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SCCPP (2002-2007)

Libros, autores, cómics, publicaciones, colecciones...

SCCPP (2002-2007)

Nota Vie Abr 30, 2010 7:23 pm
Sabotaje Contra el Capital Pasándoselo Pipa (SCCPP)
(España, 2002-2007)

Portada
(página oficial)


Introducción

    [propio] Grupo político-artístico con inclinaciones situacionistas que diseñó e impulsó el conocido movimiento Yomango (2002 en adelante).

En SinDinero, el 6 de marzo de 2018, se escribió:Para quienes no lo sepan, el movimiento Yomango consistía en un movimiento artístico-subversivo que buscaba sabotear al capital pasándoselo pipa, para lo cual fomentaban los hurtos en superficies comerciales pertenecientes a multinacionales conocidas. La guías mencionadas pretendían instruir al usuario en todo tipo de técnicas encaminadas a cumplir el objetivo de “expropiar” con éxito a la corporación de turno. En cualquier caso ya han transcurrido unos cuantos años desde su publicación y quizá se hayan quedado desfasadas en cuanto a su utilidad práctica… pero mi interés en difundirlas responde más bien a su valor creativo y al mensaje ideológico que tratan de transmitir. Básicamente.

Iñaki Berazaluce, en "Yomango, la guía para mangar en los supermercados que financió (sin querer) el Ayuntamiento de Madrid", en Público, el 26 de abril de 2018, escribió:“Cuando un desconocido te regala un fuet, eso es Yomango”. Con esa frase, acompañada por la angelical cara de Winona Ryder, se abría el Libro Morao de Yomango, continuación del exitoso Libro Rojo de Yomango, que corrió de mano en mano entre los círculos más contestatarios de Madrid y BCN durante los albores del siglo XXI. Winona era entonces -y sigue siendo para muchos- la cleptómana por antonomasia, un rol que a partir de ahora encarnará Cristina Cifuentes, la ex presidenta choriza de la Comunidad de Madrid.

Los libros de Yomango eran unas pequeñas guías prácticas para exactamente eso: mangar en supermercados y grandes almacenes, desde un CD de Metallica hasta una crema antiedad de las que te dejan la cara como a Cifuentes: dura como el cemento armado. El Libro Morao y el Libro Rojo aún pueden encontrarse en formato pdf, aunque ten cuidado a la hora de seguir sus consejos, pues las medidas de seguridad de las tiendas han mejorado mucho en los últimos 20 años, en parte gracias a la lectura de los manuales de SCCPP por parte de los “monos” o guardas jurados.

Los libros de Yomango los firmaba una misteriosa organización que se hacía llamar Sabotaje Contra el Capital Pasándoselo Pipa (SCCPP), surgida en los entonces pujantes experimentos sociales en torno al Laboratorio (1, 2 y 3) en el barrio de Lavapiés. Uno de sus líderes era el artista David Fernández (más conocido como Tina Paterson), a quien entrevistamos para el libro de Strambotic (que usted puede mangar en la Cuesta de Moyano o en los saldos de la Casa del Libro) y que nos contó el curioso origen de los famosos manuales.

Los 20.000 ejemplares de cada uno de los libros fueron sufragados gracias a la (inconsciente) generosidad del Ayuntamiento de Madrid, gobernado entonces por el pepero Álvarez del Manzano. Una de las activistas de Yomango tenía línea directa con el consistorio madrileño y consiguió colar los gastos de la edición como un capítulo dedicado a una exposición sobre artistas emergentes. Eso explica la buena calidad de los manuales: un diseño exquisito sobre papel satinado.

Los libros corrieron de mano en mano entre okupas, marujas y publicitarios que veían aquello como algo extremadamente cool. Pero es que, además, sus recomendaciones técnicas eran acertadas: “Hasta la propia cadena Mango formaba a sus empleados en técnicas de hurto con los libros de Yomango”, recuerda David Rodríguez.

Pero Yomango no se quedaba en la teoría. Si los libros Rojo y Morado fueron su El Capital, la toma del Palacio de Invierno fue el asalto (simulado) al Carrefour de Aluche en la víspera de Navidad de 2004: «Por aquel entonces habíamos descubierto cómo activar y desactivar los pitas a voluntad. Fuimos al Carrefour de Aluche no para robar (eso ya lo hacíamos en el Champion de Lavapiés), sino para sabotear el centro en el día que más facturaba: el 24 de diciembre. El Carrefour tiene cuarenta y tantas cajas, así que entramos más de cincuenta con pitas desactivados escondidos en la ropa. Yo iba vestido de traje y compré una botella de sidra de un euro. Cuando pasé por la caja empecé a sonar. Minutos después empezaron a sonar las alarmas del resto de las cajas, para desconcierto del personal de seguridad. El resultado fue que se montaron unas colas gigantescas porque ninguna caja podía funcionar. Viendo la que se les venía encima, el Carrefour hizo lo más sensato: desconectar las alarmas y dejar salir a todo el mundo, momento que aprovechó el ‘comando jamón’ para salir con dos perniles de pata negra bajo sus gabardinas. Mientras íbamos camino del metro hacia la degustación del jamón, escuchamos las sirenas de la policía llegando al Carrefour».

