La llegada a la dirección del Partido en la URSS de las corrientes revisionistas y reformistas trajo como consecuencia la paulatina desintegración del Socialismo en este país y el desastroso retorno al sistema capitalista en Rusia y en las exrepúblicas soviéticas. ¿Cómo se logró que un gran pueblo forjado en la construcción y defensa del Socialismo llegara a aceptar pacíficamente la entrega del poder obrero-campesino a la nueva burguesía rusa y al imperialismo? Es muy común en el pensamiento burgués tratar de “demostrar” la desaparición del socialismo en la URSS como el producto de su propia esencia; se suele decir: “cayó por su propio peso”. Sin embargo un serio y riguroso análisis de la historia interpretada dialécticamente indica que el Socialismo en la URSS fue atacado desde todos los frentes posibles a partir de sus propios inicios. Este ataque no solo se realizó con guerras y bloqueos sino con la penetración burguesa ideológica en las filas del Partido Comunista, con tergiversaciones históricas, burdas interpretaciones de la teoría marxista-leninista y consecuente desideologización del proletariado.
Resulta interesante constatar que justamente la época de más auge del desarrollo socialista y de la demoledora victoria sobre el fascismo imperialista europeo ha sido el período histórico más manipulado y tergiversado por la historiografía burguesa. Pero no solamente esto ocurrió en el mundo occidental, sino que fue pasto de las vacas demagogas traidoras que se sintieron cómodos dentro de ese Partido que tanto Lenin y Stalin habían defendido, una vez que este último murió. Precisamente la personalidad de Stalin se convirtió en la diana que más ha sufrido la acción del virus revisionista. No solo hicieron caer sus estatuas sino su gloria a los ojos del pueblo que siguió su dirección.
Treinta años después del golpe jruchovista y de la penetración revisionista en la dirección del Partido, al parecer la sociedad soviética ya estaba preparada para darle el golpe de gracia. Y claramente, el legado de la Revolución de Octubre y de la heroica lucha del proletariado y campesinado soviético no podía borrarse de un día para otro de la memoria del pueblo. Esta vez la venda revisionista se ató más fuertemente a los ojos de la clase obrera y en nombre de la libertad de expresión, de la trasparencia, del no-dogmatismo, se acabó por desmoralizar al proletariado soviético borrando su propia historia en un proceso económico e ideológico contrarrevolucionario conocido como Perestroika. Una vez más la memoria de Stalin sufrió las consecuencias de las falsedades y difamaciones de los traidores. Con Stalin se atacaba al Partido Comunista, a la memoria histórica del proletariado, al Socialismo y a la práctica del marxismo-leninismo. Y es ahí lo más importante: con las difamaciones y las falacias vertidas contra Stalin se ataca la practicabilidad de los principios marxistas leninistas, la objetividad de la construcción del Socialismo como sociedad infinitamente superior a cualquier otra que haya conocido la humanidad. Cancelando la gran dirección del Partido Comunista Bolchevique por Stalin, el Socialismo se presentaría al máximo en sus breves inicios (como hacen los trotskistas) y su construcción como pura utopía o simple teoría. A partir de ese momento el pueblo soviético recibe una avalancha de desinformación que hacían a los crédulos sentir vergüenza de su propia historia. La producción cinematográfica aumentó notablemente, pero no en calidad, sino en cantidad de películas de basura revisionista y trotskista que confundían y desmoralizaban al proletariado. Un tanto así ocurrió con la literatura, al punto que los soviéticos llegaron a aceptar el mito del “Stalin igual a Hitler” y más tarde las estatuas del gran Lenin cayeron también. Pero todo esto se hizo en nombre del Socialismo, supuestamente para mejorarlo y para superarlo, y hoy en día la realidad es que la URSS no existe más.
