, contra liquidacionistas, contra socialdemócratas burgueses e incluso contra algunos llamados "bolcheviques" como Trotsky el cual pretendía alargar el momento de la insurrección obrera para la toma del poder. Lenin no hizo otra cosa que crear las condiciones subjetivas.
Marx no dio fórmulas para esquemáticamente captar el momento del ápice de las contradicciones de la lucha de clases que den lugar a un cambio de sistema, son los revolucionarios los que deben entender cuándo se presentan estas condiciones objetivas y ser capaces de crear las subjetivas. Y esto lo vemos desde Mao, pasando por Fidel e incluso por Chavez.
Para más información sobre Lenin y las condiciones objetivas de la Revolución leer El marxismo y la insurrección


Efectivamente, en lo esencial, esto es lo que dicen Zizek, Rosa de Luxemburgo, y lo que hemos dicho nosotras; básicamente lo que cualquier marxista con ciertos conocimientos de historia se ve obligado a afirmar. Por eso insistimos, usted ha leído mal, malinterpretado, lo que el artículo decía.

En cualquier caso, gracias por apuntar el enlace al texto de Lenin; Para ampliar información sobre Lenin, http://www.marxists.org/espanol/lenin/index.htm en español, con enlace a otros idiomas, y para una amplia selección de autores marxistas en castellano (incluida Rosa de Luxemburgo) http://www.marxists.org/espanol/indice.htm.

Rubiera escribió:Compañeritas anacharsis, ya veo que caemos en los ataques personales, de esos que tanto les gusta siempre criticar en los otros, y en aras de salvar a su "genio" de cualquier tipo de crítica no se les ocurre otra cosa que tildarme sutilmente de cerrado ortodoxo que necesita ponerle etiquetas a todo. Pues bien, no tengo problemas en asumirlo y autocriticarme si me lo demuestran (soy un ser humano en continuo desarrollo y aprendizaje), pero pretender defender al socialismo sustituyendo la palabra "errores" por "horrores" no me parece que sea la mejor forma de hacerlo. A ver si se destapan de una vez y me empiezan a describir estos horrores, que me gustaría mucho conocerlos.


Rubiera Machote, díganos dónde hemos dicho nosotras que Zizek sea un genio, ni que sea nuestro genio: tiene usted una necesidad grande de atribuirnos un gurú o un lider, o simplemente, insistimos de nuevo, ha leído usted mal. Zizek es un autor entre tantos y tantos otros, que consideramos interesante, actual, y del que no había nada en este foro; nos lo recordó la crítica a Chomsky en la que se apuntaba al carácter super-autoritario de las asociaciones anarquistas pretendidamente igualitarias.

No hemos sustituido horrores por errores, hemos utilizado ambas palabras, pues ambos se dieron, necesariamente, en la URSS. Evidentemente, infinitamente menores que los que produjo y produce el capitalismo, y sobre todo, errores y horrores necesarios en la construcción de un mundo más justo Como decía Sartre, es necesario mancharse las manos, no se puede pretender ser bueno en un mundo estructuralmente malo; lo que un mundo estructuralmente malo nos reclama es tomar partido y mancharnos las manos; la revolución nos exige ser justos y eficientes, y la justicia a veces es cruel, (¿Se ha visto usted alguna vez en la necesidad de matar a alguien?). En cualquier caso, nuestra intención no es, ni ha sido hablar sobre lo que pudo haber de malo en la URSS - con todo lo bueno que de hecho tuvo que fue infinitamente mejor que lo malo. Es mucho mejor centrarse en lo que hay de malo en el capitalismo hoy, así se defiende mejor el socialismo, socialismo que hay que construir día a día.

Rubiera escribió:ustedes grandes entendedoras, que desde el pedestal acusan a los otros de imbeciles que no entienden nada, podrían explicar mejor la cosa.


