Cine social que sin girarle cara a las duras condiciones de vida sabe hacer una película que rebosa ironia y que nos deja con una sonrisa en los labios. Si no la hubiera visto no creeria que esto es posible.
Tuvo angel o duende o a cómo se diga Héctor Babenco y todo su equipo al hacer esta películaDe la fuente citada extraigo este comentario que me parece muy interesante:
Lo que más aprecio de esta pelicula es que precisamente, esos personajes cuasi embrutecidos y que nos provocan aversion en las primeras escenas, van ganando humanidad conforme este director hace crecer la película y estoy pensando por ejemplo en el chaval travesti que acaba dandonos una leccion de principios... por ejemplo.
No se chico que tiene está película... en fin... hay que verla
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r e s e ñ a
A principios de los años sesenta, las marejadas provocadas por los movimientos vanguardistas del cine europeo llegaron a costas americanas, impactando fuertemente a cinematografías hasta entonces poco desarrolladas, como la cubana y la brasileña.
El realismo, el cinéma-vérité y el free-cinema propuestos por italianos, franceses y británicos, encontraron réplica en el cine post-revolucionario de Cuba y en el cinema nôvo del Brasil.
Brasil se convirtió en la cuna del fenómeno fílmico más original de América Latina en aquellos años. Encabezado por los cineastas Glauber Rocha, Ruy Guerra y Nelson Pereira dos Santos, el cine brasileño de los años sesenta expresó la trágica plasticidad del subdesarrollo y la marginación en América Latina. El tratamiento realista de los temas adoptado por los cineastas del cinema nôvo influiría decisivamente en las estéticas del cine mexicano y el cine argentino de la década siguiente.
El endurecimiento del régimen militar en Brasil forzó a los directores del cinema nôvo a buscar oportunidades en otras latitudes. Sin embargo, la semilla plantada por ellos tendría abundantes frutos en generaciones posteriores.
Hector Babenco fue uno de los primeros directores en tomar la estafeta entregada por Rocha, Guerra y Pereira dos Santos. Su primer largometraje, "O Rei da Noite" (1975), exploraba la vida de un estafador de los barrios marginales de São Paulo. En 1978, durante la etapa más crítica de la represión gubernamental, Babenco filmó "Lúcio Flávio", cinta que denunciaba la existencia de los tristemente célebres "escuadrones de la muerte" de la milicia brasileña. El atrevimiento casi le cuesta la vida a Babenco. Su casa fue baleada en dos ocasiones y uno de los personajes en los que se inspiró para filmar la película fue asesinado.
Paradójicamente, el éxito comercial de "Lúcio Flávio" revivió a la moribunda industria del cine en Brasil y volvió a colocar a este país en el panorama fílmico internacional. A pesar de su decepción al no percibir cambio alguno en las condiciones políticas del país, Babenco continuó la línea trazada en sus filmes anteriores con "Pixote", película que lo consagraría en todo el mundo.
"Pixote" le permitió a Babenco experimentar con los límites cada vez más borrosos entre realidad y ficción. Planeada originalmente como un documental sobre los "niños de la calle" de São Paulo, "Pixote" terminó convirtiéndose en una cinta de ficción luego que las autoridades de los reformatorios juveniles de la ciudad se negaran a colaborar con el rodaje.
Babenco reclutó a varios niños vagabundos, entre ellos el extraordinario Fernando Ramos da Silva, el inolvidable "Pixote" del título, para dar vida a los personajes de este crudo drama. El resultado, aunque fruto de la imaginación, posee un vibrante espíritu realista que produce en el espectador la sensación de estar observando un documental.
El drama de "Pixote" trascendió las pantallas de una forma cruel e irónica. El joven Ramos da Silva se convirtió en una celebridad instantánea, pero la fama y la fortuna duraron muy poco. Años después, olvidado y empobrecido, Ramos da Silva fue muerto a tiros por un policía que lo perseguía tras haber cometido un robo, repitiendo el fatal destino de "Pixote".
H e c t o r B a b e n c o
Nacido en Argentina, de padre ruso y madre polaca, Hector Babenco se convirtió en uno de los principales exponentes del cine brasileño de los años posteriores al cinema nôvo, gracias al atrevido realismo de sus cintas "Lúcio Flávio" (1978) y "Pixote" (1981).
Una vida difícil en los barrios marginales de Buenos Aires lo empujó a vagabundear por el mundo a los 18 años. Después de recorrer tres continentes, Babenco llegó a Brasil en 1971, donde encontró trabajo en la producción de documentales, cortos y comerciales.
Sin haber estudiado cine, pero conocedor de las propuestas fílmicas nacionalistas de los cineastas brasileños de la década anterior, Babenco se aventuró a la realización de largometrajes en 1975. Sus experiencias de vida y su admiración por el realismo lo condujeron a experimentar con el docudrama y con la ficción naturalista.
El éxito internacional de "Pixote" llevó a Hector Babenco a Hollywood, donde realizó "El beso de la mujer araña" (1985), "Ironweed" (1987) y "At Play in the Fields of the Lord" (1991), cintas en las que continuó explorando los temas de la marginalidad y la dificultad para entablar relaciones sociales en situaciones extremas.
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Documentación y comentarios: Maximiliano Maza