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Los secretos de la CIA (Jonathan Martin, 1999)

Largometraje documental, corto documental, reportaje, documental sonoro (no importa el formato)... ya sea en televisión, cine, internet, radio (no importa el medio).
Los secretos de la CIA
Jonathan Martin (EE.UU. de América, 1999) [45 min]

Portada


Sinopsis:

    En este documental se abordan temas sobre las operaciones encubiertas de la Agencia Central de Inteligencia [CIA], desde el conflicto de Vietnam hasta el escándalo perfilado contra Iran.

    Cómo de manera oscura participa la CIA en conflictos bélicos, suministro de armamento, narcotrafico y crimen organizado.

Comentario personal:

    .....Hasta aquí lo que el compañero Ponchomx escribió en DXC. Solo añadiré que es un documental hecho por la CIA y divulgado en su canal de Historia. Es la reivindicación de aquellas acciones más conocidas que se le achacaron a la CIA y que ella misma reconoce con orgullo que fueron ellos los perpetradores..... Estos se hicieron un homenaje para recaudar fondos y nos han regalado una prueba de cargo que además sirve para ver como actuan estos criminales.

Ficha técnica





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Formato: NTSC
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Idioma: Ingles
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Nota Mié Jun 18, 2008 12:18 pm
Creo que la palabra que mejor define este artículo es apasionante.

Y quizás el detalle fundamental sean los testigos de las bodas del inclito que eso es verificable al ciento por ciento.

No se arredren en su lectura , saldrán fortalecidos ;)



Thierry Meyssan en Rebelion escribió:Operación Sarkozy: Cómo la CIA puso uno de sus agentes en la presidencia de la República Francesa

Thierry Meyssan / Rebelión

Cansados de los larguísimos reinados de los presidentes Francois Mitterrand y de Jacques Chirac, los franceses eligieron a Nicolás Sarkozy con la esperanza de la energía de este último lograra revitalizar al país. Esperaban acabar así con años de inmovilismo y de ideologías obsoletas. Lo que obtuvieron fue una ruptura con los principios fundamentales de la nación francesa y ahora se han quedado estupefactos ante este «hiperpresidente», que todos los días embiste contra un nuevo asunto, que succiona a la derecha y a la izquierda, que trastoca todos los puntos de referencia sembrando así la confusión total.
Como niños que han hecho una gran travesura, los franceses están hoy demasiado ocupados buscando cómo disculparse como para tener tiempo de reconocer su propia ingenuidad y la envergadura de los daños. Y también se niega a hacer algo que tenían que haber hace mucho tiempo: admitir quién es realmente Nicolás Sarkozy.

Es verdad que estamos hablando de un hombre muy hábil. A la manera de un ilusionista, ha logrado desviar la atención del público hacia su vida privada, ofreciéndola como espectáculo y posando en las revistas de sociedad hasta hacer olvidar su trayectoria como político.

El objetivo de este artículo no es reprocharle a Nicolás Sarkozy sus relaciones familiares, sus amistades o sus relaciones profesionales. Lo que sí le reprochamos es haberle ocultado a los franceses los vínculos que lo atan, cuando sus compatriotas creían, erradamente, que estaban eligiendo a un hombre libre.

Para poder entender cómo fue que un hombre en el que todos ven hoy a un agente de Estados Unidos y de Israel logró convertirse en jefe del partido gaullista [partido fundado por el General Charles De Gaulle, héroe de la Segunda Guerra Mundial] y después en presidente de la República Francesa, es necesario mirar hacia el pasado. Tenemos que abrir un amplio paréntesis para presentar a los protagonistas que hoy están concretando su revancha.

Secretos de familia
En las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, los servicios de inteligencia de Estados Unidos recurren al padrino mafioso italo-estadounidense Lucky Luciano, quien estaba en ese momento en prisión, para garantizar la seguridad de los puertos estadounidenses y preparar el desembarco de los Aliados en Sicilia, estamos en plena Segunda Guerra Mundial, los nazis retroceden en todos los frentes. El responsable de los contactos de Lucky Luciano con los servicios estadounidenses es Frank Wisner Senior. Más tarde, cuando el «padrino» es liberado y se exila en Italia, el encargado de mantener los contactos era su «embajador» Etienne Leandri [1] de origen corso [de la isla de Córcega en el Mediterráneo y departamento francés].

En 1958, Estados Unidos, preocupado ante la posibilidad de la victoria del FLN en Argelia [Frente de Liberación Nacional contra el colonialismo francés], hecho que abriría la puerta a la influencia soviética en el norte de África, decide planificar un golpe de Estado militar en Francia. En la organización de esta operación participan de conjunto la Dirección de Planificación de la CIA –teóricamente bajo la dirección de Frank Wisner Sr.– y la OTAN. Pero Wisner ha sucumbido ya ante la demencia así que quien supervisa el golpe no es otro que su sucesor: Allan Dulles. Desde Argel, un grupo de generales franceses crean un Comité de Salvación Pública, que presiona al poder civil –en París– y lo obliga a otorgar plenos poderes al general De Gaulle, sin tener que recurrir a la fuerza.

Pero Charles De Gaulle no es el peón que los anglosajones esperaban poder manejar. Al principio, De Gaulle trata de resolver la contradicción colonial concediendo una amplia autonomía a los territorios de ultramar en el seno de la Unión Francesa. Pero, es ya demasiado tarde para salvar el imperio francés porque los pueblos han dejado de creer en las promesas de la metrópoli y exigen la independencia. Luego de dirigir exitosamente feroces campañas represivas contra los independentistas, De Gaulle acepta lo que ya resulta evidente. Haciendo gala de una sabiduría política poco común, se decide a conceder la independencia a todas las colonias.

Aquellos que lo habían conducido al poder interpretan este brusco viraje como una traición. La CIA y la OTAN apoyan entonces todo tipo de conspiraciones para eliminarlo, entre ellas un golpe de Estado que fracasa y unos 40 intentos de asesinato. Pero algunos de sus partidarios aprueban su evolución política y crean el SAC, una especie de milicia destinada a protegerlo, milicia creada y dirigida por un tal Charles Pasqua.

Pasqua es simultáneamente truhán corso y ex combatiente de la Resistencia francesa contra los nazis. Casado con la hija de un traficante canadiense que se hizo rico en la época de la Ley Seca, Pasqua dirige la firma Ricard [licores] que, luego de haber comercializado una bebida prohibida –el ajenjo– se hace de una reputación de respetabilidad vendiendo anís. Sin embargo, la firma sigue sirviendo de pantalla para todo tipo de tráficos relacionados con la familia italo-newyorkina de los Genovese –la familia del propio Lucky Luciano. No resulta entonces sorprendente que Pasqua recurra a Etienne Leandri (el «embajador» de Luciano) para reclutar a los esbirros que conformarán la milicia gaullista. Un tercer hombre desempeña también un papel protagónico en la formación del SAC: el ex guardaespaldas de De Gaulle, Achille Peretti –otro corso.

Bajo esa protección, De Gaulle traza con elegancia una política de independencia nacional. Confirma su permanencia en el bando atlántico a la vez que pone en tela de juicio el liderazgo anglosajón. Se opone a la entrada del Reino Unido en el Mercado Común Europeo (1961 y 1967); rechaza el despliegue de las tropas de la ONU en el Congo (1961); estimula a los Estados latinoamericanos a liberarse del imperialismo estadounidense (discurso de México, en 1964); expulsa a la OTAN de Francia y se retira del Comando Integrado de la Alianza Atlántica (1966); denuncia la guerra de Vietnam (discurso de Phnon Penh, Camboya en 1966); condena el expansionismo israelí durante la guerra de Seis Días (1967); se pronuncia a favor de la independencia de Québec (discurso de Montreal, en 1967); etc.

Simultáneamente, De Gaulle consolida el poderío de Francia al dotarla de un complejo militaro-industrial que incluye la fuerza de disuasión nuclear y garantizando su aprovisionamiento energético. A los incómodos «amigos» corsos, los aleja de su entorno confiándoles misiones el extranjero. Etienne Leandri se convierte así en el corredor del grupo ELF (conocido hoy como Total, principal grupo petrolero privado francés y cuarto en el mundo después de Exxon Mobil, Shell et BP), mientras que Charles Pasqua se convierte en el hombre de confianza de los jefes de Estado del África francófona.

Consciente de que no puede desafiar a los anglosajones en todos terrenos a la vez, De Gaulle se alía con la familia Rothschild. Designa como primer ministro al apoderado del banco Rothschild, Georges Pompidou. Ambos forman un eficaz equipo. La audacia política de De Gaulle no pierde nunca de vista el realismo económico de Pompidou.

Al dimitir De Gaulle, en 1969, Georges Pompidou ocupa brevemente la presidencia antes de morir víctima de un cáncer. Los gaullistas históricos no admiten el liderazgo de Pompidou y se inquietan de su tendencia anglófila. Lo denuncian como traidor cuando Pompidou, con el apoyo del secretario general de la presidencia francesa Edouard Balladur, permite la entrada de «la pérfida Albión» [2] en el Mercado Común Europeo.

La fabricación de Nicolás Sarkozy
Después de describir la escenografía, volvamos a nuestro personaje principal: Nicolás Sarkozy. Nacido en 1955, es hijo de un noble húngaro, Pal Sarkosy de Nagy-Bocsam, que llegó a Francia huyendo del Ejército Rojo, y de Andrée Mallah, judía proveniente en Tesalónica [Grecia]. Después de tener tres hijos (Guillaume, Nicolás y Francois), la pareja se divorcia. Pal Sarkosy de Nagy-Bocsa se casa de nuevo con Christine de Ganay, una aristócrata con la que tendrá dos hijos (Pierre-Olivier y Carolina). En vez de ser educado solamente por sus padres, Nicolás se verá sometido a los vaivenes de esta familia «reconstruida».

Su madre se convierte en secretaria de Achille Peretti. Después participar como cofundador en la creación del SAC, el guardaespaldas de De Gaulle había hecho una brillante carrera política. Resultó electo diputado y alcalde de Neuilly-sur-Seine, el más rico suburbio de París, y más tarde, presidente de la Asamblea Nacional.

