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ZHÚKOV, Gueorgui (1896-1969)

Libros, autores, cómics, publicaciones, colecciones...
Gueorgui Konstantínovich Zhúkov

Portada
(wikipedia)


Introducción

En Biografías y Vidas se escribió:(Georgi o Gueorgui Konstantinovich Zhúkov; Strelkovka, actual Rusia, 1896 - Moscú, 1974) Militar soviético. Hijo de humildes labradores, el general Georgi Zhúkov se convirtió, con toda justicia, en un héroe de la Unión Soviética. En agosto de 1939 fue el artífice de la mayor derrota japonesa en la frontera de Manchuria, y, tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), de la decisiva victoria en la batalla de Stalingrado (2 de febrero de 1943).

En 1941 Stalin, necesitado de militares capaces, lo llamó para reorganizar la defensa de Moscú, amenazado por el avance alemán. Sus brillantes maniobras y la pronta llegada de refuerzos procedentes de Siberia, que dejó al descubierto las defensas orientales de Rusia, consiguieron rechazar al ejército alemán a las puertas de la ciudad.

A finales de 1942, Georgi Zhúkov se hizo cargo del frente de Stalingrado, escenario de una de las más sangrientas batallas de la guerra, donde planeó la espectacular contraofensiva del Ejército Rojo que consiguió cercar al VI Ejército alemán, al mando del mariscal Friedrich von Paulus, en el interior de la propia ciudad, y lo obligó a rendirse.

Las victorias de Zhúkov supusieron un punto de inflexión en el desarrollo de la guerra, ya que infligieron una de las primeras derrotas a las fuerzas alemanas, cuyo avance hasta el momento había sido casi imparable. Bajo su mando, los rusos consiguieron detener el último gran asalto alemán en Kursk, momento a partir del cual la marcha del Ejército Rojo sobre Alemania adquirió un ímpetu irresistible.

En el tramo final de la guerra, Georgi Zhúkov mandó el ejército ruso que tomó la capital de la Alemania nazi. En los últimos años del gobierno de Stalin fue relegado a un segundo plano, pero tras la muerte del dictador su figura se vio rehabilitada y fue reconocido el hecho de que jamás sufriera una derrota a lo largo de su dilatada carrera militar.





Bibliografía compilada





Ensayo





Relacionado:



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Nota Jue Jun 05, 2008 8:30 pm
Extracto de las últimas palabras del libro:

El Estado soviético nació con la palabra "paz" en los labios. Entonces hubo quien trató de interpretar nuestro llamamiento a la paz como un síntoma de debilidad. El mundo viejo respondió a la aparición del primer Estado socialista con la intervención, con el desencadenamiento de la guerra civil, el bloqueo y el hambre.

Desde entonces ha transcurrido más de medio siglo. En el mundo se han consumado cambios radicales: se formó el sistema socialista mundial, fueron destruidos los pilares del colonialismo. Nuestro país ha crecido, se ha robustecido. Hoy hasta nuestros detractores empedernidos no se atreven a decir que la URSS es una potencia débil. Pero, igual que en los primeros días de existencia del Poder soviético, la lucha por la paz continúa siendo el contenido principal de nuestra política exterior.

Los grandes sacrificios hechos por nuestro pueblo en la Gran Guerra Patria no fueron estériles. Como resultado de la victoria se estableció una nueva correlación de fuerzas en el mundo en la que a los círculos imperialistas reaccionarios ya no les es tan fácil desencadenar un nuevo conflicto mundial.

En cada etapa del desarrollo histórico el Partido Comunista traza cuidadosamente en correspondencia con la cambiante situación internacional el programa de su actividad política exterior llamada a asegurar la edificación pacífica de nuestro Estado de todo el pueblo, a contribuir al buen desarrollo del proceso revolucionario mundial y a fortalecer la base de la lucha por la paz y el progreso social para todos los pueblos. En el XXIV Congreso del PCUS la inteligencia colectiva del Partido elaboró el Programa de paz.

Este programa destaca los problemas internacionales cruciales decisivos e inaplazables por su carácter, que tienen importancia de principio para los destinos de la paz. El programa formulado por el PCUS presupone un sistema de acciones claramente determinado, meditado y lógicamente vinculado. Es una ofensiva frontal bien preparada en las principales direcciones de la moderna política mundial en bien de la paz y de la seguridad de los pueblos.

La peculiaridad cardinal del Programa de paz consiste en que va dirigido no sólo a los gobiernos, sino también a los pueblos. Es afín a las masas populares porque da respuesta eficiente a las cuestiones más candentes de la vida internacional, yeso le ha asegurado el apoyo de los Estados adictos a la paz, de multitudinarias masas populares en el mundo entero.

Los soviéticos aprobamos y respaldamos sin reservas la infatigable actividad del CC del PCUS y del Gobierno soviético para realizar el Programa de paz. Precisamente gracias a estos esfuerzos, apoyados por todos los hombres de buena voluntad, se puso fin a la agresión de los EE. UU a Vietnam. Precisamente gracias a estos esfuerzos se produjo un importante viraje en los asuntos políticos internacionales: de la guerra fría a la distensión, a la coexistencia pacífica de los Estados con diferente régimen social.

Hablando en propiedad, siempre existió la posibilidad de desarrollar las relaciones entre la URSS y los países occidentales, incluidos los EE.UU., sobre los principios de la coexistencia pacífica. Esta posibilidad parecía particularmente favorable en los primeros años de posguerra. Nos habíamos batido hombro a hombro contra el enemigo común. En aquel tiempo a muchos - a mí entre ellos - nos parecía que después de la guerra las relaciones entre los participantes de la coalición antihitleriana se caracterizarían por la confianza y la cooperación en bien de la paz y de la seguridad de los pueblos. En efecto, si nuestra cooperación había desempeñado el papel decisivo en la victoria sobre el enemigo común, ¿por qué no podía profundizarse y extenderse después de terminada la guerra?