Este ‘sabotaje contra el capital’ (pasándoselo pipa) fue el golpe más espectacular, pero no el único que dio Yomango durante la pasada década. David se refocila recordando otras acciones de ‘incautación’, como aquella vez que establecieron un ‘pasillo humanitario’ en la FNAC de Callao para atender las necesidades de los heavies: «En una reunión en el Laboratorio, un grupo de heavies se quejó del precio de los discos, así que decidimos montar un pasillo humanitario para que pudieran sacarlos gratis. Normalmente utilizábamos un señuelo —el que tenía más pinta de yonki— para distraer a los guardias, pero en esta ocasión utilizamos a un bebé, el hijo de Jordi [el Trotsky del SCCPP, para entendernos]. Metimos un pita en el pañal del niño y cuando se disparó la alarma, los heavies salieron cargados de discos. El pobre mono se volvía loco, porque no era el carro ni el padre, ¡sino el propio bebé el que sonaba!».

Quince años después, Winona vuelve a asomar sus ojazos de cleptómana degollada para pedir la libertad de su lejana compañera, Cristina Cifuentes, en este maravilloso cartel ideado por el diseñador Álvaro P-ff.





Bibliografía compilada





Publicaciones





Recursos de apoyo



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Nota Sab May 01, 2010 6:07 pm
Con motivo de la clausura del viejo foro yomango.net el 8 de julio de 2007, SCCPP escribió:Yomangantes del mundo, casi por estas fechas hace ahora cuatro años, yomango realizó su primera acción pública, su presentación en sociedad. Con motivo de aquella ocasión, yomango liberó de una sucursal de Bershka (de la cadena Inditex) un vestido muy feo que, por arte de magia, se vio transformado en una obra de arte.

Largo es el camino recorrido desde entonces, y muchas las aventuras vividas junto a esta marca. Con el paso del tiempo yomango se ha ido convirtiendo para mucha gente en un estilo de vida, una manera de relacionarse con el mundo (con el mundo capitalista) menos sufrida y más creativa. Para el grupo que inició esta andadura, uno de los objetivos claros fue siempre convertir yomango en una auténtica multinacional, hoy en día, con sucursales en países en tres continentes diferentes, podemos considerar el objetivo cumplido.

Otro objetivo de este grupo fue siempre también, dejar de existir como tal. Siempre entendimos que por un tiempo determinado, alguien debía tomar las responsabilidades que suponía emprender un proyecto de estas características, y así lo hicimos con mucho gusto, pero sin olvidar nunca que se trataba de una decisión temporal, y con fecha de caducidad, una decisión que se aceptaba tácticamente, siempre sabiendo que un día yomango se debería desprender del todo, y para siempre, de este grupo responsable, para pasar a ser lo que realmente es: una marca creada por y para la gente, sin ningún nombre ni persona detrás, una auténtica sociedad anónima (S.A.).

Pues bien, hoy es el día de cumplir con tal objetivo. Así que, desde esta página web anunciamos el cierre de este foro público para siempre. Ha llegado el momento de que alguien o algo tome el relevo, no podemos -ni debemos- seguir haciéndonos cargo de unas responsabilidades que no nos pertenecen. Vamos a borrar cualquier huella que pueda relacionar la marca yomango a cualquier persona física, o asociación, para que pase a ser, verdaderamente, un logo de todos y todas, una marca anónima a la que todo el mundo se puede asociar cuando y como le venga en gana. No os preocupéis, porque la decisión de cerrar este foro ha sido tomada teniendo en cuenta la necesidad de un tiempo prudencial para que la comunidad formada alrededor de él no se vea, no nos veamos, perjudicados. Así, pues, a partir de hoy, día 7 de junio, dejaremos pasar un mes antes de cerrarlo definitivamente.

