Odessa (Ronald Neame, 1974) : Filmoteca de ficción

Odessa
The Odessa File
Ronald Neame (Reino Unido, RFA; 1974) [B/N-Color, 128 min]

(wikipedia | filmaffinity)

Sinopsis:

[fuente]

Hamburgo

freelance

Eduard Roschmann

campo de exterminio de Riga

AMG SYNOPSIS: The Odessa File is set in Hamburg in the winter of 1963. Jon Voight plays Peter Miller, a German reporter who is investigating the whereabouts of missing Nazi war criminals. After reading the diary of a Holocaust survivor who has recently committed suicide, Miller goes on the trail of in-hiding SS officer Eduard Roschmann (Maximilian Schell). The reporter finds his investigation blocked by members of a secretive group called Odessa. With the help of Israeli activists, Miller persists in his search. Schell's sister Maria also appears in The Odessa File as Miller's mother, the widow of a German soldier. Based on a nailbiting novel by Frederick Forsyth, The Odessa File is highlighted by the exquisitely Teutonic score of Andrew Lloyd Webber. -- Hal Erickson

AMG REVIEW: A taut, densely plotted thriller, The Odessa File belongs to the genre of political thrillers that became especially popular in the wake of World War II and the ensuing Cold War. Although screenwriters George Markstein and Kenneth Ross have taken a few liberties with the Frederick Forsyth novel upon which the film is based, they have done their work well. There are a few moments that don't quite work, most crucially the key moment that starts the whole ball rolling (it stretches credulity to believe that a policeman would hand over the important diary to a reporter, no real questions asked); but the plot is so interesting that most will be willing to overlook these few flaws. The film is also slow to get started, and director Ronald Neame's work throughout is competent and professional without being inspired or surprising. Fortunately, Jon Voight's stellar performance provides enough fireworks to make up for Neame's understated approach. Voight's intense, but appealing, characterization is rock solid and provides easy and crucial viewer identification. He picks the audience up and puts it in his pocket early on, and never lets it out. The star gets valuable support from Maximilian Schell's evil-personified villain, the kind of character that, in lesser hands, would come across as laughably one-dimensional, but that Schell makes entirely believable. The interplay between these two powerful actors is marvelous, and provides a powerful climax. -- Craig Butler

César Bardés, en "ODESSA (1974), de Ronald Neame", en Los Ojos del Lobo, el 10 de diciembre de 2008, escribió:Sucios nazis pueblan la superficie de nuestra vida contemporánea. El peligro está ahí mismo, en símbolos de rayos que relampaguean en cuellos que gritaron odio. Y un hombre estará dispuesto a todo con tal de llegar al final y destapar los entresijos de una organización que da cobijo a todo aquel que sirvió bajo las terribles insignias de las SS.

Frederick Forsyth escribió una novela espléndida con esta premisa, hizo toda una descripción de una Alemania que ya se presentaba como inocente de toda culpa, como si el cambio generacional fuera el detergente que lavase todos los crímenes en nombre de una raza. Sin embargo, ponía el dedo en la misma llaga del silencio. Y esa misma nueva generación, la que calla y se avergüenza y que, tal vez, calla porque se avergüenza, es la esperanza que se ve ahogada por el encubrimiento, por el cerrar los ojos como sinónimo de un problema que nunca existió, por la cobardía de no enfrentarse con realidades infrahumanas.

Así pues, un periodista con vocación de investigador, con una cierta deuda con el pasado, decide comenzar a desenredar el ovillo que le lleve al mismo meollo de una trama bien organizada y de una organización secreta que hace que el sueño del renacimiento del nacionalsocialismo sea algo más que un simple deseo.

Sin duda, el hecho de llevar a la pantalla Odessa vino de la mano del tremendo éxito que supuso un año antes la extraordinaria adaptación que Fred Zinnemann hizo de otro de sus libros, "Chacal". Tampoco cabe la menor duda de que Ronald Neame, realizador de ésta, no es Zinnemann pero sabe cumplir con oficio un guión brillantemente trasladado a imágenes conservando momentos de tensión realmente destacables y con un final que, además de sorprendente, es una muestra de dirección encarrilada en los mismos raíles del miedo. [...]