RebeldeMule

Los vivos de Stalin

Planta/anuncia un debate, noticias sueltas, convocatorias políticas o culturales, campañas de mecenazgo, novedades (editoriales, estrenos, próximas emisiones de tv...).
klaudia_daniela escribió:Usted me está pegando un artículo que está publicado en LA VANGUARDIA: el diario más reaccionario de España, al cual le hace eco "LA INSIGNIA", diario trotskista mejicano por excelencia que se dedicó a echar pestes sobre Stalin y otros.


Yo estoy pegando el artículo más accesible, casi el único que se encuentra, sobre el historiador que Ud. me indicó como fiable.

El título del diario más reaccionario de España está muy reñido, no creo que La Vanguardia sea peor que La Razón, El Mundo o el ABC. Pero, a Ud. tampoco le valdría El País. ¿O no?

En todo caso, eso da igual, porque lo único que nos interesa de ese artículo es la cifra total de ejecutados o condenados a prisión en 1937 y 1938, y esas cifras las da Zemskov sin dejar espacio a manipulación ninguna.

Que el artículo esté reproducido en una página trotskista es completamente indiferente siempre que esté reproducido fielmente, como es el caso. Puse esa página porque es la primera que aparece en Google, pero el artículo está exactamente igual en más sitios.

Aquí lo importante es que Ud. y yo, los dos damos por buena la cifra de Zemskov: casi 700.000 fusilados y otros 600.000 condenados a penas de prisión en 1937. ¿O no?

Preguntarse acto seguido qué hicieron esos 700.000 condenados a muerte no es gratuito, todo lo contrario, es una pregunta fundamental. Especialmente si se tienen motivos para sospechar que muchos de ellos fueron revolucionarios de buena fe, véase los casos de Mijail Koltsov y del general Kleber (éste último no fue ejecutado) que he citado como ejemplo por ser personajes de los que hay más referencias en España.

En cuanto a los artículos del hilo "Conocer a Stalin" mi principal objeción no es el orden, o la falta de orden, sino la incoherencia entre ellos, no se pueden sumar las opiniones del PCE(m-l), del "Camarada Arenas" del PCE(r) y de Kruschev porque forman parte de discursos que se excluyen entre sí.

Sí que he leído a Ludo Martens, incluso he puesto, sin indicar su nombre, una frase suya en mi post "Contestaciones", pero no estoy de acuerdo con él en su enfoque del estalinismo.

Y, deme clase de matemáticas, sí, y de historia. ¿En qué año se ejecutó en EE.UU. a unas 700.000 personas? Porque a igualdad aproximada de población eso hubiera tenido que pasar para decir, como dice Ud., que proporcionalmente"haya más condenados" de de ese tipo en EE.UU. que en la URSS de Stalin. Y que conste que no estoy defendiendo el sistema carcelario yanqui, su población reclusa de más de dos millones de personas es una barbaridad, pero si mal está eso en un país capitalista, peor estará en un país socialista, que se supone debe ser otra cosa y mejor.

No hace falta que me conteste, no malgaste su preciado tiempo. Total, su contestación no va a aportar nada constructivo bajo mi punto de vista. Me quedaré con la curiosidad de saber cuándo he dicho yo "Sí, pero Trotksy en su libro tal y cual , dijo que...". Es decir, no me quedaré con la curiosidad: sé que yo no he citado nunca a Trotsky, que es puro delirio de Ud.

Nota Jue Ago 02, 2007 3:51 pm
No sé exactamente de que estamos hablando.

Nos encontramos al hablar de Stalin en una época completamente diferente a la actual.

Segun leimos al embajador Daves, las purgas de stalin sirvieron para eliminar la quintacolumna fascista en la URSS.

Esto tambien seria cuestionable, pero personalmente opino que el quintacolumnismo fue una de las tramapas en las que cayo la republica española.

No se si para evitar la muerte de los ¿cientos de miles? de represaliados y asesinados directamente por el Franquismo triunfante hubiera que haber eliminado a los quintacolumnistas antes.

es una ecuacion complicada.

Pero creo que podemos decir que entre esos 700000 hubieron quintacolumnistas y que citando a Daves si no se hubieran eliminado quizá el mundo seria diferente.

Puedo aceptar que Stalin y su equipo de gobierno-poder eliminaran a su competencia directa.

No sabemos si aquellos eliminados hubieran tenido que a su vez eliminar a los stalinistas.

Pero de algo estoy seguro para que los recordáramos habrían tenido que derrotar al fascismo y habrían tenido que ser queridos por el pueblo.

Pero esto no lo sabremos nunca.

Entonces entiendo que el criticar a stalin está fuera de lugar. Corresponde el beneficio a la burguesia que ademas es la que provoca la controversia demostrando con su odio, quien le hizo daño.

La burguesia ha demonizado la palabra stalinismo asi como comunismo para que sirvan como un resorte entre los intelectuales ("el stalinismo" ) y entre el pueblo llano ("el comunismo")

por ese motivo por tener conciencia de esa artimaña hay que buscar en la vida personal presumir de comunista ya que nuestras actitudes vitales tiene que contradicir aquello que la burguesia vende como males del comunismo.

Lo mismo ocurre con la palabra stalinista. Stalin vivio su època y yo no lo juzgo del mismo modo que si hubiera sido otro el lider o lideres yo no los juzgaria.

¿con que derecho y para qué, que no beneficie unicamente al enemigo de clase?

¿qué beneficios sacamos los comunistas de hoy?

Y hay que saber que comunistas son aquellos que convencen no los que invocan.

adelante

PD El tema es interesantisimo y es a su vez un herida que cuando sanemos de ella seguro seremos más fuertes para enfrentar al burgués que se rie sin duda de nosotros...

Nota Jue Ago 02, 2007 8:19 pm
texto extraído de "Un balance en la caída de la URSS", De Ludo Martens:

Es importante reflexionar un momento sobre ciertos aspectos de la lucha liderada por Stalin, que siguen provocando una intensa controversia. Hablamos de la colectivización y de las purgas.

En la Unión Soviética de 1928, el 7 % de los campesinos no tenían tierras, el 35 % eran campesinos pobres, el 53 % podía clasificarse como escasamente acomodados y el 5 % eran agricultores ricos, los llamados Kulaks, que controlaban el 20 % de todo el grano que se vendía. El curso natural de los acontecimientos dio fuerza a esta clase de agricultores ricos, a medida que fueron capaces, mediante el control creciente del comercio del grano, de privar de comida a las ciudades y de sabotear la industrialización socialista.
La modernización de una agricultura medieval, en la que todavía predominaban los arados de madera y los caballos, era absolutamente necesaria para que la industrialización tuviera éxito. Si la mecanización del campo se hubiera realizado mediante el capital suministrado por la clase rica de los Kulaks, la explotación, la miseria y el hambre habrían sido una consecuencia inevitable para la mayoría de los campesinos.

Además, indudablemente, una clase rural burguesa habría atacado al socialismo en cuanto hubiera tenido la oportunidad. Para defender el poder de los trabajadores, no había otro camino posible más que la colectivización. Durante este proceso, el odio acumulado durante años por los campesinos pobres contra la clase rica de los Kulaks explotó. Esta lucha de clases organizada por los campesinos pobres y medios demostró ser el factor decisivo en la colectivización.

Como el Partido Bolchevique no contaba con más de 200.000 miembros en el campo, el impacto del Partido fue limitado en aquellos primeros años. El proceso de colectivización siguió adelante mientras la guerra civil estallaba de nuevo en el campo. Los terratenientes ricos y los reaccionarios asesinaron a un gran número de cuadros y líderes campesinos, y sacrificaron parte de la ganadería para sabotear la economía colectiva. La represión que los campesinos pobres llevaron a cabo contra los Kulaks fue en gran parte una reacción descontrolada contra siglos de opresión y humillación.