Durante este tiempo, quien quiera tomar el relevo y abrir un foro dónde y como quiera, está en su libre derecho de hacerlo, seguro que toda la comunidad se lo agradeceremos enormemente, mucho es el conocimiento, la sabiduría y los trucos que por aquí se intercambian, y eso no debemos perderlo por nada del mundo. Respecto a todos los comentarios emitidos hasta el día del cierre, tampoco debéis preocuparos: se mantendrán siempre archivados en esta página y abiertos a ser consultados libremente por cualquiera, siempre que lo desee. Yomango.net quedará pues, a partir del día en que clausuremos el foro, como una página de referencia y consulta de lo que fue el movimiento yomango desde el día de su presentación pública hasta hoy. Animamos a todo el mundo a participar de este hilo en los próximos días, seguro que entre todos conseguimos inventar nuevas estrategias de seguir manteniendo este foro en otro sitio y bajo otras formas.

Escribid aquí, pues, todas las propuestas que se os ocurran. Por nuestra parte mandamos un abrazo a toda la comunidad que hace de yomango una marca capaz de cambiar la vida de tanta gente. Como dice uno de nuestros eslóganes preferidos: Yomango eres tú.

SCCPP, sobre el Libro Rojo, en 2005, escribió:Dedicado al Glan Padlecito y precedido de iluminadoras citas suyas, este Libro Rojo llega en el momento justo en que ya estábamos todos hartitos de tanto modernillo, tanta desobediencia de diseño italiano y tanta guerrilla de la comunicación. Flojeras todos.

El Libro Rojo nos vuelve a situar en el luminoso sendero de la acción directa, sendero éste que no por estar flanqueado de jamones, fuets y tintos de crianza deja de mostrarnos el camino correcto para combatir y aniquilar a los enemigos del Pueblo, que para eso están.

Este encomiable trabajo parece estar proclamando: ya basta de teatrillos, de acciones simbólicas y de manis cívicas: arramblemos con todo y comámonoslo a mayor gloria del proletariado y la revolución esa.

Consejos útiles, ilustraciones amenas y reflexiones las justas, forman este entrañable volumen que sin duda se convertirá en un clásico agitable de bolsillo. Ya hay quien lo usa para intentar ligar en la barra de los centros sociales, grupos de tiernos colegiales se aventuran en el Labo (que, por cierto, se queda en Lavapiés) para conseguir sus Hojas de Verdadera Sabiduría y no hay hijo de vecino que no pugne por tener su Libro Rojo.

En fin y como siempre decía Mao: "como sé que te gustan los rollos de primavera torraos, por debajo la puerta te los meto a puñaos...".

Nota Sab May 01, 2010 8:46 pm
fuente: https://www.rebelion.org/hemeroteca/cul ... 230403.htm



Entrevista con Sabotaje Contra el Capital Pasándoselo Pipa (SCCPP)

YOMANGO, tú mangas, él manga…



Isidro López y Carolina del Olmo

Ladinamo, nº 3, marzo-abril de 2003




Más que un colectivo, Yomango es una red que actúa en distintos puntos de la península e incluye diversos proyectos con un objetivo común: el sabotaje directo y cotidiano contra algunos de los puntales del capitalismo corporativo. ¿Cómo? Pues, sobre todo, mangando. Como dicen ellos mismos, mucha, muchísima gente está en Yomango sin saberlo. Si esto es arte o no, es una cuestión abierta. Nos reunimos con tres miembros de Yomango Madrid e intentamos, en primer lugar, aclararnos un poco:


Ladinamo: Yomango, Sabotaje Contra el Capital Pasándoselo Pipa (SCCPP), Fiambrera Obrera, ¿qué es todo esto?, ¿quién es esta gente?

Sabotaje Contra el Capital Pasándoselo Pipa (SCCPP): Algunos de nosotros formábamos parte de Fiambrera Obrera –un colectivo vinculado a la insumisión– y estábamos algo cansados del tipo de acción política al uso. Había uno que había estudiado Bellas Artes y que hacía performances y esas cosas y a partir de ahí se nos ocurrió empezar a mezclarlo todo. Pero lo cierto es que cada uno de nosotros viene de un sitio distinto; por ejemplo, para Yomango es muy importante la presencia de gente vinculada al mundo del hip hop. Y el verdadero punto de unión es, sin duda, el mangoneo. La idea de SCCPP, por su parte, surgió de un texto que preparamos a raíz de las movilizaciones de Génova y tras el buen rollo cívico que se respiraba en Barcelona, cuando comenzamos a buscar otro formato de acción. En cuanto a Yomango, sería una posibilidad de SCCPP, de sabotaje gozoso para el día a día, una manera de plantear el anticapitalismo en términos sostenibles.


LDNM: ¿Qué os parece que os metan en una sección de arte?