A quienes defendemos la memoria histórica de la URSS en el período de la dirección del Partido por Stalin nos llaman nostálgicos, cuando menos. Estos grandes sabios piensan que al proletariado que ellos supuestamente defienden no le sirve ya su propia historia, que es agua pasada, y estos sabios no hacen otra cosa que envenenar el presente con agua infectada. La clase obrera y campesina necesita reconocerse en su propia historia de lucha, de sangre derramada, de inmensos sacrificios, de grandes conquistas, de logros y de alegrías, porque la burguesía, aunque nos quieran convencer de lo contrario, no tiene ni tendrá la última palabra.
¿Fueron manipuladas las Memorias de Zhukov durante la perestroika?La primera duda que salta con respecto a la publicación de una edición de las memorias de Zhukov (Memorias y Reflexiones) en 1990 por la Editorial Progreso (distribuida en internet) proviene de la pregunta: qué objetivo se buscaba publicando las Memorias de Zhukov en la URSS en vísperas de la liquidación del Socialismo. Evidentemente a quienes querían hacer creer al pueblo soviético que parte de su historia había sido la lucha contra el fascismo bajo la dirección de un tipo comparable a Hitler, no le hubiera interesado que se conociera la realidad histórica. Una vez leída esta obra, se podría llegar a la conclusión, que a pesar de la aparente rigurosidad histórica descrita en este libro y de su bien documentada información, aparecen muchos textos que demostrarían en conjunto un desprecio de Zhukov por la figura de Stalin, cosa que no parece lógica si uno no considera a Zhukov como un oportunista.
Visto esto se ha hecho una confrontación con una edición anterior de estas memorias. Ambas versiones corresponden a dos traducciones al español diferentes. La versión más antigua fue publicada por una editorial cubana en 1971 (Memorias y Meditaciones), período en que Zhukov todavía vivía (muere en 1974). Ambas ediciones incluyen un único prefacio escrito por el mismo Zhukov para el libro en 1969. Esto hace suponer que ambas versiones, aunque provinieran de diferentes traducciones, deberían corresponder al mismo texto en ruso, es decir, a la versión original no reeditada por su autor. Sin embargo, una lectura comparativa de ambos ejemplares, revela que la edición de 1990 contiene muchos fragmentos de texto que no aparecen en la edición previa, y que no son el producto de una diferente traducción sino texto extra, en algunos casos son breves frases y en otros páginas enteras.
He aquí algunos ejemplos (los textos diferentes más notables están resaltados en negritas):
1.versión 1971 escribió:La semblanza de Stalin, su voz mesurada, la concisión y hondura de sus juicios, el dominio de las cuestiones militares y la atención con que escuchó mis explicaciones me impresionaron vivamente.
versión 1990 escribió: El aspecto de Stalin, su voz baja, la concreción y profundidad de sus razonamientos, sus conocimientos de las cuestiones militares y la atención con que había escuchado mi informe, me causaron gran impresión. Si era siempre y con todos así no se comprendía por qué corrían persistentes rumores de que era un hombre terrible. Entonces no se quería creer en lo malo.
2. versión 1971 escribió: A las 4.30 de la mañana estaban presentes todos los miembros del Buró Político avisados. Al comisario de defensa y a mí se nos invitó a entrar en el despacho.
Stalin estaba pálido, sentado detrás de la mesa, con la pipa llena de tabaco en la mano. Dijo:
—Hay que telefonear en seguida a la embajada alemana.
De la embajada contestaron que el embajador, conde vonSchulenburg, pedía ser recibido para hacer una comunicación urgente.
Se encargó a V. M. Molotov de recibir al embajador.
Mientras tanto, el primer subjefe del Estado Mayor General, Vatutin, anunció que las tropas terrestres alemanas, tras una fuerte preparación artillera, habían pasado a la ofensiva en varios sectores de las direcciones noroccidental y occidental.
Poco después, en el despacho entró apresuradamente Molotov:
—El Gobierno alemán nos ha declarado la guerra.
Stalin se dejó caer sobre la silla, profundamente ensimismado.
Siguió una pausa prolongada y angustiosa.
