RebeldeMule

La última carga (Tony Richardson, 1968)

Corto, medio, largo, serie, miniserie (no importa el formato)... en televisión, cine, internet, radio (no importa el medio).
La última carga
The Charge of the Light Brigade
Tony Richardson (Reino Unido, 1968) [139 min]

Portada
IMDb
(wikipedia | filmaffinity)


Sinopsis:


Comentario personal:

  1. Manifiesto anticolonial. La causa de la guerra es el control de emplazamientos estratégicos cara a las rutas marítimas en el Mediterráneo y con Asia para desplazamiento de tropas, exportación de mercancía producida en RU (la fábrica del mundo)... El transporte por mar es la base de un imperio íntegro de ultramar como era el británico. El rival al que se quiere desconectar en este caso de tales emplazamientos es Rusia, para la que el control de Crimea supone el único acceso al Mediterráneo. También observamos el menosprecio racial de los británicos hacia sus colonizados, en boca de la oficialidad.

  2. Denuncia de un espacio público (prensa, foros, tribunales) que ensambla y distribuye razones que hacen aceptable el militarismo entre una población de otro modo indiferente a estas tensiones internacionales: proteger la libertad ("protect the free"), defender a los débiles ("defend the weak"), salvar al Imperio británico de quienes lo amenazan ("empire threatened") y hasta a la Humanidad ("humanity imperilled"). Las animaciones en las que el león inglés pelea contra el oso ruso para salvar a los "frágiles" otomanos son, en espíritu, preocupantemente parecidas a cualquier pieza de propaganda contemporánea.

  3. Comentario en favor de la profesionalización del ejército: salarización, trato conforme al derecho civil (eliminación de los castigos físicos y arbitrarios)... El proletariado puede ser reclutado como carne de cañón, pero con derechos.

  4. Desmitificación de un hecho elevado por el Relato ideológico a acto de heroísmo nacional mediante poemas en el XIX y películas entrado el siglo XX, que en realidad fue de una vergonzante torpeza táctica. Cuidado con la VE, que está mal traducida y hace parecer que es el romanticismo nacionalista de los jóvenes oficiales (por otro lado insufrible) lo que decanta el error. Si yo no he entendido mal, el capitán Nolan indica que se han metido en el valle equivocado y que la carga es procedente, pero por el flanco. A ver si alguien con más tiempo puede echarle un ojo a eso.

  5. Nota histórica sobre la importancia estratégica de las rutas que cruzan el Mar Negro hasta el día de hoy. La guerra de Ucrania no empezó en 2014.

Ficha técnica


Reparto:


Idioma original: Inglés, francés, ruso.





DVDRip Dual (VO/VE) - AVI [1.36 Gb] (fuente)
detalles técnicos u otros: mostrar contenido
General
Nombre completo : La Ultima Carga (1968) DVDrip Xvid AC3 DUAL Spa-Eng by Gabol.avi
Formato : AVI
Formato/Info : Audio Video Interleave
Tamaño de archivo : 1,37 GiB
Duración : 2 h 4 min
Tasa de bits general : 1 568 kb/s
Aplicación de codifición : VirtualDubMod 1.5.4.1 (build 2178/release)
Librería de codificación : VirtualDubMod build 2178/release

Vídeo
ID : 0
Formato : MPEG-4 Visual
Formato del perfil : Advanced Simple@L5
Ajustes del formato : BVOP1 / Custom Matrix
Ajustes del formato, BVOP : 1
Ajustes del formato, Qpel : No
Ajustes del formato, GMC : Sin warppoints
Ajustes del formato, Matrix : Personlizado
ID códec : XVID
ID códec/Consejo : XviD
Duración : 2 h 4 min
Tasa de bits : 1 175 kb/s
Ancho : 640 píxeles
Alto : 272 píxeles
Relación de aspecto : 2,35:1
Velocidad de fotogramas : 25,000 FPS
Espacio de color : YUV
Submuestreo croma : 4:2:0
Profundidad bits : 8 bits
Tipo barrido : Progresivo
Modo de compresión : Con pérdida
Bits/(píxel*fotograma) : 0.270
Tamaño de pista : 1,03 GiB (75%)
Librería de codificación : XviD 1.2.0SMP (UTC 2006-01-08)

