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ARMAND, Émile (1872-1962)

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ARMAND, Émile (1872-1962)

Nota Jue Jun 03, 2010 12:45 am
Émile Armand

Portada
(wikipedia)


Introducción

En A las Barricadas se escribió:Émile Armand, nacido en París (Francia) el 26 de marzo de 1872 (París), fallecido en Rouen (Francia) el 19 de febrero de 1962 (Rouen), es el pseudónimo de Ernest Juin, anarquista individualista francés. Fue un activista muy popular en su tiempo y no se explica hoy su desconocimiento ya que fue muy popular en España dentro de algunos círculos libertarios ligados al eclecticismo, al naturismo, al vegetarianismo y a las opciones comunitarias de vida. Su influencia fue mucho mayor de lo que a simple vista nos pueda parecer. Armand divulgó en los medios obreros, con sus revistas y libros, las ideas más avanzadas en torno a la sexualidad, las comunas y la posición del individualista autodidacta y crítico contra el autoritarismo y la explotación. Hijo de un “communard”, hombre de una notable vitalidad, fundó en 1901 un órgano de tendencia tolstoiana o anarquista cristiana llamado L'Ere Nouvelle. Dirigió durante algún tiempo el periódico L’Anarchie, colaboró en Le Libertaire de Sébastien Faure y fue el animador de la revista L’En Dehors, aparecida en Orleans desde 1922 hasta 1939 con un total de 335 números. Esta revista toma el subtítulo en 1926 de “órgano de práctica, de realización, de camaradería individualista anarquista”. Fue también animador de su continuadora, L’Unique, también de Orleans, y que apareció desde 1945 a 1956 con un total de 110 números.

Armand pasó de un cristianismo militante al individualismo anarquista pacifista y no-violento, aunque siempre defendió desde sus revistas a todos los libertarios, incluso a los partidarios de la expropiación, tan comunes dentro del movimiento libertario europeo de entreguerras. Su defensa del “ilegalismo” en las revistas anarquistas le valió no pocos enemigos dentro del mismo movimiento, de sectores más “calmados”, entre ellos el mismo Jean Grave, que acusa a Armand, André Lorulot, Alberto Libertad, Paraf-Javal y varios más que están en el entorno de L’Anarchie, de desviación ideológica y de provocar con su vida disoluta -a los ojos de Grave- la desmoralización del movimiento en general. También Max Nettlau dedicará adjetivos no muy agradables al núcleo de individualistas franceses en su Anarquía a través de los tiempos. De todas maneras, la virulencia de su escritura, sus posiciones antirreduccionistas, su amplitud de miras y su constante provocación de la ortodoxia -aunque fuera anarquista- dotaron al movimiento anarquista europeo de una nueva vitalidad. También de nuevos aires de renovación que paradójicamente enlazaban con sus inicios y con la agrupación espontánea en células afinitarias de sus individuos a la usanza bakuninista. Los individualistas, gracias a la propaganda escrita, pusieron en movimiento a algunos sectores escleróticos del sindicalismo revolucionario, ya que lo dotaron de un pensamiento y una filosofia más acorde con las ideas de autoeducación y crítica que preconizaban.

El corpus teórico de Armand gira alrededor de tres ideas clave: el individualismo anarquista, la camaradería amorosa o sexualidad sin trabas y la libre agrupación de individuos en comunas, llamadas comúnmente a principios de siglo por los anarquistas “milieux libres” [medios libros].

Toda esta corriente de pensamiento de Armand fue muy difundida en España a partir de la mitad de los años veinte, por sus compañeros individualistas anarquistas. Aparecieron artículos suyos en La Revista Blanca barcelonesa y en la valenciana Estudios. Armand se dio a conocer en el público español en 1903 cuando publicó en la La Revista Blanca un largo estudio sobre Tolstoy: Tolstoy, los anarquistas cristianos. Los anarquistas idealistas. No luce para todos el comunismo libertario. Entró rápidamente en polémica con Carlos Malato y ésta duró varios años, involucrando también a Federico Urales, que desde entonces será un fiel lector de las obras de Armand, que incluso llegan a inspirarle obras como su famoso Aventurero del Amor, entregado en fascículos en La Revista Blanca de la segunda época.

