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Ni dios, ni patrón, ni marido
Laura Mañá (Argentina, 2010) [113 min]



(filmaffinity)

[fuente] En 1896, Virgina Bolten, una conocida anarquista de treinta años, llega a Buenos Aires, en donde se encuentra con su amiga Matilde, que junto con otras mujeres está trabajando en la hilandería de Genaro Volpon, bajo las penosas condiciones de la época. Matilde, Filomena, Rosalía y otras operarias de la hilandería se reúnen en torno a Virginia para llevar a cabo un viejo proyecto de ésta: editar un periódico que denuncie la doble explotación a la que es sometida la mujer del siglo XIX: por su condición de clase y por su género. Deciden llamarlo La voz de la mujer. Cuando Lucía Boldoni, Prima Donna de la lírica nacional, se entera de la existencia de ese grupo de mujeres que practican, de alguna manera, una militancia feminista, se interesa por él y decide concurrir al baile ocultando su verdadera identidad.

Pepe Gutiérrez-Álvarez, en "Un 8 de marzo permanente...", en facebook, el 5 de febrero de 2020, escribió:No es otra cosa lo que nos viene a contar con más o menos acierto "Ni Dios ni patrón ni marido" (Laura Mañá, Argentina-España, 2010) con Eugenia Tobal, Esther Goris, Jorge Marrale, Daniel Fanego, Joaquín Furriel, Laura Novoa, Ulises Dumont, Ana Fernández… Que yo sepa esta película no ha llegado a estrenarse aquí, aunque ahora se la puede encontrar por youtube en una versión aceptable. Como su propio título indica, se trata de una “toma de partido” a favor de las luchas impulsadas en las hilanderías por las trabajadoras, incluso frente a una represión persistente y coordinada por parte de los grupos de poder, hasta los esfuerzos casi heroicos para la publicación clandestina de La Voz de la Mujer, primer periódico anarco-feminista entre 1896 y 1897).

Su autora (una de las “libertarias” de Vicente Aranda) no consigue trascender ilustración voluntariosa de una historia que merecía mayor pericia narrativa: la de Virgina Bolten, una conocida anarquista de treinta años, llega a Buenos Aires en donde se encuentra con su amiga Matilde, que junto con otras mujeres está trabajando en la hilandería de Genaro Volpon, bajo las penosas condiciones de la época. Matilde, Filomena, Rosalía y otras operarias de la hilandería se reúnen en torno a Virginia para llevar a cabo un viejo proyecto de ésta: editar un periódico que denuncie la doble explotación a la que es sometida la mujer del siglo XIX: por su condición de clase y por su género. Deciden llamarlo La Voz de la Mujer. Cuando Lucía Boldoni, prima donna de la lírica nacional, se entera de la existencia de ese grupo de mujeres que practican, de alguna manera, una militancia feminista, se interesa por él y decide concurrir al baile ocultando su verdadera identidad. A destacar algunas observaciones interesantes (como el machismo reinante en aquellos tiempos, que no distinguía clases sociales ni ideologías políticas) y propone una reconstrucción de época modesta pero digna. El principal problema pasa por las interpretaciones (carentes de la enjundia necesaria o, por el contrario, demasiado cerca de la afectación y la sobreactuación), que en muchos casos deben lidiar con diálogos demasiado solemnes, estructurados con un subrayado grueso. A pesar de que se queda a mitad de camino en su propuesta argumental, es un título que vale la pena conocer, de utilidad indiscutible para cualquier trabajo feminista sindical.

Guión: Esther Goris, Graciela Maglie.
Música: Mauro Lazzaro.
Fotografía: Óscar Pérez.
Productora: Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) / San Luis Cine.

• María Alché.
• Alejandra Darín.
• Ulises Dumont.
• Daniel Fanego.
• Ana Fernández.
• Ágatha Fresco.
• Joaquín Furriel.
• Esther Goris.
• Jorge Marrale.
• Laura Novoa.
• Eugenia Tobal.

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Ni Dios Ni Patron Ni Marido [dvdrip][spanish]

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Corina Russo, en "Ni Dios, ni amo, ni patrón…", en Tierra en Trance, en julio de 2010, escribió:Ni dios, ni amo, ni patrón, ni silencio, ni sumisión, ni opresión… entre tantos "no" que resuenan entre ellas. Se suele decir que cuando una mujer dice "no", es "no", creo a este legado como historia compartida entre tantas mujeres que a lo largo del tiempo dijeron "basta, esto no, no más, basta".

Virginia le dijo "no" al matrimonio, le dijo "no" a la opresión de los patrones, le dijo "no" a los compañeros anarquistas que sólo buscaban la liberación personal en tanto su mujer esté en su casa, lavando/cocinando/criando hijos. Virginia rompe el cerco de la historia, donde la mujer suele ser relatada como una gran acompañante, compañera, nunca protagonista, siempre nombrada a partir de otro. Virginia junto a sus compañeras toman la palabra, se nombran, se hacen oír; son ellas protagonistas.

Si se rastrea la historia de Virginia, ella es recordada por arengar a las trabajadoras, en sus biografías se recupera que fue una gran oradora. Creo que la palabra molesta, y que una mujer ore sin recurrir a fuerzas superiores, sino a su tono, a su porte, a su cuerpo, a sus ideas, molesta. Virginia como Matilde, Pepita, entre otras, molestaron la armonía burguesa, molestaron al progresismo proletario, molestaron a compañeros que en el discurso libertario no permitían nuevas voces.

Decidieron no sólo hablar, sino escribir el primer periódico libertario y feminista, La Voz de la Mujer, donde se defendía el amor libre, la igualdad de tareas en el hogar, mismos sueldos que hombres, entre tantos otros gritos que se oyeron por esas épocas… Al leerlo hoy dos siglos después me pregunto: ¿qué pasó? Creo que nos atravesó el silencio, la invisibilización cotidiana e histórica que hace que estas experiencias no sean conocidas, no las reconozcamos. Y que una cineasta decida, más allá de actuaciones forzadas, estereotipos prefijados... que esta historia sea contada, no es menor.

Historias de luchas de mujeres que alzan la voz, ponen el cuerpo, se hacen visibles; mujeres recortadas entre tantas otras que en el cotidiano buscan igualdad de derechos, frente a sociedades donde el derecho es patrimonio de unos pocos. Mujeres que salen de sus casas, que se cansan de lugares construidos como propios buscando lo genuino en cada acción. Mujeres libertarias, donde el discurso se hace carne, el cual busca filtrarse en espacios reducidos, que busca trascender la bronca individual y colectivizarse en una misma lucha.

Una película interesante por la temática que aborda, quizás por momentos escenas que buscan cursilerías amorosas donde siempre las mujeres suelen ser protagonistas. Una Virginia caracterizada como aguerrida (un poco excesiva por momentos) en cada instante que aparece. Una historia que se retoma, que deja la oscuridad del interés personal y se hace pública. Ni dios, ni amo, ni patrón, lo dijeron hace dos siglos, lo retomo y lo grito…