Sin embargo, en 1972 Achille Peretti enfrenta graves acusaciones. La revista Time revela en Estados Unidos la existencia de una organización criminal secreta, «la Unión Corsa» que controla gran parte del tráfico de estupefacientes entre Europa y Estados Unidos. Se trata de la celebre «french connection» que Hollywood llevará posteriormente a la pantalla. Basándose en audiencias del Congreso y en sus propias investigaciones, Time menciona el nombre de un jefe mafioso, Jean Ventura, arrestado en años anteriores en Canadá y que no es otra cosa que el delegado comercial de Charles Pasqua en la firma Ricard. Se mencionan los nombres de varias familias como dirigentes de la «Unión Corsa», entre ellas el de la familia Peretti. Achille desmiente, pero se ve obligado a renunciar a la presidencia de la Asamblea Nacional francesa y sobrevive incluso a un «suicidio».

En 1977, Pal Sarkosy de Nagy-Bocsa se separa de su segunda esposa, Christine de Ganay, quien establece entonces una relación con el segundo hombre más importante de la administración central del Departamento de Estado estadounidense. Christine de Ganay se casa con él y se instala en Estados Unidos. El mundo es tan pequeño, cosa harto conocida, que su marido resulta ser nada más y nada menos que Frank Wisner Junior, hijo del anterior Frank Wisner. Aunque no se sabe cuáles eran las funciones de Frank Wisner Junior en el seno de la CIA, está claro que desempeña un papel importante. Nicolás, que se mantiene muy cerca de su madrastra, de su medio hermano y de su media hermana, comienza a volverse hacia Estados Unidos, donde participa en programas de formación que organiza el Departamento de Estado Norteamericano.

Durante este mismo período, Nicolás Sarkozy se une al partido gaullista. Allí se relaciona rápidamente con Charles Pasqua, quien no sólo es un líder a nivel nacional sino además el responsable de la sección departamental de Hauts-de-Seine.

En 1982, al terminar sus estudios de derecho y siendo ya miembro del colegio de abogados, Nicolás Sarkozy se casa con la hija de Achille Peretti. Charles Pasqua asiste a la boda como testigo del novio. El abogado Sarkozy defiende los intereses de los amigos corsos de sus mentores. Adquiere una propiedad en Córcega, en Vico, y estudia incluso la posibilidad de reemplazar la «y» de su apellido por una «i» para darle una consonancia corsa.

Al año siguiente, Nicolás Sarkozy resulta electo alcalde de Neuilly-sur-Seine, reemplazando a su tío político Achille Peretti, víctima de una crisis cardiaca.

Pero Nicolás no tarda en traicionar a su esposa y, a partir de 1984, sostiene una relación clandestina con Cecilia, esposa de Jacques Martín, el más conocido de los animadores de la televisión francesa de aquel entonces, a quien había conocido cuando los casó, en el ejercicio de sus funciones como alcalde de Neuilly. Esa doble vida durará 5 años antes de que los amantes abandonen a sus respectivos cónyuges para fundar una nueva familia.

En 1992, Nicolás actúa como testigo en el casamiento de la hija de Jacques Chirac, Claudia, con un editorialista del diario francés Le Figaro. Incapaz de contenerse, seduce a Claudia y sostiene una breve relación con ella mientras que sigue viviendo oficialmente con Cecilia. El marido engañado se suicida utilizando drogas. La ruptura entre la familia Chirac y Nicolás Sarkozy es brutal e irreversible.

En 1993, la izquierda francesa pierde las elecciones legislativas. El presidente Francois Mitterrand se niega a dimitir y comienza la cohabitación con un primer ministro de derecha. Jacques Chirac, que ambiciona la presidencia y planea entonces formar con Edouard Balladur un dúo comparable al de De Gaulle y Pompidou, se niega a asumir de nuevo el cargo de primer ministro y cede el paso a su «amigo de 30 años», Edouard Balladur. A pesar de su turbulento pasado, Charles Pasqua se convierte en ministro del Interior. Mientras conserva el control de la marihuana proveniente de Marruecos, aprovecha su cargo para legalizar sus otras actividades tomando el control de casinos y de actividades como el juego y las carreras en los países de África de habla francesa, las antiguas colonias. También establece nexos en Arabia Saudita e Israel y se convierte en oficial honorario del Mossad [el servicio de espionaje israelí]. Nicolás Sarkozy, mientras tanto, es ministro del Presupuesto y portavoz del gobierno.

En Washington, Frank Wisner Junior se convierte en sucesor de Paul Wolfowitz [3] como responsable de la planificación política en el Departamento de Defensa. Nadie se fija o se da cuenta en los lazos que lo unen al vocero del gobierno francés.

Reaparece entonces en el seno del partido gaullista la tensión que ya se había vivido 30 años antes entre los gaullistas históricos y la derecha financiera que representa Balladur. La novedad es que Charles Pasqua, y junto a él el joven Nicolás Sarkozy, traicionan a Jacques Chirac para acercarse de la corriente de Rothschild. Todo degenera. El conflicto alcanzará su apogeo en 1995, cuando Edouard Balladur se presenta como candidato a la presidencia de la República Francesa contra su ex amigo Jacques Chirac, y resulta derrotado. Lo más importante es que, siguiendo las instrucciones de Londres y Washington, el gobierno de Balladur abre las negociaciones para la entrada de los Estados de Europa Central y Oriental, ya liberados de la tutela soviética, en la Unión Europea y la OTAN.

Reina la discordia en el seno del partido gaullista, donde los amigos de ayer están ahora dispuestos a matarse entre sí. Para financiar su propia campaña electoral, Edouard Balladur trata de apoderarse de la «caja negra», es decir, las reservas secretas del partido gaullista, que se esconde bajo la doble contabilidad de la empresa petrolera ELF. A penas muerto el viejo Etienne Leandri, los jueces ordenan un registro en la empresa y sus dirigentes son encarcelados. Pero Balladur, Pasqua y Sarkozy nunca lograrán recuperar el botín.

La caída en desgracia
A lo largo de su primer mandato Jacques Chirac mantiene a distancia a Nicolás Sarkozy. Este último se mantiene en silencio durante este período de caída en desgracia. Muy discretamente, sigue cultivando sus relaciones con los círculos financieros.

En 1996, al cabo de un largo proceso de divorcio, Nicolás Sarkozy se casa con Cecilia. Los testigos de la boda son los millonarios Martín Bouygues y Bernard Arnaud (el hombre más rico de Francia).

Último acto
Mucho antes de la crisis iraquí, Frank Wisner Junior y sus colegas de la CIA planifican ya la destrucción de la corriente gaullista y el ascenso de Nicolás Sarkozy. La operación se desarrolla en tres tiempos: Primeramente, eliminación de la dirección del partido gaullista y toma del control de su aparato. Después, eliminación del principal rival de derecha e investidura del partido gaullista a la elección presidencial. Y finalmente, eliminación de todo contendiente serio de izquierda, para garantizar que la elección de Nicolás Sarkozy a la presidencia de la República Francesa.

La operación se desarrolla de la siguiente manera. Durante varios años, la prensa comercial mantiene pendiente una serie de revelaciones póstumas de un promotor inmobiliario. Antes de morir de una grave enfermedad, este hombre, por razones que nunca se han aclarado, grabó una confesión en video. Por alguna razón aún más oscura, el «video» fue a dar a manos de un jerarca del Partido Socialista, Dominique Strauss-Kahn [4] , quien lo envía directamente a la prensa.

Las confesiones de este individuo no dan a lugar a ninguna sanción judicial, pero abren la caja de Pandora. La principal víctima de los sucesivos escándalos será el primer ministro Alain Juppé. Para proteger a Chirac, Juppé asume él solo la responsabilidad por todas las infracciones penales. Al ser marginado Juppé, queda libre el camino para que Nicolás Sarkozy logre ponerse a la cabeza del partido gaullista.

Sarkozy explota entonces su posición para obligar a Jacques Chirac a reintegrarlo al gobierno, a pesar del odio recíproco. Se convierte, en definitiva, en ministro del Interior. ¡Grave error! Desde ese cargo, Sarkozy controla a los prefectos y utiliza a la policía política para penetrar las principales instituciones administrativas.

También se ocupa de los asuntos referentes a Córcega. El prefecto Claude Erignac ha sido asesinado. Aunque nadie reclama la autoría del crimen, inmediatamente se interpreta este como un desafío de los independistas corsos hacia la República. Al cabo de una larga persecución, la policía logra arrestar a un sospechoso fugitivo, Yvan Colonna, hijo de un diputado socialista. Pasando por alto el principio de presunción de inocencia, Nicolás Sarkozy anuncia el arresto acusando al sospechoso de ser el asesino. La oportunidad la pintan calva y sólo faltan dos días para la realización del referendo que el ministro del Interior organiza en Córcega para modificar el estatus de la isla. A pesar de todo, los electores rechazan el proyecto de Sarkozy que, según algunos, favorece los intereses de los mafiosos.

Aunque Yvan Colonna fue posteriormente encontrado culpable, lo cierto es que él siempre ha proclamado su inocencia y que no se encontraron pruebas materiales en su contra. Extrañamente, el hombre se refugió en el silencio, prefiriendo ser condenado antes que revelar lo que sabe.

Revelamos aquí que el prefecto Erignac no fue víctima de los nacionalistas sino que fue abatido por un asesino a sueldo, Igor Pecatte, que fue llevado inmediatamente a Angola, donde el grupo ELF lo contrató como miembro de su cuerpo de seguridad. El móvil del crimen tenía que ver precisamente con las anteriores funciones del propio Erignac, responsable de las redes africanas de Charles Pasqua en el ministerio de la Cooperación. En cuanto a Yvan Colonna, se trata de un amigo personal de Nicolás Sarkozy desde hace décadas y sus hijos mantenían relaciones.