SCCPP: En principio nos da igual, aunque no es una cuestión sencilla. Hace ya mucho tiempo que debería ser obvio que las prácticas artísticas no se limitan a las Bellas Artes y que el arte, o como quieras llamarlo, tiene más que ver con modos de comportamiento, con acciones; pero también es cierto que sigue siendo un coto muy cerrado. Nos jode que, cuando nos llaman de universidades o museos para hacer talleres, nos den una palmadita en la espalda y nos digan: “Ah, vosotros sois los del arte activista”. Hay una tendencia muy molesta a normalizar ciertas situaciones, a quitar fuerza a lo que son acciones reales de sabotaje a base de etiquetas. Y no es eso. Hay que seguir dando por saco siendo conscientes de que todo lo que se está manejando por ahora es insuficiente.


LDNM: Yomango hace referencia a la marca de ropa Mango; hace algún tiempo manejasteis conceptos como ArtMani o Pret a Revolter. ¿A qué se debe la elección de motivos relacionados con el mundo de la moda?

SCCPP: A diferencia de las estrategias, que se ponen en marcha cuando eres tú el que defines el terreno en el que te mueves, las tácticas se emplean cuando tu carencia de recursos te obliga a actuar en el terreno que te ha marcado el enemigo, a plegarte a ese terreno: la música, la moda. En ese sentido, no se trata de una elección casual. Además, tanto Pret a Revolter como Artmani eran acciones destinadas a alertar sobre el momento en que el capitalismo cultural, bajo la forma de la diseñificación de todas las cosas, iba a asumir el movimiento antiglobalización. Por otra parte, una de las líneas de trabajo que estamos desarrollando con Yomango y que entra de lleno en el terreno del diseño de moda es la de sacar una línea de ropa y complementos; fabricar materiales para mangar –bolsas aisladas que anulen la radiofrecuencia de los “pitadores” [las alarmas de las tiendas], ropa con bolsillos ocultos– o equipamiento para manifestaciones.


LDNM: El humor parece ser un componente importante en vuestras acciones. ¿Creéis que tiene una vertiente especialmente subversiva?

SCCPP: Simplemente no lo concebimos de otra manera. A veces con un buen chiste la gente comprende mucho antes. Aunque hay que matizar: es preciso ir más allá del planteamiento del humor como herramienta, hay que tomárselo en serio y darse cuenta de que es una forma de pensar políticamente. No se trata de remozar el rollo de siempre, eso sería algo así como un Vaticano II. Los zapatistas han sabido darle alguna vuelta a estas cuestiones; sus planteamientos siempre han ido más allá de la distinción entre fines y medios, herramientas y objetivos, tácticas y estrategias. Y eso es lo que nos interesa.


LDNM: ¿No os da miedo que vuestra reivindicación del gozo cuadre demasiado bien con el aspecto lúdico del capitalismo cultural?

SCCPP: Bueno, algo sí, pero lo que más miedo nos da es la inflación de formas de acción simbólicas. Nosotros siempre hemos hablado de acción directa, lo que quiere decir que las decisiones, las operaciones, la distribución es siempre horizontal y que tiene que haber una efectividad. Que te lo pases bien pero que tus acciones generen un daño real. Si mangas un jamón partiéndote la caja, pues adelante; es mucho más interesante que hacer una performance sobre el chapapote. En ese sentido, no vemos que el problema sea tanto el de usar lenguajes gozosos y divertidos cuanto el de conformarse con un tipo de acción simbólica y retórica que suele ser identitaria y autocomplaciente, un tipo de acción supuestamente política que se queda en una mera afirmación del enésimo gueto. Restringir a eso la creatividad es la misma mierda que restringirla a un museo o una galería, aunque muchas veces la gente no se dé cuenta. Por lo demás, ponernos dramáticos tampoco iba a arreglar nada…


LDNM: Se habla a menudo de la asimilación por parte del mercado de las distintas prácticas artísticas o políticas. ¿Evitáis los canales comerciales como forma de escapar a esa instrumentación?

SCCPP: Bueno, lo más cerca que hemos estado de eso que llamáis canales comerciales es la financiación que hemos recibido de la Fundación Caja Madrid o del MACBA para algún proyecto y siempre hemos hecho lo mismo: currárnoslo sin gastar un duro y luego emplear el dinero en otras cosas. Vamos, que nosotros pasamos de ese puritanismo de no querer tocar ni un duro de un museo… Preferimos emplearlo para otros fines, aunque siempre políticamente y con transparencia.


LDNM: Tanto las Rap Sesiones que organizáis en el Laboratorio 3 como la idea de Yomango atraen a un público muy joven y ajeno en cierto modo al mundo de la política, de las okupaciones, ¿no os llama la posibilidad de captar a toda esa gente para el activismo político?