Audio #1
ID : 1
Formato : AC-3
Formato/Info : Audio Coding 3
Nombre comercial : Dolby Digital
ID códec : 2000
Duración : 2 h 4 min
Tipo de tasa de bits : Constante
Tasa de bits : 192 kb/s
Canal(es) : 2 canales
Channel layout : L R
Velocidad de muestreo : 48,0 kHz
Velocidad de fotogramas : 31,250 FPS (1536 SPF)
Modo de compresión : Con pérdida
Tamaño de pista : 172 MiB (12%)
Alineación : Dividir a través intercalados
Intercalado, duración : 96 ms (2,40 fotogramas de vídeo)
Intercalado, duración de precarga : 96 ms
Idioma : Espanol
Service kind : Complete Main

Audio #2
ID : 2
Formato : AC-3
Formato/Info : Audio Coding 3
Nombre comercial : Dolby Digital
ID códec : 2000
Duración : 2 h 4 min
Tipo de tasa de bits : Constante
Tasa de bits : 192 kb/s
Canal(es) : 2 canales
Channel layout : L R
Velocidad de muestreo : 48,0 kHz
Velocidad de fotogramas : 31,250 FPS (1536 SPF)
Modo de compresión : Con pérdida
Tamaño de pista : 172 MiB (12%)
Alineación : Dividir a través intercalados
Intercalado, duración : 96 ms (2,40 fotogramas de vídeo)
Intercalado, duración de precarga : 96 ms
Idioma : Inglés
Service kind : Complete Main





Relacionado:



[ Add all 2 links to your ed2k client ]

Nota Dom Mar 26, 2023 4:40 pm
Reseñas breves / abreviadas

Andy Robinson, en “Solo queda hacerlo o morir”, en CTXT, el 30 de julio de 2019, escribió:[...] la huida hacia adelante más demencial de la historia de la guerra: la carga de la brigada ligera, una división de la caballería británica que participó en la guerra de Crimea contra Rusia a mediados del siglo XIX y que, en lugar de rendirse o buscar otro plan más inteligente, decidió cargar directamente contra la artillería rusa. Fueron masacrados, pero recibieron de forma póstuma las correspondientes Victoria Cross (cruces de la reina Victoria), el galardón más codiciado del imperio británico.

Ramón Lobo, en "Crimea 1854, un territorio con historia", en Infolibre, el 27 de marzo de 2014, escribió:[...] Aquella guerra de 1854-1856 fue la última guerra decimonónica y la primera moderna. En ella nació la profesión de corresponsal de guerra. William Howard Russell fue el primero en narrar para The Times un conflicto desde una cierta distancia, con honradez y rigor, dando cuenta de los desastres que sufrió el Ejército británico, sobre todo el de su brigada ligera en Balaclava. Fue una carnicería. Casi todos los ejércitos estaban mandados por incompetentes. Hay un libro británico excelente, Sobre la psicología de la incompetencia militar (Anagrama), de Norman Dixon, que se explaya en esta primera guerra de Crimea. Ayuda a entender la incompetencia inherente a un tipo de mando, sea militar o civil. Se estudia en administración de empresas. Gran texto.