Estalla entonces un nuevo escándalo. Comienzan a circular listados falsos que acusan a varias personalidades de tener cuentas bancarias en Luxemburgo, en el banco Clearstream. Entre los acusados se encuentra Nicolás Sarkozy. Este presenta una denuncia y da por sentado que su rival de derecha en la elección presidencial, el entonces primer ministro Dominique de Villepin es el organizador de la maniobra. Y no esconde su intención de llevarlo a prisión.

En realidad, los falsos listados fueron puestos en circulación por miembros de la Fundación franco-americana, que tiene como presidente a John Negroponte y como administrador a Frank Wisner Junior. Lo que los jueces no saben, y que nosotros revelamos aquí, es que los listados fueron fabricados en Londres por un oficina común de la CIA y del MI6, Hakluyt & Co., administrada también por Frank Wisner Junior.

Villepin se defiende de las acusaciones que se le atribuyen, pero se ve sometido a una investigación y a un arresto domiciliario y, de hecho, es puesto temporalmente al margen de la vida política. Vía libre para Sarkozy, por el lado de la derecha.

Queda entonces neutralizar las candidaturas de oposición. Las cuotas de adhesión al Partido Socialista se reducen a un nivel simbólico, para atraer nuevos militantes. De pronto, miles de jóvenes se enrolan en esa organización. Por lo menos 10,000 de estos nuevos militantes son en realidad miembros del Partido Trotskista «lambertista» (en referencia al nombre de su fundador, Pierre Lambert). Históricamente esta pequeña organización de extrema izquierda se ha puesto al servicio de la CIA contra los comunistas estalinianos durante la época de la guerra fría (Se trata del equivalente del SD/USA de Max Shatchman, que formó a los neoconservadores en Estados Unidos). No es la primera vez que los «lambertistas» se infiltran en el Partido Socialista. Anteriormente, ya habían introducido en esa organización dos célebres agentes de la CIA: Lionel Jospin [5] (que se convirtió en primer ministro) y Jean-Christophe Cambadelis, el principal consejero de Dominique Strauss-Kahn .

Se organizan elecciones primarias en el seno del Partido Socialista con vista a la designación de su candidato a la elección presidencial. Dos personalidades participan en la competencia: Laurent Fabius y Segolene Royal. Pero sólo el primero representa un peligro para Sarkozy. Dominique Strauss-Kahn se suma entonces a la competencia con la misión de eliminar a Fabius en el último momento. Y lo logrará gracias a los votos de los «lambertistas» infiltrados, que no votarán por él sino por Royal.

La operación se hace posible porque Strauss-Kahn, de origen judío-marroquí, se encuentra desde hace tiempo en la nómina de Estados Unidos. Los franceses ignoran que imparte clases en la universidad estadounidense de Stanford, donde fue contratado nada más y nada menos que por Condoleezza Rice.

Inmediatamente después de su llegada a la presidencia, Nicolás Sarkozy y Condoleezza Rice concretarán su agradecimiento a Strauss-Kahn haciendo posible su elección para asumir la dirección del Fondo Monetario Internacional.

Primeros días en el Palacio del Elíseo

En la noche de la segunda vuelta de la elección presidencial, cuando los institutos de sondeos anuncian su probable victoria, Nicolás Sarkozy pronuncia un breve discurso dirigido a la nación desde su cuartel general de campaña. Luego, contrariamente a todo lo acostumbrado, en vez unirse a la celebración con los militantes de su partido, se va al Fouquet’s. Este célebre restaurante de los Campos Elíseos, antiguo centro de reunión de la «Unión Corsa» y hoy perteneciente al propietario de casinos Dominique Desseigne, fue puesto enteramente a la disposición del presidente electo para que este recibiera a sus amigos y principales donantes [de fondos] a su campaña. Llegan allí un centenar de invitados, entre ellos los hombres más ricos de Francia se codean con los dueños de casinos.

Después, el presidente se otorga a sí mismo unos días de merecido descanso. Un jet privado Falcón-900 lo lleva a la isla de Malta donde descansa en el Paloma, el yate de 65 metros de eslora de su amigo Vincent Bolloré, millonario formado en el banco Rothschild.

Finalmente, tiene lugar la investidura de Nicolás Sarkozy como presidente de la República Francesa. Lo primero que hace no es firmar un decreto de amnistía sino autorizar los casinos de sus amigos Desseigne y Partouche a aumentar la cantidad de tragamonedas.

Sarkozy conforma su equipo de trabajo y su gobierno. No resulta sorprendente encontrar en ellos a un sospechoso propietario de casinos (el ministro de Juventud y Deportes) y al cabildero de los casinos del amigo Desseigne (que se convierte en vocero del partido «gaullista»).

Nicolas Sarkozy se apoya principalmente en cuatro personas:

- Claude Guéant, secretario general de la Presidencia de la República. Es socio-gerente del banco Rothschild.

- Jean-David Lévitte, consejero diplomático. Hijo del ex director de la Agencia Judía. Fue embajador de Francia ante la ONU, hasta que Jacques Chirac lo sacó de ese puesto por considerarlo demasiado cercano a George Bush.

- Alain Bauer, el hombre que se mueve en la sombra. Su nombre no aparece en los anuarios. Es el encargado de los servicios de inteligencia. Nieto del Gran Rabino de Lyón, ex miembro del Grand Orient de France (la principal logia masónica francesa) y ex número 2 de la National Security Agency estadounidense en Europa.

Frank Wisner Junior., nombrado entretanto como enviado especial del presidente Bush para la independencia de Kosovo, insiste para Bernard Kouchner [6] sea nombrado ministro de Relaciones Exteriores con una doble misión prioritaria: la independencia de Kosovo y la liquidación de la política de Francia en el mundo árabe.

Kouchner, judío de origen báltico, comenzó su carrera participando en la creación de una ONG humanitaria. Gracias al financiamiento de la National Endowment for Democracy participó en las operaciones de Zbigniew Brzezinski en Afganistán, junto a Osama Ben Laden y los hermanos Karzai, contra los soviéticos. En los años 1990 aparece junto a Alija Izetbegovic, en Bosnia Herzegovina. Fue Alto Representante de la ONU en Kosovo de 1999 a 2001.

Bajo el control del hermano menor del presidente Hamid Karzai, Afganistán se ha convertido en el primer productor mundial de adormidera [también llamada amapola]. El látex blanco que se obtiene de esta planta es procesado en Afganistán para convertirlo en heroína que la fuerza aérea estadounidense transporta posteriormente a Camp Bondsteed (en Kosovo). Allí los hombres de Hacim Thaci se encargan de la distribución, principalmente en Europa y eventualmente en Estados Unidos. Los fondos que se obtienen se destinan al financiamiento de las operaciones ilegales de la CIA.

Karzai y el propio Thaci son desde hace mucho amigos personales de Bernard Kouchner, que seguramente nada sabe de las actividades criminales de estos a pesar de los informes internacionales a los que estas han dado lugar.

Para completar su gobierno, Nicolás Sarkozy nombra a Christine Lagarde como ministro de Economía y Finanzas. Esta hizo toda su carrera en Estados Unidos, donde dirigió el prestigioso gabinete de juristas Baker & McKenzie. En el seno del Center for International & Strategic Studies de Dick Cheney, Christine Lagarde fue copresidente –junto con Zbigniew Brzezinski– de un grupo de trabajo que supervisó las privatizaciones en Polonia. También organizó, trabajando para Lockheed Martin, un intenso cabildeo contra el fabricante francés de aviones Dassault, constructor de los famosos cazas Mirages.

Nueva escapada durante el verano. Nicolás, Cecilia, la amiga de ambos y sus hijos se van de vacaciones a Estados Unidos, en Wolfenboro, cerca de la propiedad del presidente Bush. Esta vez el que paga la cuenta es Robert F. Agostinelli, un banquero de negocios de Nueva York, sionista y neoconservador de pura cepa que se expresa en Commentary, la revista del American Jewish Committee [Comité Judío-Americano].

El éxito de Nicolás beneficia a su medio hermano Pierre-Olivier. Bajo el nombre americanizado de «Oliver», Frank Carlucci (quien fuera el número 2 de la CIA, luego de ser reclutado por Frank Wisner Senior) lo nombra director de un nuevo fondo de inversiones del Carlyle Group (la sociedad que gestiona simultáneamente las carteras de acciones de la familia Bush y de la familia Ben Laden). Convertido el quinto negociante a nivel mundial, administra actualmente las principales cuentas de los fondos soberanos de Kuwait y Singapur.

La tasa de popularidad del presidente Sarkozy está en caída libre en los sondeos. Uno de sus consejeros de relaciones públicas, Jacques Seguela (que también es consultante en comunicación política de la NED para diferentes operaciones de la CIA en Europa Oriental), aconseja desviar la atención del público con nuevas «people stories». El anuncio de su divorcio de Cecilia aparece entonces en Libération, el diario de su amigo Edouard de Rotshchild, para tapar las consignas de los manifestantes en un día de huelga general. Peor aún, su comunicador organiza un encuentro con la artista y ex modelo Carla Bruni. Días después, se oficializa su relación con el presidente y la propaganda mediática tapa de nuevo las críticas políticas. Semanas más tarde se produce el tercer matrimonio de Nicolás. Esta vez escoge como testigos a Matilde Agostinelli (la esposa de Robert) y a Nicolas Bazire, ex director del gabinete de Edouard Balladur, convertido en socio-gerente del banco Rothschild.

¿Cuándo abrirán los ojos los franceses para ver lo que tienen que hacer?



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[1] En Europa y en los EEUU, Leandri era el representante de Lucky Luciano, quien en prisión no podía viajar. Como Lucky Luciano reinaba en el imperio del crimen, él llamaba a Leandri su «embajador».

[2] Pérfida Albión es una expresión anglófoba utilizada para referirse al Reino Unido en términos hostiles. Fue acuñada por el poeta y diplomático francés de origen español Agustín Louis Marie de Ximénèz (1726-1817) en su poema L´ere des Français (publicado en 1793), en el que animaba a atacar a "la pérfida Albión" en sus propias aguas.