Pero en el mundo aparecieron fuerzas antipopulares a las que les convenía encauzar las relaciones internacionales por la vía de la agudización de la tirantez y de la guerra fría. Y se necesitaron decenios para que los dirigentes de varios países occidentales comprendieran que la política de fuerza carece de perspectivas.

La Unión Soviética es un Estado pacífico. Los objetivos grandes y pequeños de nuestro pueblo se reducen a una sola cosa: edificar el comunismo en nuestro país. Para ello no necesitamos la guerra. Pero, cuidando y protegiendo el trabajo de paz de los soviéticos, debemos estudiar la experiencia militar de la defensa de la Patria socialista, tomar de ella lo que ayude a asegurar con la mayor eficacia la defensa de la Patria. No hay que olvidar jamás que mientras exista el imperialismo perdurará la posibilidad de estallido de una nueva guerra mundial.

Quisiera que este libro lo leyeran con particular atención los jóvenes. Nosotros, la vieja generación, sabemos bien lo que nos ayudó a soportar la embestida de una fuerza colosal. Pero los jóvenes todavía tienen que comprenderlo.

Quiero decir una vez más al joven lector: seríamos unos simplones si no respaldáramos los esfuerzos para mantener la paz con la disposición a defender nuestra Patria, nuestro régimen social, nuestros ideales, Como se dice, la pólvora debe estar permanentemente seca. La esperanza del pueblo ya no somos nosotros, que dimos todo lo que pudimos en las pasadas batallas, sino la nueva generación, la joven generación. Mi llamamiento a vosotros, los jóvenes, es: ¡estad siempre alerta! Un día de retraso en la pasada guerra nos costó muy caro. Hoy, en caso de crisis, la cuenta puede ir por segundos.

¿Cómo quisiera veros a vosotros, los defensores de la Patria? Con conocimientos y aguante. Hoy el Ejército está dotado de una técnica sofisticada. Es mucho más difícil estudiarla que en los años de mi juventud. Entonces era más sencilla. Cada época plantea ante los militares sus tareas. La moderna técnica la pueden dominar hombres preparados y bien instruidos en todos los aspectos. ¡Estudiad!

Yo exhortaría también a nuestra juventud a tratar cuidadosamente todo lo relacionado con la Gran Guerra Patria. Es muy necesario estudiar la experiencia de la guerra, reunir documentos, fundar museos y erigir monumentos, no olvidar las fechas memorables y los nombres gloriosos. Pero es importante sobre todo recordar que entre vosotros viven ex soldados. Tratadlos con solicitud.

Yo vi muchas veces cómo los soldados se alzaban al ataque. No es fácil incorporarse en toda la talla cuando el aire está saturado de mortífero metal. ¡Pero ellos se levantaban! Y eso que muchos apenas habían probado el sabor de la vida: ¡19 o 20 años, la flor de la vida, cuando para el hombre todo está por delante! Y para ellos con mucha frecuencia delante sólo había un blindaje alemán que vomitaba fuego de ametralladora.

Naturalmente, también conocieron la alegría de la victoria en el combate, la amistad de armas, la ayuda mutua en el campo de batalla, la satisfacción de saber que cumplían la sagrada misión de defender la Patria.

El soldado soviético soportó entonces duras pruebas. y hoy las viejas heridas se dejan sentir, les falla la salud. El ex combatiente no se os quejará, no es ese su carácter. Sed vosotros mismos atentos con él. Sin ofender su orgullo tratadlo con sensibilidad y respeto. Es una recompensa pequeñísima por todo lo que hicieron para vosotros en los años 1941,42, 43, 44 y 45.

Escritas estas palabras, he pensado: ¿no concluyo el libro con minucias? Pero inmediatamente he desechado ese pensamiento. ¡No son minucias! En la guerra existía un orden riguroso: por difícil que fuera a los heridos había que sacados sin falta del fuego. En eso se manifestaba el desvelo no sólo de salvar la vida humana. Eso mantenía la fe de los que marchaban al combate: me pase lo que me pase los compañeros no me abandonarán. Recordar a los caídos, tratar con sensibilidad al inválido de guerra es sostener esa misma sublime moral.

Siento que mi conclusión se ha convertido en una conversación con la juventud. Más vale así. Los jóvenes tendrán que continuar nuestra causa. Es muy importante que aprendan de nuestros yerros y de nuestros éxitos. La ciencia de vencer no es una ciencia sencilla. Pero quien aprende, quien aspira a la victoria, quien lucha por una causa en cuya razón cree, siempre vence. Me he convencido de ello a través de muchas enseñanzas de mi propia vida.

Comencé el libro relatando mi infancia. Y ahora, al hacer balance de todo, me recuerdo otra vez de chiquillo. ¿Qué giro habría tomado la vida si no se hubiera consumado la Revolución de Octubre?

La revolución me dio la posibilidad de vivir una vida completamente distinta, espléndida, interesante, llena de profundas emociones y grandes hechos. Siempre sentí que era necesario para la gente, que estaba en constante deuda con ella. Y eso, si se piensa en el sentido de la vida humana, es lo principal. Mi suerte es sólo un pequeño ejemplo en la suerte común del pueblo soviético.