SCCPP: Por supuesto, pero no se trata de intentar controlar a la gente, ni tampoco de instrumentalizar la música. Obviamente hay muchas formas de entrarle a la gente, algunas divertidas como nuestras fichas y panfletos con los consejos para mangar (muchos de los cuales, por cierto, los hemos aprendido del público de las sesiones de hip hop). Lo cierto es que nos habíamos planteado la posibilidad de intervenir en campos que no estuvieran directamente marcados por el activismo. Y no habíamos previsto llegar tan rápido a un público tan amplio. Pero en ningún caso se trata de aprovechar para meterle a la gente a la que le gusta la música las cosas de siempre.


LDNM: Algo hemos oído de unas acciones que habéis hecho estas Navidades. ¿Podéis explicarnos cómo fueron?

SCCPP: Durante los días del jaleo de las compras navideñas, nos juntamos en Sol un montón de gente y aprovechamos que estaban repartiendo bolsas del Ayuntamiento con información sobre los derechos de autor para meter dentro pitadores; se montó el cachondeo padre. Otra acción consistió en petar las cuarenta cajas del Carrefour de Aluche el fin de semana antes de Navidad; repartimos pitas entre la gente (entre otras cosas, pillamos en el Instituto de la Juventud unos 800 condones y metimos allí los pitas para repartirlos) con la intención de paralizar el máximo tiempo posible todas las cajas. Los guardias de seguridad andaban como locos… Fue tan caótico que tuvieron que desactivaron los sistemas de seguridad. En el futuro queremos seguir experimentando con estas cosas. Uno de los lemas que utilizamos en nuestros panfletos, “Conoce y disfruta tu entorno comercial”, va precisamente por ahí, por la posibilidad de servirse de los grandes centros comerciales –que la gente usa como auténticos centros sociales en los que pasa todo su tiempo libre– como terreno de acción política. Creemos que puede dar mucho juego.

Nota Sab May 01, 2010 9:13 pm
fuente: http://translate.eipcp.net/transversal/0307/yomango/es



¿Qué fue de Yomango?

15 respuestas a un cuestionario



Yomango

Translate // Agosto de 2008




Una chica italiana muy simpática, que trabaja para una gran empresa de moda cuyo nombre no se atrevió a darnos, propuso a Yomango una encuesta como parte de la investigación para su tesis doctoral, en agosto de 2008. Yomango, que nunca tuvo nada que ocultar (más bien, Yomango consistió siempre en la magia de des-ocultar), después de varios años sin hacer declaraciones públicas, le cuenta todo sobre su pasado y su presente, en esta exclusiva y rara entrevista que también podría haberse titulado: "La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad sobre Yomango". Respondió por Yomango su habitual portavoz múltiple Paul Bannister.


1.

Aunque el proyecto Yomango se presenta públicamente por vez primera en el año 2002, las ideas que le dan origen llevaban ya tiempo circulando, y si se excava en la historia de la cultura que se denomina (con poca imaginación) "alternativa", se pueden encontrar todo tipo de esbozos y antecedentes, algunos tan excepcionales como los Yippies y el libro Steal this book ("Roba este libro"), recopilado hace ya cuarenta años por ese activista genial que responde al nombre de Abbie Hoffman. En cualquier caso, la idea de Yomango, es decir, la de poner en marcha una multinacional dedicada a una forma de desobediencia civil que opere en el interior de las grandes superficies comerciales, se vino a desarrollar más o menos alrededor de 2001-2002. Obviamente, la experiencia de algunas de las personas del grupo originario en acontecimientos como las contracumbres antiglobalización, y en especial tras las manifestaciones contra el G-8 en Génova (julio de 2001), jugó un papel importante a la hora de definir la idea de Yomango.


2.

Los lugares de encuentro de Yomango eran, al inicio, reuniones semanales, junto con workshops celebrados irregularmente. En ese momento fundacional, el núcleo duro de la comunidad Yomango en Barcelona se creó, de hecho, a partir de talleres. Pero cuáles eran en concreto los primeros lugares de encuentro no es un dato relevante, si bien, obviamente, se trataba de espacios de la cultura de base o de los movimientos sociales de la ciudad de Barcelona.


3.