[3] Uno de los halcones neoconservadores y principales de la administración Bush, ex presidente del Banco Mundial, obligado a la demisión por nepotismo.

[4] Dominique Strauss-Kahn, uno de los principales líderes históricos del Partido Socialista Francés, traiciona a los suyos, apoya a Nicolás Sarkozy y es nombrado Presidente del FMI (Fondo Monetario Internacional).

[5] Lionel Jospin, otro líder histórico del Partido Socialista Francés.

[6] Bernard Kouchner, miembro del Partido Socialista Francés, traicionó a sus correligionarios aceptando el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores en el gobierno de Nicolás Sarkozy.

Thierry Meyssan, analista político, investigador y periodista francés.





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Nota Mié Jun 18, 2008 4:02 pm
Un artículo demoledor...

Gracias y un saludo.
:o
El arte de la medicina consiste en entretener al paciente mientras la Naturaleza cura la enfermedad
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Nota Vie Jun 20, 2008 8:22 pm
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=43703 escribió:La Fundación Ford y la CIA: un caso documentado de colaboración filantrópica con la policía secreta
James Petras
Rebelión


Traducido para Rebelión por Germán Leyens




Introducción
La CIA utiliza fundaciones filantrópicas como el conducto más efectivo para canalizar grandes sumas de dinero a proyectos de la Agencia sin alertar a los destinatarios sobre su origen. Desde principios de los años 50 al presente, la intrusión de la CIA en el campo de las fundaciones fue y es inmensa. Una investigación del congreso de EE.UU. en 1976, reveló que cerca de un 50% de las 700 subvenciones otorgadas en el campo de las actividades internacionales por las principales fundaciones fue financiado por la CIA (Saunders, pp. 134-135). La CIA considera a fundaciones como Ford "la mejor y más plausible forma de cobertura para financiamientos (Saunders 135).1 La colaboración de fundaciones respetables y prestigiosas, según un antiguo agente de la CIA, permitió que la Agencia financiara una "variedad aparentemente ilimitada de programas de acción clandestina que afectan a grupos juveniles, sindicatos, universidades, editoriales y otras instituciones privadas." (p. 135). Estas últimas incluyeron a grupos de "derechos humanos" desde comienzos de los años 50 al presente. Una de las "fundaciones privadas" más importantes que han colaborado con la CIA durante un período prolongado en proyectos significativos en la Guerra Fría cultural es la Fundación Ford.

Este ensayo demostrará que la conexión entre la Fundación Ford y la CIA fue un esfuerzo conjunto, deliberado y consciente, por fortalecer la hegemonía cultural imperial de EE.UU. y debilitar la influencia política y cultural de la izquierda. Procederemos considerando los lazos históricos entre la Fundación Ford y la CIA durante la Guerra Fría, examinando los presidentes de la Fundación, sus proyectos conjuntos, así como sus esfuerzos comunes en varias áreas culturales.

Antecedentes: La Fundación Ford y la CIA

A fines de los años 50, la Fundación Ford poseía activos de más de 3 mil millones de dólares. Los dirigentes de la Fundación estaban completamente de acuerdo con la proyección del poder mundial en Washington posterior a la Segunda Guerra Mundial. Un destacado erudito de ese período escribe: "A veces parecía como si la Fundación Ford fuera simplemente una extensión del gobierno en el área de la propaganda cultural internacional. La fundación tenía un historial de participación íntima en acciones clandestinas en Europa, trabajando en estrecha relación con el Plan Marshall y los funcionarios de la CIA en proyectos específicos." (Saunders, p. 139). Esto es gráficamente ilustrado por el nombramiento de Richard Bissell como presidente de la Fundación en 1952. En sus dos años en el cargo, Bissell se reunió a menudo con el jefe de la CIA, Allen Dulles, y otros funcionarios de la CIA, en una "búsqueda común" de nuevas ideas. En enero de 1954, Bissell dejó la Ford para convertirse en asistente especial de Allen Dulles (Saunders, p. 139). Bajo Bissell, la Fundación Ford (FF) fue la "vanguardia del pensamiento de la Guerra Fría". Uno de los primeros proyectos de la Guerra Fría de la FF fue el establecimiento de una editorial, Inter-cultural Publications, y la publicación de una revista en Europa: Perspectives, en cuatro idiomas. El propósito de la FF, según Bissell no era "tanto derrotar a los intelectuales izquierdistas en el combate dialéctico (sic) como atraerlos, alejándolos de sus posiciones" (Saunders p. 140). El consejo de dirección de la editorial estaba totalmente dominado por partidarios de la Guerra Fría. Ante la potente cultura izquierdista en Europa en el período de la posguerra, Perspectives no logró atraer lectores y quebró. Otra revista Der Monat financiada por el Fondo Confidencial de los militares de EE.UU. y dirigida por Melvin Lasky fue adquirida por la FF, para darle un aspecto independiente. (Saunders p. 140). En 1954, el nuevo presidente de la FF fue John McCloy. Era la personificación del poder imperial. Antes de llegar a ser presidente de la FF, había sido SubSecretario de Guerra, presidente del Banco Mundial, Alto Comisionado de Alemania ocupada, presidente del Chase Manhattan Bank de Rockefeller, abogado en Wall Street de las siete grandes compañías petroleras y director de numerosas corporaciones. Como Alto Comisionado en Alemania, McCloy había provisto coberturas para muchos agentes de la CIA (Saunders p. 141). McCloy integró a la FF a las operaciones de la CIA. Creó una unidad administrativa dentro de la FF específicamente para tratar con la CIA. McCloy dirigió un comité consultivo de tres personas con la CIA para facilitar el uso de la FF como cobertura y canalización de fondos. Con esos lazos estructurales, la FF era una de esas organizaciones que la CIA podía movilizar para la guerra política contra la izquierda antiimperialista y pro comunista. Numerosos "frentes" de la CIA recibieron importantes subsidios de la FF. Muchas organizaciones culturales, grupos de derechos humanos, artistas e intelectuales, supuestamente independientes, auspiciados por la CIA, recibieron subsidios de la CIA y la FF. Una de las donaciones más grandes de la FF fue al Congreso por la Libertad de la Cultura organizado por la CIA, que recibió 7 millones de dólares a principios de los años 60. Numerosos agentes de la CIA consiguieron empleo en la FF y continuaron la estrecha colaboración con la Agencia (Saunders p.143).

Desde su origen mismo hubo una estrecha relación estructural y un intercambio de personal a los niveles más altos entre la CIA y la FF. Este lazo estructural estaba basado en los intereses imperiales comunes que compartían. El resultado de esa cooperación fue la proliferación de una cantidad de revistas y el acceso a los medios de comunicación de masas que los intelectuales pro-EE.UU. utilizaron para lanzar polémicas vituperantes contra los marxistas y otros antiimperialistas. El financiamiento de la FF para esas organizaciones e intelectuales antimarxistas suministraba cobertura legal para sus afirmaciones de que eran "independientes" de los fondos gubernamentales (CIA).

El financiamiento de frentes culturales de la CIA por la FF era importante para reclutar a intelectuales no comunistas a los que alentaba a que atacaran a la izquierda marxista y comunista. Muchos de estos izquierdistas no-comunistas pretendieron más adelante que fueron "engañados," que si hubieran sabido que la FF era una fachada de la CIA, no le hubieran prestado su nombre y su prestigio. Sin embargo, esta desilusión de la izquierda anticomunista, no tuvo lugar hasta después de que las revelaciones sobre la colaboración entre la FF y la CIA fueron publicadas en la prensa. ¿Eran de verdad tan ingenuos esos socialdemócratas anticomunistas como para creer que todos esos Congresos en mansiones de lujo y en hoteles de cinco estrellas en el lago Como, en Paris y en Roma, todas esas costosas exposiciones de arte y esas brillantes revistas eran simples actos voluntarios de filantropía? Tal vez. Pero hasta los más ingenuos deben haberse dado cuenta de que en todos los congresos y revistas el objetivo de la crítica era el "imperialismo soviético" y la "tiranía comunista" y los "apologistas izquierdistas de la dictadura": -a pesar de que era un secreto a voces que EE.UU. intervino para derrocar el gobierno democrático de Arbenz en Guatemala y el régimen de Mossadegh en Irán y que los derechos humanos eran masivamente violados por las dictaduras respaldadas por EE.UU. en Cuba, la República Dominicana, Nicaragua y en otras partes. La "indignación" y las afirmaciones de "inocencia" de muchos intelectuales de izquierda anticomunistas después de que se reveló que fueron miembros de los frentes culturales de la CIA, deben ser tomadas con una buena dosis de cínico escepticismo. Un prominente periodista, Andrew Kopkind, escribió sobre un profundo sentido de desilusión con los frentes culturales financiados por las fundaciones privadas y la CIA. Señaló que: "La distancia entre la retórica de la sociedad abierta y la realidad del control fue mayor de lo que alguien se hubiera podido imaginar. Todo el que viajó al extranjero para una organización estadounidense era, de una u otra manera, testigo de la teoría de que el mundo estaba dividido entre el comunismo y la democracia y que todo lo demás constituía una traición. La ilusión del disenso fue mantenida: la CIA apoyaba a socialistas partidarios de la guerra fría, a fascistas partidarios de la guerra fría, a negros y blancos partidarios de la guerra fría. La amplitud y la flexibilidad de las operaciones de la CIA fueron sus principales ventajas. Pero era una farsa de pluralismo y era extremadamente corruptor." (Saunders, pp. 408-409). Cuando un periodista estadounidense, Dwight Macdonald, que era redactor de Encounter (una influyente revista cultural financiada por la FF y la CIA) envió un artículo criticando la política cultural y política de EE.UU. el que fue rechazado por los editores, en estrecha relación con la CIA (Saunders pp. 314-321). En el campo de la pintura y el teatro, la CIA trabajó con la FF para promover el expresionismo abstracto contra cualquier expresión artística con contenido social, suministrando fondos y contactos para exposiciones altamente publicitadas en Europa y que recibieron reseñas favorables de periodistas "auspiciados". El directorio entrelazado entre la CIA, la Fundación Ford y el Museo de Arte Moderno de Nueva York, llevó a una generosa promoción del arte "individualista," alejado de la gente - y a un maligno ataque contra los pintores, escritores y dramaturgos europeos que trabajaban desde una perspectiva realista. "El expresionismo abstracto," sea cual fuere la intención del artista, se convirtió en un arma en la Guerra Fría (Saunders, p. 263).