Las purgas que el Partido Bolchevique organizó durante los años 1937-1938 resultaron necesarias en vista de la proximidad de la guerra. Sin embargo, estas purgas no estuvieron exentas de graves errores, en su mayor parte inevitables debido a la complcjidad de la lucha. Stalin sabía muy bien que la ominosa situación internacional y la posibilidad creciente de una guerra de agresión contra la Unión Soviética proyectaban una luz particular sobre la lucha política dentro del Partido. Sospechó correctamente que, en vista del conflicto mundial que se aproximaba, la Alemania nazi y otras potencias imperialistas habían enviado a espías, saboteadores y otros agentes dentro del país. Entre las clases burguesas derrotadas de la Unión Soviética, había bastantes candidatos dispuestos a tomarse su venganza ayudando a la causa imperialista. Los oportunistas y derrotistas dentro del Partido, impresionados por la “superioridad” del sistema imperialista, podrían intentar establecer contacto con el enemigo. Stalin organizó una enorme movilización popular para apoyar la purga.
El movimiento purificador iba dirigido contra dos tipos de adversarios del socialismo.
El primero eran los elementos de las viejas clases opresoras que deseaban vengarse de su derrota, los capitulacionistas y los elementos partidarios de los alemanes que esperaban un ataque nazi que les trajera la “liberación”.
El segundo tipo de enemigos combatidos por el poder popular eran burócratas y tecnócratas que se habían alejado de las masas y rápidamente se estaban transformando en una nueva burguesía, dispuesta a sucumbir ante el más poderoso, p. ej. ante la Alemania de Hitler, con el fin de defender sus intereses personales.
Así pues, una purga del movimiento socialista se hacía absolutamente necesaria. En las condiciones de aquel tiempo, ello implicaba asimismo que era inevitable cometer muchos errores. A veces los burócratas, con el fin de preservar sus cargos, conseguían desviar la vigilancia hacia personas inocentes. Los oportunistas, para promover sus carreras dentro del Partido, acusaban falsamente a los cuadros del Partido. Agentes enemigos infiltrados en el Partido fabricaron “pruebas” para incriminar a comunistas leales, y comunistas honestos cometieron excesos izquierdistas. En general, sin embargo, las purgas lograron su objetivo. Esto quedó demostrado durante la guerra antifascista, cuando, contrariamente a la situación de otros países, hubo muy pocos colaboracionistas en la Unión Soviética que apoyaran a los nazis. En la Europa occidental, como Stalin había predicho, muchos oportunistas se unieron a las fuerzas de ocupación nazis. Los dirigentes socialdemócratas belgas aclamaron públicamente a Adolf Hitler como libertador. En Francia, una mayoría de socialdemócratas votó a favor de la concesión de plenos poderes al régimen colaboracionista de Pétain. Teniendo en cuenta estos hechos, no resulta nada sorprendente que todas las facciones burguesas denunciaran unánimemente las “purgas criminales” organizadas por el Partido Bolchevique. El poder establecido, la mayor parte de los barones de la industria, los banqueros, los cuadros de los partidos nacionalistas, los partidos demócrata-cristianos, liberales y socialdemócratas colaboraron con los nazis mientras la victoria de éstos les pareció segura.

En vista de la reciente restauración completa del capitalismo en la URSS bajo Gorbachev, podemos entender mejor algunos aspectos de las purgas de 1937-38. Stalin afirmó que los trotskistas, los partidarios de Bukharin y los nacionalistas burgueses propugnaban una política burguesa, y que de hecho defendían los intereses de las clases opresoras derrotadas. Con sus acciones contrarrevolucionarias, ayudaban a estas clases y a otros movimientos antisocialistas a reagrupar sus fuerzas. Stalin sostenía que su victoria significaría la plena restauración del capitalismo. Krushchev dijo que este análisis era erróneo y que conducía a acciones arbitrarias. Las tesis nacionalistas y las ideas de Trotsky y Bukharin comenzaron a reaparecer en la política del PCUS. Finalmente, Gorbachev rehabilitó a los Trotskistas, los Bukharinistas y los nacionalistas burgueses como “buena gente” y “víctimas del estalinismo”. Dos años más tarde, la restauración total del capitalismo era un hecho. La historia ha demostrado que el punto de vista de Stalin sobre esta cuestión era totalmente correcto.


Nota Dom Ago 05, 2007 8:33 am
Este artículo quizás no se adapte totalmente al tema, pero quizás nos haga reflexionar sobre qué y a quien apoyamos cuando limpiamente y sin cuestionarnos muchos mitos venidos de la boca de la derecha, repetimos las mentiras contra la URSS que se propalan libremente en nuestros tiempos.

¿Hacía falta colaborar con el III Reich?
Cómo reescriben la historia los nacionalistas ucranianos

Jean-Marie Chauvier
El Diplo

En los países poscomunistas, la historia –especialmente aquella de la Segunda Guerra Mundial– representa una postura importante en la batalla de las ideas. Ya que las fuerzas nacionalistas, que constituyen uno de los pilares del nuevo régimen, se esfuerzan por justificar en nombre de la hostilidad de la Unión Soviética, su colaboración con la ocupación nazi y su maquinaria genocida.

Maidan, la Plaza de la Independencia en Kiev. ¿Cómo olvidarla? A fines de 2004, la “Revolución Naranja” había convocado allí a los canales de televisión del mundo entero. Esta vez ofrecía un nuevo un espectáculo, pero de otro color: se vestía de rojo, con la hoz y el martillo estampados. Ese 9 de mayo de 2007, la “Victoria sobre el fascismo” cumplía 62 años (1). Y Ucrania lo recordaba. Por el bulevar Kreschiatik cercano a la plaza avanzaban los veteranos del Ejército Rojo y de los partisanos, cubiertos de medallas. En los altoparlantes resonaba el famoso himno a la rebelión de 1941: “De pie, inmenso pueblo, frente a las tinieblas del fascismo, se libra la guerra popular, la guerra sagrada”.

En este ritual muy soviético, la joven democracia ucraniana estaba sin embargo bien representada: la oposición naranja (actualmente minoritaria), su líder, jefe de Estado y del partido Nuestra Ucrania, Viktor Yushchenko, la “musa” Yulia Timoshenko a la cabeza del Bloque que lleva su nombre, la bandera nacional amarilla y azul, el ejército regular...
¿Un desvío de este homenaje a la hazaña de la URSS? De ninguna manera: simplemente, la tradición arraigada. Sobre la torta, una frutilla amarga esperaba al Presidente: detrás del desfile oficial, surgía una manifestación popular repleta de banderas rojas comunistas, rosas socialistas, azules y blancas de la creciente fuerza del Partido de las Regiones de Viktor Yanukovich, el Primer Ministro, ausente por razones médicas. Era la irrupción de la coalición mayoritaria de la Rada, el Parlamento presidido por el socialista Alexander Moroz, que el Jefe de Estado disolvió el 2 de abril.

Este último desapareció rápidamente junto con su comitiva. Los manifestantes treparán entonces las colinas hacia el Parque de la Gloria Eterna, sobrio y solemne, luego cubrirán de flores las tumbas de los héroes, y finalmente, más arriba aún, subirán hasta el pomposo Memorial-Museo de la “Gran Guerra Patriótica (2)”, donde los esperan (pequeños) festines, discursos y música. Recorriendo las calles y los parques, son miles que se dejan llevar por la fiesta, al ritmo de las melodías de antaño: Caminos de polvo y bruma, Katiusha, Sombría Noche, La jata (3) incendiada, El planeta arde y sigue girando y otras canciones y valses que evocan los tiempos de guerra, angustia y liberación.

El occidental lego perdería allí su cirílico. Poco sabe de lo que significó la ocupación nazi en el Este. ¿Quién le contó sobre las matanzas masivas de 1941-1943, los pueblos incendiados con sus habitantes, los más de tres millones de prisioneros soviéticos exterminados? ¿Qué sabe de la guerra de los partisanos, el papel del Ejército Rojo, cada vez más retaceado a Occidente? Ajenos le son, necesariamente, ese lirismo eslavo, mezcla de emociones sinceras y grandilocuencia, ese gran mito doloroso heredado de la URSS.

Esos días, la televisión rusa y ucraniana difundía películas, documentales y debates que recordaban las gloriosas batallas, la alegría de la victoria, pero también los traumatismos transgeneracionales, los “desaparecidos” aún buscados, los adultos que crecieron en orfanatos o en casas de familiares también huérfanos. No faltaron los temas tabú del tiempo de la URSS: la suerte de los prisioneros sobrevivientes de Alemania y enviados como “sospechosos” al gulag, la colaboración armada, la deportación de pueblos “castigados” por la traición de sus propias minorías. El 17 de mayo se celebró en Kiev una “velada-réquiem” oficial en memoria de los tártaros expulsados de Crimea en 1944 (4). Fue también en Ucrania donde se destruyó la “Yiddishland”: en Lvov, Babi Yar Berdichev y otros donde se produjo el judeocidio por fusilamiento, primera etapa de la “solución final”.

Ese 9 de mayo de 2007, el presidente Yushchenko previó también una “frutilla amarga” para la torta de la victoria. Aprovechó la ocasión para impulsar, frente a los veteranos soviéticos, la rehabilitación de aquellos que los combatieron: la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN) y su Ejército Insurgente Ucraniano (UPA), reconocidos oficialmente en 2002, así como la Iglesia greco-católica (uniata) afín a éstos, pese a algunas discretas protestas rusas, polacas y judías. Para el jefe de Estado, se trataba de acelerar la “reconciliación nacional” con el fin de superar las divisiones del pasado.
Entre los “héroes de la resistencia” que citó figura, no el jefe de los partisanos rojos, Sidor Kovpak, sino el comandante del UPA, Roman Shujevych, el centenario de cuyo nacimiento se celebró con gran pompa, el 17 de julio, en varias ciudades... olvidando que fue en 1941-1942 uno de los jefes del batallón Nachtigall de la Wehrmacht y miembro de la policía auxiliar nazi. Otra personalidad homenajeada: Simon Petliura, el líder nacionalista antibolchevique, que ordenó aplastar la insurrección obrera del Arsenal de Kiev, en febrero de 1918. Considerado pogromista, cayó en mayo de 1926 asesinado por un “terrorista judío” (5). La primera piedra de su futura estatua se colocó el 25 de mayo en Poltava, su ciudad natal...

“Reconciliación nacional”

En Galitzia, cuna y bastión del nacionalismo, se golpeó más fuerte, rindiendo homenaje a la división Galitzia (Halichina) que, como se sabe, perteneció a las SS de Heinrich Himmler, pero a la que llaman más amablemente “Primera División del Ejército Nacional Ucraniano”, según su última denominación de 1944. Sus veteranos reciben, en esta región, las mismas jubilaciones que los del Ejército Rojo y el UPA. Un desfile de las SS y sus simpatizantes, previsto en Kiev para el 28 de abril, fue prohibido por el gobierno. Kiev, es cierto, no es Riga...

Al nuevo régimen no le molesta reescribir la historia. Actualmente se presenta a la OUN-UPA del legendario Stepan Bandera como una “resistencia en tres frentes”: contra los nazis, los soviéticos y los polacos. Este defensor del movimiento admitía haberse aliado inicialmente con el III Reich: esperaba de éste un Estado independiente. Y citaba los ejemplos de Croacia, Eslovaquia y la Francia de Vichy. Hubiera sido mejor ser un protectorado alemán que un territorio ocupado. “En la Francia contemporánea, se revisó la opinión sobre el mariscal Pétain, antes considerado unánimemente un traidor del pueblo francés. Se comprendió que intentaba salvaguardar aunque sólo fuese una gota de independencia para la población que no podía combatir: las mujeres, los niños, los ancianos (6)”.

Sin embargo, no es fácil tratar el tema de la “reconciliación nacional” con los enemigos de ayer.

El último comandante con vida del UPA, Vassili Kouk, tiene no obstante un discurso conciliador. ¿El 9 de mayo? Lo hace suyo. “Es el día de la victoria sobre el fascismo. El hitlerismo era un horror. Toda Europa luchó contra él, y no sólo el Ejército Rojo”. Agrega, sin embargo, esta frase que causa perplejidad: “Los veteranos del UPA mantienen excelentes relaciones con los del Ejército Rojo, quienes apoyan la idea de la independencia de Ucrania”. Y lanza estas palabras aún más sorprendentes: “El UPA nunca luchó contra el pueblo de Ucrania o el Ejército Rojo (...). Sus comandantes y los nuestros simulaban no verse. Luchamos contra las tropas del NKVD (7) (...) y los invasores fascistas”. Dejemos que los historiadores se ocupen de desenredar el ovillo. Partisano antisoviético hasta 1954, prisionero hasta 1960, el comandante Kouk trabajó luego, vigilado por la KGB, en el Instituto de Historia de la Academia de Ciencias de Ucrania, del que fue despedido en 1972. Jubilado, respetado, escribe sus memorias...

Si Yushchenko pretende equiparar la condena del nazismo con la del comunismo, tiene trabajo para rato. En 2006, una ley votada por la Rada calificó de “genocidio del pueblo ucraniano” (Holodomor) la hambruna de 1932-1933, a pesar de que de la mayoría de los diputados del Este opinaba lo contrario. La controversia entre historiadores continúa, pero los diputados ya decidieron (8). Los contestatarios pasan por “negacionistas”. A fines de abril de 2007, el jefe de Estado denunció nuevamente el “régimen comunista totalitario” al conmemorarse la operación Vístula, en la que Polonia expulsó a unos 150.000 ucranianos, en 1947. Pero, en Varsovia, se acusa al UPA del exterminio de polacos en 1943.

Decenas de miles de víctimas de ejecuciones soviéticas fueron enterradas en el bosque de Bykivnya, cerca de Kiev. El 20 de mayo de 2007 se realizó allí un homenaje a las “víctimas del terror comunista” de 1937-1938, por iniciativa de la asociación Memorial de Kiev, que fundó el Instituto de la Memoria Nacional y el Museo de la Ocupación Soviética. Muy controvertido y considerado “injuriante y provocador” por Moscú, este último goza, desde junio, de la protección de la Juventud del partido presidencial. En 2006, Yushchenko había declarado: “Debería recordarse la tragedia de Bykivnya como se recuerda Auschwitz, Buchenwald y Dachau”. De ahí a equiparar la represión estalinista con el judeocidio... Si bien Occidente, molesto, apenas reaccionó en contra de esta amalgama, Israel protestó contra dos dimensiones de este desvío: el paralelo entre el Holodomor y la Shoah, pero también el activismo antisemita que rodea a esta campaña; algunos señalan que el principal responsable de la colectivización y por ende de la hambruna en Ucrania, Lazar Kaganovich, era judío...

Antisemitismo de choque

Volvamos a Maidan, donde puestos de “literatura y simbología ucranianas” ofrecen (desde 1986, aseguran los vendedores) productos elocuentes: Los Protocolos de los Sabios de Sión, obras del teórico nazi Alfred Rosenberg y el historiador Matvei Chapoval sobre Los judíos en Ucrania, panfletos que denuncian la “dictadura judía”, ayer en la URSS y hoy aquí. Algunas publicaciones llevan incluso la cruz gamada. Estas expresiones de nazismo en estado bruto lindan –¿fortuitamente?– con la propaganda de la OUN-UPA. El antisemitismo de choque tiene además su estado mayor en Kiev: en la Academia Interregional de Dirección de Personal (MAUP) dirigida por Georgii Shchekin, una red de universidades y escuelas privadas que agrupa a 57.000 estudiantes en treinta y dos regiones. Editora de panfletos judeófobos, la MAUP posee una autorización oficial para impartir su “enseñanza”.

Expandiéndose de Estonia a Polonia y Hungría, la campaña contra los monumentos a los soldados soviéticos liberadores del nazismo llegó, a comienzos de mayo, a Ucrania occidental. La señal se dio en Lviv (9). Varias organizaciones exigen allí que se desmantele el monumento a los cientos de soldados, en su mayoría ucranianos, caídos en la liberación de la capital de Galitzia: Svoboda (Libertad, ex Partido Nacional Socialista), cuyo jefe Oleg Tiagnibog es célebre por sus llamados a la lucha armada “contra los moskali (moscovitas) y los youpins”; el nuevo Partido Nacional Laborista ucraniano, cuyo emblema, la letra N (nación) atravesada por un martillo, recuerda la esvástica; el Congreso de Nacionalistas Ucranianos (KUN), que denuncia los disturbios de fines de abril, en Tallin, contra el traslado del monumento al Ejército Rojo, como un “pogromo bárbaro de los rusos étnicos”. En la noche del 12 al 13 de mayo, fueron dañados en Lviv un monumento y tumbas de soldados. En esa misma primavera de 2007, fueron profanados varios cementerios judíos y una sinagoga (10).

Y los “revisionistas” se salieron con la suya: varios consejos municipales, como el de Lviv, anunciaron el desmantelamiento de los monumentos soviéticos: “Toda Ucrania debe limpiarse”, exigen los más radicales. Cabe señalar que el KUN, por ejemplo, se lamentó de que en la elección presidencial francesa, los electores sólo pudieran elegir entre “el sionista Sarkozy y la socialista Royal”, a falta de un “representante de la nación de buena cepa (11)”. Valeri Bobrovich, responsable de la UNA-UNSO (12), la organización radical (y militarizada) más conocida, señala su preocupación por ver los tanques rusos apoderarse en dos días de toda la región al este del Dnieper y, peor aún, por el riesgo de una guerra civil en Ucrania. Su organización afirma estar preparada: combatió, armas en mano, en Georgia, Chechenia y Transnistria (13).
Minoritarios, divididos, los movimientos radicales no están, sin embargo, aislados. Sus ideas irrigan ampliamente las derechas nacional-demócrata, liberal y ecologista, que apoyan la rehabilitación de la OUN-UPA. El nacional-socialista Oleg Tiagnibog formó parte del Estado Mayor de la “Revolución Naranja”. El militante de la UNA-UNSO Andryi Skhil es diputado del Bloque Yulia Timoshenko, autor de llamados antisemitas durante las legislativas de 2006 (14). Desde luego, los valores de orden y tradición tan preciados por la extrema derecha parecen estar lejos del liberalismo occidentalista, pero se ha visto en otras partes que las convergencias eran posibles.

Siempre en Maidan, el Partido Comunista de Ucrania de Piotr Simonenko es una formación parlamentaria moderada, si no reformada. Día tras día, el PC, el PS y el Partido de las Regiones realizan mítines “por los derechos constitucionales”, a su entender violados por el Presidente. El entusiasmo de los oradores contrasta con la quietud de los asistentes. En esa primavera donde el termómetro trepaba a los treinta grados, mojaban sus pies en el agua de las fuentes. Bajo las calles, la playa: la postal estereotipada roja chapotea y se baña alegremente.

Alejada de esta “agitación”, a la sombra de los castaños del boulevard Kreschiatik, una multitud estival se pasea y conversa, apurándose lentamente para cumplir con su trabajo. En las conversaciones, la crisis política suscita más hastío que interés. Cabe señalar que estalló en medio del crecimiento económico: “Las elites de ambos bandos se pelean por el reparto de las industrias y los mercados”, dice el hombre común. Sin olvidar las presiones estadounidenses con vistas a acercar a Ucrania a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) (15): en la campaña electoral de 2007, fue el ministro de Defensa Anatoliy Hrytsenko, candidato de Nuestra Ucrania, el que enarboló la bandera del atlantismo. La base naval rusa de Sebastopol estaría amenazada, en esta Crimea desde la cual Estados Unidos pretende afianzar su control del Mar Negro, importante para todo el Gran Medio Oriente. Estonia y Canadá estarían incluso dispuestos a financiar la ucranización lingüística de Crimea...

Se sabe (16): los enfrentamientos políticos, aquí, coinciden con la diversidad regional y cultural. Todos sueñan con la liberalización y con Europa. Pero para unos, rusófonos y “mestizos”, el patriotismo ucraniano no se contradice con la pertenencia al mundo ruso, en el sentido económico y cultural. Otros preconizan una identidad etnicista y fuertes lazos con Polonia y Estados Unidos. Y en vez de la memoria antifascista, demasiado asociada con Rusia, prefieren los lazos entablados con la OUN después de 1945, por las necesidades de la Guerra Fría, especialmente en el seno de la World Anti-Communist League (WACL) (17) y del Anti-Bolshevik Bloc of Nations creado en 1943 en la Ucrania ocupada. Organizaciones que “reciclaron” a muchos ex nazis.

En la transmisión del mensaje étnico-nacional, la diáspora ucraniana al otro lado del Atlántico desempeñó un papel motor. De Galitzia, huyendo a veces de los “rojos” en 1943-1944, estos emigrantes llegaron a Canadá, Estados Unidos y Australia. Miembros de la OUN, sus hijos tomaron el relevo hasta la caída de la URSS, ocasión de volver a predicar el buen mensaje en el país natal. Estos ucranianos del extranjero se sumaron a la causa del “mundo libre”, pero sin renegar de la tradición del “nacionalismo integral”. Influyentes ayer en el seno del complejo “Free Europe-Liberty” (18), hoy en los medios de comunicación y los sitios de internet, los herederos, apoyados por fundaciones estadounidenses y canadienses, asumieron la esfera ideológica abandonada por los viejos cuadros soviéticos, reconvertidos en el mundo de los negocios.
La historia, según la CIA, se resume en una frase lapidaria: “En la Segunda Guerra Mundial, los ejércitos alemán y soviético causaron entre siete y ocho millones de muertos (19)”. Ya nada distingue pues la agresión y el genocidio nazis de la resistencia que le opusieron los soviéticos (la mayoría de ellos ucranianos)... de la mano de Estados Unidos, Gran Bretaña, la Francia gaullista y las resistencias populares de Europa.

Una periodista ucraniana demócrata deplora esta nueva tendencia a calificar de “ocupantes” a quienes liberan al país y sólo atribuir los méritos de la victoria a los estadounidenses y a los ingleses. “La memoria será reemplazada por nuevos clichés sobre el enfrentamiento de los dos sistemas totalitarios, teme Irina Chubatenko. Pero los crímenes de un régimen (no justifican) el otro. Más aún cuando para extender su Lebensraum (espacio vital), éste mató, mató y mató. Mi abuelo luchó en la guerra. Fue prisionero en los campos alemanes y soviéticos. Conoce el precio de ambos regímenes. Pero, para él, la pregunta no pasaba por saber quién era el enemigo (20)”.

Notas al pie:

1 Debido a la diferencia horaria, la capitulación de la Alemania nazi, el 8 de mayo de 1945, se produjo en la URSS el 9 de mayo.
2 Denominación que recibió la guerra de la URSS contra los nazis en 1941-1945.
3 La jata es la casa tradicional ucraniana.
4 Los tártaros, al igual que otras minorías, fueron deportados a Asia Central. Rehabilitados en 1956, regresaron en los años 1980-1990. Casi todos los judíos de Crimea fueron exterminados por los nazis y sus auxiliares locales.
5 http://www.France-Ukraine.com, 24-5-07. Simon Petliura es acusado de los pogromos cometidos por su ejército. Sus defensores afirman que no tuvo responsabilidad personal.
6 Rouslan Tchastii, Stepan Bandera, Folio, Jarkiv, 2006.
7 Comisariado Popular (ministerio) para Asuntos Internos, más tarde MVD.
8 233 votos a favor, 1 en contra. Cuestionando el proyecto de ley y prefiriendo el término “tragedia”, el Partido de las Regiones y los comunistas no participaron de la votación.
9 La denominación Lviv es reciente. Esta ciudad se llamó Lwov durante los primeros siglos polacos, luego Lemberg durante más de cien años en la era austríaca, nuevamente Lwov de 1921 a 1939 en la República Polaca restaurada, finalmente Lvov en la época soviética.
10 Tumbas en Chernovtsi, monumentos al genocidio en Khmelnitski e Ivano-Frankovsk (Oeste), una sinagoga en Dnepropetrovsk (Este).
11 Natsiia i Derjava (KUN), Kiev, 8-5-07.
12 UNA: Asamblea Nacional Ucraniana. UNSO: Autodefensa Nacional Ucraniana (organización militar).
13 A mediados de mayo, se celebró un “Congreso antiimperialista” con delegados nacionalistas de los países bálticos, de Cáucaso del Norte y especialmente de Chechenia.
14 Miembro del Comité Helsinki bajo el gobierno de Brezhnev, “prisionero de conciencia” de Amnesty International, dirigió el Partido Republicano (extrema derecha).
15 Según las encuestas, el 70% de los ucranianos rechaza la adhesión a la OTAN.
16 “Múltiples piezas del tablero ucraniano”, Le Monde diplomatique, Edición Cono Sur, Buenos Aires, enero de 2005.
17 http://rightweb.irc-online.org
18 Las radios creadas por la CIA, que transmiten en los idiomas de los países del Este, aún en funcionamiento en la ex URSS, continúan siendo financiadas por el Congreso de Estados Unidos.
19 http://www.cia.gov/cia/publications/factbook
20 Gazeta po-kievskii, 10-5-07.


rubiera escribió:Este artículo quizás no se adapte totalmente al tema, pero quizás nos haga reflexionar sobre qué y a quien apoyamos cuando limpiamente y sin cuestionarnos muchos mitos venidos de la boca de la derecha, repetimos las mentiras contra la URSS que se propalan libremente en nuestros tiempos.


Este pequeño prefacio a un artículo, irreprochable en sí el artículo, es muy ilustrativo de una forma de pensar.

1) Según esa forma de pensar, parecería que la URSS siguiera existiendo, o que, si ha dejado de existir, es por casualidad, no por ninguna causa estructural y digna de análisis. Lo mismo cabría decir de China y previamente de la ruptura chino-soviética.

2) Cualquier intento de explicar esos acontecimientos se considera una deslealtad, como si aún hubiera que defender el socialismo en un sólo país.

3) Se achaca a los demás la propagación de mentiras y mitos, sin caer en cuenta de que el mito que hay que deconstruir es el de la propia URSS. No se explica cómo continúa la lucha de clases bajo el socialismo, y, por lo tanto cómo puede el proletariado perder el poder ante sus burocracias y reimplantase el capitalismo. Tampoco se explica cómo se había perdido previamente la lucha ideológica, con el resultado de que las clases populares no se opongan a la restauración del capitalismo.

Buscar las razones del hundimiento de la URSS es hablar del futuro, ocuparse de Stephan Bandera y del atamán Petliura sí que es hablar del pasado.

Nota Dom Ago 05, 2007 10:26 pm
Aquí la cuestión no está en hacerse pajas mentales con la existencia de la URSS, como algunos astutos disfrazados de comunistas nos acusan, ni es un asunto de nostalgia, como otros energúmenos trotskistas pretenden hacer ver el combate al revisionismo moderno. El problema es mucho más profundo que el puro sentimentalismo y añoranza del pasado. El Socialismo en la URSS fue la demostración más clara de que las aspiraciones de los comunistas no son una simple utopía sino una realidad nítida y concreta de lo que una sociedad socialista puede hacer por su pueblo y por la causas de los desposeídos del mundo, de la superioridad de todo tipo que presenta una sociedad donde los medios de producción no están en manos de unos pocos, lo cual se reflejó en todos los ámbitos de la vida de la sociedad socialista soviética. Esa verdad histórica es lo que tratan de borrar los fascistas cada día y cada minuto, precisamente después de la desaparición de la URSS, y eso nos tiene que dar a qué pensar. El revisionismo no solo pretende eliminar la memoria histórica de la URSS para debilitar al comunismo sino que al mismo tiempo legitimiza el fascismo, y eso lo demuestra claramente este artículo.

Nadie niega la necesidad revolucionaria de explicar la desaparición de la URSS y me parece, si has leído este foro con un poco de paciencia, que somos los primeros que tratamos de buscar las razones que permitan acercarnos a las causas claves que posibilitaron la destrucción del primer estado socialista. Sin embargo sería mezquino intentar hacerlo sin respetar la verdad histórica, lo cual no solo conllevaría al autoengaño, sino a posicionarnos al lado de la derecha más rancia que hoy más que nunca se dedica a calumniar al socialismo, esa derecha (incluyendo una autodenominada izquierda) que clama por la "democracia" en Cuba y que no solo se dedica a revisar el pasado soviético sino el cubano (no negarás que Cuba es todavía socialista) y compara a Fidel con Stalin y habla de desburocratizar el socialismo cubano, con "todas las buenas intenciones". Y eso es una demostración práctica actual de lo que significa el uso de las leyendas creadas por la burguesía en contra del socialismo para destruir la práctica y la acción de los principios marxistas leninistas. Y no te voy a hablar de Venezuela y las últimas declaraciones de Chavez porque no me quiero adelantar a los acontecimientos, pero por ahí va la cosa también.

Por lo tanto no se trata de la tonta lealtad a lo que no existe, sino a la lealtad a los principios del marxismo leninismo, a la lealtad a la verdad, a la memoria histórica del proletariado, no solo de la exURSS sino de todo el mundo. Eso es lo que defendemos básicamente quienes no transigimos con las calumnias del fascismo-trotskismo.

Nota Mar Ago 07, 2007 10:26 pm
No tengo los medios para escrbir mucho pero creo que a esta discusion habria que incorporar los hechos de los bielorrusos.
Me gustaria que herrk los tuviera en cuenta y los valorara dentro de su planteamiento.
Me refiero al hilo: hablemos de bielorrusia

Adelante

Nota Mié Ago 08, 2007 3:09 pm
Por iniciativa de la compañera Klaudia Daniela, se está debatiendo también está cuestión, desde otro enfoque, en el siguiente hilo del foro alternativo de iu: http://www.nodo50.org/foroiu/viewtopic.php?t=3593

Quizá alguno de los concurrentes en este debate tenga interés en visualizar y debatir el mismo asunto en este otro espacio.

Nota Mié Ago 08, 2007 3:46 pm
Duarte:
Maldita la idea de haber metido ese documento en un foro de IU. Nada menos que en la execrable IU.
Y otra actitud que considero también lamentable, es la tuya: al parecer te gusta chismear entre un foro y otro, lanzando indirectas y chismesitos de si soy estalinista o no, y provocando a diestra y siniestra, a ver "cómo se enfrentan gentes de los dos foros", sin haber dado la cara ( la tuya ) anteriormente.

Si no compartes tus ideas con las mías, pues venga, dilo aquí, y debatimos. En vez de hacer eso, que sería lo más honesto, tú llevas chismesitos de un foro a otro para provocar, ( o pedir refuerzos ? ) diciendo cosas que por cierto no son verdad :

En primer lugar, en ninguna parte digo que soy "estalinista": una cosa es declararse estalinista y otra cosa, es definirse ( en son de crítica ) entre comillas, según las visiones de otros personajillos como tú y los de IU.
Por la misma regla de tres, aplicando tu "aplastante lógica", Che Guevara también sería un "estalinista".

Reconozco que metí la pata en colgar una cosa así NADA MENOS QUE en un FORO DE IU.
Gracias por tu invitación y por lo que de mí has dicho allá : no pienso molestarme en debatir con gentuza de esa calaña.

Dais asco.

Nota Mié Ago 08, 2007 11:19 pm
TRAS LOS JUICIOS DE MOSCÚ
Moscú, febrero 17 de 1937

Nº 57
AL HONORABLE SECRETARIO DE ESTADO
EL JUICIO RADEK POR TRAICIÓN (Enero 23-30)
Estrictamente confidencial

Señor: Tengo el honor de informar lo siguiente con respecto a ciertos rasgos salientes e impresiones personales relacionadas con el llamado juicio Trotsky-Radek por traición.

EL AMBIENTE POLÍTICO INMEDIATO

El juicio Trostky-Radek surgió a raíz del asesinato de Kirov el 1 de diciembre de 1934. Kirov era un de los más prominentes jefes del partido, en el área de Leningrado, del gobierno de Stalin. Su asesinato causó sensación en aquel entonces. Los despachos al Departamento de esa época indican que dio lugar a gran actividad y afectó a los jefes del gobierno en Moscú, y que el mismo Stalin, Voroshilov, el Comisario del Pueblo para la Defensa y otras cabezas del gobierno se apresuraron a acudir a la escena del crimen, temiendo aparentemente que existiera una vasta conspiración para derribar al gobierno de Stalin. El juicio Kamenev-Zinoviev, seguido en Moscú del 19 al 24 de agosto de 1936, cuando dieciséis acusados fueron denunciados, encontrados culpables y fusilados a continuación, fue la consecuencia de ese incidente. El presente juicio encuentra su origen en la misma fuente como surge de las revelaciones hechas ante el tribunal y sobre las evidencias descubiertas más tarde.
Los acusados en el juicio Radek son diecisiete en número, entre ellos cinco o seis prominentes jefes políticos. Los demás son de diferentes tipos --ingenieros, aventureros, y de otra índole sin particular prominencia -- y son las herramientas que se supone se han empleado para realizar espionaje, sabotaje, terrorismo y la ejecución de varios actos criminales. El proceso se basó en códigos específicamente criminales. Fueron acusados de traición a la patria, espionaje, sabotaje y, en general, de la ejecución de actos terroristas.

EL CÓDIGO CRIMINAL

Las definiciones estatutarias, las prohibiciones y la definición de los castigos son específicas. Estos estatutos han existido desde el 1 de enero de 1927. Un cómplice es tan culpable como el ejecutor del crimen. Aún la participación en una actividad política criminal organizada, teniendo como fin la preparación de la comisión de cualquiera de esos actos, está penada con el mismo castigo que los establecidos para el acto criminal específico. El código criminal se ha redactado teniendo en cuenta principalmente la predominancia del estado. Los castigos para los crímenes contra el estado son mucho más severos que los crímenes contra la propiedad civil o la vida. La pena máxima para el crimen civil con móviles tales como la codicia, el lucro y similares es de 10 años de prisión: mientras la pena máxima contra un daño a la propiedad del estado es la muerte. Otro rasgo de la ley criminal que se puso de relieve en este juicio es la falta de gradaciones en el castigo. Tanto, por ejemplo, que el testimonio de Radek indicaba que en 1935, se encontró en una posición en la que correspondía la aplicación del máximum de la pena. Después de haber estado complicado durante cuatro años en lo que tomó forma de una conspiración para destruir el gobierno, a pesar que había decidido “romper con el pasado” porque las condiciones habían cambiado tanto que sus convicciones eran otras de las que él mantenía en 1931.

ANTECEDENTES DE LOS PRINCIPALES ACUSADOS

Para estimar esta situación, debe tenerse en cuenta que prácticamente todos los acusados principales vivieron desde su más temprana juventud en una atmósfera de conspiración contra el orden establecido. Como intelectuales habían conspirado contra el Zar en su juventud, en sus días de universidad, y se habían enfrentado con la muerte a cada paso, a causa de sus actividades, hasta el triunfo de la revolución. La conspiración era su segunda naturaleza.
Después de la muerte de Lenin en 1924, se desarrolló una lucha por la sucesión, entre los jefes. Los dos aspirantes más destacados eran Stalin y Trotsky. Este último era brillante, versátil, dinámico; el primero, un georgiano, era sencillo, extraordinariamente trabajador –un genio de la organización y un hombre de gran poder físico y mental y con una paciencia oriental. Como Secretario del Partido Comunista, construyó lentamente su maquinaria partidaria de lo que resultó la derrota de Trotsky y su destierro final en 1927. Aparentemente la lucha en ese tiempo no era tanto un conflicto de principios como un conflicto entre estas dos personalidades; como está indicado por el hecho de que muchos de los puntos que está proyectando actualmente Stalin formaban parte del programa de Trotsky. Esto podría ser en cierta forma, calificado por el hecho de que Stalin, aparentemente, aún en estos días, está dispuesto a realizar un programa de desarrollo de la idea comunista en Rusia como “la primera cosa a ser primeramente realizada”, dejando a la revolución mundial que se cuide por sí misma, mientras Trotsky era entonces y aún es el ardiente propulsor de la idea de que la revolución mundial es lo primero. Durante todo este período Trotsky había volcado a su favor a un gran número de adherentes entusiastas entre los jefes del partido. Estos hombres, después de caídos, fueron enviados al interior y privados de sus puestos oficiales gubernativos. Algunos pocos se retractaron después y fueron admitidos nuevamente en el partido y lograron posiciones oficiales. Pero siempre quedó flotando sobre ellos una nube de sospechas. A ninguno se les confió posiciones de categoría y se admite generalmente que no podrán recobrar la confianza completa de las actuales autoridades. Tales eran los seis principales acusados.

OTROS FACTORES

Debe recordarse también que fue Stalin quien proyectó su Plan Quinquenal en 1929, después del destierro de Trotsky. Este implicaba tanto los programas de industrialización como los de colectivización agrícola. Durante 1931 y 1932, cuando surgió la acusación de conspiración, estos planes imponían terribles esfuerzos a la población. Las condiciones eran entonces definitivamente mucho peores que en 1935. Los resultados de los planes solamente comenzaron a dar muestras de su posible éxito en 1934 y en 1935. Se admite que el régimen de Stalin era mucho más fuerte en 1935 que en 1931. A este mejoramiento de la situación se alude frecuentemente en el curso de los testimonios de los principales acusados como justificación de sus cambios de opiniones y son las razones dadas para el arrepentimiento y la confesión final.

LA CORTE Y SU ATMÓSFERA

Seguí asiduamente el juicio, que duró 6 días. Ha sido terrible su dramatismo. Las sesiones se desarrollaron en una habitación de algo techo que había pertenecido antes a un club de moda del antiguo régimen. A ambos lados del estrado se encontraban varias filas de asientos ocupadas por grupos de “obreros” enteramente diferentes en cada sesión, con la excepción de unas pocas filas en el centro, reservadas para periodistas locales y extranjeros, y para el Cuerpo Diplomático. Los diferentes grupos de “obreros”, se me advirtió, estaban encargados de la tarea de informar de los incidentes del juicio a sus distintas organizaciones. Tres jueces, vestidos de uniforme, presidían la Corte desde un elevado estrado en el frente del salón. Eran miembros del “collegium” militar, una parte de la Suprema Corte, encargada de intervenir en los juicios de ofensa contra el Estado. El estrado formaba parte de una plataforma a unos cinco pies de altura del suelo en el centro de la cual había una cavidad; el palco del testigo era una tarima (de alrededor de un pie de altura) situada en la cavidad y enfrente del juez que presidía. En la cavidad se encontraban también las mesas del consejo de defensores. En la derecha de la plataforma se ubicaban los acusados, rodeados por una cerca de madera de tres o cuatro pies de altura (una especie de palco de jurados). Se sentaban en cuatro filas de cuatro asientos cada una de cara al centro de la tarima. A intervalos de 30 minutos cuatro soldados bajo el mando de un oficial relevaban la guardia que rodeaba el palco de los prisioneros por todos sus lados excepto el frente. En el lado opuesto de la tarima, sobre ella, se encontraba el fiscal y sus dos asistentes, uno de ellos vestido de uniforme militar. La corte se reunía a las 12 horas, diariamente, y permanecía en sesión con un receso de 30 minutos hasta las cuatro. Recomenzaba la sesión a las 6 y continuaba hasta las 10 de la noche.


EL JUICIO

Los procedimientos comenzaron con la lectura de la acusación por el secretario de la corte. Era un largo recitado de los crímenes imputados, expuestos con muchos detalles y acompañados por muchas evidencias probatorias. Las declaraciones de que existían pruebas corroborativas de los alegatos, en forma de documentos escritos, creó alguna sensación entre los periodistas y los observadores diplomáticos. Es imposible afirmar si existían serias diferencias entre las pruebas de la acusación y las pruebas documentales examinadas, mientras ese desarrolló el juicio, puesto que los documentos no fueron, en algunos casos, examinados (alegando que los había destruido como pruebas en contra de ellos) y en otros casos solamente se mencionaron en el curso del testimonio o fueron reservados para su presentación a la corte militar en las cámaras.
Cada uno de los acusados se levantó desde el lugar que ocupaba a una pregunta del jefe de justicia y se confesó culpable.
El palco de los prisioneros estaba provisto de varios micrófonos convenientemente colocados para que se escucharan sus palabras. El fiscal, con notas que eran aparentemente confesiones firmadas, ante él, hizo, relativamente, pocas preguntas y cada acusado narró cronológicamente sus actividades criminales. El fiscal condujo el caso con calma y generalmente con admirable moderación.
No había nada de anormal en la apariencia de los acusados. Todos tenían el aspecto de hombres bien nutridos y normales físicamente. En los primeros días del juicio manifestaron considerable curiosidad por la multitud y, aunque serios, no parecían muy preocupados. A medida que el juicio avanzaba, se puso más en evidencia lo desesperado de su situación, sosteniéndose las cabezas con las manos o apoyándola en la barandilla. Generalmente todos parecían escuchar con ansiedad el testimonio de los principales co-acusados. Dio la impresión que gran parte de los testimonios eran una sorpresa para ellos en algunos de los detalles.

Texto extraído del libro "Misión en Moscú" de Joseph Davies, embajador americano en Moscú. pags 50-53

Nota Mié Ago 08, 2007 11:20 pm
Texto extraído del libro de Joseph Davies ( embajador americano en Moscú ) "Misión en Moscú" sobre el juicio RADEK-TROTSKY , primera "purga" de la que fue testigo el autor.

MEDIACIÓN A FAVOR DE VLADIMIR ROMM

Nº 47

Moscú, febrero 12 de 1937.

AL HONORABLE SECRETARIO DE ESTADO
REFERENCIA AL INCIDENTE DE ROMM EN EL JUICIO DE RADEK POR TRAICIÓN.

Estrictamente confidencial

Señor: Tengo el honor de informarle acerca de un incidente ocurrido en conexión con el juicio de Radek por traición, el cual, a los fines de su registro, debe estar encarpetado en el Departamento.
Durante el curso del juicio Radek, el Sr. Walter Duranty, de “The New York Times”, vino a verme con un cable que había recibido de un núcleo de periodistas norteamericanos y que expresaba:
“Todos los miembros del cuerpo de periódicos de Washington nos hemos enterado con ansiedad del arresto de nuestro colega Vladimir Romm, de Izvestia. En nuestro trato con Romm lo encontramos un sincero amigo y defensor de la U.R.S.S.. En ninguna ocasión demostró ausencia de simpatía o deslealtad hacia el régimen imperante, e hizo más que cualquier otro enviado soviético para popularizar al gobierno de Stalin en este país. Esperamos que este testimonio será firmemente certificado ante sus jueces y que solicitará al Embajador Davies que trasmita también estas manifestaciones”

Seguí la declaración de Romm cuidadosamente. Cuando hubo concluído, fue obvio que resultaría impropio una intervención oficial de mi parte, al menos por ese momento. La propiedad de esta actitud fue aprobada unánimemente por todos los periodistas norteamericanos que se encuentran aquí.

Adjunto va copia de una carta personal y confidencial que enviara al Sr. Arthur Krock, de “The New York Times” explicando la situación.

LISTA DE ADJUNTOS:

Nº 1. Copia de la carta dirigida por el Embajador Davies al Sr. Arthur Krock,
Enero 26 de 1937
Personal y confidencial
Sr. Arthur Krock,

Estimado Arthur: Walter Duranty me mostró el cable que recibiera de la Asociación de Prensa Congresional con una lista de firmas, entre las cuales figura la suya, refiriéndose a la situación de Romm.
Por supuesto puse en el asunto toda mi simpatía y observé su testimonio con el más profundo interés y cariño.

Romm fue llamado a prestar declaración el mismo día que recibí su mensaje. Su declaración fue lo más extraordinaria. Sin necesidad de ser apremiado por el fiscal o que se le formularan preguntas, hizo un relato cronológico muy claro y detallado. Reveló que era amigo íntimo de Radek, que había logrado su puesto por intermedio del mismo y contó minuciosamente la forma en que, varias veces, actuó como “cordón de enlace” entre Radek y Trotsky y el hijo de Trotsky, Sedov, llevando cartas ( ocultas bajo las cubiertas de libros germanos ) de una parte de la obra. Afirmó que había ido siempre partidario de Trotsky y que, a partir de su conversación con Sedov, en 1931 o 1932, se convirtió en miembro de la organización trotskista. Estas cartas, a las cuales se han referido Romm y otros acusados, fueron la base de los cargos que se les formulaban. Se las utilizó para demostrar que Trotsky estaba tramando, en connivencia con los detenidos, la caída del actual gobierno ruso, por medio del sabotaje, el terrorismo, el asesinato y la obra del derrotismo entre la población, como así también por medio de una estrecha colaboración con Alemania y Japón para fomentar a través de espías extranjeros, una prematura guerra contra Rusia dirigida principalmente por Alemania y que sería aprovechada por los complotados para obtener el gobierno de una República Soviética más pequeña, después del desmembramiento de la actual, quedándose Alemania con la Ucrania y Japón con los estados marítimos y los pozos petrolíferos de Saghalien.

La acusación comprendía numerosas violaciones a las leyes imperantes en la Unión Soviética y una típica consipación terrorista contrarrevolucionaria. Romm afirmó también que había utilizado agencias del gobierno, entre ellas la agencia informativa Tass, para comunicarse con Trotsky.

El pobre diablo no dejó nada en qué apoyarse. Pero afirmó que desde 1934, cuando realizó su viaje a los Estados Unidos, declinó toda ulterior participación en los planes.

Si bien su aspecto era más bien de abatimiento mientras declaraba, físicamente demostraba hallarse muy bien y, de acuerdo con mi apreciación, su testimonio tenía visos de veracidad.

En tales circunstancias resultaba imposible para cualquier mortal prestarle ayuda durante el juicio.

De buena gana habría hecho todo lo que estuviera a mi alcance para ayudarle, particularmente en vista del interés de ustedes. Pero después de todo es un ciudadano soviético, conoce las leyes soviéticas y entró en la situación con los ojos abiertos. Y por supuesto, se trata de un asunto que atañe exclusivamente a los rusos, por lo cual una intervención de mi parte, particularmente si mi petición fuera rechazada, podría dar lugar a una situación incómoda. No cabe duda que, en atención a las circunstancias, habría sido absolutamente impropia.
Inmediatamente después de concluir la sesión, invité a nuestros corresponsales de prensa, incluyendo a Duranty, Deuel, Nutter y Bess, a trasladarse a la residencia para probar un bocado, y examinamos la situación cabalmente. Todos, sin excepción, compartimos el análisis de los hechos en la forma que quedan referidos más arriba.

La impresión prevaleciente entre los corresponsales es que, aparte de los motivos que pudieron haber originado estas extraordinarias confesiones en masa, los acusados, por regla general, decían la verdad al menos en parte; y que la acusación ha demostrado palmariamente la existencia de una vasta conspiración contra el gobierno actual. Se trata de una repetición de la Revolución Francesa.

En lo que a mí respecta, el juicio me ha resultado sumamente interesante y he asistido a todas las sesiones.