Como toda franquicia respetable, Yomango ha tenido "filiales" o "nodos" en Alemania, México, Chile, Argentina... y muchas otras filiales o acciones puntuales de las que puede que el grupo que originalmente irradió el proyecto nunca tuviera conocimiento. Pero eso sí: si bien las grandes empresas comerciales ceden su logo en franquicia controlando estrictamente qué se puede y qué no se puede hacer con él (en general, no se puede hacer nada más allá de lo que dicta la empresa "madre": MacDonalds, Benetton...), la política de Yomango siempre fue dotar de la máxima libertad a quienes lo adquirían como logo, animándoles a expresar al máximo su creatividad: es así que el propio nombre Yomango ha sido incluso sustituido por otros en muchos otros casos: Umsonst, Pinche Empalme... E incluso en algunos de los casos en los que el logo "Yomango" se ha preservado, su sentido ha sido de todas maneras resignificado (el origen del término, "mangar", sólo se entiende en España y un poquito según dónde en América latina).

Aunque el nombre Yomango suene parecido al nombre de una conocida empresa transnacional de moda joven, las acciones, ciertamente, desde el principio, no sólo se dirigieron hacia las multinacionales de ropa de moda; Yomango existe en todo tipo de empresa multinacional que se basa en el concepto de cadena comercial, en particular en aquellas que tienen su base en las grandes superficies comerciales (malls, centros comerciales, cadenas de negocios en franquicia...).


4.

Nosotros no hablábamos de "mangar" (= robar, en español de la calle), sino de "yomangar", para diferenciarnos del simple acto de "robar" o "hurtar"... El espíritu de Yomango no es consumista, y el acto de magia que se pone en acción, consistente en un momento de liberación Yomango (la magia de hacer desaparecer y reaparecer las cosas), escapa de la dicotomía legal-ilegal.


5.

Obviamente sí, muchas veces la gente Yomango en todas partes ha sido detenida por los guardias de seguridad o por la policía, tanto individualmente como en el marco de acciones colectivas. Eso forma parte del juego y, en tales casos, lo que se debe hacer es comportarse de la manera más adecuada, conociendo cuáles son nuestras limitaciones, pero también nuestros propios derechos, y actuando, por así decir, de un modo "táctico".


6.

Por regla general es difícil acabar en la cárcel por una acción Yomango (al menos en Europa), dado que se trata de un delito leve cuando lo que está en juego son importes inferiores a unos pocos cientos de euros (en España, el límite por debajo del cual el "hurto" no es punible como un delito penal, son 500 Euros). En los casos en los que sí se trata, a pesar de todo, de un delito merecedor de un castigo penal, que yo sepa, en ningún país europeo está prevista la cárcel. Casi siempre, en el peor de los casos, los asuntos legales Yomango se saldan con una multa. Eso no quiere decir que no se hayan dado casos pesados, y especialmente difíciles de sortear legalmente.

Sea como fuere, el objetivo de Yomango nunca ha sido desafiar la legalidad, sino más bien el de "pasar por debajo del radar", por decirlo de alguna manera. El mensaje de Yomango no es: "legalícese el hurto", sino más bien: "el hurto existe y no se trata de una perturbación psíquica individual, ni de ningún tipo de pseudo-cleptomanía: hemos de hacerlo visible y transformarlo en un mensaje, en una historia, en un momento de reapropiación de aquellas cosas que la publicidad no para de prometer pero nunca cumple".


7.

¿¡Que si Yomango ha logrado atemorizar en algún momento a las grandes empresas!? ¡Claro que sí, y tenemos pruebas! (Entre otras: algunas denuncias de bufetes de abogados que trabajan para multinacionales. Por fortuna, esas denuncias, después de largos procesos, han sido por lo general archivadas por los jueces.)


8.

Yomango no se ha postulado nunca como un modo de acción alternativo o incompatible con otros. Las ideas y las formas de boicot o de manifestación pueden ser por supuesto muchas, y casi todas nos resultan, en principio, válidas. Yomango, como buena marca, entra en competencia con las otras grandes marcas, pero nunca con las prácticas de protesta.


9.

¿Cómo se justifica el acto de robar a la gente?, es una pregunta que a Yomango se le ha hecho con frecuencia. Pero, ¡por supuesto que Yomango no roba a "la gente"! Sirve para mostrar que detrás de las grandes empresas del comercio transnacional y de las grandes cadenas comerciales no hay gente, propiamente hablando. Todo el sistema de las mismas es absolutamente impersonal, tanto en lo que se refiere a la inexistente libertad de empresa, de la cual carecen los titulares de los negocios en franquicia (los cuales deben asumir por sí solos los riesgos empresariales y repartir las ganancias con la empresa "madre", sin poder ejercer de ninguna manera su propia creatividad), como en lo que se refiere a las consecuencias directas de la "pérdida desconocida", que es el simpático eufemismo que en los negocios se aplica a los productos que, a la hora de hacer los inventarios, "faltan" sin haber sido vendidos.

Más aún, en muchas ocasiones, los momentos Yomango han estado apoyados, favorecidos o directamente propiciados por trabajadores de estas grandes cadenas, algunos de los cuales se han convertido en miembros activos de los grupos promotores de Yomango.


10.

Muchas veces se nos ha planteado este dilema: ¿no sería mejor protestar simplemente mediante la negativa a comprar en determinadas cadenas, en lugar de contribuir a su centralidad, consumiendo sus productos, sean comprados o hurtados? Y Yomango podría responder con otra pregunta: ¿no sería mejor tener simplemente empresas más humanas, con productos que no provengan de países ni de fábricas sobre las que no tenemos ninguna posibilidad de controlar si producen o no de acuerdo con criterios justos; no sería mejor tener la posibilidad de decidir autónomamente, y no de forma inducida, nuestros criterios sobre qué es lo que necesitamos, qué nos resulta nuevo, dónde está la calidad; o tener nuestros propios criterios sobre la moda sin que alguien nos los imponga desde la oficina de la sede central de una gran multinacional? Sabemos que, hoy día, decidir entre cadenas buenas y cadenas malas se hace difícil... Yomango, por tanto, no distingue entre cadenas: lo que pide es, justamente, no obviarlas, sino afrontar su existencia y romper todas nuestras cadenas.

(Un inciso: lo que aquí se quiere afirmar no es que sea del todo imposible crear comercio a gran escala que esté basado en un funcionamiento respetuoso con el medio ambiente, con los productores, con los trabajadores. Lo que sucede es que, en esa gran escala, parece que nadie te dejaría hacerlo...).


11.

Efectivamente, en tiempos de crisis, es difícil que la gente se sustraiga a comprar los productos muy económicos de Zara o Mango. Eso es cierto, pero... también lo es que, si barata es esa ropa cuando la compras, ¡Yomango te la da gratis!

Se supone, por tanto, que la gente compra ropa "barata" de las grandes cadenas porque pagar por una ropa o por productos singulares y más creativos sale caro: pero resulta que la creatividad, sí, sale cara cuando se compra, ¡pero muy barata cuando se ha de vender a las grandes empresas! He ahí la paradoja por la cual la creatividad de la que se apropian las grandes empresas multinacionales y las grandes cadenas, a medio y largo plazo, nos sale muy cara. Porque, por el lado del consumo, reduce la "creatividad" de la gente al mero uso de la tarjeta de crédito. Y por el lado de la producción, aplica a cualquier acto de creación una optimización económica de una escala enorme, pagando muy poco a muchos "creativos", los cuales juegan un papel apenas marginal en todo el proceso de valorización: se limitan a ser explotados en su trabajo de re-crear u optimizar, para la empresa, los "nuevas tendencias" que generan ganancias asombrosas. ("Nuevas tendencias" cuyo origen, todo sea dicho, no suele estar en las propias empresas ni solamente pertenece a dichos creativos, sino que reside "ahí fuera": se trata de un bien colectivo, por tanto, "robado" por las empresas para ser explotado. Yomango siempre ha dicho: "la propiedad y la apropiación [comercial, privada, intelectual] son el robo".) A estos sujetos "creativos", que suelen ser jóvenes y llenos de entusiasmo, se les mantiene en un estado de precariedad laboral y se les somete a un chantaje psicológico constante: "¿quieres ser creativo en un mundo difícil como el de hoy? Entonces, hazlo para nuestra empresa, o quédate en la calle".

Yomango se puede entender también, así, como el primer eslabón de una nueva forma de creatividad, basada en la iniciativa personal, pero al mismo tiempo compartida y puesta en común; en el reciclaje y en la libre circulación de ideas y bienes; en la felicidad colectiva como precondición indispensable de la felicidad personal.


12.

Internet ha sido, para la difusión de Yomango, no sólo importante, sino fundamental. La primera fase de Yomango (presentación de la marca) estuvo basada casi exclusivamente en el espacio físico de la ciudad y en el espacio de los medios de comunicación de masas. Pero a partir de ahí, Yomango se transformó en una marca viral con el objetivo declarado de llegar a perder el control de sí misma, cosa que puntualmente pudo lograrse gracias a la extraordinaria potencia de la red de redes: gracias, en definitiva, al foro de discusión y de compartición que Yomango instaló en internet, y al sitio web para la difusión de noticias, modelos, información, textos e imágenes de libre difusión.