Jamás ha salido del teclado de nuestra computadora tal adjetivo referido a nadie que frecuente estos foros y no vemos ningún marco legal que nos permitiera acusar a nadie de delito alguno y además, como en los pedestales están las estatuas y las estatuas no hablan, no es en ningún caso desde ahí desde dónde pretendemos hablar, ni a dónde nos gustaría vernos subidas jamás, ni de hecho, ser responsables de encumbrar a nadie para establecer un nuevo culto. De todas formas compañero Rubiera, usted no pidió explicaciones de nada; se ventiló la crítica precipitadamente con un par de adjetivos categóricos.

Rubiera escribió:(…) A ver si se destapan de una vez …(…) Quizás la primera cosa es entender lo que cada cual defiende y por qué, en vez de interpretarlo todo como nos viene en gana, porque a este punto también podría interpretarlas como quienes niegan la lucha de clases como motor de los cambios sociales sustituyéndola por un nuevo concepto de lucha de géneros, lo cual no me cuadra mirándolo desde cualquier tipo de perspectiva. De todas formas no me apresuro en hacer calificaciones y espero que en aras a nuestro entendimiento vayan de una vez por todas al grano.


No hay nada que destapar compañero Rubiera, y no hay ningún grano oculto al que queramos ir; frecuentamos rebeldemule, intentando aportar algo, ya que tanto recibimos de esta comunidad p2p. Tras el nombre de anacharsis hay un grupo reducido de personas – hombres y mujeres – que trabajan conjuntamente en distintos proyectos críticos culturares y pedagógicos, que se definen – ya lo hicimos antes – como comunistas y feministas ( y ecologistas, y antirracistas, y anti-individualistas), pero esto de definirse, no sirve de mucho; “no traces tu frontera / ni cuides de tu perfil: / eso son cosas de fuera” que decía Antonio Machado, pues en definitiva, no importa lo que uno diga de sí, si no a qué intereses sirve lo que uno hace y dice (“por sus frutos los conocerás”, que dicen los evangelios parafraseando a Mao). Como usted dice, lo importante es la praxis; pero ésta no es algo opuesto a la teoría, pues la teoría, es ya una forma de práctica, hablar, es ya una forma de hacer (la de tiempo y esfuerzo que le dedicó Marx a teorizar, pues teorizar, no es fabular, si no desarrollar modelos cognoscitivos coherentes con la realidad que nos permitan su mejor comprensión y transformación)

Por eso compañero Rubiera, esperamos - si a usted le apetece - cualquier crítica a los argumentos, e incluso al estilo, del autor que aquí les proponíamos: un autor, que no es nada ortodoxo, que no viene del mundo de la lucha revolucionaria, sino del ámbito académico de un país socialista, y que ha adquirido cierta repercusión mediática; que además de marxista, es psicoanalista, lacaniano para más señas -aunque pueda parecer contradictorio-, cuyos textos muchas veces son en exceso obscuros y cargados de jerga, mientras que otras veces exhibe argumentos nítidos y contundentes. Un pensador actual, que teniendo voz en los medios oficiales, ha dicho: “hay que ser valientes y dejarse de zarandajas posmodernas y repetir Lenin”. Sobre este autor, sus textos y sus argumentos debería tratar este hilo, y no sobre usted, ni nosotras. Confiamos en que ese entendimiento que reclama, y que nosotras suscribimos, sea verdaderamente posible, y que pudiera extenderse a todas aquellas personas que frecuentan estos foros: discrepar entre nosotras, no rechazarnos unas a otras; discrepar y debatir para construir lo común.

Salud.

Nota Dom May 20, 2007 5:27 pm
editado

Nota Lun May 21, 2007 11:22 am
editado.

Nota Lun May 21, 2007 6:46 pm
Gracias por el texto, pero se equivoca usted de hilo y de interlocutores polémicos.

Este hilo, insistimos, debía versar sobre Slavoj Zizek y su crítica al pensamineto posmoderno; y no sobre la URSS ( que para eso ya hay otros hilos); pero vemos que nuestra intención inicial ya se ha arruinado.