La historia de colaboración y nepotismo entre la CIA y la Fundación Ford en su promoción de la hegemonía mundial de EE.UU. es ahora un hecho bien documentado. Queda por ver si esa relación continúa en el nuevo milenio después de las revelaciones de los años 60. La FF ha hecho algunos cambios superficiales. Es más flexible en el suministro de pequeños subsidios a grupos de derechos humanos y a investigadores académicos que a veces discrepan con la política de EE.UU. No es probable que recluten agentes de la CIA para que dirijan la organización. Lo que es más importante, es probable que cooperarán más abiertamente con el gobierno de EE.UU. en sus proyectos culturales y educacionales, particularmente con la Agencia de Desarrollo Internacional. La FF ha refinado de cierta manera su estilo de colaboración con el intento de Washington de lograr la dominación cultural mundial. Como el FMI, la FF impone condiciones como ser la "profesionalización" del personal académico y la "mejora de los estándares". En la realidad, esto se traduce en la promoción del trabajo científico social basado en las suposiciones, valores y orientaciones del imperio de EE.UU.; tener profesionales desligados de la lucha de clases y relacionados con los académicos y funcionarios pro-imperiales de EE.UU., partidarios del modelo neoliberal.

En la actualidad, como en los años 50 y 60, la Fundación Ford financia selectivamente a grupos anti-izquierdistas de derechos humanos que se concentran en el ataque contra las violaciones de los derechos humanos cometidas por los adversarios de EE.UU. y se distancian de las organizaciones de derechos humanos antiimperialistas y sus dirigentes. La FF ha desarrollado una estrategia sofisticada de financiamiento de grupos de derechos humanos (GDH) que llaman a Washington a cambiar su política, mientras denuncian a los adversarios de EE.UU. por sus violaciones "sistemáticas." La FF apoya a GDH que igualan el terror estatal masivo de EE.UU. con los excesos individuales de sus adversarios antiimperialistas. La FF financia a DGS que no participan en las acciones de masas contra la globalización y contra el neoliberalismo y que defienden a la Fundación Ford como "organización no-gubernamental" legítima y generosa.

La historia y la experiencia contemporánea nos dicen algo diferente. En circunstancias en las que un financiamiento de actividades culturales por Washington se hace sospechoso, la FF llena una función muy importante en la proyección de las políticas culturales de EE.UU. como una organización aparentemente "privada," filantrópica y no política. Los lazos entre los principales funcionarios de la FF y del gobierno de EE.UU. son explícitos y continuos. Una revisión de los proyectos recientemente financiados por la FF revela que nunca ha financiado un proyecto de importancia que contravenga la política de EE.UU.

Presenciamos una importante ofensiva político-militar de EE.UU. Washington ha presentado la alternativa como "terrorismo o democracia," igual como durante la Guerra Fría cuando se trataba de "Comunismo o democracia." En ambos casos, el imperio reclutó y financió "organizaciones, intelectuales y periodistas de fachada, para atacar a sus adversarios antiimperialistas y neutralizar a sus críticos democráticos. La Fundación Ford está bien ubicada para volver a jugar su papel para contribuir una cobertura para la Nueva Guerra Fría Cultural.

1 Frances Stonor Saunders "La Guerra Fría Cultural". La CIA en el mundo de las artes y las letras. (The New Press: Nueva York 2000). Este libro es el estudio definitivo sobre el papel de la CIA en la organización de frentes culturales y la colaboración con fundaciones filantrópicas. Se basa en entrevistas exclusivas y documentos recientemente desclasificados. Este ensayo se inspira en ese estudio.

Nota Sab Jun 21, 2008 12:32 pm
Hay un punto muy importante referente a la CIA que quizás solo los cubanos podríamos percibir en su importancia y magnitud, y es lo referente a su propio encubrimiento dentro de estas sociedades democráticas que la ha convertido para una inmensa mayoría de la gente en occidente en una leyenda de película. La CIA se ha protegido a sí misma también en esta propaganda cultural con películas tipo James Bond, etc que banalizan su papel clave de mano negra sanguinaria y pérfida del imperialismo dándole un tono humorístico a su papel esencial de servir dentro de la pantalla demócrata como ejército oculto de la burguesía.

Nota Lun Jun 23, 2008 5:14 pm
El siguiente material puede ser un buen complemento para la filmo.
Disponible enciclopedia sobre el terrorismo estadounidense
La enciclopedia virtual bilingüe Terrorismo made in U.S.A en las Américas se halla asequible en la dirección electrónica http://www.terrorfileonline.org.
Isachi Fernández Fernández de Cubarte (Para Kaos en la Red) [22.06.2008 20:39]

Fruto del Encuentro Internacional en Defensa de la Humanidad, realizado en Caracas en 2004, y del Encuentro Internacional contra el Terrorismo, por la Verdad y la Justicia, con sede en La Habana en 2005, la publicación aborda el terrorismo promovido, financiado y ejecutado por el gobierno estadounidense y sus cómplices en el resto del continente americano. Recoge en español y en inglés hechos, operaciones, planes y programas, testimonios de las víctimas, organizaciones ligadas al terrorismo, ejecutores y responsables, revolucionarios contra el terrorismo de Estado, investigadores a propósito del tema y publicaciones de denuncia.

Se propone devenir plataforma para encuentros de víctimas, investigadores del terrorismo y luchadores contra la injusticia y contra el olvido como única vía de construir un futuro de paz.

El sitio utiliza como tecnología la MediaWiki que garantizará una permanente actualización de sus contenidos y contará con relevantes firmas de investigadores y periodistas, anunciaron sus creadores.

Aunque sus propósitos desbordan el hecho noticioso, publica las informaciones más relevantes acerca del terrorismo de Estados Unidos en la América de hoy.

Al presidente chileno Salvador Allende, una de las grandes figuras de la historia americana, se le concede un espacio considerable en la página inicial a cien años de su nacimiento, en junio de 1908.

Entre los textos escogidos se halla la entrevista que Allende concedió al periodista y cineasta norteamericano Saul Landau en 1971 y que saliera a la luz décadas más tarde.

http://www.terrorfileonline.org

(Vía kaosenlared.net)

Nota Jue Sep 04, 2008 8:22 am
LA CIA EN ESPAÑA
Alfredo Grimaldos



INTRODUCCIÓN


Este libro desvela los mecanismos de penetración de los servicios estadounidenses en España desde la Segunda Guerra Mundial. Los propios documentos desclasificados por la Administración de Estados Unidos arrojan luz sobre determinados aspectos de esta historia. Quienes los redactan escriben para que se les entienda, sin pudor político ni circunloquios literarios.2 A través de esos materiales se puede comprobar que la principal preocupación de los norteamericanos es mantener bien amarrado al régimen de Franco con el menor coste político para ellos en el plano internacional.3

Las confesiones de antiguos miembros de la Agencia apartados de la organización y los testimonios de oficiales españoles que han seguido de cerca las actividades de los hombres de la CIA aportan datos jugosos para entender cómo actúan los espías norteamericanos en nuestro país. En más de una ocasión, algunos miembros de los servicios de inteligencia españoles se han enfrentado a ellos para abortar sus planes, como es el caso de la Operación Gino, que provoca la expulsión de la plana mayor del espionaje estadounidense en España.

Antes de que la CIA se constituyera oficialmente, la actividad de los servicios norteamericanos en nuestro país era importante, pero mucho menos que la de los británicos. El Intelligence Service considera la península un feudo suyo hasta después de la victoria aliada de 1945. En España actúa el famoso espía Juan Pujol «Garbo», bajo las órdenes de Desmond Bristow, jefe de la «sección ibérica» de la inteligencia británica durante años .Y también lo hace el propio Harold «Kim» Philby, el gran infiltrado de los soviéticos en las filas de la inteligencia angloamericana.

A medida que avanza la década de los cuarenta, la OSS (Office of Strategic Services) estadounidense, precursora de la CIA, hereda las privilegiadas relaciones que los británicos mantienen, desde siempre, con el PNV (Partido Nacionalista Vasco). Durante toda la Guerra Civil, los nacionalistas buscan la mediación británica para intentar conseguir un acuerdo con Franco. Después, cuando los norteamericanos ya están mucho más interesados en controlar las actividades de los comunistas en España que en mover de El Pardo a su inquilino, los servicios del PNV comienzan a actuar bajo las órdenes de Washington. Su anticomunismo clerical les hace coincidir con los intereses de la CIA.

En 1947, cuando se crea la Agencia, con el mundo dividido en dos bloques antagónicos, el asunto ya está muy claro: los norteamericanos deciden mantener al Caudillo bajo palio y utilizar sin trabas el suelo español como plataforma militar. Comienza la captación de oficiales del Ejército franquista para servir al poderoso aliado estadounidense.

Por otra parte, los norteamericanos mantienen hilo directo con Laureano López Rodó y apoyan también la Operación Lolita, que prepara a Juan Carlos de Borbón para suceder al Generalísimo. Inmediatamente después de subir al trono, el primer viaje oficial del monarca le lleva a Estados Unidos, donde recibe el espaldarazo del Imperio. El rey mantiene siempre excelentes relaciones con sus mentores del otro lado del Atlántico. Colabora con ellos en la entrega del Sahara a Marruecos, cuando todavía es el «heredero» designado por Franco, y después presiona desde La Zarzuela a los sucesivos gobiernos de la Transición para que España se acomode definitivamente en el seno de la OTAN. A cambio, obtiene respaldo político y prebendas personales.

