Chagas, un mal escondido (Ricardo Preve, 2005) : Filmoteca de no ficción

Chagas, un mal escondido
Ricardo Preve (Argentina, EE.UU. de América; 2005) [90 min]

Sinopsis:

Filmado en el interior de la Argentina, este documental le da una voz a aquellos que sufren de Chagas, y a aquellos que trabajan buscando una cura a esta enfermedad que afecta a 20 millones de personas en América Latina y los Estados Unidos, pero es prácticamente desconocida para el público en general.

El 6 de octubre de 2005, en La Nación se escribió:Una enfermedad con raíces sociales

"Chagas: un mal escondido" (Argentina, EE.UU./2004). Guión y dirección: Ricardo Preve. Fotografía: Leonardo Aguinaga. Edición: Oscar Saporiti. Música: Sergio Albertoni, Pablo Duchovny. Producción: Paz Figini, Sasha Preve, Sabine de Voghel. Producción ejecutiva: Silvana Cejas, Steve Mactavish. Presentada por Preve Films. Hablada en español, francés e inglés. Duración: 90 minutos. Calificación: para todo público.

Nuestra opinión: Muy bueno

Indignación. Esa es la primera sensación que se tiene apenas terminada la proyección de "Chagas: un mal escondido", el documental que marca el debut del hasta ahora productor argentino Ricardo Preve, radicado en Charlottesville (Virginia), en los Estados Unidos, desde que la crisis le impidió seguir trabajando como ingeniero (su verdadera profesión), en los peores momentos de la crisis local. Indignación por lo que cuenta y satisfacción por cómo lo hace, con talento y la seguridad que le da el conocimiento de causa.

El conocido como mal de Chagas-Mazza (apellidos de los médicos brasileño y argentino que lo investigaron a principios del siglo XX), es una enfermedad parasitaria, provocada por el Trypanosoma cruci, que se desarrolla en las heces de la vinchuca, un insecto parecido físicamente a la cucaracha doméstica, que pica a sus víctimas provocando un prurito que lleva a la contaminación de las heridas con sus excrementos. Una vez infectada, la víctima puede contraer la enfermedad de inmediato o con el paso de los años, incluso muchos; depende de que sea descubierta a tiempo, controlada y medicada, y de la resistencia o suerte de cada organismo. La enfermedad ataca directamente a los órganos -en particular, al corazón- y puede, en algunos casos, desarrollarse en muy poco tiempo. La vinchuca habita preferentemente en los lugares conocidos como "casas rancho", de adobe y paja, y se ha diseminado por toda América latina; en el caso de la Argentina, llega a superar los 2,5 millones de infectados. En el mundo, hay, en la actualidad, 20 millones de portadores y, por eso, ya se conoce este mal como "el sida de la pobreza". El contagio es únicamente por vía sanguínea, es decir, de madres a hijos por nacer, o por transfusiones e implantes.

Como Michael Moore o Morgan Spurlok, pero más serio y menos efectista que ellos, Preve recorre lugares y entrevista a afectados y a médicos de la Argentina, Estados Unidos, Francia y Suiza; también a funcionarios -aquí, del Ministerio de Salud, de la Cruz Roja norteamericana y hasta de la Organización Mundial de la Salud- para llegar a la conclusión de que poco y nada se hace por una enfermedad que se mueve en silencio particularmente entre poblaciones marginadas. Con ese espíritu sigue el caso del salvadoreño Lorenzo Colocho, desde el descubrimiento de sus primeros síntomas, la detección tardía del mal hasta su muerte. También de cómo se evitó a tiempo la ablación y el implante de tejidos en otras personas, y un irremediable contagio que ya se está produciendo en países del Primer Mundo, donde los inmigrantes latinos pobres venden su sangre y donde ni los médicos conocen el mal.

Preve, que vivió su niñez y juventud precisamente en Salta, entrevista con singular afecto a Osvaldo, un amigo de aquellos años, ahora afectado por el mal. También a integrantes del actual staff del Ministerio de Salud, que aseguran tener controlada la situación mientras que una vez en Añatuya o Animaná, la cámara se encarga de demostrar que la realidad es muy diferente; una pasión que, a través de uno de sus médicos especialistas entrevistados, cuestiona a los laboratorios medicinales poco preocupados en la investigación de nuevos tratamientos. Se dice que la única droga en uso fue desarrollada hace tres décadas y tiene, en algunos casos, efectos secundarios graves, y que otra posterior, con mejores resultados, fue discontinuada por el laboratorio (el propietario de la patente de la aspirina desde hace más de un siglo) por no alcanzar la rentabilidad pretendida.

El trabajo de Preve no deja duda alguna acerca del tema y cumple con la meta que él mismo se impuso: abrir los ojos a los países ricos a través del temor a ser contaminados, y de esa forma persuadirlos de la necesidad de invertir en la prevención y en la búsqueda de soluciones que puedan anticiparse al contagio, mitigar sus daños o lograr su cura. Lo hace con claridad y talento, en cada línea del guión, en cada fotograma.