Al repasar todos los jalones de mi vida considero como el principal el que marca el comienzo de la cuenta que todos llevamos. ¡La revolución! La revolución dio a cada uno la posibilidad de probar sus fuerzas, de buscar, de comprender que es una parte del potencial creador del pueblo. Y cuando llegó la hora de defender esta principal conquista, sabíamos por lo que nos batíamos.

"Jamás podrá ser derrotado un pueblo en el cual, los obreros y campesinos saben, sienten y ven que luchan por su propio poder, por el Poder soviético, el poder de los trabajadores, por la causa cuya victoria les asegurará a ellos y a sus hijos todos los beneficios de la cultura y todo lo que ha sido creado por el trabajo humano.43"

Eso lo dijo Lenin. No he encontrado palabras mejores para terminar el libro.

La llegada a la dirección del Partido en la URSS de las corrientes revisionistas y reformistas trajo como consecuencia la paulatina desintegración del Socialismo en este país y el desastroso retorno al sistema capitalista en Rusia y en las exrepúblicas soviéticas. ¿Cómo se logró que un gran pueblo forjado en la construcción y defensa del Socialismo llegara a aceptar pacíficamente la entrega del poder obrero-campesino a la nueva burguesía rusa y al imperialismo? Es muy común en el pensamiento burgués tratar de “demostrar” la desaparición del socialismo en la URSS como el producto de su propia esencia; se suele decir: “cayó por su propio peso”. Sin embargo un serio y riguroso análisis de la historia interpretada dialécticamente indica que el Socialismo en la URSS fue atacado desde todos los frentes posibles a partir de sus propios inicios. Este ataque no solo se realizó con guerras y bloqueos sino con la penetración burguesa ideológica en las filas del Partido Comunista, con tergiversaciones históricas, burdas interpretaciones de la teoría marxista-leninista y consecuente desideologización del proletariado.

Resulta interesante constatar que justamente la época de más auge del desarrollo socialista y de la demoledora victoria sobre el fascismo imperialista europeo ha sido el período histórico más manipulado y tergiversado por la historiografía burguesa. Pero no solamente esto ocurrió en el mundo occidental, sino que fue pasto de las vacas demagogas traidoras que se sintieron cómodos dentro de ese Partido que tanto Lenin y Stalin habían defendido, una vez que este último murió. Precisamente la personalidad de Stalin se convirtió en la diana que más ha sufrido la acción del virus revisionista. No solo hicieron caer sus estatuas sino su gloria a los ojos del pueblo que siguió su dirección.

Treinta años después del golpe jruchovista y de la penetración revisionista en la dirección del Partido, al parecer la sociedad soviética ya estaba preparada para darle el golpe de gracia. Y claramente, el legado de la Revolución de Octubre y de la heroica lucha del proletariado y campesinado soviético no podía borrarse de un día para otro de la memoria del pueblo. Esta vez la venda revisionista se ató más fuertemente a los ojos de la clase obrera y en nombre de la libertad de expresión, de la trasparencia, del no-dogmatismo, se acabó por desmoralizar al proletariado soviético borrando su propia historia en un proceso económico e ideológico contrarrevolucionario conocido como Perestroika. Una vez más la memoria de Stalin sufrió las consecuencias de las falsedades y difamaciones de los traidores. Con Stalin se atacaba al Partido Comunista, a la memoria histórica del proletariado, al Socialismo y a la práctica del marxismo-leninismo. Y es ahí lo más importante: con las difamaciones y las falacias vertidas contra Stalin se ataca la practicabilidad de los principios marxistas leninistas, la objetividad de la construcción del Socialismo como sociedad infinitamente superior a cualquier otra que haya conocido la humanidad. Cancelando la gran dirección del Partido Comunista Bolchevique por Stalin, el Socialismo se presentaría al máximo en sus breves inicios (como hacen los trotskistas) y su construcción como pura utopía o simple teoría. A partir de ese momento el pueblo soviético recibe una avalancha de desinformación que hacían a los crédulos sentir vergüenza de su propia historia. La producción cinematográfica aumentó notablemente, pero no en calidad, sino en cantidad de películas de basura revisionista y trotskista que confundían y desmoralizaban al proletariado. Un tanto así ocurrió con la literatura, al punto que los soviéticos llegaron a aceptar el mito del “Stalin igual a Hitler” y más tarde las estatuas del gran Lenin cayeron también. Pero todo esto se hizo en nombre del Socialismo, supuestamente para mejorarlo y para superarlo, y hoy en día la realidad es que la URSS no existe más.

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A quienes defendemos la memoria histórica de la URSS en el período de la dirección del Partido por Stalin nos llaman nostálgicos, cuando menos. Estos grandes sabios piensan que al proletariado que ellos supuestamente defienden no le sirve ya su propia historia, que es agua pasada, y estos sabios no hacen otra cosa que envenenar el presente con agua infectada. La clase obrera y campesina necesita reconocerse en su propia historia de lucha, de sangre derramada, de inmensos sacrificios, de grandes conquistas, de logros y de alegrías, porque la burguesía, aunque nos quieran convencer de lo contrario, no tiene ni tendrá la última palabra.



¿Fueron manipuladas las Memorias de Zhukov durante la perestroika?

La primera duda que salta con respecto a la publicación de una edición de las memorias de Zhukov (Memorias y Reflexiones) en 1990 por la Editorial Progreso (distribuida en internet) proviene de la pregunta: qué objetivo se buscaba publicando las Memorias de Zhukov en la URSS en vísperas de la liquidación del Socialismo. Evidentemente a quienes querían hacer creer al pueblo soviético que parte de su historia había sido la lucha contra el fascismo bajo la dirección de un tipo comparable a Hitler, no le hubiera interesado que se conociera la realidad histórica. Una vez leída esta obra, se podría llegar a la conclusión, que a pesar de la aparente rigurosidad histórica descrita en este libro y de su bien documentada información, aparecen muchos textos que demostrarían en conjunto un desprecio de Zhukov por la figura de Stalin, cosa que no parece lógica si uno no considera a Zhukov como un oportunista.

