Bueno, Kaos ya ha hecho la mayor parte de sus deberes, mientras que un servidor, por despiste y/o sobrecarga de su mula, ni siquiera ha empezado a bajarse "Con uñas y dientes". Todo se andará.
"rutinaria, lenta", "pasos más fuertes que voces"... Volvemos a lo dicho, lo que para Kaos -y habría que decir que para la mayor parte de las personas sensatas- son defectos, para los promotores de "Contactos" y cierta crítica setentera intelectualoide -por cierto, mucha de ella adscrita a la 'izquierda lacaniana'- eran virtudes.
Hablamos de los tiempos en que el propio Viota -según el informe de "El viejo topo"- perpetró un corto llamado "Duración" -un primer plano de un cronómetro proyectado en bobina continua- o Antonio Artero mereció la atención de los estudiosos por "Cada vez que...", "película" cuya proyección consistia en encender el proyector sin cargar película y dejar que la luz cayese sobre la pantalla -y el selecto público, entre tanto, mirando. Todo con tal de 'cuestionar-la-relación-del-espectador-con-el-cine'; también películas deliberadamente aburridas como la
"Jeanne Dielman" de Chantal Akermann o como "Contactos".
Sin haber visto "Contactos", pero conociendo los estudios que le dedican los cátedros de cine -sin ir más lejos, lo que cuentan reseña y entrevista de "El viejo topo"-, me temo que para esta primera película de Viota vale lo que escribí en otro proyecto de filmografía, la de
Huillet y Straub - Dado que Viota se declara seguidor de estos cineastas, y lo que sé de "Contactos", puede decirse que
igual que muchos escritores se creían unos genios de la renovación del lenguaje por escribir sin signos de puntuación, muchos directores se creen grandes innovadores que "rechazan el lenguaje dominante" y siguen la senda de Huillet y Straub por rodar secuencias larguísimas en un solo plano estático -el pesado de Jaime Rosales (Las horas del día), para el caso-; bien, a lo mejor lo son y no me he dado cuenta, pero en cualquier caso nada más lejos de semejante simpleza que las películas de Huillet y Straub, donde la estructura cuenta mucho, que no se reducen a una exposición no interpretativa de lo filmado.
Por ejemplo, la película de Huillet y Straub
No reconciliados descarta sistemáticamente todos los recursos expresivos que usaria una película sobre su tema -la pervivencia del nazismo en Alemania-: no hay subrayados de ambientación (es díficil saber qué ocurre en la época actual y en el pasado, hay que deducirlo del diálogo...), no hay valoración retórica de los personajes, no hay escenas fuertes -o si las hay, se neutralizan con elipsis-, no hay un mensaje indicado en primer plano... Quien busque emoción o discurso en la película, se verá decepcionado, y esa decepción es buscada activamente por la película. Pero esto no es un fin en sí mismo -como parece ocurrir en "Contactos", de creer a los defensores de la película-, sino una forma de suscitar una postura reflexiva del espectador respecto al tema de la película, más allá de los tópicos usados por los medios de comunicación de masa para presentarlo y para consolarnos -"el nazismo es algo excepcional en la historia", etc.-. No se trata sólo de hacer anticine, sino de hacer cine anti de otra manera: en vez de usar los recursos del lenguaje que identifican al cine con la mercancia -publicidad en medios de masas-, usar los que le identifican con la composición músical -renuncia al montaje emocional en cine como los compositores de vanguardia renuncian a la tonalidad-: no vale con restar todo componente dramático de la exposición de los hechos, sino hacer de esa renuncia parte de una estructura - la desdramatización de "No reconciliados" no es nada sin el insólito inserto músical y movimiento de cámara final, cerrando la película con una no reconciliación de lo que el cine comercial suele unificar arteramente...
Por contra, el procedimiento de "Contactos" -mostrar una historia de militancia clandestina sin nada de lo que permitiría identificarla o disfrutarla como tal- es un procedimiento que no satisface en nada al espectador, pero tampoco aporta una nueva perspectiva. Viota define a su película, citando otra de Huillet y Straub, como '
Crónica de Anna Magdalena Bach sin Bach': el resultado, en principio, sólo puede ser forma sin contenido, o sea nada.
Espero equivocarme.
P.D.: Es curioso que un cineasta con tantas ínfulas de radicalismo político como Viota acabase su carrera de director con un rodaje interrumpido por la huelga de sus actores... y que la crítica que lo ensalzaba pusiera a caer de un burro a un cineasta de su círculo, Javier Maqua, por decidirse a hacer por la misma época una sátira de la transición -
¡Tú estas loco, Briones!- usando el lenguaje y los actores del cine de risa popular de la época -buscando romper el modelo desde dentro-. También es cierto que la misma crítica que defendía esos 'atentados lingüísticos' tuvo la honradez de publicar en su revista estrella -'Contracampo'- un demoledor texto de Pasolini contra esos procedimientos, que espero escanear y publicar en el hilo de Pasolini este fin de semana.