Con todo, su traductor más fiel fue José Elizalde, animador del grupo Sol y Vida del barcelonés barrio del Clot, secretario de la Federación de Grupos Anarquistas, previa a la FAI de 1927, y colaborador de dos de las revistas más importantes del individualismo anarquista español: Ética e Iniciales, ambas de Barcelona. Los promotores de Ética, con José Elizalde a la cabeza, publican la revista mensualmente desde enero de 1927 hasta enero de 1929. A partir de este momento se convierte en Iniciales: revista mensual ecléctica de educación individual. Su esfuerzo editorial se vio complementado con una iniciativa original pero no desencaminada desde el punto de vista libertario: la publicación de una revista para niños que aparece en enero de 1928 bajo el significativo título de Floreal y que es al mismo tiempo el portavoz de la Escuela Natura, apodada familiarmente “La Farigola” por los propios alumnos. La singularidad de Ética radica en que nunca se definirá como revista anarquista o libertaria -hay que tener en cuenta que el país se encuentra bajo una dictadura militar y con cientos de militantes anarquistas en prisión preventiva o en el exilio-, pero se define como Revista de educación individual, filosofía, literatura, arte y naturismo.

En el número 6 de Ética, en junio de 1927, se publica un comentario apóstrofo sobre la obra Amor libre de Armand: “Desgraciadamente, son pocas las mujeres que le leen y conocen; pero Armand, nado en la teoría del sembrador, va llenando el surco que florecerá paulatinamente y que ya retoña en lontananza, como remanso de dicha. Él se ha propuesto defender la práctica del Amor Libre, que tanto obsesiona a los que de verdad sienten la manumisión de la mujer”. En el siguiente número ya se publica un texto muy significativo de Armand titulado “Combatamos los celos” que desatará una fuerte polémica y un gran interés. La gran divulgación de Armand se hizo en España sobre todo a partir de sus artículos en la prensa, aunque en 1936 el servicio de librería de Iniciales, que pone en marcha una pequeña editorial, recomienda comprar su publicación Anarquismo-Nudismo.

La idea internacionalista caló también en el ideario de Armand y fue un defensor de las lenguas planificadas como el Esperanto o el Ido que según él harían borrar las diferencias de entendimiento entre los individuos. José Elizalde, su amigo y traductor, fue también director de la revista idista Ad-Avane! en línea con E. Armand que defendía las tesis del idioma Ido frente a su rival el Esperanto. Elizalde mantendrá una fuerte polémica con Saljo -militante esperantista- en las páginas de La Revista Blanca; la polémica no es nueva ya que se había iniciado en Tierra y Libertad en 1917-1918 y se había continuado en Tierra Libre, Generación consciente. Elizalde, no obstante, se anuncia como profesor de ambas lenguas en el Ateneo Naturista Ecléctico del Clot en clases nocturnas para obreros de carácter gratuito.