Visto esto se ha hecho una confrontación con una edición anterior de estas memorias. Ambas versiones corresponden a dos traducciones al español diferentes. La versión más antigua fue publicada por una editorial cubana en 1971 (Memorias y Meditaciones), período en que Zhukov todavía vivía (muere en 1974). Ambas ediciones incluyen un único prefacio escrito por el mismo Zhukov para el libro en 1969. Esto hace suponer que ambas versiones, aunque provinieran de diferentes traducciones, deberían corresponder al mismo texto en ruso, es decir, a la versión original no reeditada por su autor. Sin embargo, una lectura comparativa de ambos ejemplares, revela que la edición de 1990 contiene muchos fragmentos de texto que no aparecen en la edición previa, y que no son el producto de una diferente traducción sino texto extra, en algunos casos son breves frases y en otros páginas enteras.

He aquí algunos ejemplos (los textos diferentes más notables están resaltados en negritas):

1.
versión 1971 escribió:La semblanza de Stalin, su voz mesurada, la concisión y hondura de sus juicios, el dominio de las cuestiones militares y la atención con que escuchó mis explicaciones me impresionaron vivamente.


versión 1990 escribió: El aspecto de Stalin, su voz baja, la concreción y profundidad de sus razonamientos, sus conocimientos de las cuestiones militares y la atención con que había escuchado mi informe, me causaron gran impresión. Si era siempre y con todos así no se comprendía por qué corrían persistentes rumores de que era un hombre terrible. Entonces no se quería creer en lo malo.



2.
versión 1971 escribió: A las 4.30 de la mañana estaban presentes todos los miembros del Buró Político avisados. Al comisario de defensa y a mí se nos invitó a entrar en el despacho.
Stalin estaba pálido, sentado detrás de la mesa, con la pipa llena de tabaco en la mano. Dijo:
—Hay que telefonear en seguida a la embajada alemana.
De la embajada contestaron que el embajador, conde vonSchulenburg, pedía ser recibido para hacer una comunicación urgente.
Se encargó a V. M. Molotov de recibir al embajador.
Mientras tanto, el primer subjefe del Estado Mayor General, Vatutin, anunció que las tropas terrestres alemanas, tras una fuerte preparación artillera, habían pasado a la ofensiva en varios sectores de las direcciones noroccidental y occidental.
Poco después, en el despacho entró apresuradamente Molotov:
—El Gobierno alemán nos ha declarado la guerra.
Stalin se dejó caer sobre la silla, profundamente ensimismado.
Siguió una pausa prolongada y angustiosa.
Me atreví a romper el silencio. Sugerí lanzar inmediatamente todas las fuerzas disponibles en las regiones militares fronterizas contra las unidades invasoras para detener su avance.
—No detenerlas, sino aniquilarlas —precisó Timoshenko. —Den la directiva —dijo Stalin.
A las 7.15 horas del 22 de junio la directiva No. 2 del comisario del pueblo de defensa fue trasmitida a las regiones militares. Pero, dada la correlación de fuerzas en presencia y la situación producida, era de todo punto irreal, y no podía ser cumplida.

versión 1990 escribió:
Todos los miembros del Buró Político convocados estaban ya reunidos. Al comisario del pueblo y a mí nos invitaron al despacho. Stalin estaba pálido y sentado a la mesa, tenía en las manos la pipa no cargada de tabaco.
Informamos de la situación. Stalin dijo perplejo:
- ¿No será una provocación de los generales alemanes? - Los alemanes bombardean nuestras
ciudades en Ucrania, Bielorrusia y el Báltico. ¿Cómo va a ser una provocación?- respondió Timoshenko.
-Si se necesita organizar una provocación -dijo Stalin - los generales alemanes bombardearán
incluso sus propias ciudades... - Y, pensándolo un poco, continuó-: Seguro que Hitler no sabe eso.

- Hay que telefonear urgentemente a la embajada alemana -dijo a Mólotov. De la embajada
respondieron que el embajador, conde von Schulenburg, solicitaba ser recibido para hacer
un comunicado urgente.
Se encargó a V. Mólotov de recibir al embajador.
Mientras tanto, N. Vatutin, primer subjefe del Estado Mayor General, transmitió que después de
fuertepreparación artillera, en varios sectores de las direcciones noroeste y
oeste, tropas terrestres alemanas habían pasado a la ofensiva. Pedimos en
seguida a Stalin que diera orden a las tropas de organizar inmediatamente
acciones de respuesta y contraatacar al adversario.
- Esperemos el regreso de Mólotov -respondió. Transcurrido algún tiempo en el despacho entró
rápidamente Mólotov:
- El Gobierno alemán nos ha declarado la guerra.Stalin se dejó caer callado en una silla y quedó se
profundamente pensativo.Sobrevino una penosa y prolongada pausa.Yo me arriesgué romper el dilatado
silencio y propuse lanzar inmediatamente todas las fuerzas existentes en
las regiones fronterizas contra las unidades enemigas que habían penetrado y detener su avance.
- No detenerlas, sino liquidarlas -puntualizó S. Timoshenko.
- Den la directriz - dijo Stalin -. Pero por ahora que nuestras tropas,
salvo la aviación, no violen en ninguna parte la frontera alemana. Era
difícil entender a Stalin. Por lo visto, confiaba todavía evitar de alguna
manera la guerra. Pero la guerra era ya un hecho. La invasión se
desplegaba en todas las direcciones estratégicas.
Dicen que en la primera semana de la guerra Stalin se desconcertó tanto que no pudo ni siquiera
pronunciar un discurso por radio y confió su intervención a Mólotov. Esta opinión no responde a la
realidad. Es cierto que en las primeras horas Stalin se desconcertó. Pero no tardó en rehacerse y trabajaba con gran energía, aunque manifestando excesivo nerviosismo que con frecuencia nos sacaba a nosotros de nuestras casillas.

A las 7 horas 15 minutos del 22 de junio la directriz Nº 2 del comisario del pueblo de Defensa fue
transmitida a las regiones militares. Pero por la correlación de fuerzas y la situación creada resultó ser irreal y por eso no se puso en práctica.


3.
versión 1971 escribió: M. I. Kalinin, que me había escuchado atentamente, dijo:
—Tal vez sea justo.
I. V. Stalin encendió despaciosamente la pipa, miró a los demás miembros del Buró Político y dijo:
—¿Quizás debamos acceder a lo que dice Zhukov?
—Tiene usted razón, camarada Stalin —oyéronse voces—. Timoshenko puede todavía enderezar la situación.

Nos retiramos, no sin antes ordenarse a S. K. Timoshenko se reintegrara al frente sin pérdida de tiempo.
Era evidente que se le había ofendido gravemente con lasobservaciones emitidas. Pero en la guerra ocurre de todo y nosiempre es posible, al afrontar grandes y complejos problemas,tomar en consideración las emociones personales de losindividuos.

versión 1990 escribió:M. Kalinin, que escuchaba atentamente, dijo:
- Quizá np ande descaminado.Stalin encendió despacio la pipa, miró a los otros miembros del
Buró Político y dijo:
- Entonces ¿estamos de acuerdo con Zhúkov?
- Tiene razón, camarada Stalin - dijeron varias voces-. Timoshenko puede todavía arreglar la
situación. Nos permitieron retiramos, ordenando a Timoshenko que partiera inmediatamente para el frente.
Cuando regresábamos al Estado Mayor General, Timoshenko dijo:
- Has hecho mal en disuadir a Stalin. Estoy terriblemente cansado de sus reconvenciones.
- No importa, Semión Konstantínovich, ya descansaremos cuando terminemos la guerra. Ahora
hay que ir cuanto antes al frente. Y así se marchó Timoshenko.
Este caso no fue el único. Stalin no siempre era objetivo al evaluar la actividad de los jefes
militares. Eso lo experimenté en mi propia pelleja. Stalin no escogía expresiones: podía ofender fácil e inmerecidamente a una persona, incluso si ésta trataba con todas sus fuerzas de hacer todo lo que podía.

Naturalmente, las observaciones que le hicieron ofendieron seriamente a Timoshenko. Pero en la
guerra todo puede ocurrir: no siempre existe la posibilidad de tener en cuenta las emociones personalescuando se resuelven problemas importantes y complicados.


4.
versión 1971 escribió:Aquí paréceme oportuno decir unas palabras sobre la función del propio Gran Cuartel General y de I. V. Stalin.
En julio de 1941, por decisión del Buró Político del CC del PC(b) de la URSS, fue reajustado el sistema de dirección estratégica de las fuerzas armadas. El 10 de julio, el Comité Estatal de Defensa trasformó el Cuartel General del Alto Mando en Cuartel General del Mando Supremo. Pasaron a integrarlo I. V. Stalin (presidente), V. M. Molotov, los mariscales S. K. Timoshenko, S. M. Budionny, K. E. Voroshilov y B. M. Shaposhnikov y el general G. K. Zhukov. El 19 de julio es nombrado I. V. Stalin Comisario del Pueblo de Defensa, y el 8 de agosto, Comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de la URSS. Desde ese momento, el organismo superior de dirección estratégica pasó a llamarse Cuartel General del Mando Supremo.
La designación de Stalin para tal cargo —habida cuenta el gran prestigio de que gozaba— fue acogida por el pueblo y las tropas con entusiasmo.
Se restructuró también el Comisariado del Pueblo de Defensa, precisándose las funciones de cada uno de sus departamentos y formándose nuevos órganos.

versión 1990 escribió: En 10 de julio de 1941, con el fin de mejorar la dirección de las Fuerzas Armadas, por decisión del
Comité de Defensa del Estado, el Cuartel General del Alto Mando fue transformado y el 8 de agosto
convertido en Gran Cuartel General del Mando Supremo39. Desde entonces y hasta el fin de la guerra
Stalin fue Jefe Supremo.
Con la formación del Comité de Defensa del Estado y la creación del Gran Cuartel General del
Mando Supremo, al frente de los cuales se encontraba una misma persona
, el Secretario General del CC
del PC(b) y Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo, terminó la creación de la estructura de la dirección militar y estatal de la guerra. El Comité Central del Partido aseguraba la unidad de acción de todos los órganos del Partido, del Estado, militares y económicos.


Estos y otros ejemplos pueden ser verificados comparando las dos obras digitalizadas, la de 1971 y la de 1990.

Muy interesante, Rubiera, pero mucho.

Me lei hace tiempo la edición de 1990 (sin prestar atención siquiera a ésta) y sí que me quedé con la sensación de cierta animadversion de Zhukov hacia Stalin, estos detalles que expones me abren incluso los ojos.

