Cinétracts
Chris Marker, Philippe Garrel, Jean-Luc Godard, Jean-Denis Bonan, Gérard Fromanger,
Jean-Pierre Gorin, Jacques Loiseleux, Jackie Raynal, Alain Resnais (Francia, 1968) [B/N, 90 min]
(filmaffinity)
Chris Marker, Philippe Garrel, Jean-Luc Godard, Jean-Denis Bonan, Gérard Fromanger,
Jean-Pierre Gorin, Jacques Loiseleux, Jackie Raynal, Alain Resnais (Francia, 1968) [B/N, 90 min]
(filmaffinity)
Sinopsis:
- 41 cortos documentales dirigidos (sin acreditar) por famosos directores franceses y que duran entre 2 y 4 minutos y que reflejan la lucha revolucionaria en torno al mayo del 68.
Paula López Montero, en "Cinétracts", en Cinedivergente, el 18 de mayo de 2018, escribió:“La idea de los cinétracts es de Chris Marker”, decía Jean-Luc Godard en una entrevista para la Tribune Socialiste en enero de 1969 que continuaba: “Esos cortometrajes son una forma fácil y barata de que las secciones sindicales o los comités de acción hagan cine político, ya que la bobina cuesta cincuenta francos. Su interés radica más en su realización que en su difusión. Tienen la ventaja específica de que animan a trabajar juntos y debatir. Y eso hace avanzar. Se pueden proyectar en los apartamentos o en las asambleas. Podemos intercambiarlos con otras películas de comités de acción próximos. Esto permite repensar el cine a un nivel muy simple y muy concreto. Su realización puede ayudar a entender a los profesionales que hacen películas que deben trabajar con personas que no se dedican a ello y, dado que la ejecución es tan sencilla, las personas entenderán que los problemas del cine son en realidad sencillos, y que se complican solo porque la situación política los complica. Las películas deben realizarse en torno a una idea política” [1]. Los cinétracts, como decía Godard, auspiciaron la contribución y visión política del cine, la denuncia de la realidad a través del diálogo colectivo, el debate político de la calle y la manera de reflejar esta imagen política o política de la imagen. Lo cierto es que analizar todos los cinétracts rodados durante el 68 es carrera de fondo, no hay patrón más que suscitar la rebeldía, el diálogo, la confrontación de imágenes que embauque a los ciudadanos a un despertar, la experimentación del sentido de la revuelta o de la política misma e invoque el cometido del propio cine, pensar la realidad.
Los cinétracts, como se anunciaban en las Octavillas distribuidas por SLON (Société pour le Lancement des Oeuvres Nouvelles) en mayo de 1968, con la intención de alentar a la realización de estas pequeñas obras cinematográficas, eran bobinas de 16 mm de 30 metros, a 24 imágenes por segundo, es decir, 2’44’’ de películas mudas filmada con la intención de suscitar la discusión y la acción. Decían: “¡Intentemos expresar a través de los cinétracts nuestros pensamientos y nuestras reacciones! ¿Para qué? Para: Oponerse, proponer, sorprender, informar, preguntar, afirmar, convencer, pensar, gritar, reír, denunciar, enseñar ¿Con qué? Una pared, una cámara, una lámpara iluminando la pared. Documentos, fotografías, periódicos, dibujos, carteles, libros, etc. Un rotulador, cinta adhesiva, pegamento, cinta métrica, un cronómetro…”. En este sentido los cinétracts son uno de los primeros ejemplos de lo que se puede denominar escritura de la urgencia, del estallido de la realidad y de la necesidad del arte de reconfigurar sus modos y herramientas para su denuncia. Mayo del 68 escenificó una explosión de la política del arte o del arte político a través de los graffitis, panfletos, carteles, películas, documentales, o los carteles realizados en el Atelier Populaire (impulsado entre otros por el artista Gérard Fromanger). Como apunta Guy Hennebelle [2], los cinétracts, a la cabeza del cine militante, se situaban al margen del sistema comercial de producción-distribución y desarrollaban a través del formato amateur (8, 16 mm) unas piezas de resistencia.
También decía el Manifiesto respecto a un cine militante: “¿Cómo puede ser una película un arma política? Facilitando noticias que la prensa burguesa escrita y hablada ignora deliberadamente (huelgas locales, despidos, lucha revolucionaria en cualquier país); ayudando a analizar los mecanismos del sistema capitalista con el fin de poner de relieve sus contradicciones y de ese modo ayudar a combatirlas; popularizando, comprendiendo y extrayendo enseñanzas de todas las formas de lucha revolucionaria, desempeñando en todos esos casos una función crítica y movilizadora. En consecuencia, es necesario vincular, tanto como sea posible y en función de las situaciones objetivas y de las posibilidades de acción que implican, esta ruptura ideológica a una práctica militante”. De hecho, muy en la línea del Manifiesto por un cine militante aparecerán las reflexiones en "La chinoise" (Godard, 1967), donde se decía que “Por eso, el problema principal de una estrategia socialista es crear las condiciones objetivas y subjetivas que hagan posible la acción revolucionaria de las masas sin la cual no es posible que la burguesía pueda ser combatida y vencida”. [...]
Ficha técnica
- Guión: Chris Marker.
Música: Película muda.
Productora: Iskra.
Idioma original: Francés.
¿?Rip VO - AVI (XviD)
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- Descarga directa: ulozto
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Subtítulos: inglés (ulozto)
Reproducción:
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