A finales de los cincuenta, los servicios de Estados Unidos «tocan» a jóvenes socialistas para tenerlos como permanente fuente de información sobre las actividades de la oposición comunista. Carlos Zayas.Joan Raventós o José Federico de Carvajal son algunos de ellos. Otro socialista de postín que mantiene relaciones con los servicios norteamericanos es el actual Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, quien, por su ascendencia judía, también goza de buenos contactos con el Mossad israelí.

Múgica y Raventós participan en la reunión que se celebra en 1980 en casa de Antoni Ciurana, alcalde de Lérida, en la que Armada tantea la opinión del PSOE (Partido Socialista Obrero Español) sobre la «reconducción» que desembocará en el 23-F.Y sólo dos días antes del asalto de Tejero al Congreso, el comandante Cortina, del CESID (Centro Superior de Información de la Defensa), muy vinculado a los servicios norteamericanos y uno de los principales coordinadores del golpe, visita al embajador de Washington en Madrid, Terence Todman, para que dé su visto bueno a la operación.

La misma mañana del 23 de febrero, el sistema de control aéreo norteamericano, a través de la estación central de Torrejón, anula el Control de Emisiones Radioeléctricas español, mientras los pilotos de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos permanecen alerta en las cuatro bases «de utilización conjunta». El secretario de Estado, Alexander Haig, declara que el golpe «es una cuestión interna» española, cuando aún no está claro el desenlace de la historia.

Una anécdota hasta ahora inédita resulta muy ilustrativa para entender algunos aspectos de la trama del 23-F. Pocos días después de que se resuelva momentáneamente el asunto, con la liberación de los diputados y el encarcelamiento de Milans, Tejero y unos cuantos militares más, tiene lugar una reunión de oficiales de los servicios españoles de inteligencia para tratar algunos aspectos relacionados con el intento del golpe. La preside Javier Calderón, en ese momento secretario general del CESID. Todo parece indicar que se quiere dar carpetazo al tema sin rebuscar más de la cuenta ni apretar las clavijas a nadie. Cuando va a disolverse la sesión, el teniente coronel Guitián enseña un telegrama y pregunta: «Entonces, ¿qué hago con esto?». El sistema de comunicaciones que está a cargo de Guitián ha captado ese envío a última hora del día 23 de febrero. Lo abre y lee: «Jaime, ahora vas contra la Corona». Es una reunión con numerosos testigos. Entonces, visiblemente cabreado, Javier Calderón le dice, delante de todos: «Joder, Guitián, no tienes sensibilidad informativa».

Otro aspecto clave para entender el diseño de la política española realizado por los servicios norteamericanos es la toma del poder, dentro del PSOE, de Felipe González y los suyos en Suresnes, en 1974. El político sevillano acude a esta pequeña localidad francesa situada cerca de París escoltado por oficiales del SECED, el servicio de información creado por el almirante Carrero Blanco. Ellos son también quienes le proporcionan el pasaporte.

A la hora de garantizar la transición sin sorpresas desde el franquismo a un régimen más homologable internacionalmente, una pieza fundamental es el Ejército. El propio general Vernon Walter que llega a director adjunto de la CIA, es el encargado de tantear a relevantes mandos militares españoles a principios de los setenta, para tener bien amarrado el proceso de cambio. Franco está ya al final del camino y el príncipe heredero, preparado para ocupar el trono. Pero antes de que desaparezca Franco, se produce el atentado de ETA contra Carrero, muy cerca de la embajada norteamericana. Nadie duda de que los autores materiales del asesinato son miembros de la organización vasca, pero en la trastienda quedan muchas cosas sin aclarar. Hay demasiadas piezas que no encajan.

Los socialistas de Suresnes aguantan su «OTAN, de entrada», como reclamo electoral, hasta que llegan al poder, en 1982. Después del referéndum de 1986, por fin, España ya es demócrata y de la OTAN. Veinte años más tarde, los aeropuertos españoles continúan siendo una base segura para las acciones encubiertas de la CIA.



NOTAS:

1. Citado en Área Crítica, septiembre de 1983, CIA: la estación española.

2. Pero la transparencia de los archivos norteamericanos, como su democracia, tiene demasiadas lagunas. Se desclasifican los materiales menos comprometedores y algunos de ellos aparecen con casi todos los párrafos tachados. Por ejemplo, en un memorándum del Consejo Nacional de Seguridad, de fecha 16 de diciembre de 1969, en el que se valora la funcionalidad de las bases aéreas españolas de Torrejón, Morón y Zaragoza, en los tres supuestos de «guerra general», «guerra limitada» y «tiempo de paz», se puede leer: «Los informes militares señalan que las tres bases aéreas españolas se han convertido en menos importantes, menos centrales, para la postura estratégica de Estados Unidos desde la década de los años sesenta, cuando los bombarderos B-47 fueron sustituidos. Hoy, en el caso de una guerra general, Zaragoza proveerá de apoyo e infraestructura para poder repostar una flota de aparatos 12 SAC, y Torrejón y Morón recibirán un combinado total de 74 bombarderos estratégicos. Estas dos últimas bases ayudarán en operaciones de recuperación y reciclaje». A continuación, queda claro que la base que de verdad les sigue interesando es la de Rota, pero intentan ocultar su opinión sobre las excelencias de la bahía gaditana: todo el resto del documento está tachado.

3. No obstante, dada la oposición implacable de varios países europeos al ingreso del régimen franquista en la estructura de la OTAN, Washington sólo encuentra la fórmula de los acuerdos «bilaterales» de cooperación hasta después de la muerte del dictador. En otro memorándum secreto, éste fechado el 5 de octubre de 1960, se marcan claramente los objetivos estadounidenses en relación con nuestro país:
El acceso a las estructuras militares en España que requieren los Estados Unidos y la aceptación, por parte de España, del concepto de «Seguridad Colectiva». Mantenimiento de la orientación anticomunista de España y desarrollo de relaciones de mayor proximidad con Estados Unidos. Mejora de las relaciones entre España y las naciones de la OTAN para atar a España tan firmemente como sea posible a los planes occidentales de defensa regional y obtener la participación de España en la OTAN tan pronto como sea apropiado, sin comprometer a los Estados Unidos en este momento para traer a las fuerzas españolas a los estándar de la OTAN en caso de que España sea admitida. Y mantenimiento de la estabilidad interna, necesaria para cumplir estos objetivos.






Reseña de La CIA en España. Espionaje, intrigas y política al servicio de Washington, de Alfredo Grimaldos

El secreto a voces


Pascual Serrano
Rebelión


Este es un libro que se veía venir. Como se dice en su introducción, “los hombres de la CIA están detrás de casi todos los principales acontecimientos políticos y militares de nuestra historia reciente”, y eso era de conocimiento público, unos lo presumían y otros tenían suficientes elementos para estar convencidos. La duda es si ese libro que abordara el papel de la CIA en España iba a estar a la suficiente altura de calidad y compromiso con la verdad. Y Alfredo Grimaldos lo ha logrado sin duda alguna.

Este trabajo nos recuerda que “la CIA interviene en la instalación de las bases militares estadounidenses en nuestro suelo, la transición del franquismo a la Monarquía, el golpe de Estado del 23-F o la definitiva integración del Estado español en la estructura de la OTAN”. Y sigue hasta hoy con las recientes escaladas en aeropuertos españoles de los vuelos de la CIA con prisioneros.

Grimaldos nos aporta los nombres de los políticos, periodistas, banqueros y empresarios que han estado y siguen estando al servicio de la agencia en España. Los estadounidenses, pero, lo más interesante, los españoles. El autor ofrece la trayectoria y perfil de los agentes más destacados en la península desde la Segunda Guerra Mundial, los datos de sus hombres de confianza en el franquismo, en la transición, en el partido socialista, en la derecha e incluso en la izquierda.

El libro repasa las principales operaciones de la CIA que han ayudado a modular nuestra historia y llevarnos a la situación actual: el apuntalamiento del franquismo tras el final de la guerra mundial a cambio de convertir España en una zona de libre circulación para la CIA, la Operación Lolita para colocar a Juan Carlos de Borbón como sucesor de Franco, los preparativos militares previos al 23-F, la toma del control del PSOE en Suresnes en 1974 o la disposición diligente del PNV como tontos útiles al servicio de la agencia para combatir el comunismo en España durante el franquismo.

Este trabajo es demoledor porque desmantela muchos de los tópicos interesados que se mantienen en la sociedad española, como la animadversión entre el franquismo y los gobiernos estadounidenses. Algo totalmente falso, la CIA fue fundamental en el apoyo al régimen franquista y la cesión de soberanía hacia la agencia por parte de la dictadura española fue absoluta: “Los militares norteamericanos empieza a ganar adeptos en las filas del Ejército español, cada vez más colonizado, y los hombres de la CIA financian, sin ningún recato, a los propios servicios de información de Franco, para tenerlos completamente bajo sus órdenes. (…) Ambos tienen el mismo enemigo: el comunismo ateo”. También podemos saber a través de esta obra, el papel español en la red Gladio, el plan creado por la CIA para evitar que en los países de la Europa Occidental, la izquierda llegara al poder democráticamente, en especial en Italia. Y los vínculos de esa red con la guerra sucia contra ETA, y la complicidad de los gobiernos de UCD y de Felipe González.

Descubrimos sorpresas como el papel de la CIA para promover a Manuel Fraga en la transición española como la figura liberal que necesita el país en ese momento o la intervención de EEUU para lograr que Marruecos se adueñe del Sahara mediante la “Marcha Verde” con la complicidad del entonces príncipe Juan Carlos.