Adoctrinamiento capitalista, nunca me cansaré de decirlo.
http://www.escritorpirata.es/

Yo que tanto amé la felicidad del hombre, y en el ocaso de mi existencia me veo preparando la guerra. (Arquímedes)

Hola Rubiera en honor a la verdad no he leido el libro en mencion ni la que circula en internet, pero segun veo ya es muy nototria la manipulacion son casi dos lineas de texto agregado según la comparacion y eso ya es mucho.

Tambien he estado buscando el libro publicado por el Mariscal Rokossovsky "el deber de un soldado" y he podido averiguar que existe al igual que el libro de Zhukov una version del 70 y otra del 90 y según he leido en otra pagina en la del 90 basada en materiales que no se quisieron poner segun dicen devido a la "censura" del poder sovietico y bueno dicen que el original o sea el machote escrito por Rokossovski aun lo tienen sus familiares y hay muchas cosas que lo quitaron debido a la "censura", eso dicen en esa pagina; tambien seria cuestion de cotejarla, yo tengo el libro el año 45 del Mariscal Koniev (konev) y la verdad al no presentar año de publicacion asumo que es primera edición aunque la verdad es dificil saber si lo sea pero seria bueno tambien compararla por si existe alguna version del 90.

Si alguien quiere leer lo que dicen del libro de Rokossovsky aca les dejo el foro donde lei lo que digo lineas arriba:

http://www.forosegundaguerra.com/viewtopic.php?t=4601&postdays=0&postorder=asc&start=0

Aunque para mi en particular si es del año 90 con todo esto de la perestroika ya en desarrollo pleno dudo que sean fieles a lo que escribio Rokossovsky y tambien dudo que Rokossovsky se quede tranquilo de la vida si estan faltando a la verdad con su obra publicada.

Hasta una proxima camaradas.

Hola maoista, explico un poco más mis puntos de vista. Precisamente debido a este "argumento" de la supuesta manipulación por los "estalinistas" al libro es que he formulado una pregunta y no una afirmación, aunque personalmente estoy convencido de que el libro original fue manipulado en su segunda edición. En este caso habría que pensar un poco si fue probable que los soviéticos durante la época de Bresnev les interesara censurar las críticas a Stalin. En realidad no lo creo, viendo que Stalin siguió sucio igualmente y sus estatuas no se volvieron a erigir y la via revisionista del Partido no había dado marcha atrás. Por otra parte es también difícil de imaginar que Zhukov hubiera aceptado tal nivel de manipulación de su obra, donde a pesar de las sutilezas, está muy claro que prácticamente estamos hablando de dos obras diferentes en cuanto a la visión de Stalin por Zhukov porque precisamente los cambios que se presentan llevan al lector a pensar en conjunto de una forma u otra sobre el papel de Stalin como dirigente del Partido.

Por otra parte, leyendo la versión perestroika, es fácil de detectar muchas contradicciones en el mismo texto, cosas que se afirman antes y después se niegan, lo cual indican que o Zhukov se decía y se dementía o el texto difamatorio fue agregado posteriormente. Yo he presentado como ejemplo las diferencias más burdas, pero a todo lo largo del libro hay muchísimas diferencias de todo tipo, desde páginas enteras añadidas, hasta sutilezas que podrían confundirse con una diferente traducción. El problema está en que para analizar grandes textos un post dentro de un foro no es lo más práctico y por eso no los he puesto. Para eso lo mejor sería descargarse la edición de 1990 donde he hecho las notas y verificar con los textos correspondientes a la versión del 70. Pero bueno, dejo otro ejemplo, aunque sea un poco largo para que se entienda lo de las contradicciones dentro del mismo texto.

versión de 1990 escribió:Después de la muerte de Lenin, antes de la Guerra Patria y sobre todo después de la guerra,
atribuyeron a Stalin un papel excepcional en la formación de las Fuerzas Armadas, en la elaboración de
los fundamentos de la ciencia militar soviética, de los principales planteamientos de orden estratégico e
incluso del arte operativo.
¿Era Stalin, en efecto, un relevante pensador militar?
Claro que no. Todo eso lo idearon para complacer a Stalin, él mismo contribuyó propalando la
versión de que Lenin no conocía el arte militar, exigía de los jóvenes funcionarios del CC estudiado a
fondo y que lo exigió, en primer término, de Stalin. Además, según Stalin, Lenin decía que ya era viejo
para estudiar el arte militar. Y como se acostumbraba, todo el mundo empezó a repetir esta versión.
Desde el punto de vista militar estudié al dedillo a Stalin, pues empecé la guerra junto con él y junto
con él la terminé. Hasta la batalla de Stalingrado Stalin se orientaba mal en las cuestiones de la estrategia
militar y todavía peor en el arte operativo. También se orientaba mal en la organización de modernas
operaciones de frentes y todavía peor en el arte operativo. También se orientaba mal en la organización de
modernas operaciones de frentes y todavía peor en la de operaciones de ejércitos.
Al principio de la guerra intentó revelar su iniciativa personal estratégico-operativa, basada en su
experiencia de los tiempos de la guerra civil, pero de eso no resultó nada bueno.
Hasta la derrota de las tropas alemanas en la región de Stalingrado tenía una noción superficial de la
cooperación de todas las armas y ejércitos en las operaciones.
Sin orientarse profundamente en las complejidades, métodos y procedimientos de la preparación de
las modernas operaciones de frentes Stalin exigía a menudo plazos de preparación y ejecución de las
operaciones a todas luces incumplibles. Y por sus exigencias categóricas las operaciones comenzaban con
frecuencia débilmente preparadas y sin suficiente cobertura. Tales operaciones, además de no alcanzar el
objetivo, acarreaban grandes pérdidas en hombres y material.
Stalin subestimaba la importancia de la exploración aérea, por lo que en el transcurso de toda la
guerra no tuvimos una buena aviación de reconocimiento, aunque poseíamos modelos de magníficos
aviones de reconocimiento dotados de aparatos específicos de primera clase.
Cuando se planteaba la necesidad de fabricar en serie aviones de reconocimiento, Stalin solía decir:
- Escojan una de dos: aviación de combate o de reconocimiento, no podemos fabricar los dos tipos a
la vez.
Por supuesto, Stalin no tenía razón, nuestro país podía fabricar aviones de los dos tipos, pero,
ciertamente, en determinadas proporciones. Tal incomprensión del importante papel de la aviación de
reconocimiento en la guerra moderna se reflejó duramente en el curso de las batallas, sobre todo en el
primer período de la guerra.
Al luchar con el enemigo en los años 1941-1942 por ganar tiempo, el Mando Supremo tenía que
manifestar una gran prudencia para conservar los recursos humanos con objeto de en el momento
necesario, dotarlos de material moderno y lanzarlos contra el enemigo. Pero con frecuencia Stalin no hacía
eso.
Enardeciéndose, exigía a menudo lanzar a la batalla nuevas y nuevas unidades, sin tomar en cuenta
que algunas de ellas acababan de ser movilizadas y no habían tenido tiempo de recibir la necesaria
preparación combativa. Nosotros tratábamos de persuadir a Stalin de que la prematura entrada en combate
de unidades no instruidas y mal ensambladas provocaba pérdidas superfluas. En tales casos se enojaba y
decía: "No me vengan con lloros, es la guerra..."
Un gran defecto del Jefe Supremo era que durante la guerra no estuvo personalmente ni una vez en
las tropas de los frentes ni vio con sus propios ojos las operaciones militares. Basaba todas las
deducciones en los informes de sus suplentes, del Estado Mayor General, del Mando de los frentes y de
los comunicados especiales.
Puedo decir con firmeza que Stalin dominaba los principios fundamentales de la organización de las
operaciones del frente y de las operaciones de los grupos de frentes y las dirigía con conocimiento de
causa, se orientaba bien en los grandes problemas estratégicos. Estas aptitudes de Stalin como Jefe
Supremo se revelaron sobre todo a partir de la batalla de Stalingrado.
La versión que se ha divulgado de que el Jefe Supremo estudiaba la situación y tomaba decisiones
guiándose por el globo terráqueo no corresponden a la realidad. Naturalmente, no trabajaba con mapas
tácticos y no lo necesitaba. Pero se orientaba bien en los mapas operativo s que tenían la situación
marcada.
En conjunto, ayudaban a Stalin a dirigir la lucha armada su inteligencia natural, la experiencia de la
dirección política, su espléndida intuición y sus amplios conocimientos. Sabía encontrar el eslabón
principal en la situación estratégica y, partiendo de él, trazar las vías para oponer resistencia al enemigo y
para ejecutar acertadamente talo cual operación ofensiva. No hay duda de que era un digno Jefe Supremo.
Naturalmente, Stalin no calaba en todo el conjunto de cuestiones en el que tenían que trabajar
minuciosamente las tropas y el Mando de todos los grados para preparar bien la operación del ejército, del
frente
o del grupo de frentes. Pero eso no era indispensable para el Jefe Supremo. En tales casos, como es
natural, se aconsejaba con los miembros del Gran Cuartel General, el Estado Mayor General y los
especialistas en artillería, fuerzas blindadas, aéreas y navalas, así como con los expertos en logística y
abastecimiento.
Se han atribuido personalmente a Stalin varias concepciones básicas de los fundamentos de la
ciencia militar, entre ellas los métodos de la ofensiva artillera, la conquista del dominio en el aire, los
procedimientos del cerco del adversario, el corte de las agrupaciones cercadas del enemigo y su
aniquilamiento por partes, etc.
Eso no es así. Todas estas importantísimas cuestiones son un resultado obtenido por las tropas en las
batallas con el enemigo, son fruto de profundas meditaciones y sintetización de la experiencia de un
numeroso colectivo de altos jefes militares y mandos de las tropas.
El mérito de Stalin aquí consiste en que aceptaba rápida y correctamente los consejos de los
especialistas militares, los completaba y desarrollaba y, en aspecto sintetizado -en instrucciones,
directrices y ordenanzas-, los transmitía sin dilaciones a las tropas como guía práctica.
Además, lo digo francamente, el Jefe Supremo se reveló como un insigne organizador en el
aseguramiento de las operaciones, la organización de producción de material bélico, la creación de
reservas estratégicas, y, en general, de todo lo necesario para sostener la guerra. Y sería injusto no
reconocerle este mérito. Pero, naturalmente, ante todo debemos hacer una profunda reverencia a nuestro
ciudadano soviético que, renunciando a lo más indispensable - en la alimentación y en el sueño -, hacía
todo lo que de él dependía para cumplir las tareas que planteaba ante el pueblo el Partido Comunista con
objeto de vencer al enemigo.


El que halla tenido la paciencia de leerse todo este texto puede parecerle un poco contradictorio. En este fragmento se dice inmediatamente que Stalin practicamente no sabía nada de arte militar ni de estrategia y que no sabía dirigir, y esto viene seguido de un infame texto que lo deja bastante mal parado. Pero posteriormente, al igual que la versión de 1970, se dice de que fue un "digno jefe supremo", lo cual es completamente contradictorio. Pero en resumen, lo que se capta leyendo este texto completo es que Stalin no fue un gran dirigente, sino todo lo contrario.

