Sinopsis:
- Con la llegada de Álvaro Uribe Vélez (AUV) a la presidencia de Colombia se inicia un periodo neoliberal y autoritario (eufemismo) hasta nuestros días, tras una reelección en 2006 que obligó a modificar la Constitución para poder presentarse de nuevo como candidato a esas elecciones, que ganó con el 62% de los votos restantes al 55% de la abstención.
El documental recorre algunos de los acontecimientos sucedidos en Colombia o de relación con ella en su primer mandato.
El lema de su campaña electoral para 2002 fue: “Mano Firme, Corazón Grande”. A través de él quería reflejar lo que pretendía hacer en su legislatura: acabar, por medio de la fuerza, con la guerrilla y aceptar la rendición de aquellos que depusieran las armas, es decir los paramilitares. Hoy la guerrilla sigue estando tan operativa como antes, y los paramilitares siguen en un teatro de desmovilización y reinserción.
La llegada a la sede de la Presidencia de la República, Palacio de Nariño, donde se posesionó como Presidente fue muy violenta ya que mientras él tomaba posesión del cargo, fuera del Palacio varios ‘rokets’ impactaron contra el edificio o caían en un barrio adyacente con varios muertos y heridos. De esa manera respondían las FARC al nuevo presidente y los retos lanzados durante la campaña electoral.
De las primeras medidas que introdujo AUV, fue la inclusión de los civiles en el conflicto armado. Recordemos que lo que Colombia sufre es un conflicto interno y tiene una serie de normas que deberían cumplirse, lo contrario es una violación al Derecho Internacional Humanitario (DIH) y tiene una serie de sanciones internacionales (ya sabemos que es pura hipocresía pero en ese juego a veces se obtienen triunfos). Pues bien, la figura del “cooperante”, hace que las personas civiles pasen a participar activamente en uno de los bandos, en este caso el gubernamental, siendo un objetivo militar de la insurgencia. El Gobierno asegura contar hoy con 4.000.000 de cooperantes, que reciben un dinero por las informaciones dadas, antes de forma pública pero anónima (con pasamontañas) y hoy sin tanta publicidad, pero suponemos que se siguen dando esos pesos colombianos, por sapear (chivar) al que se cae uno mal, al de la competencia, al novio de la enamorada, al vecino melenudo, a la opositora política, al sindicalista en huelga, a la defensora de derechos humanos que denunció al general, al familiar que busca su desaparecido…
Otra figura introducida en este gobierno es el soldado campesino, que puede servir a la patria desde su pueblo. Estos soldados están expuestos a la guerrilla, ya que sólo cuentan con 10 ó 12 miembros por municipio. De ellos se espera, no defender de un posible ataque de la guerrilla el pueblo, ya que cuando la guerrilla entra en una localidad lo hace con un número de efectivos muy por encima de las fuerzas acantonadas en ese sitio, sino proporcionar información de los posibles miembros de la insurgencia en el pueblo… o en su defecto de cualquier otro campesino o campesina que esté organizado o se organice ante las acometidas neoliberales que se están llevando a cabo en el campo colombiano ya sea a través de macroproyectos, el agronegocio, la apropiación de tierras por parte de paras-militares-políticos-narcos-empresarios o la nueva Ley de Tierras que legitima el robo y el desplazamiento de 4.000.000 de personas hacia la ciudad (curioso, el mismo número que informantes. ¿Será cosa de la guerra de cifras entre gobierno y organizaciones sociales?).
Las Zonas de Rehabilitación y Consolidación fue un invento para aplicar la dictadura que no podía imponer de manera nacional, al espectro local. En esas zonas los derechos civiles quedaron relegados a un décimo plano. No duraron mucho tiempo y lo único que se consiguió es asentar grupos paramilitares en zonas donde antes no lo habían conseguido.
A todo lo expuesto anteriormente, y a otras cosas que seguiré contando o que no nos coge en este esbozo del documental, se le dio el nombre de Seguridad Democrática. Juego de palabras que ya había sido usado por ong's y que el Gobierno tergiversa con su aplicación., pues la seguridad sigue estando en las ciudades pero no en el resto del territorio, y por supuesto lo de democrática…
Un ejemplo es la Comuna 13 de Medellín, barrio de unas 300.000 personas donde la Fuerza Pública entró a sangre y fuego para quitarle el control a los diferentes grupos guerrilleros que estaban establecidos en esa zona. Nada se recordaba en los medios de comunicación días después de las personas desaparecidas, asesinadas, heridas y encarceladas (el 90% aproximadamente quedó libre años después por falta de pruebas) tras dos días de batalla donde la población civil estaba en la mitad del tiroteo.
En cuanto las políticas o las leyes comienzan a publicarse o aplicarse, las protestas están a la orden del día. Desde estudiantes a empleados/as de la salud, pasando por marchas indígenas y campesinas, una parte del pueblo colombiano sale a protestar pero la orden es no dejar que esas protestas resten eficacia a las privatizaciones de la salud, la educación, la telefonía, las empresas públicas, la empresa petrolera (ECOPETROL), la inclusión del TLC (Tratado de Libre Comercio con EE.UU.), así las protestas son estigmatizadas a través de los medios de comunicación (portavoces gubernamentales) de ser organizadas por la guerrilla. Luego, es fácil justificar la represión, ya sea con el asesinato de líderes o su encarcelamiento por ser jefe de finanzas que es lo más habitual cuando no hay pruebas, salvo una calculadora, un ordenador, lápices y hojas de papel que son puestas delante del sospechoso o sospechosa y transmitidos para toda la nación a través de la televisión. Luego cuando el arduo trabajo de abogados y abogadas desbaraten las supuestas pruebas, ningún noticiario se hará eco de esa noticia.
Actualmente puede haber en torno a 1.500 o 2.000 militares estadounidenses en Colombia, entre soldados y mercenarios. Al igual que con otros países, EE.UU. estableció una serie de acuerdos bilaterales para la no extradición a la CPI (Corte Penal Internacional) por violaciones a los Derechos Humanos o al DIH. Supuestamente los militares estadounidenses no pueden participar en las operaciones de guerra en Colombia, pero habría que preguntarse que hacían los tres mercenarios en poder de las FARC cuando fueron derribados en el avión en que estaban realizando escuchas en la zona de combate.
Es complicado resumir en 25 minutos cuatro años de la vida de un país, mucho más si se trata de un conflicto tan complicado como el colombiano. Esperemos que este documental abra puertas al conocimiento y a la participación activa por un mundo justo.
Ficha técnica
- Productora: Producciones El Retorno.
WEB-DL VO - AVI [464 Mb]
detalles técnicos u otros: mostrar contenido
- Memorias del embrujo. Los primeros días (Producciones El Retorno, 2007).avi [464.69 Mb]
Descargar con Telegram desde RebeldeMule_Documentales
Reproducción:
Relacionado: