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TARDI, Jacques

Libros, autores, cómics, publicaciones, colecciones...

TARDI, Jacques

Nota Jue Oct 14, 2010 2:14 pm
Jacques Tardi

Portada
(Wikipedia | Tebeosfera | Bedetheque)


Introducción

En wikipedia se escribió:Jacques Tardi (Valence, 30 de agosto de 1946) es un destacado historietista francés. Interesado especialmente en el género bélico y policíaco, su serie más extensa es, sin embargo, "Las extraordinarias aventuras de Adèle Blanc-Sec".

Hijo de un militar de carrera, pasó sus primeros años en Alemania. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Lyon y, posteriormente, en la de Artes Decorativas de París. En 1970 inició su carrera como historietista dibujando algunas historias breves, con guiones de Jean Giraud (Un cheval en hiver) y Serge De Beketch (La Torpédo rouge sang, Humperdick Clabottford), para la revista Pilote. En 1972 realizó la parte gráfica de Rumeur sur le Rouergue, con guión de Pierre Christin, historieta que inaugura el ciclo "Légendes d'aujourd'hui", luego proseguido por el dibujante Enki Bilal. Por esa misma época creó su primera obra como autor integral, Adiós Brindavoine (Adieu Brindavoine), un cómic antimilitarista ambientado en la I Guerra Mundial.

Las atrocidades de la I Guerra Mundial son uno de los temas omnipresentes en su obra. La revista Pilote le rechazó, por excesivamente antimilitarista, la historieta Un épisode banal de la guerre des tranchées, que fue finalmente publicada en el diario Libération. En la misma línea publicó también La Véritable histoire du soldat inconnu (1974).

En 1974 abandonó Pilote para empezar a colaborar con Métal Hurlant. En esta publicación apareció su Polonius, con guión de Picaret, una historieta de corte existencialista ambientada en el Imperio romano. En 1976 creó uno de sus personajes más conocidos, Adèle Blanc-Sec, a cuyas aventuras dedicaría nueve álbumes (con un décimo tomo en preparación). La serie es un homenaje a los folletines de aventuras, ambientado en el París anterior a la I Guerra Mundial y protagonizado por una heroína feminista. El tono es paródico, con abundantes monstruos, sabios locos, sectas místico-criminales, etc.

Destacan también sus adaptaciones al cómic de novelas del escritor policiaco Léo Malet, que tienen como protagonista al atípico detective Nestor Burma. Su obra más reciente es El grito del pueblo (Le Cri du Peuple), serie que consta hasta el momento de cuatro álbumes.

En 2013 rechaza la Legión de Honor, máxima distinción francesa alegando que: no quiere recibir nada, ni del poder actual ni de ningún otro poder político cualquiera que este sea.






Bibliografía compilada





Bibliografía (como autor completo: guión y dibujo) (fuentes: La Mansión | How to Arsenio)





Bibliografía: como dibujante (fuentes: La Mansión | How to Arsenio)





Sobre Jacques Tardi (ensayo) (fuente)





Sin editar en español

    Mouh Mouh (Peperland, 1979)
    Déprime (Futuropolis, 1981)
    Le Trou d'obus (Imagerie Pellerin, 1984)
    Mine de plomb, Chiures de gommes (Futuropolis, 1985)
    Tardi en banlieue (Casterman, 1990)
    Grange bleue (guión de Dominique Grange) (Futuropolis, 1985)
    le Sens de la houppelande (guión de Daniel Pennac) (Futuropolis, 1991)
    Un strapontin pour deux (guión de Michel Boujut) (Casterman, 1995)
    Presque tout Tardi (guión de Olivier Maltret) (Sapristi, 1996)
    Tardi par la fenêtre (guión de Michel Boujut) (Christian Desbois, 1996)
    l'Évasion du cheval gris (guión de Verrien) (Sapristi, 1996)
    Sodome et Virginie (guión de Daniel Prévost) (Casterman, 1996)


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TARDI, Jacques

Nota Vie Oct 15, 2010 11:55 pm
El grito del pueblo
Le Cri du peuple
Jacques Tardi (Francia, 2001-2004)

Portada
(entrecomics | tebeosfera | wikipedia)


    “El baño de sangre que acaba de sufrir acaso sea una horrible necesidad con que calmar alguna de sus fiebres. A partir de ahora le verán crecer en sabiduría y en esplendor”. Así escribía Émile Zola, el 3 de junio de 1871, en referencia al pueblo de París y a uno de los sucesos más violentos, a la vez que relevantes, de la historia de Francia: la creación y aniquilación de la Comuna de París. Una historia que nos narra magistralmente Tardi a partir de la novela de Jean Vautrin.

Marc, en @libroscinecómic, el 21 de septiembre de 2017, escribió:Tardi es un autor brutal. Combina a la perfección el rigor y la documentación histórica con narratividad. Aquí, obra magna sobre La Comuna.

Eugenio Vega, en «C'était la Guerre des Tranchées. La obsesión por la guerra en la obra de Jacques Tardi», en Paperback, enero de 2008, escribió:[...] La obsesión bélica se ha materializado en otras obras posteriores, especialmente en la adaptación de uno de los hechos históricos más relevantes de la Francia del siglo XIX. Jean Vautrin dejó en su legado literario una obra sobre la Comuna de París de 1870, el proceso revolucionario que siguió a la derrota francesa en la guerra franco prusiana. La Comuna terminó dramáticamente, con más treinta mil muertos. Lo que Tardi quiso destacar, además de la insurrección, fue “esa forma de democracia directa. Lo que ilustra mi propósito es la suscripción popular durante el sitio de París. Las gentes, obreros, comerciantes, dan una moneda para fundir cañones. Era intolerable para el poder que París, siempre dispuesta a la insurrección, estuviera armada. Thiers decidió confiscar esos malditos cañones. Los cañones que hemos de retomar cada día”. Quizá la diferencia con el resto de su obra sobre la guerra es que en esta se desmarcaba del acusado nihilismo que ha caracterizado su estilo. “Cuando adapté la novela de Jean Vautrin, no buscaba únicamente contar la historia de la Comuna en un cómic [...] cuento la historia de una esperanza que se construye, pongo el acento en la angustia de los soldados. Incluso, si tengo en cuenta las realidades históricas, eso no es un sino un pretexto para contar la vida cotidiana de esas gentes en los entresijos de la guerra”.

Curro Zea en su Blog escribió: Este cómic es una adaptación de la novela de Vautrin. El resultado es más que bueno por muchas razones:

En primer lugar, el argumento es buenísimo. Un thriller ambientado en la Comuna de París, con muchísima intriga y giros insospechados de guión que sorprenden continuamente al lector.

En segundo lugar, tiene una colección de personajes interesantísimos. Por momentos, entre la trama y esos personajes curiosos, me daba la impresión de estar ante una novela de Alejandro Dumas.

En tercer lugar, este thriller no renuncia al dramatismo. No quiero hacer un spoiler, pero las trágicas historias de muchos de los desheredados que pueblan el submundo creado por Vautrin son conmovedoras. No me resisto a llamaros la atención sobre ella, la prostituta enamorada obligada a satisfacer los instintos más bajos de hombres embrutecidos. Y la pérdida de la virginidad de ese joven que, antes de ir a la muerte en una trinchera contra los soldados de Thiers, acude a pasar una noche con esta mujer como el último regalo de un hombre que ya está muerto.

Estas tragedias personales me llevan a la cuarta razón por la que este es un cómic de tronío: el compromiso político. Tardi no elude temas polémicos ni mojarse. El grito del pueblo es la voz de los desheredados, de las víctimas de la historia. Pero no nos equivoquemos. No es un cómic panfletario. El mensaje político está muy bien argumentado.

En quinto lugar, el rigor histórico del dibujo y de la historia es más que notable. Tanto, que por momentos uno tiene la sensación de haber entrado en la Revolución de la Comuna y estar viviendo la lucha de aquellos hombres. Aunque los dibujos tienen un toque muy personal, casi como si estuviesen hechos a desgana, si uno se fija están cuidados hasta el más mínimo detalle.

Y en sexto y último lugar, el dibujo es personal. Tardi tiene un estilo propio, una viñeta que se reconoce. Esto no es sinónimo de calidad. Puedes tener un estilo propio y que sea una mierda. Pero no es el caso. La viñeta es preciosa.

¿Acaso nos hemos vuelto ciegos? ¿Hay que esperar a que los pobres sean tan pobres que lo único que puedan hacer sea rebelarse? ¡Un día, los trapos que cuelgan de un clavo se convierten ineludiblemente en la bandera del odio!


Secuencias





Relacionado:


Nota Vie Oct 15, 2010 11:56 pm
Apasionado de las novelas policiales, el folletín y la Primera Guerra Mundial, el dibujante francés Jacques Tardi publicó su obra maestra: cuatro tomos en los que cuenta la historia de un crimen y una traición ambientados en la Comuna de París. Adaptando una novela de Jean Vautrin a su apasionante dibujo en blanco y negro, Tardi sumerge al lector en una aventura y una ciudad que se sublevó contra el Estado y terminó masacrada.


Martín Pérez

Página 12 / 10 de febrero de 2008



Portada


Como una novela policial, con un par de agentes recogiendo un cadáver del Sena. Así empieza El grito del pueblo, una historieta dividida en cuatro lujosos tomos, en los que el francés Jacques Tardi –adaptando una novela de su compatriota Jean Vautrin– recorre con precisión la trágica historia del levantamiento de la Comuna de París. Relegado a ser apenas un apunte al pie de página dentro de la historia oficial francesa, los dos meses y medio en los que los habitantes de París se rebelaron contra su gobierno nacional –y tomaron las fábricas, separaron la Iglesia del Estado, abolieron el servicio militar obligatorio, y quemaron la guillotina, entre otras medidas libertarias– bien pueden ser reivindicados como un eslabón perdido entre la Revolución Francesa y la Rusa. “La París obrera, como su Comuna, será para siempre celebrada como una gloriosa precursora de una sociedad nueva”, escribió Karl Marx en un ensayo fechado en 1871. Para Bakunin, mientras tanto, “la Comuna fue una audaz negación del Estado y una exaltación de la acción popular”. Para Tardi, sin embargo, las ganas de dibujar la Comuna comenzaron con un recuerdo infantil: “No fue lo que me contaron en la escuela, ni algo que pude haber leído en un texto, sino un dibujo sobre una barricada callejera”. Desde entonces confiesa haber comenzado a interesarse por una historia para la que estuvo quince años documentándose, sin saber muy bien qué destino le iba a dar al material reunido. Porque la idea de hacer simplemente la Historia de la Comuna en historietas le pareció siempre algo banal e inútil. “Steven Spielberg lo supo muy bien cuando quiso contar el desembarco en Dunquerque: se centró en la historia del rescate de un soldado”, explica Tardi, un apasionado por las novelas policiales, lo que explica la excusa inicial para contar esta historia. Lo que se cuenta en El grito del pueblo, entonces, es la historia de dos hombres enfrentados por un suceso del pasado, a la manera de un folletín clásico, que resulta libertario por su escenario, y que completa la trama con varios personajes secundarios, algunos históricos. Ese asesinato del comienzo es un pequeño McGuffin (así llamaba Hitchcock a cualquier intriga inútil, pero que motoriza a un film) dentro de otro McGuffin más grande. Porque lo que importa es la excusa para que Tardi ponga a su lector a caminar por las calles de aquella París, arrebatada por los artistas, obreros, periodistas, mujeres y niños de las manos de los privilegiados, que huyeron a Versalles para pactar con Bismarck, y reconquistar su capital a sangre y fuego. “Yo funciono a base de la indignación”, confiesa Tardi. “Así fue como dibujé la Guerra de las Trincheras del ’14. No busqué ningún esteticismo sino que a través de mi dibujo se sienta el olor, el frío y el barro de las trincheras”. Algo parecido sucede durante los cuatro tomos de El grito del pueblo, en los que se siente la excitación de la toma del poder, la celebración callejera de la libertad, la exaltación por los vaivenes de la historia, y una profunda tristeza por un desenlace sangriento. Un París que es “misterioso como el de Victor Hugo, social como el de Eugène Sue y fervoroso como el Londres de Charles Dickens”, según enumera Vautrin en el prólogo del libro.

Conocido por los lectores argentinos desde los ’80, cuando su historieta El demonio de los hielos se publicó en la revista El Péndulo, o –más especialmente– cuando el policial Griffú se serializó en la Superhumor, Jacques Tardi es uno de los grandes nombres de la historieta europea moderna. Su carrera se inició cuando ingresó en el semanario Pilote, una publicación clásica de la historieta industrial franco-belga. Pero también contribuyó a la revolución de Metal Hurlant a fines de los ’70, y en los ’80 fue uno de los pilares de la revista (A Suivre), que terminó de cincelar los patrones de la nueva historieta adulta europea. Apasionado por el folletín, la novela policial y la Primera Guerra Mundial, las historietas de Tardi –casi siempre en un apasionado blanco y negro– son personales y fascinantes, y siempre se abrazan a una buena historia. Es el creador de las aventuras de Adèle Blanc-Sec, una folletinesca heroína del París de comienzos del siglo pasado, que el cineasta francés Luc Besson acaba de anunciar que llevará al cine en una serie de tres películas, la primera de las cuales se estrenará el año próximo. Pero sus adaptaciones de los policiales de autores franceses como Jean Patrick Manchette o –fundamentalmente– Leo Malet también le sirven como excusa para seguir dibujando a una París que ya no existe. “Nunca sufrí tanto como cuando tuve que dibujar una trama contemporánea como la que escribió Daniel Pennac en La patada”, confesó Tardi, que atribuye su obsesión por la Primera Guerra a su abuelo, que estuvo ahí pero nunca le habló de ella. “La que me habló de las trincheras, las matanzas y la tragedia era mi abuela”, dijo alguna vez. “Sus relatos me provocaban pesadillas, pero me obsesioné con esa historia. Siempre me pregunté cómo era posible que aquel hombrecito cariñoso que me iba a buscar a la salida de la escuela había podido sobrevivir a eso. Y también me pregunté si habría matado a otro hombre”. Aquella obsesión por la Primera Guerra es la que también llevó a Tardi a la Comuna, ya que el revanchismo que provocó esa guerra nace con la cesión de Alsacia y Lorena luego de la guerra perdida en 1870. Y fue esa derrota lo que desencadenó la rebelión, luego de la caída de Napoleón III y los alemanes desfilando por París en enero de 1871. Cuando el pueblo de París decide tomar las armas para defenderse de lo que consideraban una invasión inminente, comienza la Comuna. Y cuando el gobierno provisional de Adolphe Thiers intenta infructuosamente recuperar los cañones que la Guardia Nacional parisina tenía a su cuidado, es que comienza El grito del pueblo, con la gente haciéndole frente al ejército, los oficiales ordenando abrir fuego y los soldados sublevándose y pasándose de bando.

“La Comuna duró dos meses y medio, pero yo estuve cuatro años dibujándola”, cuenta Tardi, que tuvo conocimiento de la obra de Vautrin cuando éste se la envió antes de publicarla, con la idea de que ilustrase la portada. Autor de unas hermosas versiones ilustradas de las novelas de Céline, y de las portadas de las novelas de Pennac, Tardi vio en la obra de Vautrin –a quien había conocido por su mutuo fanatismo por los policiales de Léo Malet– la posibilidad de dibujar eso que durante tanto tiempo lo había obsesionado. Conocido por su obsesión de reconstruir el París de las novelas de Malet comprando diarios de la época y fotografiando cada rincón que luego iría a dibujar, Tardi reconstruyó aquella ciudad de 1871 con los pocos relatos históricos que pudo conseguir y las todavía menos imágenes que encontró. Se trata de su ciudad, sin embargo, así que está seguro de su trabajo. “Siempre me acuerdo de Art Spiegelman mirando El exterminador de cucarachas. Se mataba de la risa ante esa Nueva York vista por un francés”. El París de Tardi ocupa gloriosamente cada viñeta de su adaptación de Vautrin, y en sus esquinas se entrecruzan el pueblo en armas, Victor Hugo llorando la muerte de su hijo y Courbet pintando su cuadro más famoso y más prohibido, El origen del mundo.

Publicado originalmente a razón de un tomo por año entre 2001 y 2004, El grito del pueblo iba a tener originalmente tres tomos, pero Tardi agregó un cuarto cuando se dio cuenta de que el final de la Comuna merecía seguirse paso a paso. Su versión española comenzó a editarse a partir de 2003 y, como la mayoría de las obras de Tardi, los publicó –en lujosos volúmenes apaisados– la editorial española Norma, especializada en cómics. Aunque la crisis hizo que tardasen en llegar a las comiquerías argentinas, ya se consiguen en cualquiera de ellas. El más difícil de conseguir, lamentablemente, es el tomo inicial, ya que aún no ha sido reeditado y se sigue esperando una versión final en un solo volumen, como el que recientemente se editó en Francia, con el agregado de un CD con las canciones de barricada de la época. Cuando le preguntan qué otra época histórica le gustaría dibujar, Tardi responde que la gente feliz no tiene historia. “Por eso no me puedo ver dibujando la vida de un hombre de clase media, que se gana bien su trabajo y regresa todas las noches a su casa a encontrarse con su mujer, su perro y sus chicos. Tampoco me veo dibujando a la Corte de Versalles, aunque si hubiese una buena historia, una intriga con un asesinato... quién sabe. En este momento, mientras tanto, hay un período histórico que me interesa: la época de Pompidou. Fueron años de represión, algo que me parece que se puede repetir en el futuro... Porque sigo apasionado con la idea de la Comuna, uno de los pocos ejemplos históricos de democracia directa, pero no creo que vayamos en esa dirección. Más bien en la opuesta. ¡Los versalleses han regresado!”.

Los cuatro tomos se consiguen en las comiquerías locales, a la espera de una edición que los recopile en un solo volumen, como sucedió en Francia, que incluye un CD con canciones de barricada de la época.

Hola compañeros, me gustaria muchisimo obtener estos materiales he intentado descargarlos por seis meses y no he podido, me pueden colaborar, donde los obtengo, no tengo pc propio, los podria descargar de otra forma por favor si me pueden ayudar les agradecería muchisimo

Añado descargas directas para quienes
a) no tienen ordenador en casa,
b) no pueden costear la factura de la luz o una conexión a internet,
c) tienen serios problemas individuales con la informática (pero aprenderían a la fuerza si curricularmente se lo exigieran para cubrir un puesto de trabajo),
d) no tienen la paciencia militante que cabría esperar de alguien que se identifica con el ideario abstracto de la izquierda, la justicia social o cosas del estilo,
e) causas de fuerza mayor más similares a a) y b).

[Editado por el comité de RBM para incluir los cuatros enlaces a descarga directa vía mediafire en el primer mensaje. Muchas gracias, compañero Duarte.]

Afherz, me arriesgo con esta enumeración sociológica para redefinir, a partir de un caso concreto (El grito del pueblo), los términos del debate que propusiste continuar sobre el uso de servidores privados de descarga directa. Te decíamos allí que Rebeldemule priorizaba, frente a aquéllos, los programas de intercambio (p2p, sin servidores comerciales). Que priorizaba, no excluía. Que dependía, entonces, de la simple voluntad de los usuarios que la descarga directa estuviera presente o no en nuestro foro. Agarremos unos datos y un espejo para ver lo que ha pasado.

Formulaste tu petición no en un hilo marginal del foro de peticiones, sino en el hilo del propio material. Este hilo cuenta con más de mil visitas, una cifra elevada, de las cuales cien tuvieron lugar la última semana; tu petición es del día 20. Me consta, por mi propio emule, que muchísima gente lo ha descargado. Todos los días entran unas doscientas personas a través de la portada y eso que llevamos un mes sin actualizarla. Más las personas que acceden a través de las llamadas redes sociales, más las que lo hacen directamente al foro. Tú ve sumando, yo ya perdí la cuenta de la concurrencia. Cualquiera de ellos podría haber dicho: "anda, mira, un compañero que no puede acceder al cómic, yo que tengo ordenador en casa y tarifa plana se lo descargo y mañana se lo pongo para descarga directa". Ya ves, nadie. El debate central no es sobre descargas directas sí o no, sino sobre la solidaridad, la cooperación, la ayuda mutua como motor de la Historia, frente a los viejos y cómodos modos del negocio y el lucro. Que la gente se entregue sin más a cinetube, divxonline o seriesyonkis, fuerzas adheridas al segundo binomio, mientras tu petición como otras mil se pudren sin respuesta, da una medida del mundo que tenemos y de lo que no estamos dispuestos a hacer para superarlo.

El pueblo de París no sabía usar armas. Pero tuvo que aprender, apoyándose en la Guardia Nacional. El pueblo no había gestionado nunca directamente los centros de trabajo, el sistema de transportes, la distribución de alimentos, la seguridad pública, pero tuvo que hacerlo, con o sin el funcionariado técnico pertinente. Nosotros, ya que tenemos estos cañones simbólicos en las manos, ¿qué esperemos para ponerlos a funcionar más allá del consumo self-service? Si cada persona que toma de aquí algo para sí dejara a su vez algo para los demás no sólo haría de Rebeldemule un espacio grande, sino un gesto de grandeza bien entendida.

Re: TARDI, Jacques

Nota Mié Feb 22, 2023 12:13 pm
Elise y los nuevos partisanos
Élise et les nouveaux partisans
(guión de Dominique Grange) (Salamandra Graphic, 2022)

Portada
(TebeosferaI Zonanegativa)


    Elise y los nuevos partisanos es un alegato político ambientado en la Francia de la revolución de mayo del 68, pero con resonancias en el presente. Guionizado por la cantante y activista Dominique Grange.

Eloy Fernández Porta, en twitter escribió:Aunque no sea su propósitio, este álbum desmonta cuatro de los mitos sobre los que se construyó la identidad resistencialista, por estos lares, a principios de los setenta:
1) La nobleza de la vida militante (no era vida; era el jorror).
2) "Ah, si vivéramos en Francia..." La Francia gaullista y postgaullista fue un Estado policial ultraviolento que reprimió a sangre y fuego cualquier atisbo de disidencia.
3) La música y la causa política son buenos amigos. [vomitar / cuchillo]
4) Los partidos y las asociaciones, unidos, jamás serán vencidos. Los partidos dejaron tiradas a las asociaciones en cuanto Septiembre Negro la empezó a liar, por miedo a que un sector de su electorado los creyera vinculados con el terrorismo.

En fin, una vez más #Tardi muestra qué cosa es realmente un Estado, y el guión de #Grange es Historia viva de la resaca del 68, cuando, como escribió Peter Weiss, "the Revolution came and went, and it was replaced by discontent". Y por heroína pura, claro.


Actualizamos el tema para incluir este último trabajo. Gracias, como siempre, a La Mansión.


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