Fue nuestro error responderle airadamente ante la indignación que despertó en nosotras que se ventilase a un autor que desconoce, sin ni si quiera haberlo leido, con un par de comentarios despectivos (si se hubiera tomado la molestia de leerlo se habría dado cuenta de que tenía muchos motivos para criticarle con fundamento, por eso le anunciábamos que estábamos convencidas de que no sería de su agrado este polémico autor, pero si interesante).

Ese fue nuestro error, y ese error nos ha llevado a que este hilo en el que esperabamos ir colgando textos de Zizek y sus críticas a la ideología posmoderna, se haya convertido en un hilo sobre Rubiera y lo que él piensa que todos criticamos a la Unión Soviética.

Díganos por favor (es una petición retórica) qué le ha hecho a usted suponer que, pese a que aquí se haya hablado de errores y horrores soviéticos estos tengan algo que ver con la figura de Stalin????.

Lamentamos mucho que convierta este hilo en lo a usted le venga en gana, y que desde ese tono condescendiente ("a ver si se nos abren las entendederas" ) quiera usted aleccionarnos sobre algo que no venía aquí a cuento, y de lo que nosotras, como comunistas, hace ya mucho tiempo que estamos instruidas y convencidas.

Precisamente, nosotras insistimos en que a pesar de, o incluso con, los errores y horrores que consideremos que en este o aquel proyecto socialista se hayan dado o se den, nosotras preferimos obviarlos, y centrarnos en todos los logros del socialismo, soviético, yugoslavo, chino, cubano, bolivariano, albanés o vietnamita... esa es nuestra elección estratégica; por eso no hemos apuntado cuáles fueron esos errores. Es mejor hablar de la erradicación de la miseria, de la calidad de su educación y sanidad universales, de sus grandes logros en el conocimiento y el saber científico, artístico y cultural, al servicio de la gente, verdadera artífice de estos logros, socialistas, en lo que es la dictadura del proletariado. Es mejor insistir en el poder de la polítca que se da en los paises socialistas frente a la tiranía del mercado que aquí padecemos. Es mejor alabar la capacidad de planificación estatal de la producción al servicio de todos y no de unos pocos. etc, etc, y miles de et caeteras más.

Si su elección estratégica es precisamente insistir en los temas más polémicos (para algunos) sobre la URSS, usted verá, a nosotras nos parece que contribuyen en muchos casos a dar eco y permitir que se repitan, una y otra vez, falacias personalistas de la propaganda anticomunista.

En cualquier caso, le contestaremos a uno de sus "argumentos" - ya que usted nos trata gratuitamente de absolutistas, esencialistas y poco dialécticas - que ejemplifica bién sus propias perlas esencialistas, absolutistas, y poco dialécticas; con el fin de aclarar lo que decíamos.
Rubiera escribió:¿Creen ustedes que los héroes soviéticos que tuvieron que luchar contra las hordas nazis tenian un "pesar" en la conciencia por haber liquidado a las bestias fascistas?


Sí señor Rubiera, ya que esos héroes soviéticos, el pueblo mismo -del que más de veinte millones de personas fueron liquidadas- vivió los horrores de la guerra, vió sus hogares y vidas destruidas. Porque muchas de esas "bestias fascitas" no eran más que niños mandados al matadero; sí, porque muchos de esos héroes habían perdido a sus familias, compañeros y seres queridos, y se vieron llevados a un infierno por culpa del fascismo; sí, por que la guerra, Rubiera, es el horror y las gentes preferirían no verse en la necesidad de morir y matar.

Perdone usted nuestro tono quizá algo duro; pero se debe al malestar que nos ha producido el hecho de que este hilo se haya visto obligado a tratar un tema muy alejado de lo que se pretendía, y por el hecho de vernos obligadas a darle explicaciones gratuitas, cuando no había lugar; asumimos nuestra culpa.

Salud y gracias, e intentaremos postear algún texto de Zizek... si nos es posible.

Nota Lun May 21, 2007 8:01 pm
El tono de ustedes no resulta ofensivo, solo que demuestra incongruencia. No es posible pretender que en el "hilo de ustedes" (cosa nueva en Rebeldemule) no se pueda responder a las alegres provocaciones sobre las supuesta nostalgia prosoviética y lo tonto que resulta defender lo "inexistente". Yo simplemente he tratado de demostrar el por qué es importante defender eso que ustedes no quieren ni tratar.