Me atreví a romper el silencio. Sugerí lanzar inmediatamente todas las fuerzas disponibles en las regiones militares fronterizas contra las unidades invasoras para detener su avance.
—No detenerlas, sino aniquilarlas —precisó Timoshenko. —Den la directiva —dijo Stalin.
A las 7.15 horas del 22 de junio la directiva No. 2 del comisario del pueblo de defensa fue trasmitida a las regiones militares. Pero, dada la correlación de fuerzas en presencia y la situación producida, era de todo punto irreal, y no podía ser cumplida.
versión 1990 escribió:
Todos los miembros del Buró Político convocados estaban ya reunidos. Al comisario del pueblo y a mí nos invitaron al despacho. Stalin estaba pálido y sentado a la mesa, tenía en las manos la pipa no cargada de tabaco.
Informamos de la situación. Stalin dijo perplejo:
- ¿No será una provocación de los generales alemanes? - Los alemanes bombardean nuestras
ciudades en Ucrania, Bielorrusia y el Báltico. ¿Cómo va a ser una provocación?- respondió Timoshenko.
-Si se necesita organizar una provocación -dijo Stalin - los generales alemanes bombardearán
incluso sus propias ciudades... - Y, pensándolo un poco, continuó-: Seguro que Hitler no sabe eso.
- Hay que telefonear urgentemente a la embajada alemana -dijo a Mólotov. De la embajada
respondieron que el embajador, conde von Schulenburg, solicitaba ser recibido para hacer
un comunicado urgente.
Se encargó a V. Mólotov de recibir al embajador.
Mientras tanto, N. Vatutin, primer subjefe del Estado Mayor General, transmitió que después de
fuertepreparación artillera, en varios sectores de las direcciones noroeste y
oeste, tropas terrestres alemanas habían pasado a la ofensiva. Pedimos en
seguida a Stalin que diera orden a las tropas de organizar inmediatamente
acciones de respuesta y contraatacar al adversario.
- Esperemos el regreso de Mólotov -respondió. Transcurrido algún tiempo en el despacho entró
rápidamente Mólotov:
- El Gobierno alemán nos ha declarado la guerra.Stalin se dejó caer callado en una silla y quedó se
profundamente pensativo.Sobrevino una penosa y prolongada pausa.Yo me arriesgué romper el dilatado
silencio y propuse lanzar inmediatamente todas las fuerzas existentes en
las regiones fronterizas contra las unidades enemigas que habían penetrado y detener su avance.
- No detenerlas, sino liquidarlas -puntualizó S. Timoshenko.
- Den la directriz - dijo Stalin -. Pero por ahora que nuestras tropas,
salvo la aviación, no violen en ninguna parte la frontera alemana. Era
difícil entender a Stalin. Por lo visto, confiaba todavía evitar de alguna
manera la guerra. Pero la guerra era ya un hecho. La invasión se
desplegaba en todas las direcciones estratégicas.
Dicen que en la primera semana de la guerra Stalin se desconcertó tanto que no pudo ni siquiera
pronunciar un discurso por radio y confió su intervención a Mólotov. Esta opinión no responde a la
realidad. Es cierto que en las primeras horas Stalin se desconcertó. Pero no tardó en rehacerse y trabajaba con gran energía, aunque manifestando excesivo nerviosismo que con frecuencia nos sacaba a nosotros de nuestras casillas.
A las 7 horas 15 minutos del 22 de junio la directriz Nº 2 del comisario del pueblo de Defensa fue
transmitida a las regiones militares. Pero por la correlación de fuerzas y la situación creada resultó ser irreal y por eso no se puso en práctica.
3.versión 1971 escribió: M. I. Kalinin, que me había escuchado atentamente, dijo:
—Tal vez sea justo.
I. V. Stalin encendió despaciosamente la pipa, miró a los demás miembros del Buró Político y dijo:
—¿Quizás debamos acceder a lo que dice Zhukov?
—Tiene usted razón, camarada Stalin —oyéronse voces—. Timoshenko puede todavía enderezar la situación.