Sin duda el capítulo más espectacular es el titulado “Isidoro y Mister Pec”. En él se desvela el apoyo activo de Carrero Blanco a Felipe González y su equipo para viajar al congreso de su partido en Suresnes y la preparación conjunta de ese congreso con los servicios secretos de Carrero (SECED) con el objetivo de permitir el desarrollo del PSOE como estrategia para ahogar al comunismo del PCE: “Los servicios secretos norteamericanos y la socialdemocracia alemana se turnan celosamente en la dirección de la Transición española con dos objetivos: impedir una revolución tras la muerte de Franco y aniquilar a la izquierda comunista. Este fino trabajo de construir un partido de izquierdas, para impedir precisamente que la izquierda se haga con el poder en España, es obra de la CIA, en colaboración con la Internacional Socialista”. Incluso –afirma Grimaldos- “algunos socialistas no esperan que la CIA llame a su puerta y son ellos mismos los que ofrecen espontáneamente sus servicios a los norteamericanos”. Se trata de un capítulo magistral donde se relata con detalle y profusión de datos, fechas y nombres el asalto al viejo partido socialista por quienes tendrían como misión cumplir las órdenes de la CIA en España, alguna de ellas varios años después, como la entrada en la OTAN e incluso ponerse al frente de ella.

Basta con saber el detalle de que en la década de los ochenta había en España unos mil quinientos hombres vinculados a la agencia, entre colaboradores habituales y ocasionales, además de los elementos incrustados en las instituciones oficiales o privadas.

No olvida tampoco Alfredo Grimaldos otro capítulo de la historia de España donde el protagonismo de la CIA es importante, el 23-F, un “golpe de Estado que cuenta con el visto bueno del Imperio y con la bendición papal”, es decir, Estados Unidos y el Vaticano. Así sabemos que “la 16.ª Fuerza Aérea de Estados Unidos pone en acción todos sus dispositivos cuatro días antes del 23 de febrero” y que el día del golpe, el control aéreo norteamericano, sus pilotos y las tropas de las bases estadounidenses en España se encontraban en máxima alerta desde primera hora.

A todo ello, hay que añadirle importantes claves sobre el escándalo de la intoxicación por aceite de colza, el papel de la Comisión Trilateral y sus miembros en España o la participación de la CIA en la lucha contra ETA.

En conclusión, “La CIA en España” es ese libro que recoge, investiga, clasifica y saca a la luz lo que era un secreto a voces, pero que un gran trabajo de Alfredo Grimaldos ha convertido en rigurosa información periodística.

“La CIA en España. Espionaje, intrigas y política al servicio de Washington”. Alfredo Grimaldos. Debate. 2006.

http://www.pascualserrano.net

Texto relacionado:
Sobre el libro "La CIA en España", de Alfredo Grimaldos
La CIA y el PSOE

Nota Jue Sep 04, 2008 11:59 am
¡Saludos Rubiera!

Llevo tiempo detrás de este libro, indispensable para comprender la historia más reciente de España.
"La democracia es una forma de gobierno en la que cada cuatro años se cambia de tirano." (Lenin)

"La victoria de la revolución será la dictadura del proletariado y el campesinado." (Lenin)

Nota Jue Sep 04, 2008 12:33 pm
Joder, siento ser escéptico, pero me cuesta creer tamaña puerta trasera en el ya de por si asqueroso país donde vivo.
http://www.escritorpirata.es/

Yo que tanto amé la felicidad del hombre, y en el ocaso de mi existencia me veo preparando la guerra. (Arquímedes)

Nota Jue Sep 04, 2008 8:03 pm
Todo el mundo tiene derecho a dudar, pero lo gracioso es que la mayoría de la gente suele creerse automáticamente las historias de los "horrendos crímenes comunistas" sin ninguna documentación seria (algún personaje publicó algo de eso precisamente hoy en este sitio), y al mismo tiempo ponen en duda los crímenes imperialistas de todo tipo que vivimos cada minuto aunque los tengan delante de los ojos. Los medios burgueses han sido muy eficaces en eso y como se comentó hace un tiempo en el hilo dedicado a la CIA, la historia de la CIA como mano oculta del imperialismo ha sido al mismo tiempo hecha ficción por la misma burguesía, por lo cual el ciudadano occidental medio, acostumbrado a leer la historia como una novela de buenos y malos, ha terminado por sucumbir a las creencias de leyendas y no al razonamiento basado en la historia documentada. Por otra parte pienso que si de algo tendríamos que dudar cuando no tenemos todos los elementos objetivos para razonar, es justamente de las buenas intensiones de la burguesía imperialista y de sus criminales instituciones.

Este libro, aún no siendo un documento histórico en sí, está muy bien documentado e inteligentemente redactado.

Nota Jue Sep 04, 2008 10:04 pm
No me malinterpretes, precisamente creo dogmaticamente más este tipo de teorias conspiracionistas que las escupidas por la derecha, sin duda. Pero no puedo creerme de primeras, que la CIA haya no solo influido sino conducido los acontecimientos más importantes de mi país. Ultimamente estoy saturado de teorias extrañas sobre mentiras historicas, y como sé que la historia la escriben los vencedores y muchisimo de lo que uno estudia es una gran mentira... pues la posicion neutral ante cosas asi me parece la más logica. No me gusta apoyar cosas que no conozco vamos, es lo que quiero decir.

Estoy de acuerdo contigo en el pensamiento único imperante en nuestro primer mundo, de hecho yo suelo llamarlo adoctrinamiento capitalista.
http://www.escritorpirata.es/

Yo que tanto amé la felicidad del hombre, y en el ocaso de mi existencia me veo preparando la guerra. (Arquímedes)

Nota Vie Sep 05, 2008 8:15 pm
Tranquilo Godfungus, la cosa iba más a lo general que a lo personal. Yo soy de la opinión que de la CIA hay que hablar y mucho, pero siempre tratando de documentar en lo posible la información para que no quede como cuento de novela de espionaje. Por ejemplo, existe un libro testimonio (Inside the CIA) del exagente de la CIA Phyllip Agee (posteriormente pasado a los servicios secretos cubanos) que estoy buscando y vamos a ver si lo tenemos pronto en Rebeldemule y empezamos a ser más conscientes de la existencia de la CIA y de su macabra intervención en la mayoría de los procesos políticos de este mundo donde la realidad se confunde con la ficción y viceversa.

Nota Jue Feb 19, 2009 7:23 am
El artículo de Serrano también revela que "la más reciente ampliación de capital de Facebook fue dirigida por una compañía llamada Greylock Venture Capital, que invirtió la suma de 27,5 millones de dólares", que está relacionada con una empresa llamada In-Q-Tel, que en su propio sitio web se vanagloria de ser el ala de capital de riesgo de la CIA. "Después del 11-S, la comunidad de los servicios de inteligencia se excitó tanto con las posibilidades de nueva tecnología y de las innovaciones que se estaban realizando en el sector privado, que en 1999 estableció su propio fondo de capital de riesgo, In-Q-Tel, que identifica a y se asocia con compañías que desarrollan tecnologías de vanguardia para ayudar a entregar esas soluciones a la Agencia Central de Inteligencia y a la Comunidad de Inteligencia (IC) de EE.UU. para impulsar sus misiones”.


http://www.rebelion.org/noticia.php?id=81075

Nota Lun Sep 14, 2009 10:04 am
Ecos y patrones vigentes de la Guerra Fría


Jorge Ángel Hernández
La Jiribilla

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=91378


Luego de la, así llamada, Segunda Guerra Mundial, cuando la correlación de fuerzas global apostaba con ventaja a una expansión socialista, la estadounidense Agencia Central de Inteligencia se encargó de ir copando, entre otros sectores, desde el ámbito mismo de la creación cultural, la generación de consenso en un vasto campo receptor. Controló “más de cincuenta revistas intelectuales serias que se presentaban como completamente privadas y libres” y que, como es de esperar, no hubieran sobrevivido sin su financiamiento constante y generoso. 1 Estas revistas se presentaban como independientes, de pensamiento libre, para que el anticomunismo raigal que las unía adquiriese carta de legítimo estándar creativo y creara el necesario patrón psicológico de demonización a quien las cuestionase. Por ello era importante atraer a troskistas, antiestalinistas y otros intelectuales, escritores y artistas de la izquierda política, pues cerraban así, aprovechando muy bien a su favor los extremismos del comunismo ortodoxo en ejercicio del poder en la Europa del este y en la URSS, el lógico consenso en el plano de la recepción. La promoción cultural por presuntos donativos privados conllevaba además al precepto de que la privatización sería modelo idóneo, de requisito acaso, para alcanzar la libertad de expresión. Concebido para ser puesto en marcha en secreto, en pos de minar las simpatías y adhesiones de la intelectualidad europea por las propuestas de justicia social del marxismo-leninismo y colocar en su lugar un más pragmático modo americano de pensar la existencia, el programa de propaganda diseñado por la CIA se expandió, en las acciones del Congreso por la Libertad Cultural, desde 1950 hasta 1967.

