En la actualidad se dice a menudo que el cine debe "servir al pueblo". Okay... vamos a utilizar esa foto para ir al Vietnam a investigar esta cuestión: ¿cómo puede el cine ayudar al pueblo vietnamita a conquistar su independencia? Esa foto es pues una respuesta práctica que los norvietnamitas, con tu ayuda, Jane, han decidido dar a la famosa cuestión que nosotros planteábamos hace un momento: ¿qué papel debe desempeñar el cine en las luchas revolucionarias? Célebre pregunta, repetición de otra no menos célebre: ¿cuál es el papel de los intelectuales en la revolución?
Recientemente se ha editado la versión castellana en DVD de
"Tout va bien" (1972), la película del
grupo francés de cine maoísta Dziga Vertov que ha tenido una mayor difusión comercial [1]. "Dziga Vertov" fue el nombre que adoptó un colectivo de producción de películas políticamente revolucionarias –en forma y contenido-; con ese nombre pretendían homenajear a
Vertov como verdadero cineasta bolchevique –frente a Eisenstein, al que consideraban "burgués"-. Sobre el papel, su miembro más famoso, Jean-Luc Godard, sólo destacaba para facilitar la producción de las películas. Y cumplida esta función era, en teoría, un miembro más del colectivo.
Fuera o no la teoría llevada a la práctica, hoy en día la película se considera una más de la filmografía de Godard. La experiencia del grupo "Dziga Vertov", experiencia de aplicación de la consigna de "revolución cultural" a la elaboración (y el lenguaje) de las películas, no se toma en cuenta. De hecho, la reciente edición en DVD no incluye ninguna ampliación al respecto, mediante extras o libreto de apoyo. La experiencia del "Dziga Vertov" no se tiene en cuenta, ni siquiera para reírse de ella. [2]
Sin embargo, "Tout va bien" sí que estuvo acompañada, en su exhibición original, de un material de apoyo: la "Carta a Jane Fonda" que escribieron los codirectores oficiales, Godard y Jean Pierre Gorin, a una de las protagonistas de la película. No extrañarse: estamos hablando de los años setenta, y Jane Fonda se las daba de actriz radical por aquellos años. Por su parte, los Dziga Vertov querían jugar la carta de una distribución comercial, ante los límites de los canales que habían utilizado hasta el momento.
La "Carta a Jane Fonda" es, entre otras cosas, precisamente una reflexión sobre la posibilidad de un uso radical de los medios y lenguajes audiovisuales convencionales; el punto de partida, una foto de Jane Fonda ejerciendo de solidaria con Vietnam y difundida por los periódicos comerciales. Los que hayáis visto "Notre musique" (2004), habéis podido ver cómo Godard sigue sabiendo hacer hablar a las fotografías más diversas (secuencia del seminario sobre una foto de Pittsburg). En todo caso, pongo aquí a disposición de los espectadores actuales de "Tout va bien" un análisis que le sirvió de complemento en las fechas de su primera difusión. [3]
Godard, Jean-Luc - Carta a Jane Fonda.doc [109.0 Kb] El origen del texto es: Jean-Luc Godard y el Grupo Dziga Vertov, un nuevo cine político : guiones de "Viento del Este", "Pravda", "Luchas en Italia", seguidos de "Carta a Jane Fonda". – Edición y prólogo de Ramón Font. – Barcelona, Anagrama, 1976. (Cinemateca Anagrama, 13).
En internet y en castellano puede encontrarse una
entrevista con Godard y Gorin a propósito de Tout va bien... publicada por ¡un CEU San Pablo!
[1] Reseña comercial:
"Un matrimonio en crisis en una sociedad en crisis, la Francia post-mayo del 68, se ve atrapado en una fábrica junto al jefe de la misma con motivo de una huelga de trabajadores. Godard disecciona la estructura de la sociedad, del cine, el amor y la revolución. ¿Puede el amor sobrevivir a la revolución? Una batería de pensamientos inunda la película de crítica hacia la sociedad y el cine modernos y satiriza sobre la visión contemporánea de la historia" -- Reseña del co-autor:
"Lo que cada quien y cada cual aprenda de TOUT VA BIEN, depende de su historia y de sus condiciones de vida. Consideramos la pantalla como una pizarra, una pizarra blanca. Sobre esta pizarra hemos puesto tres elementos, tres fuerzas sociales, que están representadas por tres "ruidos". La patronal, la voz del jefe; la voz del partido comunista; y la voz izquierdista - preferiría no llamarla así, digamos que la voz de gente que está fuera de juego.- Hemos tomado esos tres ruidos de la realidad. No lo hemos inventado, simplemente los hemos dispuesto en cierto orden. De hecho esta película es como un noticiario. En cierta forma hemos resumido los inicios de los años '70 de Francia en hora y media."[2]
"El desarrollo de la producción fue similar en cada caso. Una emisora europea de televisión encarga a un gran realizador cinematográfico (Godard) un documental sobre algún aspecto actual de la política, y luego se niega a emitir el film resultante por razones técnicas. Todas las películas son, en cierto sentido, inadmisibles: la premisa de cada una es que la imagen resulta incapaz de aportar el conocimiento que proclama... Sonido e imagen nunca mantienen las relaciones convencionales".-"... resulta difícil imaginar hoy un público para las películas de los Dziga Vertov. Su política parece grotesca, si no ofensiva, pero se hace difícil imaginar una crítica más completa del mundo de la información audiovisual, cuyo dominio es ahora mayor... Sus películas no generan mucho placer, pero cualquiera que desee hacer un documental, consciente o inconscientemente, va a usar técnicas, estrategias y procedimientos que son analizados con agudeza y brillantez en la obra del Dziga Vertov", Colin McCabe /Godard : retrato del artista a los setenta. – Barcelona, Seix Barral, 2005.
[3] Hay una versión audiovisual que no se encuentra por el e-mule.