Sinopsis:
- [fuente] Durante los años 80, distintos actores sociales lucharon contra la dictadura de Pinochet. Esta es la historia de los más jóvenes, aquellos que desde los liceos y las calles estuvieron dispuestos a jugarse la vida por una sociedad mejor. La historia del movimiento estudiantil secundario contra Pinochet.
Comentario personal:
- Una historia de cómo los estudiantes pudieron hacer cambios. Aquí se encuentran estudiantes secundarios en TOMA (okupa, como dicen los españoles).
Rosario Mena, en entrevista con el director Jorge Leiva, en Nuestro, en junio de 2006, escribió:"El movimiento estudiantil ha demostrado que hoy son posibles los sueños colectivos"
El periodista Jorge Leiva, como otros documentalistas de su generación, aborda la búsqueda de una identidad que deja atrás los viejos íconos para rescatar la memoria en el lenguaje actual de la cultura de masas. Y lo hace con trabajos como su reconocido "Actores secundarios"; su documental en postproducción sobre la banda "Los Ángeles Negros", con estreno programado para Agosto; la edición del programa de televisión "Canción Nacional" y la nueva web. "Una canción de Fiskales Adhoc dice mucho más de todo lo que pasaba en los 80 que un ensayo histórico y sociológico", asegura.
"Nosotros no incentivamos las movilizaciones estudiantiles pero sí contribuimos a la consolidación del movimiento", afirma Jorge Leiva, autor, junto a su pareja, Pachi Bustos, del documental "Actores secundarios", sobre el movimiento político de los estudiantes de enseñanza media contra la dictadura en los años 80. Un verdadero éxito de taquilla en su género que durante su estreno, en 2004 se mantuvo 9 meses en cartelera y que ahora, gracias a la coyuntura, cobra poderosa vigencia.
Si bien han transcurrido ya dos décadas desde los hechos narrados en la cinta, los líderes de la actual organización estudiantil, que en el último tiempo desfilaron por las calles, los edificios de gobierno y los medios de comunicación, conocen este trabajo que se presentó en distintos liceos del país por petición de sus centros de alumnos y paradojalmente, también de personeros del Ministerio de Educación, interesados en la formación de dirigentes estudiantiles. Una experiencia que, guardando las distancias con la situación vivida en esos tiempos, sirvió para crear un referente y una identificación con la tradición de un movimiento altamente organizado, tal como el que lograron los estudiantes en estos días.
- El nombre de "Actores Secundarios", tal como tú has dicho, también encierra la connotación de actores sociales que fueron relegados a un segundo plano. La sensación de que, con la llegada de la democracia, el movimiento fue ignorado y sus líderes no fueron considerados en las nuevas instituciones. Tú formas parte de esa generación. ¿Te sientes partícipe de esa suerte de desilusión?
- Absolutamente. Fue así. Las cosas no fueron como se había soñado. Actores Secundarios es también la historia de nosotros, de los que lo hicimos, que somos amigos desde entonces. A cada uno le pasan distintas cosas. En todo caso, yo nunca he sido líder político, así que no me identifico personalmente con eso, pero sí hubo grandes líderes del movimiento secundario, gente inteligente y capaz, que desaparecieron del mapa, porque no servían para la institucionalidad. En cambio, apareció gente de la misma generación, hombres de negocios, que no se sabe de dónde estaban. Que estaban viviendo su adolescencia feliz, que no estaban en la calle luchando contra la dictadura.
- En todo caso los "Actores secundarios" se tomaron la revancha y se convirtieron en súper protagónicos. Incluso aparecían en la portada de las Ultimas Noticias y les preguntaban hasta por los pololos… Es interesante como reflotan un movimiento pero en el lenguaje del siglo XXI, usando el chat, convirtiéndose en "rostros" de los medios.
- Yo creo que son dos historias distintas, que lo que tienen en común es que los actores son los estudiantes secundarios. Pero son dos países distintos. Y son movimientos distintos. Hay reinvocaciones sobre la educación que se emparentan, pero el tema de los ochenta era, principalmente, la oposición a Pinochet y estaba imbrincado en las organizaciones de izquierda. Era más fácil, era claro a qué había que oponerse. Hoy día es diferente. Los cabros tuvieron que darse cuenta de lo que les estaba pasando y vivenciarlo en carne propia en forma muy cruda para poder levantarse. Antes era obvio que había que ir a manifestarse porque habían degollado a tres profesores en el Colegio Latinoamericano. Hoy día no. Lo que demuestra que hemos avanzado bastante. Y el movimiento ha demostrado que todavía es posible materializar los sueños colectivos. Y se está demostrando que no es posible mantener las diferencias sociales escandalosas que existen. Esos encapuchados están ahí porque tienen rabia. Estudian en unos colegios de mierda y saben que no van a llegar a ningún lado. Qué respeto pueden tener por la tienda que vende televisores.
- Hablemos del documental. Tú formas parte de una generación de documentalistas que han logrado crear un movimiento y un público en torno a este género. ¿Qué valor le asignas a este proceso y cómo lo proyectas?
- La labor de ADOC, la Asociación de Documentalistas, ha sido súper importante en este sentido. Y ha creado un circuito y una gran colaboración. Por ejemplo, la Pachi, mi pareja, que dirigió conmigo Actores Secundarios, hizo la investigación del documental de Fiskales Adhoc, de Pablo Insunza.
- Tanto en el cine como en los documentales ha habido un claro intento de reflejar la identidad nacional relato, a través de la idiosincrasia, la estética chilena, los elementos del imaginario popular. A la vez, hay un intento de dejar atrás ciertos íconos y emblemas muy asociados a la historia de Chile…
- Sí. De hecho hemos huido de la "gran" historia, de los grandes momentos. Nuestra opción es vivir la historia junto a quienes la vivieron.
- Ahora estás en la postproducción de un documental sobre Los Ángeles Negros. ¿Por qué ellos? Hay todo un culto entre cierta gente que es de la generación de los 90, siendo que es un grupo de los 70.
- Ellos concentran muchas cosas. Y su música nos gusta mucho. La caída del muro, la llegada de la democracia, la globalización también nos ayudó a pensar en lo que había en nuestra historia y poder conocerlo. Y ahí descubrimos que los Ángeles Negros era un grupo increíble, que fusiona la canción romántica con el rock, con bajos que son funkie…Cantaban increíble y penetraron profundamente en el gusto popular chileno. Y por eso mismo fueron menospreciados. Porque en Chile lo que es muy popular se menosprecia.
- ¿Han hecho la investigación con los mismos integrantes?
- Sí. Hay uno que vive en Estados Unidos y toca allá. Los demás están aquí.
- Estás haciendo esto, fuiste el gestor de la iniciativa de la página web http://www.musicapopular.cl, editor del programa de televisión Canción Nacional. Todos proyectos que apuntan a la importancia de la música popular como fenómeno social y cultural…
- Sí. Estoy seguro de que una canción de Fiskales Ad-hoc dice mucho más de lo que pasaba en los 80 que cualquier ensayo histórico y sociológico. Para nosotros, tanto con el sitio como con el programa, como con este documental que estamos haciendo, es súper importante darle dignidad a la música popular, que nunca ha sido considerada seriamente como un área de la cultura.
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