Si cualquier manifestación de la sabiduría y el deseo de los principios de jurisprudencia anglosajones para la protección de los acusados, mediante la presunción de inocencia, el derecho a ser defendido, el de negarse a declarar contra sí mismo, el recurso de habeas corpus y la profundidad de las leyes anglosajonas, desde la Carta Magna hasta la Ley de Derechos, fueran requeridas, se la hallaría indefectiblemente en el procedimiento. Tales procesos, aún cuando el Diablo dijo la verdad a Cristo cuando afirmó: “Sé que eres el Hijo de Dios”, pueden eludir a veces la verdad, pero Dios protege la libertad individual y los derechos personales donde quiera que estén implantados como una institución.

Le escribo esta carta con carácter personal y extraoficialmente (*)


Sinceramente suyo

Nota Jue Ago 09, 2007 8:00 am
Gracias a Klaudia por transcribir todo este texto del libro de Davies que nos traslada en tiempo y espacio a los llamados procesos de Moscú y desmiente los "hechos" contados por la derecha sobre los juicios de Moscú que cuando no pueden explicar la autoinculpación de los acusados la justifican con supuestas torturas previas, tesis que se rebate a sí misma por lo ya discutido también anteriormente en el hilo de la película.

Nota Jue Ago 09, 2007 8:19 am
reeditado mi último mensaje.
He transcrito otra parte del libro "misión en Moscú" ya que sin querer envié dos veces el mismo mensaje.
Para no agobiar con tanto escrito iré copiando partes del libro poco a poco, para que la gente los pueda leer con calma.

Aunque en la película aparezca sólo el juicio de Bujarin, el sr. Davies fue testigo de dos "purgas": la primera, de Radek- Trotsky , y la segunda ( un año y medio más tarde ), de Bujarin.

Sobre esas calumnias de la derecha y de troskistas de que fueron torturados, hay una larga explicación en el mismo libro. Se hicieron investigaciones de todo tipo para comprobar que esas torturas no habían existido ( periodistas americanos creían que los ajusticiados habían hablado bajo el efecto de una droga ).

Nota Jue Ago 09, 2007 12:40 pm
klaudia_daniela escribió:Duarte:
Maldita la idea de haber metido ese documento en un foro de IU. Nada menos que en la execrable IU.
Y otra actitud que considero también lamentable, es la tuya: al parecer te gusta chismear entre un foro y otro, lanzando indirectas y chismesitos de si soy estalinista o no, y provocando a diestra y siniestra, a ver "cómo se enfrentan gentes de los dos foros", sin haber dado la cara ( la tuya ) anteriormente.

Si no compartes tus ideas con las mías, pues venga, dilo aquí, y debatimos. En vez de hacer eso, que sería lo más honesto, tú llevas chismesitos de un foro a otro para provocar, ( o pedir refuerzos ? ) diciendo cosas que por cierto no son verdad :

En primer lugar, en ninguna parte digo que soy "estalinista": una cosa es declararse estalinista y otra cosa, es definirse ( en son de crítica ) entre comillas, según las visiones de otros personajillos como tú y los de IU.
Por la misma regla de tres, aplicando tu "aplastante lógica", Che Guevara también sería un "estalinista".

Reconozco que metí la pata en colgar una cosa así NADA MENOS QUE en un FORO DE IU.
Gracias por tu invitación y por lo que de mí has dicho allá : no pienso molestarme en debatir con gentuza de esa calaña.

Dais asco.



Como es costumbre ya, compañera Klaudia Daniela, recurres rápidamente a la descalificación personal. No te interesan mis motivaciones, mis argumentos, mis posiciones. Todo es: "asco", "personajillos", "execrables", "chismosos", "lamentables", "gentuza de esa calaña", sin "lógica" (sic). Por favor, cuánto odio condensado en tres párrafos.

Yo no chismeo. Propongo un intercambio, un debate, entre foros que están tratando un mismo asunto a petición tuya. Si te arrepientes de haberlo colgado en el foro de IU, es tu problema. Yo estoy en el derecho de proponer allí y aquí el debate que me dé la gana y a elegir dónde expongo, aquí o allí, mis argumentaciones. Precisamente si publico aquí el enlace al sitio donde expongo mis argumentaciones es porque mi posición es pública y política. No tengo nada que esconder.

Mira, yo he leído al menos en un post tuyo que te autodefinías como "estalinista". Si no lo he comprendido bien, o no supe contextualizar la categoría, te pido disculpas. No me puedo poner a revisar uno por uno tus comentarios... No tengo tanto tiempo. Ni para eso, ni para debatir todo lo que quisiera. Ni mucho menos para estar debatiendo entre dos foros. Lo que digo en uno, vale en el otro, y yo mismo he tendido el puente para que se conozca mi posición. Si no estuvieras tan a la defensiva, verías que la única razón por la que yo aclaré en ese hilo quién eras -quién eres públicamente- es porque uno de los compañeros del otro foro te había descalificado como tú me descalificas aquí: como una provocadora. Alguien que llega, postea propaganda y se larga. Yo entendí que el comentario de ese compañero estaba fuera de lugar y, a renglón seguido, expliqué que tu posición era pública, que realizabas determinada militancia reconocida y notable (tu labor con los vídeos es excelente), luego no eras una "provocadora", sino una compañera de otra tendencia política, que había decidido compartir para la reflexión o proponer para debate el texto citado. ¿Dónde está el chisme?

Mucho menos pido refuerzos. No tengo nada que ganar en este debate, ni creo que, aparte del estimulante ejercicio intelectual, conduzca a alguna síntesis.

Lo admito: tu violencia verbal me amedranta. Me asusta. No creo que se corresponda ni con el tono ni con la intención de ninguno de mis posts.

Como última aportación, propongo la lectura de estas líneas del guión de "Gramsci. I giorni del carcere" que yo mismo traducí. Creo que expresa la visceral correspondencia con la que que algunos compañeros se tratan entre sí y tratan a otros:

508
00:42:51,602 --> 00:42:55,678
Ya no son [tratados como] camaradas en desacuerdo,
sino [como] cómplices de la ideología burguesa.


Salud.

Nota Vie Ago 10, 2007 11:58 pm
klaudia_daniela escribió:Usted me está pegando un artículo que está publicado en LA VANGUARDIA: el diario más reaccionario de España,


Perdona, no sé si conoces realmente España. No sé si conoces ABC, La Razón y El Mundo. Tu afirmación sólo se entiende desde la más profunda ignorancia de mi país. Una cosa es que "La Vanguardia" sea un periódico burgués y otra muy distinta lo que tú afirmas. ya nos gustaría a muchos en España que el periódico más reaccionario fuera "La Vanguardia".

Dicho esto, por un sólo inocente que hubiera matado Stalin , ya me merece el título de asesino. Por el hecho de haber eliminado, de una manera o de otra, todo el que cometiera el delito de pensar por sí mismo, ya me merece el apelativo de dictador. Por la planificación del hambre en Ucrania en la década de los 30, ya me merece el nombre de genocida.

No nos hagas congregar con ruedas de molino. Stalin no fué ningún ejemplo, igual que tampoco lo fué Hitler. Ni lo fueron otros como Franco, Mussolini, Vidella, Pinochet, Stroesner, Mao...

Yo pienso que el fin, por muy noble que pueda ser, no justifica jamás los medios. Somos prisioneros de nuestros actos y de ellos debemos rendir cuentas.

De todos modos, el fin de Stalin dudo mucho que fuera la igualdad de todos los proletarios y su bienestar. Más bien era su propio enriquecimiento, su poder total sobre los demás y su egolatrismo desmesurado. Stalin es quien más daño ha hecho al comunismo. Mucho más que todos los reaccionaros y contrarrevolucionarios del mundo.

Ninguna idea justifica la muerte de un sólo ser humano. Da igual que matara 20 millones de personas que 1 sola. No es mejor por eso.

Algún día quizás lo entiendas.


Salud!

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