Daniel Bernabé, en "Podemos ante su Balaclava", en Infolibre, el 14 de marzo de 2023, escribió:Mitad del siglo XIX, comienza la Guerra de Crimea que enfrenta al imperio ruso contra el imperio otomano por el control de esta península y el Mar Negro: el tiempo pasa, los enclaves estratégicos siguen siendo los mismos. Franceses y británicos acuden en ayuda de los turcos, que atraviesan un serio declive, para evitar la victoria del Zar. El 25 de octubre de 1854 tiene lugar la batalla de Balaclava, donde las tropas del Reino Unido, en ese momento la primera potencia mundial, se verán las caras con los soldados rusos. Sucede entonces la célebre carga de la Brigada Ligera, cuando más de 650 jinetes británicos enfilan el valle donde tiene lugar la confrontación para intentar desbaratar las posiciones enemigas. En su avance se encuentran frontalmente con 50 piezas de artillería que les machacan de manera inmisericorde, así como con 20 divisiones de infantería situadas al fondo del desfiladero y sus flancos. Los pocos que consiguen atravesar las líneas son esquilmados por la caballería cosaca. Apenas consiguen volver vivos unas decenas de jinetes.

Los rusos no dan crédito ante la acción casi suicida de sus adversarios, que parecen no haber tenido en cuenta ni las condiciones del terreno ni la disposición y potencia de fuego de sus tropas. Un general francés afirma ante la temeridad de los jinetes: “Es magnífico, pero eso no es la guerra”. Una mezcla de arrogancia, falta de preparación táctica, malas relaciones personales entre los mandos y una comunicación deficiente propician un desastre sin paliativos, en el que se envía a una muerte segura a centenares de los mejores húsares, dragones y lanceros de los que disponía el ejército británico. Tres semanas más tarde llega la noticia a Reino Unido y, aunque los periódicos se cuestionan en un primer momento la pericia de los generales, el suceso se transforma rápidamente en una gesta heroica sin precedentes. No importa lo que ha sucedido, importa que los poetas construyan un relato de valor, heroísmo y entrega. Tienen que pasar cien años hasta que Tony Richardson se cuestionase en su película de 1968 la gran mentira nacional en torno a la gesta, creando aún una fuerte polémica: preferimos el brillo de la mentira antes que la crudeza de la verdad. [...]

Nota Dom Mar 26, 2023 4:41 pm
Alberto Piris, en "Paseo militar por Crimea", en Rebelión, el 2 de julio de 2008, escribió:En el idioma familiar español, decir que algo «está en Sebastopol» suele ser como expresar la lejanía o el exotismo del sujeto considerado. La verdad es que esta curiosa ciudad que se abre al mar Negro en la costa meridional de la península de Crimea -cuyas características geográficas la convirtieron en una importante base naval a finales del siglo XVIII, cuando Catalina la Grande de Rusia inició su construcción- ha sido marcada muy en vivo por el sello de la Historia. En la época de las flotas de guerra formadas por navíos a vela, su amplia y protegida rada (al estilo de lo que a menor escala sucede en Mahón, Gibraltar o El Ferrol), era un regalo del cielo para un Imperio Ruso que buscaba abrirse camino hacia el Sur, irrumpiendo para ello a través del Imperio Otomano, cuya progresiva decadencia parecía ya inevitable.

Esta ciudad eminentemente naval, en cuyas calles y muelles se aprecia un ambiente no muy distinto al de Cartagena, San Fernando o El Ferrol, se caracteriza por ser prácticamente desconocida para el viajero ordinario. Hasta 1997 estuvo cerrada a todos los que no estuviesen relacionados con la Flota del Mar Negro, allí estacionada. Esto fue lo que la preservó de esos edificios de viviendas, tristes y desangelados, que tanto proliferaron en las ciudades soviéticas, de modo que, vista desde el mar, es agradable contemplar sus alineaciones de blancas construcciones en estilo neoclásico ruso que se alzan sobre las colinas circundantes.

Pero en Sebastopol, como en gran parte de Crimea, es la guerra lo que ha dejado su huella más duradera. Y de entre las guerras que la han azotado, la más conocida internacionalmente es la llamada Guerra de Crimea, muy ignorada, por lo general, en España, donde a mediados del siglo XIX -cuando tuvo lugar- hartos eran los problemas nacionales y muy deteriorada la posición política de nuestro país en el concierto internacional de las naciones.