Nos retiramos, no sin antes ordenarse a S. K. Timoshenko se reintegrara al frente sin pérdida de tiempo.
Era evidente que se le había ofendido gravemente con lasobservaciones emitidas. Pero en la guerra ocurre de todo y nosiempre es posible, al afrontar grandes y complejos problemas,tomar en consideración las emociones personales de losindividuos.
versión 1990 escribió:M. Kalinin, que escuchaba atentamente, dijo:
- Quizá np ande descaminado.Stalin encendió despacio la pipa, miró a los otros miembros del
Buró Político y dijo:
- Entonces ¿estamos de acuerdo con Zhúkov?
- Tiene razón, camarada Stalin - dijeron varias voces-. Timoshenko puede todavía arreglar la
situación. Nos permitieron retiramos, ordenando a Timoshenko que partiera inmediatamente para el frente.
Cuando regresábamos al Estado Mayor General, Timoshenko dijo:
- Has hecho mal en disuadir a Stalin. Estoy terriblemente cansado de sus reconvenciones.
- No importa, Semión Konstantínovich, ya descansaremos cuando terminemos la guerra. Ahora
hay que ir cuanto antes al frente. Y así se marchó Timoshenko.
Este caso no fue el único. Stalin no siempre era objetivo al evaluar la actividad de los jefes
militares. Eso lo experimenté en mi propia pelleja. Stalin no escogía expresiones: podía ofender fácil e inmerecidamente a una persona, incluso si ésta trataba con todas sus fuerzas de hacer todo lo que podía.
Naturalmente, las observaciones que le hicieron ofendieron seriamente a Timoshenko. Pero en la
guerra todo puede ocurrir: no siempre existe la posibilidad de tener en cuenta las emociones personalescuando se resuelven problemas importantes y complicados.
4.versión 1971 escribió:Aquí paréceme oportuno decir unas palabras sobre la función del propio Gran Cuartel General y de I. V. Stalin.
En julio de 1941, por decisión del Buró Político del CC del PC(b) de la URSS, fue reajustado el sistema de dirección estratégica de las fuerzas armadas. El 10 de julio, el Comité Estatal de Defensa trasformó el Cuartel General del Alto Mando en Cuartel General del Mando Supremo. Pasaron a integrarlo I. V. Stalin (presidente), V. M. Molotov, los mariscales S. K. Timoshenko, S. M. Budionny, K. E. Voroshilov y B. M. Shaposhnikov y el general G. K. Zhukov. El 19 de julio es nombrado I. V. Stalin Comisario del Pueblo de Defensa, y el 8 de agosto, Comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de la URSS. Desde ese momento, el organismo superior de dirección estratégica pasó a llamarse Cuartel General del Mando Supremo.
La designación de Stalin para tal cargo —habida cuenta el gran prestigio de que gozaba— fue acogida por el pueblo y las tropas con entusiasmo.
Se restructuró también el Comisariado del Pueblo de Defensa, precisándose las funciones de cada uno de sus departamentos y formándose nuevos órganos.
versión 1990 escribió: En 10 de julio de 1941, con el fin de mejorar la dirección de las Fuerzas Armadas, por decisión del
Comité de Defensa del Estado, el Cuartel General del Alto Mando fue transformado y el 8 de agosto
convertido en Gran Cuartel General del Mando Supremo39. Desde entonces y hasta el fin de la guerra
Stalin fue Jefe Supremo.
Con la formación del Comité de Defensa del Estado y la creación del Gran Cuartel General del
Mando Supremo, al frente de los cuales se encontraba una misma persona, el Secretario General del CC
del PC(b) y Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo, terminó la creación de la estructura de la dirección militar y estatal de la guerra. El Comité Central del Partido aseguraba la unidad de acción de todos los órganos del Partido, del Estado, militares y económicos.
Estos y otros ejemplos pueden ser verificados comparando las dos obras digitalizadas, la de 1971 y la de 1990.