De todas formas he borrado mis mensajes referentes al tema que quieren evitar y por mi parte me despido del debate que han programado en el sentido que solamente ustedes pueden decidir cuando les viene en gana.

Suerte.

Nota Lun May 21, 2007 8:09 pm
Como siempre ante estas situaciones, lamento la desaparcicion d elos últimos mensajes de rubiera. A pesar de que no he opinado, porque no me encuentro capacitado para debatir el tema, me interesaba mucho el debate. Por contra, decir que verdaderamente el ataque de rubiera al texto era muy destructivo, si bien era tambien comprensible. En este foro los ilos no se ciñen al original, entre otras cosas, porque no encontramos a un moderador que diga "esto no va aqui" o similares (cosa que se agradece).

Respecto a lo comentado sobre el "a pesar de que", creer que la URSS fue un lugar perfecto es excesivo. Fue un avance a su tiempo, pero desde luego, era hija de una epoca diferente, formada sin experiencias previas de paises socialistas y en unas condiciones que no aparecian en los libros de otros autores. Al genialidad de Lenin, de Stalin o de Trotski (si, de él tambien) es que tratarosn temas que no existian antes y los solucionaron. Peor pensar que la URSS era la tierra prometida por el fin de el manifiesto comunista es excesivo...
Cada duda es una bala, una barricada en cada respuesta
SEARCH AND DESTROY

Nota Lun May 21, 2007 8:26 pm
editado

Nota Mar May 22, 2007 9:18 am
Dorado escribió:Yo puedo entender la existencia de algun hilo propio, es más , creo que yo tengo por lo menos uno.


La página es común y por lo tanto la propiedad de un hilo no la tiene nadie en particular. Por supuesto que es lógico que el hilo se adapte al tema y para eso el que inicia el tema es el primero que tiene que ajustarse a lo que pretende (cosa que no han hecho los iniciadores de este hilo) y en caso de que la cosa empiece a tomar rumbos diferentes me parece suficiente indicarlo y no volverse víctima de los otros automáticamente.

anacharsis escribió:Lamentamos mucho que convierta este hilo en lo a usted le venga en gana, y que desde ese tono condescendiente ("a ver si se nos abren las entendederas" ) quiera usted aleccionarnos sobre algo que no venía aquí a cuento, y de lo que nosotras, como comunistas, hace ya mucho tiempo que estamos instruidas y convencidas.


De todas formas esto corta todo tipo de discusión "normal" puesto que aquí estamos todo el tiempo suponiendo lo que el otro quiso decir y nos hemos metido más en la parte personal (cosa que traté incluso de evitar) que en la teórica. Yo no he pretendido aleccionar sino simplemente explicar el por qué esas cosas que hoy parecen fuera de moda son defendibles todavía y necesitan ser defendidas.

De todas formas resulta ridículo que alguien venga acotando temas cuando precisamente no han sido capaces de hacerlo por ellos mismos. Al fin al cabo el hilo no está cerrado ni mucho menos y las señoritas anacharsis pueden seguir con su genial autor, que realmente no es de mi gusto (no por ser tan inentendible, aunque ambiguo) pero no por eso he pretendido sabotearlo en lo absoluto.

saluditos

Nota Mar May 22, 2007 11:13 am
Tras releer nuestro mensaje, no encontramos en ningún lugar una afirmación nuestra reivindicando la propiedad sobre el hilo; utilizamos expresiones como "nuestra intención sobre lo que el hilo debía tratar..." y cosas por el estilo.

En nuestro último mensaje somos nosotras mismas las que nos autoinculpamos de la deriva del tema que abrió el hilo.

Además, en todo momento, respondemos a los mensajes, no los obviamos, e intentamos explicar con la mayor precisión que nos es posible, por qué no nos parece adecuado entablar tal discusión en este hilo, y nos lamentamos de que se produzca y de haber sido en parte responsables de ello; pero aún así debatimos las cuestiones, y damos las explicaciones que consideramos pertinentes.

