¡Que viva México! (G. Aleksándrov, S. Eisenstein, 1932) : Filmoteca de ficción

¡Que viva México!
Да здравствует Мексика!
Grigori Aleksándrov, Serguéi Eisenstein (EEUU, México, URSS; 1932)

Sinopsis:

Fernando Teo Gabino, en "¡Que viva México! (1933)", en Cine Capital, el 20 de junio de 2014, escribió:[...] La premisa –si podemos decir que hay una- es transmitir a través de seis episodios el devenir indígena y su importancia en la sociedad mexicana. Un prólogo, un epilogo y cuatro capítulos intermedios conforman la narración de las diferentes maneras en que el indígena ha formado parte de la historia mexicana. El guion es escaso, lo que impera es la representación indígena, en este tipo de cine de principios de siglo las imágenes pesan más que las palabras. Por ello son pequeños los enunciados que nos explican lo que se intenta mostrar con las imágenes, así la narrativa está sostenida en lo visual.

Nexmainster, en Patio de Butacas, el 12 de agosto de 2014, escribió:Está inconcluso, pero es buen documental de la sociedad y cultura mexicana:

- Esa México precolombina, por la que parece que no ha pasado la evolución, que se mantiene impasible a través del tiempo, silenciosa, nadie la recuerda... esos primeros planos de las figuras de piedra de hace 5000 años nos lo destaca.

- Esa dictadura, podríamos tachar de feudalista, incluso se sugiere el derecho a pernada. Ese abuso al campesinado de las clases altas, esas diferencias sociales. Pero también una México revolucionaria, con conciencia de lucha, que se revela contra "los señores", aunque sean masacrados y asesinados de forma humillante... hecho que usa Eisenstein (como ya usó en "La huelga") para escandalizar, concienciar, y enfadar a las clases bajas.

- Esa sociedad precaria, en que la felicidad de la mujer consiste en conseguir un collar de oro (materialismo) que Alexandrov/Eisenstein nos relacionan con el hombre/marido, como mayor éxito y felicidad social.

- Se muestra también el fanatismo religioso y el enfermizo feísmo que gobierna en tierras mexicanas, impuesto por los conquistadores españoles, reflejados con siniestras máscaras que atemorizan y a las que rinden culto. Una sociedad contradictoria, por usar en sus celebraciones religiosas símbolos paganos, heredados de las culturas nativas.

- Y por último nos enseña cómo en México se ríen de la muerte, como se burlan de ella, la ridiculizan y empequeñecen a pesar de temerla tanto. El Día de los Muertos no es un día de luto, sino un día de celebración.

Un país contradictorio, luchador, interesante. México.