Tenemos constancia de la publicación por la Librería Internacional de Paris, en 1926 aproximadamente, de un libro de Armand en español: Realismo e idealismo mezclados: reflexiones de un anarquista individualista. También en los años treinta aparece de la mano de Orto en Valencia uno de sus volúmenes más escandalosos: Libertinaje y prostitución: grandes prostitutas y famosos libertinos: influencia del hecho sexual en la vida política y social del hombre. En 1934 aparece en Madrid en la misma editorial Orto, Biblioteca de Documentación Social, uno de los libros más difundidos de Armand en español y que había aparecido en 1931 en Francia: Formas de vida en común sin Estado ni autoridad. Las experiencias económicas y sexuales a través de la Historia. El grueso volumen, de 400 páginas, recoge las experiencias de los “medios libres” o Comunidades que motivan en su tiempo una amplia discusión sobre su viabilidad, o no, en los medios anarquistas. La mayoría de la información proviene de la extensa correspondencia que mantenía Armand desde su revista l’En Dehors, ya que era un foro abierto a la narración y a la comunicación de todas estas experiencias. En el prólogo, Armand razona sobre su obra: “Desde el punto de vista individualista del anarquismo, parece difícil mostrarse hostil a seres humanos que, contando solamente con su vitalidad individual, intentan realizar todas o parte de sus aspiraciones... Además de que muchas Colonias han prolongado su existencia durante muchas generaciones, habría que preguntarse por qué motivo quieren, los adversarios de las Colonias, que éstas duren indefinidamente, niegan su utilidad y no las consideran convenientes. Toda Colonia que funciona en el medio actual es un organismo de oposición, de resistencia, cuyos componentes pueden ser comparados con las células; cierto número no son apropiadas para el medio y se eliminan, desaparecen... No hay que olvidar que, los miembros de las Colonias, han de luchar no solamente con el enemigo exterior (el medio social), sino también, en las actuales condiciones, contra el enemigo interior: prejuicios mal extinguidos que renacen de sus cenizas, laxitud inevitable, etc... Por otra parte, no puede comprenderse esta necesidad de duración indefinida, si se considera la Colonia por lo que ella significa: un medio, no un fin... Es igualmente un medio educativo (una especie de propaganda práctica), individual y colectiva”. El autor después de interesantes reflexiones sobre estos experimentos colectivos pasa a hacer una historia de estos intentos y nos ofrece una densa lista de todas estas experiencias y su localización en el globo terrestre. Pasa revista a una serie de “medios libres” no solamente anarquistas sino también de origen religioso o ateo, cooperativo: owenistas, fourieristas, henrigeorgistas; comunistas libertarios o colectivistas o individualistas asociacionistas. Armand escribe y recaba testimonios de los habitantes de las comunas y, lo que es más importante, populariza entre los medios obreros la posibilidad de nuevas formas de asociación y cooperación alternativas a la familia.

Armand con sus obras introduce en Europa algunas de las corrientes anarquistas comunitaristas y pacifistas más alejadas del sindicalismo revolucionario francés que había sido el que clásicamente más había influenciado todo el movimiento anarquista del estado español. Gracias a él se recuperan las líneas de pensamiento de Benjamin Tucker (1854-1939), del stirneriano John-Henry Mackay (1864-1933), de Morris Hillquit, Josiah Warren, etc. Y también, gracias a él, se recupera toda la larga tradición del comunitarismo libertario europeo dejada de lado en el movimiento obrero europeo a partir de la descalificación marxista del llamado “Socialismo científico” contra lo que se dio en llamar “Socialismo Utópico”. Armand revitaliza las ideas de Cabet, Owen y sobre todo de Charles Fourier, al dar noticias sobre las comunas creadas a partir de sus ideas. Es más, podríamos afirmar que todas las ideas de Armand sobre la libertad en materia sexual arrancan de las ideas del creador de la “Teoría de los Cuatro Movimientos” que fuera tan desprestigiado por algunos anarquistas “puritanos” como el mismo Proudhon. Fourier explica que el hombre ha de seguir los patrones dictados por un universo marcadamente sexual y que siempre se mueve en armonía, Fourier propone una nueva organización del mundo amoroso en que cada cual podrá expresar su individualidad en una pluralidad de encuentros que van a permitir todas las formas de amor de todos los tipos y asociaciones imaginables. Fourier aboga también por la liberación y promoción de la mujer y la equipara totalmente con el hombre adelantándose en mucho a su época. Sus ideas pasarán desapercibidas hasta que sean retomadas por algunos utopistas americanos y por Armand, que las relanza dentro de una órbita en la que permanecían en estado embrionario.

Armand establecerá fructíferas polémicas con otros individualistas anarquistas partidarios de la libertad sexual sin restricciones, un contrapunto interesante serán las polémicas con la librepensadora anarquista brasileña Maria Lacerda de Moura y con varios escritores más. A su manera, prosigue con sus experiencias de juventud como animador de las causeries libertaires de los anarquistas franceses A. Libertad y Paraf-Javal. Su incansable actividad como provocador y agitador del pensamiento ácrata europeo en línea con Fourier, Stirner, Tucker y MacKay está aún por recuperar.





Bibliografía compilada (fuente)





Ensayo



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