Lemmy contra Alphaville (Jean-Luc Godard, 1965) : Filmoteca de ficción

Lemmy contra Alphaville
Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution
Jean-Luc Godard (Francia, Italia; 1965) [99 min]

(wikipedia | filmaffinity)

Sinopsis:

[fuente]

Monse Ac, en facebook, el 25 de agosto de 2019, escribió:Una película rara que vi ayer, "Alphaville". Se realizó en el año 65 por Jean-Luc Godard, uno de los padres de la Nouvelle Vague francesa. ¡Vaya truños que nos hemos tragado por ser vanguardistas y snob! ¡Qué suerte habernos liberado de semejantes poses estéticas!

Propone un acercamiento a la ciencia-ficción, pero se queda muy lejos en interés y calidad de autores como Orwell o Bradbury (del que posteriormente adaptaría Truffaut Fahrenheit 451), Ridley Scott, Kubrick, "Solaris" (1972) de Tarkovsky... La acción se sitúa en un futuro distópico en el que las vidas de los habitantes de la ciudad de Alphaville están controladas por Alpha 60 (la computadora que a lo mejor sirvió a Kubrick para hacer "2001: Una odisea del espacio").

Un ordenador que prohíbe todo aquello que considera irracional, como el amor, la poesía (hay continuos insertos de Capital del dolor, de Paul Éluard), el por qué y el llanto... Los que incumplen esta prohibición son condenados a pena de muerte y ejecutados en una ceremonia que incluye un número de natación sincronizada. Los habitantes de esa ciudad distópica están vacíos, automatizados, destinados a realizar una función específica.

La película de Godard es un ensayo futurista que reflexiona sobre la condición humana y el devenir en manos de la inteligencia artificial. La obra posee un contenido filosófico, poético, ético. En el film se hace referencia implícitamente a lo que define a un ser humano y lo distingue de las máquinas: los sentimientos. Muy interesante cómo plantea el poder del lenguaje para configurar las mentes y los sentimientos. Tienen un libro que le llaman "la Biblia", que en realidad es un diccionario en el que van desapareciendo palabras como "llorar", "amor", etc. Todas las palabras que ya no van a usar porque son innecesarias en esa nueva sociedad. El totalitarismo y la violencia se abordan bajo un enfoque irónico.

Rodada en blanco y negro, la puesta en escena está en la línea del cine negro hollywoodiense de los años cuarenta. Se ha copiado la ropa (gabardinas, pistolas y sombreros...), el tipo de música, los decorados y hasta la propuesta urbanística de una ciudad futurista está ambientada en esa época. Eddie Constantine hace todo lo posible para imitar la pose de Humphrey Bogart, inexpresivo y haciendo gala de valentía desde el primer momento. Grandioso, duro y sólido y repartiendo sentencias de cine negro, además de tiros, claro. También la banda sonora ayuda a generar una atmósfera tenebrosa y de intriga propia del cine noir.

La mujer, ay, la mujer-muñeca de Godard, como referente sexual (joven, guapa, solícita)… y depositaria del amor del héroe que la salvará de su abducción. Con lo que le ha costado al feminismo llegar hasta aquí, resulta que en la ciudad del futuro nos asignan el papel de ladys o putas.

Una magnífica “fotografía de siluetas” y algunas imágenes en negativo como efecto novedoso. Fantástico juego de luz en varios planos, especialmente el de la bombilla en la maravillosa escalera de caracol. La cámara se sitúa en lugares insospechados y ayuda a la creación de un lugar intranquilo, con penumbras intrigantes y futuristas. La calidad plástica de muchas de sus imágenes es deslumbrante.

Encuentro los diálogos demasiado trascendentales, pretenciosos, faltos de expresividad en su mayoría. Frases inconexas, de lo más aburrido e incoherentes. Falta un argumento sólido. No hay sutileza en el montaje y la trama por momentos es confusa. La película corre el riesgo de aburrir y, sinceramente, lo logra conmigo.

Los cines Alphaville fueron creados en 1977 y los llamaron así como homenaje a esta película.