Jue May 22, 2008 8:21 pm
Hay dos cosas Dorado, el nacionalismo al que tú te refieres claramente jamás se promovió en la URSS. Las Repúblicas existían totalmente integradas a toda la nación, por supuesto, con sus diferencias culturales, tradicionales e idiomáticas, pero esas diferencias jamás se trataron de exacerbar, ni tampoco de romper a la fuerza. Lógicamente en un país tan heterogéneo y al mismo tiempo con Rusia siendo la República mayor y más poblada, inevitablemente tuvo lugar una especie de rusificación en las demás repúblicas pero al mismo tiempo todo la unión de repúblicas se homogenizaba alimentándose mutuamente de sus símbolos nacionalistas y los héroes tradicionales de cada república. Si recuerdas el final de la película "La Caída de Berlín" te das cuenta que no se representa la victoria de los rusos solamente sino de todo los pueblos de las diferentes repúblicas que integraban a la Unión Soviética. Por lo tanto el nacionalismo soviético abarcaba a toda la unión de repúblicas. Justamente el carácter nacionalista que se le da al Gran Guerra Patria es defensivo (antimperialista), donde nación en ese caso significaba Socialismo, y ese es el significado del nacionalismo soviético. Por lo tanto, este nacionalismo, lejos de dividir al proletariado, como hace la burguesía, lo unificaba en una causa común, y es así como hay que interpretarlo en el Socialismo. Hablar de chovinismo es otra cosa, porque indica prepotencia, agresividad, superioridad y este no fue el caso de la URSS, y tampoco tiene que ver con el nacionalismo que por ejemplo hoy existe en Cuba, que por cierto, asume el mismo carácter antimperialista que tuvo en la URSS.
Yo pienso que hay realidades que uno no puede dejar de ver. Las naciones no son producto del Socialismo sino precisamente fueron creadas en sistemas de explotación del hombre por el hombre, pero no solo las crearon artificialmente sino que después se han vuelto realidades que uno no puede obviar, porque dentro de las fronteras están los hombres con sus idiomas propios, sus tradiciones, sus costumbres y más importante aún, las condiciones sociopolíticas específicas que impone el capitalismo para cada país que tienen que resueltas bajo sus propios contextos específicos.