La británica Frances Stonor Saunders documenta con rigor y precisión su exitosa actividad, para revelarnos cómo llegó a contar con oficinas en 35 países, colocó a su servicio, como agentes directos o indirectos, a docenas de personas, sustentó sus bases ideológicas de Guerra Fría con artículos en más de 20 revistas de prestigio, organizó, con amplia repercusión publicitaria, exposiciones de arte, conciertos, conferencias internacionales del más alto nivel y creó, para recompensa de músicos, artistas, escritores y filósofos, premios y apariciones públicas en tanto había instaurado “su propio servicio de noticias y de artículos de opinión”, 2 al punto de que, en los años 60, el Forum World Service, implantado de acuerdo con el modo operativo al uso, “con domicilio social en Delaware y oficinas en Londres”, se convertiría en “el servicio de noticias propiedad de la CIA que mayor circulación tuvo”. 3 Así, “tanto si les gustaba como si no, si lo sabían como si no, hubo pocos escritores, poetas, artistas, historiadores, científicos o críticos en la Europa de posguerra cuyos nombres no estuvieran, de una u otra manera, vinculados con esta empresa encubierta.” 4

El Congreso por la Libertad Cultural, organización de mejores resultados de entre las financiadas por la Agencia Central de Inteligencia, se organizó en 1950 bajo el control de dos agentes de identificación homónima: Jonathan, Gearing (Lawrence de Neufville) y F. Saba (Michael Josselson), quienes trasladaban sus acciones encubiertas de Berlín, plaza importante pero penetrada por sus enemigos, a París, con más libertad de acción y en cierta medida más prometedora desde el punto de vista de la repercusión simbólica. A su directiva se sumaban Irving Brown, quien encubría el dinero que entregaba adjudicándolo a sindicatos obreros, y el autor de Los maquiavelistas, manual básico de los agentes CIA, James Burnham, troskista a quien un ejecutivo consideró, en su aval, “capitalista e imperialista, firme creyente en la familia, en la empanada de manzana, el béisbol, en el drugstore de la esquina, y… en la democracia al estilo americano”. 5 Su manifiesto fue redactado por Arthur Koestler, en colaboración secreta con varios directivos de la Agencia, y estaba dirigido a encaminarse enérgicamente contra el comunismo, el marxismo y, sin dejar de insistir, encarnando la más plena, verdadera y única posible, libertad de expresión. Su primera revista fue Preuves, destinada a potenciar las deserciones de los seguidores de Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir y a socavar la influencia de su publicación Les Temps Modernes; apareció en octubre de 1951 bajo la dirección de François Bondy, suizo de expresión alemana que había roto con su actividad en el partido comunista luego del pacto soviético-alemán en 1939. A ese activo y siempre controlado Congreso por la Libertad Cultural estuvieron vinculadas de manera directa las publicaciones Partisan Review, New Leader, Der Monat, Nuova Italia, y Encounter, principal foco de la llamada “OTAN cultural” que llegaron a patrocinar. 6

La CIA se encargó de financiar al Congreso a través de sindicatos europeos, como Force Ouvrière, Fundaciones como la Farfield, creada especialmente bajo los supuestos auspicios del mecenas millonario J. Fleischman, la Kaplan, la Rockefeller, la Ford, donde instauraron un departamento especial al efecto con el propósito de evadir posibles futuras acusaciones, a través del cual recibirían dinero instituciones como la East European Fund, la Editorial Chejov, el International Rescue Comite, la Asamblea Mundial de la Juventud, el Consejo de Relaciones Exteriores, el Instituto para las Artes Contemporáneas, el Congreso de Líderes de la Cultura, algunos de cuyos miembros eran Salvador de Madariaga, Aaron Copland, Isak Dinesen, Robert Lowell, R. Penn Warren, Stephen Spender y Herbert Read. Recibieron sufragios además, instituciones de cobertura como el Miami District Fund, la Fundación Hoblitzelle y el Comité Suizo de Ayuda a los Patriotas Húngaros.

A mediados de los 60, cuando era público y notorio el vínculo directo de la CIA con el Congreso por la Libertad Cultural, una buena parte de los implicados intentaron presentarse como desconocedores y hasta escribieron una carta al New York Times negando que conociesen la existencia de algún tipo de "donación 'indirecta'” y declarándose "dueños de sí mismos y libres de toda propaganda ajena". 7 Un día antes, en la misma publicación había aparecido una carta del Congreso por la Libertad Cultural declarándose “completamente libre” y comprometido solo con “los deseos de sus miembros y colaboradores” así como con las “decisiones de su Comité Ejecutivo.” 8

En septiembre de 2006, los despachos de prensa confirmaban que varios periodistas especializados en el tema cubano, con su correspondiente dosis de odio anticomunista, recibían subvención procedente de la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID). Ante el escándalo, y con un traspaso de propietario del periódico El Nuevo Herald, que imponía la necesidad de la “limpieza”, algunos fueron despedidos. 9 Como en el caso antes reseñado del Congreso por la Libertad Cultural, hubo reacciones de asombro, críticas, lamentaciones y hasta falsas declaraciones de ética que proclamaban la necesidad de la prensa y la opinión pública de expresarse de modo independiente y ser consecuente además con las necesidades de la democracia. Así, en estos momentos, la palabra libertad, saturada por el uso desde la creación de la Guerra Fría, viene a tener su reemplazo en la palabra democracia. Y aunque podamos entretenernos en un ejercicio de sustitución mecánica, colocando democracia allí donde en los documentos de la Guerra Fría cultural aparecía la palabra libertad, la suplantación no es solo un mecanismo de renovación comunicacional.

Los objetivos primarios que insistían en el empleo del vocablo "libertad", surgían, en una jugada de estrategia semántica, relacionados con la reacción mecánica de negación en la que ya se iba estancando el campo socialista, en tanto en el plano semiológico, en busca de atrapar una estrategia de sentido eficaz, aparecían unidos a la necesidad de llevar, en carácter de patrón psicosociológico de recepción, el modo estadounidense como un modelo para la libertad de expresión y el desarrollo de los creadores de cultura, sobre todo en el ámbito del arte y la literatura. La Europa de posguerra era aún referente modal en la supremacía del juicio cultural en tanto EE.UU., dado su pragmatismo consumista, no gozaba de un estatuto que le garantizara la acrítica aceptación en todo el mundo. A fines del siglo XX, en cambio, el modo cultural estadounidense ha conseguido conquistar aquellos objetivos, se ha convertido en referente ideal, acríticamente recibido en todo el mundo, y necesita en cambio revertir un patrón de aceptación global que parta de su propio nivel de enjuiciamiento. En alta prioridad, este patrón se centra en la conformación de los estados, sobre todo en un debilitamiento de sus estructuras que permita maniatar su capacidad de decisión. El poder imperial, desde sí mismo negado y de pronto puesto en la palestra de los especialistas con un nuevo rango de mirada benévola, de “mal menor” a fin de cuentas mejor que el bien de otras tantas naciones, se reestructura en el ámbito comunicativo y, para ello, necesita extender la caja negra que con la palabra democracia viaja.

Se trata, pues, de evadir tanto el culto a la omnipotencia de los medios, como la dicotomía estéril que deviene del debate entre apocalípticos e integrados, como lo señala Armand Mattelart en sus conclusiones a La comunicación-mundo. 10 Ello, según él mismo, es causa de centrar el debate acerca de la importancia global de las comunicaciones mediante el olvido de su historia, rasgo que considera recurrente en su devenir. La insistencia en considerar obsoleta a una información inmediatamente después de que otra la suplanta, no solo descoloca la profundidad epistemológica de los debates respecto al tema, como el propio Mattelart advierte, sino que actúa como instrumento de facilitación de ese transcurso dominador en el cual la efectividad de la comunicación, conjuntamente con el aparato de conceptos-esquemas que la ayudan a promover los sentidos focales, imponen, camuflándola, la ideología de dominio imperialista.

El 6 de noviembre de 1982 fue creada oficialmente la National Endowment for Democracy (NED), luego de que varias comisiones investigadoras sacaran a la luz pública las manipulaciones delictivas del presupuesto administrado por la CIA. Su objetivo capital se enfocaba en continuar, con estabilidad legal y magna amplitud de operaciones, el ejercicio de injerencia global, por lo que sus principales fuentes de financiamiento proceden del presupuesto que el estado norteamericano destina a la USAID. En virtud de conseguir un estatuto de apariencias más legales que éticas, como organización privada, fundaciones con contratos federales como Smith Richardson, John M. Olin y Lynde and Harry Bradley, hacen llegar a la NED parte de sus fondos. Como ramificaciones de la NED aparecen el American Center for International Labor Solidarity (CILS), el Center for International Private Entreprise (IPE), el International Republican Institute (IRI) y el National Democratic Institut for International Affairs (NDIIA). Fiel al patrón de operaciones que se ramifica a través de las infranqueables cortinas tapaderas, dispersó corresponsales en la Westminster Foundation for Democracy, del Reino Unido, el International Center for Human Rights and Democratic Development, de Canadá, las francesas Fondation Jean Jaurès y Fondation Robert Schuman, el International Liberal Center, de Suecia y la Alfred Mozer Foundation, de Holanda. Así, ha pasado a controlar más de seis mil organizaciones políticas, sociales y culturales de todo el mundo.

Sumado al presupuesto gravado, organizaciones anticomunistas de cubanos especializados en un elemental anticastrismo, recibieron dinero extra procedente de un fondo especial asignado al Departamento de Estado, fuente de las regalías entregadas a Alianza Afrocubana, (62 000)Federación Sindical de Plantas Eléctricas (177 696), People in Need Foundation (99 000), Asociación de Gente en Peligro, (16 900), Asociación Encuentro de la Cultura Cubana, (200 000), Instituto Nacional Democrático, (175 000), Comité por los Derechos Humanos (65 000), Cubanet (67 000), Centro Internacional de la Empresa Privada, que debía circular en Cuba la revista clandestina Perspectiva, (123 000), Bibliotecas Independientes de Cuba (133 000), Centro por una Cuba Libre (55 000), Directorio Democrático Cubano (663 690), Disidente Universal de Puerto Rico, editores de la revista mensual El Disidente, (67 200), Fundación Hispano-Cubana de Madrid, (76 000), Socios de América (86 000), Red Feminista Cubana (82 000), Grupo de Responsabilidad Social, (213 000), lo que representa un total de 2 361 486.

En 2007, el presupuesto oficial del programa para Cuba de la USAID pasó a 13 millones, se disparó a 45,7 millones en 2008 y redujo alrededor de tres millones para 2009. Radio y TV Martí, canal que no ha podido conseguir audiencia, recibieron seis millones de incremento presupuestario en relación con el año 2006, para sumar 33,5 millones de dólares. Las irregularidades, desvíos y desfalcos de este presupuesto y sus partidas extra, no son sin embargo anomalías, sino consecuencias lógicas del papel que se le va asignando al Estado en esa especie de período de tránsito entre el capitalismo de democracia representativa al totalitarismo neoliberal de privatización. El carácter comercial de la política, que aún se presenta como representativa de los patrones morales básicos de la sociedad, presupone el cinismo mercantil con que sus postulados se ponen en curso y, sobre todo, el insólito hecho de que las bases jurídicas sean letra muerta o, cuando más, ese diploma que se enmarca y se cuelga en un lugar visible de la casa solo para exhibición, sin que se ejerza lo que debe en verdad representar


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