Sinceramente nos resulta bastante molesto que una y otra vez se nos pida definirnos políticamente y se nos cuestione, cuando una y otra vez, muy a pesar nuestro - pues creemos que la autodefinición y el colgarse etiquetas no es el camino -, nos definimos como comunistas: jamás hemos atacado a la URSS, ni a Cuba, ni a Stalin, ni a Castro; no nos gusta hablar de nosotras mismas, trazar nuestro perfil, ni airear nuestra biografía; es la mejor manera de hacer que sean los argumentos los que hablen, que sean las ideas las que se discutan y no las identidades. Hacer recaer el peso del discurso en la identidad de quién lo pronuncia, es, precisamente, una de las estrategias fundamentales de la ideología posmoderna, la ideología dominante en el "primer mundo".

Por lo tanto, la decisión de Rubiera, de borrar de aquí sus mensajes es sólo suya, y resulta sumamente capcioso hacernos a nosotras responsables de ella.

Esto nos induce a pensar:

1. que, O bien como ya hemos indicado, por alguna razón, nuestros mensajes no se han leido correctamente ya que Rubiera nos achaca permanentemente cosas que en ningún caso decimos, supone que defendemos posturas que nunca defendimos y que atacamos cosas que jamás atacaríamos;

2. O que por alguna otra razón Rubiera obra con nosotras de mala fe, y por eso insiste en decir y repetir cosas que no son, con alguna intención que se nos escapa.

No hay nada de alarmante en afirmar que nos hubiera gustado que este hilo versara sobre lo que anuncia, y por manifestar que no nos parece correcta la forma en que se contesta a un post. Sin embargo sí resulta innecesariamente alarmante la estrategia victimista del portazo, y la acusación falsa de censura.

Por último añadiremos, que si bien no ponemos en duda la educación del compañero Rubiera, ni su capacidad de moderación, ni lo interesante de sus argumentos, posteos y trabajos en Rebeldemule - cosas que por cierto ya hemos alabado en distintas ocasiones - sin embargo sus mensajes si nos han resultado a veces ofensivos, e incluso intencionadamente ofensivos, y no por ello nos hemos rasgado las vestiduras y hemos recurrido a la acusación, el pataleo y el portazo.

Salud

Nota Mar May 22, 2007 5:38 pm
Como al final, como siempre, se termina con problemas personales, me permito hablar de lo personal para aclarar las cosas:

Estimadas anacharsis, evidentemente nos entendemos poco y esto está provocando que nos empecemos a acusar y a defender mutuamente de inculpaciones que están muy lejos de ser objetivas.

Para que se les quite la "picazón" conmigo, les confieso que sus mensajes siempre han sido acogidos con muchísimo interés por mi y sinceramente la mala fe no es parte de mi actitud, y mucho menos hacerlo de manera no clara y directa.

Reconozco que mis formas de provocar pueden ser molestas algunas veces, pero son eso solamente, provocaciones para buscar un debate, lo cual al fin y al cabo creo que es lo más útil de todo esto. Jamás les he interpretado como enemigos ni mis "ataques" pretenden otra cosa que no sea discutir ideas. Por lo tanto, éste es el límite y les aseguro que no tiene sentido "coger cuerda" a partir de algún cabreo conmigo para entenderlo todo como veo venir las cosas.

No he pretendido en ningún momento que se pongan un cartelito ni una etiqueta que defina su posición política. Aunque no se lo crean yo tampoco me lo he puesto jamás en el sentido que entiendo y me convencen las actitudes políticas. No me considero comunista porque para mi esta definición va unida a la acción y a la práctica, y sobre todo porque respeto a mucha gente que sí lo son sin hablar tanto. Por lo tanto, la cuestión no ha sido jamás la de definiciones políticas sino la de debatir ideas. Es cierto que en un momento dije algo así como "es hora que se destapen" (soy un poco bruto, lo reconozco) pero esto no significaba una petición de autodefinición política sino que explicaran claramente qué coño quieren decir con ciertas cosas. Incluso en mi primera réplica a sus ideas la respuesta fue "no sabes de marxismo", lo cual puede ser cierto (el que piensa que mi condición de cubano me da autoridad ideológica es Dorado no soy yo) pero eso no me basta, se necesitan respuestas convincentes y yo no las tuve.