También aparece una desmentida a Jruchov con respecto al uso del globo terráqueo para dirigir la guerra, como si fuera la gran revelación, que no hacía falta mencionarla porque en toda la obra Zhukov habla de los mapas que Stalin exigía y de como discutían todo el tiempo con mapas desplegados. Al parecer quieren hacer ver con esto que en la obra original Zhukov no pudo publicar esta desmentida para que resulte más creíble la supuesta "censura".

En cambio en la publicación de 1970 se nota coherencia y armonía en la lógica de la explicación en todo el texto, a parte de que resultan muy obvias las grandes diferencias que existen entre ambos:

versión 1970 escribió:En vísperas de la Guerra Patria, y en particular después de la contienda, adjudicábase a Stalin un preminente papel en la creación de las fuerzas armadas, en la elaboración de los pilares de la ciencia militar soviética, de los principios básicos de la estrategia y aun del arte operativo. ¿Era en efecto I. V. Stalin un ilustre pensador militar en lo tocante a la edificación de las fuerzas armadas y hombre docto en materia estratégico-operativa?
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Como militar le estudié a fondo, ya que con él pasé la guerra entera.
Stalin dominaba lo concerniente a la organización de ope-raciones y agrupaciones de frentes y las dirigió con cumplida competencia, orientándose también a perfección en los grandes problemas estratégicos. Estas aptitudes brillaron en él como comandante en jefe, sobre todo a partir de Stalingrado.
Facilitábanle la dirección de la lucha armada en su conjunto su inteligencia natural y fértil intuición. Sabía descubrir el eslabón principal en el panorama estratégico y, aferrándose a ese eslabón, enfrentarse al enemigo y realizar grandes operaciones ofensivas. Sin duda, fue un buen comandante en jefe.
Por supuesto, no calaba en todo el cúmulo de cuestiones que requerían una minuciosa labor de las tropas y mandos de todos los niveles para preparar a conciencia las operaciones de los Frentes o grupos de Frentes. Pero tampoco tenía por qué conocer y saber todo eso.
En tales casos, como es lógico, se aconsejaba con los miembros del Gran Cuartel General, del EMG y los especialistas de artillería, fuerzas blindadas, aéreas y navales, así como de apoyo logístico y abastecimiento.
A Stalin se le atribuía una serie de enfoques básicos, entre otros, sobre los métodos de la ofensiva artillera, la conquista del dominio del aire, el cerco del adversario, la fragmentación de las agrupaciones enemigas cercadas y su aniquilamiento por partes, etc.
Todas estas cuestiones capitales del arte militar son fruto cosechado en la práctica de los combates y batallas con el enemigo, son la resultante de hondas cavilaciones y sintetizan la experiencia de amplias colectividades de jefes militares y de las tropas mismas.
El mérito de I. V. Stalin estriba aquí en atender con buen sentidolos consejos de nuestros prominentes especialistas militares,complementarlos, desarrollarlos y en forma sintetizada —en instrucciones, directivas y ordenanzas— impartirlos sin demora a las tropas como guía práctica.
Además, tocante al aseguramiento de las operaciones, laformación de reservas estratégicas, organización de la producción de material de guerra y, en general, creación de todo lo necesario para el frente, Stalin —lo digo claramente— demostró ser un organizador eminente. Y sería injusto no rendirle el merecido tributo por todo ello.
Pero, claro está, en primer término debemos inclinarnos hasta el suelo ante nuestro hombre soviético, que, renunciando a lo más indispensable, a la comida y el sueño, hizo todo lo que de él dependía para cumplir las tareas que trazó al pueblo el Partido Comunista a fin de forjar la victoria sobre el enemigo.

Desde mi punto de vista, mirándolo con lógica, si la contradicción es debida a los fragmentos añadidos lo tergiversado está en lo añadido, porque uno no se contradice a si mismo en un texto a menos que sea retardado (cosa que no ocurre en este caso). Por lo tanto en los añadidos está la mentira y en lo general la base auténtica de verdad, porque sino se tendría que haber tergiversado el libro completamente y no simplemente pedazos. No sé si me he explicado bien o es una simple obviedad xd.
http://www.escritorpirata.es/

Yo que tanto amé la felicidad del hombre, y en el ocaso de mi existencia me veo preparando la guerra. (Arquímedes)

No habia leido este tema. La verdad es que es una manipulación descarada, hay que andar con ojo porque, si no, nos la cuelan. Yo me compré el El deber de un soldado de Rokkosovsky, editado por Altaya, salió en una colección recientemente, todavía lo tengo pendiente.

Después de estas pruebas empiezo a dudar de todo lo que he leído sobre la participación de Zhukov en el golpe kruchevista y en la detención y fusilamiento de Lavrenti Beria. De hecho investigando me encuentro que el hijo de Beria: Sergo Beria, en su libro afirma que a su padre lo detuvieron una noche en su casa y que ya nunca apareció. Otros historiadores afirman que efectivamente fue detenido cuando llegaba a una reunión del politburó como dice la versión oficial pero por Kiril Moskalenko colaborador de Kruchev durante la guerra y que fue dirigido a el cuartel comandado por este. Como sea la imagen de Zhukov arrestando a Lavrenti Beria se me hace cada vez menos creíble, menos cuando también se dice que kruchev le había prohibido llevar armas dentro del Kremlin. A esta altura me parece que todo lo relacionado con los sucesos luego de la muerte de Stalin están más rodeado de farsas que de verdades.

Saludos


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