Entre rojas (Azucena Rodríguez, 1995) : Filmoteca de ficción

Entre rojas
Azucena Rodríguez (España, 1995) [93 min]

(filmaffinity)

Sinopsis:

[fuente]

Madrid

Comentario personal:

franquismo

test de Bechdel

Azucena Rodríguez, la directora, en entrevista con Sol Alonso con el título "Rodar en Yeserías ha sido fácil, pero me ha resultado muy especial", en El País, el 21 de septiembre de 1994, escribió:[...] Se trata de un grupo de luchadoras que ríen, lloran, van al cine, a la peluquería. Yeserías ha sido siempre una prisión muy especial, las penas preventivas admiten una dosis de esperanza. [...] Me detuvieron la primera vez en 1974, en un concierto de Daniel Viglietti; la segunda, por apoyar una huelga general; y la tercera, en una reunión de la Asamblea Democrática. Me condenaron a seis años y afortunadamente llegó la amnistía. [...] Mis estancias siempre tuvieron fecha de salida, y eso lo hacía más llevadero; lo terrible eran las condenas a muerte o las cadenas perpetuas, y lo más duro, el ambiente general del país.

José Luis Sánchez Noriega, en "Ocho relatos fílmicos de mujeres en la cárcel", en: Carandell Z. et al., La construcción de la democracia en España (1868-2014). Espacios, representaciones, agentes y proyectos, ed. Press Universitaires de Paris Nanterre, 2019, página 301, escribió:[...] Este relato de toma de conciencia presenta como tema central el compromiso y la solidaridad. A través del personaje de Lucía se desarrolla un fresco sobre la situación de las presas políticas en los últimos años del franquismo. Contra lo esperable, este personaje con funciones de protagonista no corresponde a una concienciada militante de un partido, sindicato o grupo antifranquista que por su actividad clandestina terminase en una cárcel de mujeres. Se elige a un miembro de la burguesía acomodada con el régimen o próxima a sus postulados que se ve involucrada en una redada de la policía porque oculta propaganda subversiva motivada no por sus convicciones políticas, sino por ayudar a un amigo. Su ingreso en prisión servirá para su progresiva toma de conciencia a través del contacto con las presas políticas, todas ellas con militancia antifranquista y pertenencia a una clase social diferente a Lucía, como se evidencia al mostrar a su familia y la actividad deportiva, con un contraste entre la gimnasia sueca de las internas y la práctica de ballet por parte de Lucía.

Queda patente la violencia política con torturas de la policía a los militantes que hacen "propaganda subversiva". También se refleja la actividad de partidos, sindicatos y otras organizaciones de izquierda, como un Comité ProAmnistía o Socorro Rojo; aunque no se especifica, la referencia al "partido" se sobreentiende como el Partido Comunista de España (PCE). Contrastan la figura de Julia (líder que transmite al grupo las directrices del partido y encarna el modelo de militante ortodoxa con sus conceptos de ideología, estrategia, etc.) con el "verso suelto" que es Lucía, sobre todo cuando esta expone expone que quiere fugarse, lo que, de entrada, no está bien visto. Julia llega a reprocharle que no tenga ideología. Sin embargo, Lucía acepta generosidad la orden del partido de que su puesto para fugarse sea ocupado por otra persona. Ella no se debe tanto a la obediencia a la organización (en la que, además, no milita) cuando a su opción por ser solidaria. De hecho, esa condición de "verso suelto" (que supone una crítica implícita a la figura y funcionamiento del militante ortodoxo) también se refleja en la relación que tiene con las presas comunes, que son evitadas por las políticas.

Pepe Gutiérrez-Álvarez, en "«Entre rojas»: en las cárceles de Franco", en LoQueSomos, el 21 de diciembre de 2022, escribió:Afortunadamente, existe una bibliografía sobre esta página de la historia. Recordemos el ejemplo del trabajo de Fernanda Romeu Alfaro, El silencio roto. Mujeres contra el franquismo (1994), editada más tarde por El Viejo Topo.

Otra cosa muy distinta ha sido el cine, un medio de influencias mucho más amplias que la del libro. En este caso es justo evocar la excepción de “Entre rojas”, una película escrita y dirigida por Azucena Rodríguez, y resulta probablemente el documental más veraz y sentido de todos los (más bien escasos) testimonios sobre el papel de las mujeres militantes en la lucha clandestina contra el franquismo, esa enfermedad que sigue instalada entre nosotros. [...] Extrañamente esta película se mantiene en el olvido, aunque conoció un pase y un debate en TV que se puede encontrar en “A la carta”. Estaría muy bien que el movimiento feminista la asumiera como algo propio como quizás lo debería hacer con un buen número de películas como “Pan y rosas” de Loach o “Norma Rae” de Martin Ritt, junto con otros tantos filmes que deberían estar señaladas en bibliotecas públicas e institutos.