Desgraciadamente algunas de sus ideas, o no las entiendo o algunas de las cosas que creo haber entendido simplemente no comparto, y creo que se las he dicho, pero eso no significa que actúe de mala fe y tenga algo personal contra ustedes. Pienso por otra parte que ustedes son bastante sensibles a las opiniones contrarias, porque de otra forma no veo el por qué de la reacción de defensa férrea a cualquier contraste de opiniones.

Con respecto al hilo y a mi decisión pienso que de nuevo van a la defensiva. Sinceramente les digo que lo he hecho para respetar las propias reglas que han decidido ustedes que debían de regir este hilo. No ha sido una actitud de perreta y portazo sino que sencillamente no entiendo qué debemos hacer en el hilo. ¿Simplemente leer los posts del autor? Pues miren que ya he leído algunos de los artículos del enlace que indicaron en el primer mensaje. ¿Deberíamos debatir algo aquí o no? Realmente no lo he entendido porque eso fue lo que traté de hacer desde el principio, quizás empezando muy torpemente (me autocritico por eso) pero de verdad que los mensajes sobre la URSS sinceramente no pienso que estuvieran fuera de lugar y fueron posteados como respuestas, no para demostrarle si ustedes defienden o no a Stalin, sino para plasmar mi punto de vista contrario al de ustedes con respecto a si es necesario defender o no lo "viejo". Por lo tanto, visto que a partir de aquí ha habido molestias, pues me parece comprensible que uno opte por retirarse de un debate en el cual no se siente libre de replicar con lo que le parece correcto.

Habría otras cosas que responder y aclarar para evitar otros malosentendidos pero no quiero cansar. De todas formas les invito a que aplaquemos los ánimos y tratemos de entendernos mutuamente porque realmente, al menos yo, estoy muy lejos de considerarles enemigos y sus opiniones, si no siempre tengo por qué compartirlas totalmente, son interesantes y están aportando muchísimo.

Un saludo sincero.

PS. Se me olvidaba una cosa importante. Reconozco también que me hartan un poco los iluminados modernos que pretenden reformar el marxismo con el revisionismo socialdemócrata (uno de ellos es Negri, ese que conocemos todos los que leemos Rebelión y los que hemos tenido contacto con los comunistas italianos). Reconozco que los intelectuales puramente teóricos no son mi gran pasión. Quizás aquí tienen la respuesta a sus imaginaciones que yo les ataque a ustedes. Pregúntenle a mi estimado Dorado por mis opiniones sobre su querido Hobsbawn.

Nota Mié May 23, 2007 7:16 pm
Me acabo de enterar que la película que Loach presentará en Venecia este año se llama These Times

Buscando referencias me he encontrado con este articulo:

El potencial revolucionario de Internet está lejos de ser evidente

En ti más que tú mismo

Slavoj Zizek
In These Times vía Indymedia Barcelona

El autor pretende desarrollar una réplica a la reciente elección del "internauta" (¡tú!) como personaje del año por la revista TIME, y los problemas y contradicciones de la construcción ideológica subyacente de democracia digital.



En Diciembre, el honor de "Persona del Año" de la revista Time no les cayó a Ahmadinejad, Chavez, Kim Jong-Il, ni a ningún otro de los sospechosos habituales, sino que fue para "tí": para todos y cada uno de nosotros, creadores de contenidos en la World Wide Web. La portada del Time mostró un teclado en blanco con un espejo como monitor del ordenador, permitiéndonos a cada uno de nosotros vernos como reflejo. Para justificar esta elección, los editores citaron el giro global de las instituciones terrestres a la emergente democracia digital donde los individuos -tú- son ambos ciudadano y rey.

