Introducción
- Desde Rivas, en Madrid, nos llega la música de tres chicas que se unieron hace un tiempo con la rima como herramienta y remover conciencias como objetivo… su propuesta es rabiosamente combativa, marcadamente femenina y abiertamente rebelde.
Sus nombres artísticos son Margüi, Barbara B y Minsä. Las dos primeras formaron hace unos tres años el dúo XX y la tercera fue MC en la última etapa de Hechos Contra el Decoro. Cuando coincidieron las tres en el mismo proyecto musical buscaron un nombre, Buenas Kon Ciencia, que resumieron en las iniciales BKC.
Con más de 120 conciertos a sus espaldas y un reguero de ofertas discográficas tras ellas, ahora ya tienen un primer trabajo editado. Se llama "El sublevarte" y ha salido en el sello Lengua Armada, etiqueta auspiciada por miembros de Habeas Corpus.
Precisamente uno de los componentes de esa banda de metal combativo, Adrián García Riber, se ha ocupado de la producción musical… aportando un sonido diferenciado de otras producciones musicales de nuestro Hip Hop y que ha satisfecho por entero a las tres MCs.
Si te gustan las letras afiladas, combativas e inconformistas acércate a la música de estas tres mujeres
La calidad de sus bases y la riqueza de su instrumentación, que siempre incluye líneas acústicas, unido al poderío de sus rimas combativas forman un mosaíco que poco o nada tiene que ver con la escena española actual.
Letra de una de sus canciones
NAUFRAGAS
Quisiera verte yo en mi situación por un momento, atada a una vida entre
una hostia y un lamento. Recibir desde la infancia siempre detrás de un
"lo siento", no tendrías el valor de aguantar ciento por ciento.
Esclava he sido, soy, día tras día seguiré siendo, algún día, no sé
cuándo, te dejaré y me iré riendo. Pensarás soy una guarra, dirás que no
te comprendo, pero ésta es mi elección, no aguantar más a un mamón.
No más palos, no más heridas en mi cuerpo, yo planto cara a quien me
obliga a pedir perdón y nunca dice "lo siento". Por cojones no se hacen
las cosas, yo entiendo por razones miles de ideas hermosas. Me
prometiste aquella noche un camino de rosas, que pronto se transformaron en cumbres borrascosas.
Pero no me rebajo, no nací para ser de un salvaje. Pase lo que pase, mujer, nunca te rebajes.
Despues de naufragar quedándote a la sombra de tus sueños, de todos
ellos, queda la inerte imagen de la que aún toman resuello, respira
hondo y escucha lo que te cuento. Exterminio de la escoria que con
lírica fomento, que expreso con palabras busco el fin de tu tormento. No
estás sola, no estás sola, no temas dar el salto es la hora, ahora. Dale
la patada a ese cabrón, debajo del cinturón, y responde a tu agresor con
la consecuente acción. No vamos a dejar pasar ni una, no, se acabó.
Promesas, falsas promesas, marcan tu vida de tranquilidad exenta. El
representa tu libertad coartada, machacadas esas ilusiones dadas con
golpes en la cara, con frívolas estrategias físicas, psíquicas; no le
importas nada. No escuches las amenazas que escupe de su boca el muy
cabrón, avanzando de oca en oca, impune. Por tu derrota vamos a pasar a la acción,
sin dilación, sin compasión, y convéncete, te mereces lo
mejor solo por tu condición, no le busques otra explicación, mujer.
Desde hoy el respeto por bandera, buena manera de no dejarte pisar, de
frenar la violencia, esa tétrica tendencia que los machos prepotentes
manejan con las mujeres, envolviéndolas en redes de incomprensión, de
sumisión, de soledad, no vamos a dejar parar ni una, no. Se acabó. Eres
fuerte, BKC no miente. A lo largo de la historia, y que esto quede en tu
memoria, han luchado las mujeres. Confía en ti, confía en ti, la lucha
es dura no lo dudo. La batalla empieza aquí, ahora sí, es el fin del
terrorismo patriarcal, de la angustia criminal que te siguió desde el
día del altar hasta hoy. Basta ya. Gritamos ni una más, hartas ya, alza
tu voz con rabia, denuncia social, denuncia social como estaca de metal
porque el silencio es complicidad de su santa voluntad. Hay un millón de
gritos ahogados en tu ciudad, basta ya, la batalla empieza aquí, ahora
sí es el fin, a cada cerdo le llega su San Martín. Vales tanto que no
puedo decir cuánto, y no lo aguanto, que sigas prisionera bajo el frío
manto del mas fiel de los espantos en el que hace tanto te has
refugiado. Vamos, pega el salto, impúlsate en mi hombro y como el mío
hay otros tantos que esperan tu rechazo, la repulsa al mamonazo que
hacen de la vida plena una condena, una condena, tu condena.
Discografía
- El sublevarte
BKC - El Sublevarte.ace [41.98 Mb] 
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