Así que las andanzas militares de ingleses y franceses, desembarcados en la rada de Balaclava en 1854 para iniciar por tierra el asedio de Sebastopol, apenas llaman la atención de los españoles. Todo lo más, queda el recuerdo de la famosa carga de la Brigada Ligera, llevada al cine en varias versiones (la más reciente, titulada «La última carga»), que tuvo lugar en octubre de ese año, cuando 673 esforzados jinetes de la Caballería británica, al mando del ostentoso general Lord Cardigan (cuyo nombre ha quedado inmortalizado en una prenda de vestir), fueron acribillados simultáneamente de frente y por ambos flancos por la artillería y la infantería rusas, en una maniobra suicida que ha quedado registrada en todos los textos de Historia de la Guerra como la más elaborada muestra de la incompetencia militar en todos los aspectos bélicos. Menos de 200 soldados de Caballería, entre ellos Cardigan, salieron vivos de la demencial operación.

Esa guerra generó también otras expresiones hoy habituales, como la «delgada línea roja», formada por las casacas de ese color de la infantería inglesa, que en inferioridad numérica resistió el ataque ruso poco tiempo antes de ordenarse la fatídica carga. Y también el nombre en inglés del pasamontañas -balaclava- prenda que fue tejida en enormes cantidades por las madres, novias y esposas de los soldados que en dos inviernos sucesivos murieron en las montañas próximas a causa del desorden logístico en los aprovisionamientos y una increíble falta de cuidados médicos. Allí fue donde Florence Nightingale destacó en su abnegada tarea de asistencia a los combatientes para mejorar las condiciones, a veces inhumanas, de la sanidad militar.

En Balaclava, el museo de la Guerra de Crimea se alberga hoy en unas instalaciones construidas con motivo de otra guerra muy posterior: la Guerra Fría. Unos impresionantes túneles subterráneos, abiertos por primera vez al público, perforan la base de la montaña y permitían a los submarinos nucleares soviéticos entrar en inmersión y salir a flote en el interior de las cuevas, sin ser observados por los satélites enemigos, para allí ser reparados o armados con misiles. Todavía hoy se puede caminar por los lóbregos y húmedos pasadizos que no hace mucho albergaron instrumentos de guerra capaces de aniquilar países enteros.

Pero Balaclava hoy es, sobre todo, el paraíso fiscal donde amarran los espectaculares yates de la clase privilegiada ucraniana, residente en la capital, Kiev. Según informa el Kiev Post, son estos nuevos supermillonarios los que concentran tan enormes riquezas que, con el capital en poder de los 50 individuos más ricos de Ucrania habría suficiente para financiar durante dos años el presupuesto estatal. Equivale al 85% del producto nacional bruto ucraniano, mientras que en Rusia no alcanza apenas el 35%, a pesar de la bien ganada fama de las mafias de este país. El más rico de todos los ucranianos ha duplicado en un solo año sus recursos, estimados en 31.000 millones de dólares, a pesar de la crisis económica mundial.

Se completa así un ciclo que, desde las guerras del pasado, lleva hoy a la corrupción más desbocada y a la creación de enormes diferencias económicas y sociales, gérmenes inevitables de futuros conflictos cuya extensión y gravedad hoy no pueden adivinarse. Los corruptos potentados de hoy son la espoleta de las guerras del futuro, aunque no les guste oírlo y algunos se cubran hipócritamente con el manto de una pretendida beneficencia.


Volver a Filmoteca de ficción

Antes de empezar, un par de cosas:

Puedes usar las redes sociales para enterarte de las novedades o ayudarnos a difundir lo que encuentres.
Si ahora no te apetece, puedes hacerlo cuando quieras con los botones de arriba.

Facebook Twitter
Telegram YouTube

Sí, usamos cookies. Puedes ver para qué las usamos y cómo quitarlas o simplemente puedes aceptarlo.