Hubo más en esta decisión de lo que parece a primera vista, y más que el sentido habitual del término. Si hubo en algún momento una elección ideológica, consistió en esto: El mensaje -la nueva ciberdemocracia permite a millones que se comuniquen y organicen, circunvalando al control estatal centralizado- enmascara una serie de inquietantes huecos y tensiones.

Primero, la ironía obvia, todo el que mira la portada del Time no ve a los otros con los que se supone que ha de estar en comunicación directa. Ven la imagen espejada de sí mismos. No es sorprendente que Gottfried Leibniz, el filósofo alemán del siglo XVIII que inventó el sistema binario, sea una de las referencias filosóficas predominantes para los teóricos del ciberespacio: Consideremos su concepto metafísico de "mónadas", esas entidades de la percepción que son al reino mental como son los átomos a lo físico, pero "sin ventanas" que se abran directamente a la realidad exterior. ¿No tiene eso un inquietante parecido con aquello a lo que somos reducidos al sumergirnos en el ciberespacio? La típica persona que navega hoy sentándose sóla frente a la pantalla de un PC, está convirtiéndose cada vez más en una mónada sin una ventana directa a la realidad, encontrando sólo simulacro virtual, y aun así cada vez más inmersa en la red global, comunicándose sincronizadamente con el planeta entero.

Una de las últimas modas entre los radicales sexuales es el "masturbathon", un evento colectivo en el que cientos de hombres y mujeres gozan por motivos de caridad. Los masturbathones construyen un colectivo de individuos que están preparados para compartir algo con otros. ¿Pero que están compartiendo? El solipsismo de su propio gozo estúpido. Uno puede conjeturar que el masturbathon es la forma de sexualidad que se adapta perfectamente a las coordenadas del ciberespacio.

Esto, sin embargo, es sólo parte de la historia. Además, el "tú" que se reconoce a sí mismo en su imagen en la pantalla se encuentre profundamente dividido: nunca soy simplemente la persona que soy en la pantalla. Primero se encuentra el (obvio) exceso de mí como persona física "real" sobre mi persona en la pantalla: a los marxistas y otros pensadores en disposición a la crítica les gusta destacar que la supuesta "igualdad" en el ciberespacio es engañosa. Ignora todas las disposiciones materiales complejas (mi riqueza, mi posición social, mi poder o su falta, etcétera). La inercia de la vida real desaparece magicamente en la navegación sin fricción en el ciberespacio. Lo que la Realidad Virtual provee es la realidad en sí misma deprivada de su sustancia. Del mismo modo en que el café descafeinado huele y sabe como el café real sin ser la cosa real, mi persona en la red, el "tú" que veo ahí, siempre es ya un Yo descafeinado.

En segundo lugar, está el efecto opuesto y a la vez mucho más inquietante: el exceso de mi persona en la red sobre mi persona "real". Nuestra identidad social, la persona que asumimos ser en nuestra interrelación social, es ya de por sí una "máscara", ya que implica la represión de los impulsos que no nos resultan admisibles. Sin embargo, es precisamente bajo las condiciones de "tan sólo jugar" que las reglas que regulan los intercambios en nuestra "vida real" son suspendidos temporalmente, que podemos permitirnos desplegar estas actitudes reprimidas. Pensemos en el proverbial impotente y tímido que mientras participa en un juego interactivo en el ciberespacio, adopta la identidad de un asesino sádico o de un seductor irresistible. Es demasiado simple decir que esta identidad es tan sólo un suplemento imaginario, una huída temporal de la impotencia en su vida real. La cuestión no está ahí; y es que puesto que él sabe que el juego interactivo dentro del ciberespacio es "tan sólo un juego", entonces puede "mostrar su verdadero yo" y hacer cosas que nunca haría interactuando en la vida real. Tras la apariencia de una ficción, se articula la verdad sobre uno mismo. El propio hecho de que perciba mi propia autoimagen virtual como mero juego me permite suspender los obstáculos habituales que evitan que haga efectivo mi "lado oscuro"; en el espacio, se dan alas a mi "Ello".