Ese sitio web, digamos "histórico" (http://www.yomango.net), se congeló, efectivamente, el 7 de julio de 2007: pero eso no significó el fin de Yomango como marca ni como estilo de vida. Su congelación (que no desaparición) se debió a que muchas cosas habían cambiado en el mundo con respecto al año 2002, incluyendo, por supuesto, las vidas de las propias personas que originalmente impulsaron Yomango y las de quienes mantenían la web. En una escala macro, afortunadamente, hemos asistido al crecimiento exponencial de la conciencia colectiva mundial sobre ciertos fenómenos ligados a la hiperexplotación de los recursos tanto humanos como naturales o ambientales. Al mismo tiempo, muchas prácticas de interferencia cultural como Yomango han salido a la palestra, logrando infiltrarse tanto en los medios de comunicación oficiales como en el mundo del arte y de la cultura; logrando además contaminar incluso la propia cultura del comercio (la cual, como sabemos, ahora se ha reapropiado malévolamente de lenguajes y técnicas alternativas de propaganda, lo que pone en cuestión la efectividad de algunas de nuestras tácticas de las dos décadas pasadas).

Hay quienes ven todo esto último como una pérdida de la pureza de las formas de guerrilla comunicativa o de subversión cultural originales. Yomango piensa que, al contrario, se trata de una demostración de que ciertas ideas y prácticas tenían que resultar victoriosas. De lo que se trata no es de bajar la guardia por optimismo o derrotismo, sino de pensar los pasos siguientes. En lo que respecta a los núcleos de Yomango y similares que continúan activos en varias ciudades de todo el mundo, me parece a mí que todos han venido siguiendo, aproximadamente, las mismas reflexiones y un recorrido parecido, obviamente con diferencias que se deben a las diversas vidas individuales y los contextos muy heterogéneos entre sí.

En definitiva, el sitio web original se ha transformado y ya no es un foro activo sino un profuso centro de documentación. Y Yomango sigue siendo un estilo de vida más allá del antiguo foro online. Acciones al viejo estilo espectacular, ya apenas se hacen; pero eso no excluye que no se puedan hacer, en cualquier lugar, en el futuro; sobre todo porque no son tan difíciles y... we are everywhere!

(Para conocer otros sitios web de la comunidad mundial Yomango... ask Mr. Google!, y consúltese el punto 15 de este cuestionario.)


13.

Seguramente, Yomango ha servido para activar una cierta reflexión colectiva sobre el papel que juega el consumo en nuestras vidas. Cuando digo colectiva, obviamente no me refiero a "la gente" o a "la sociedad en general", sobre todo porque, en la época en que vivimos, resulta problemático utilizar categorías tan genéricas. Yomango, como muchísimos otros fenómenos comunicativos contemporáneos, ha funcionado de un modo viral en el seno de varias comunidades. Por tanto, no sólo ha ayudado a pensar de forma crítica, sino también a pensar de manera práctica, creativa, irrespetuosa y rupturista. Por lo demás, si no se es irrespetuoso frente a lo existente, si no se patea el tablero de juego, ¿cómo se puede ser de verdad creativo?


14.

¿Un mundo sin logos? Yomango no sabe bien ni nunca se ha dedicado a pensar cómo podríamos deshacernos por completo de los logos, porque Yomango es él mismo, hablando con propiedad, un logo, que tiene sus propios eslóganes publicitarios (obviamente, todos yomangados: "Connecting people", "Porque tú lo vales", "¿Lo quieres? Lo tienes", etcétera). Si lo pensamos un poco, nos damos cuenta de que un logo es en primer término sencillamente una marca de reconocimiento que se aplica a la producción de ciertos bienes o servicios, y su función se amplía posteriormente hasta convertirse en un signo de pertenencia para quienes lo portan o consumen; un signo de identificación que funciona sobre la base de una idea, o mejor dicho, de una "historia" que en él se condensa. La intuición de Yomango (pero también de otros muchísimos, en estos últimos años), fue caer en la cuenta de que debíamos intentar crear logos —ideas, historias, formas de pertenencia— que no sean decididos por sólo unos pocos, en una oficina centralizada, para el consumo de muchos. ¿Yomango como una propuesta de crear "logos desde abajo"? No está mal como idea, ¿verdad?



15.

Yomango:
http://www.yomango.net
http://www.yomango.net/links/amigos
http://www.yomango.net/links/inspiracion
http://translate.eipcp.net/transversal/0307/raunig/es

Umsonst:
http://info.interactivist.net/node/4588
http://www.berlin-umsonst.tk
http://translate.eipcp.net/transversal/ ... ngieser/es

Compartiendo Capital:
http://compartiendocapital.org.ar

Pinche Empalme Justo:
http://www.pinche.com.ar

Negozi gratis:
http://es.wikipedia.org/wiki/Tienda_gratis
http://www.productosgratis.blogspot.com


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