Y lo mismo sucede con la gente con la que me comunico en el ciberespacio: nunca puedo estar seguro de quién son. ¿Son "realmente" de la forma en que se describen a sí mismos? ¿Hay una persona "real" detrás de la persona de la pantalla, o es esa identidad virtual una máscara para varias personas distintas? ¿Posee y manipula la misma persona "real" varias identidades virtuales distintas? ¿O quizá estoy tan sólo relacionándome con una entidad digitalizada que no se corresponde a ninguna persona "real"? Brevemente, "interfaz" significa precisamente que mi relación con el Otro nunca es cara a cara, que se encuentra siempre mediada por la maquinaria digital interpuesta cuya estructura es la de un laberinto. Yo "navego", errante en este espacio infinito donde circulan los mensajes libremente sin destino fijo, mientras que el Todo de ello -esta circuitería inmensa de "murmullos"- permanece siempre más allá del alcance de mi comprensión. El anverso de la democracia directa del ciberespacio es esta magnitud impenetrable y caótica de mensajes y sus circuítos que siquiera el mayor esfuerzo de mi mente puede comprender. Emmanuel Kant lo habría llamado un Sublime del ciberespacio.

——————————————

Hace más o menos una década, hubo un llamativo anuncio de cerveza en TV en Inglaterra. Su primera parte ponía en escena el conocido cuento de hadas: una chica caminaba por un riachuelo, veía una rana, la tomaba con cuidado en su seno, la besaba, y por supuesto, la fea rana se convertía milagrosamente en un bello hombre jóven. Sin embargo, la historia aún no había terminado: El hombre joven lanza una mirada codiciosa a la chica, se le acerca y la besa tal que ella se convierte en una botella de cerveza que el sostiene triunfante en su mano. Para la mujer, su amor y afección (señalado por el beso) puede convertir una rana en un hombre bello, mientras que para el hombre, es reducir a la mujer a lo que el psicoanálisis llama un "objeto parcial", aquello en tí que me hace desearte. (Por supuesto, la contrarréplica obvia feminista sería que lo que la mujer percibe en su experiencia diaria del amor es exáctamente lo opuesto: Una besa a un bello hombre jóven y, después de acercarse demasiado a él, cuando ya es demasiado tarde, se da cuenta de que basicamente es una rana).

La pareja real de hombre y mujer está pues bajo el embrujo de la figura estrafalaria de una rana abrazando una botella de cerveza. Lo que escenifica el arte moderno es precisamente este espectro subyacente: Se puede imaginar facilmente a un Magritte pintando una rana abrazando una botella de cerveza, con el título "Un hombre y una mujer" o "La pareja ideal" (la asociación aquí con el famoso "burro muerto sobre un piano" de Luis Buñuel está plenamente justificada). Ahí reside la amenaza del juego en el ciberespacio en su punto más elemental: Si un hombre y una mujer interactúan en él, lo hacen bajo el espectro de una rana abrazando una botella de cerveza. Ya que ninguno de los dos es consciente de ello, estas discrepancias entre lo que "tú" realmente eres y lo que "tú" pareces ser en el espacio digital puede acabar en una violencia salvaje. Después de todo, cuando descubres de pronto que el hombre que estás abrazando realmente es una rana, ¿no te tienta aplastar a la viscosa criatura?


Traducido por http://www.decondicionamiento.org



Tenia yo por un ahi un recorte sobre el tema de Times y Chávez que le da al Slavoj la excusa para hacer el artículo:

viewtopic.php?t=1302&highlight=times+chavez

Siguiente

Volver a Dazibao

Antes de empezar, un par de cosas:

Puedes usar las redes sociales para enterarte de las novedades o ayudarnos a difundir lo que encuentres.
Si ahora no te apetece, puedes hacerlo cuando quieras con los botones de arriba.

Facebook Twitter
Telegram YouTube

Sí, usamos cookies. Puedes ver para qué las usamos y cómo quitarlas o simplemente puedes aceptarlo.