Colectivo Gasteizkoak : Biblioteca

Colectivo Gasteizkoak
Gasteizkoak. Talde antimilitarista

Introducción

[propia]

En su página web se escribió:Al calor de las reuniones preparatorias de las iniciativas y movilizaciones contra la llamada Guerra del Golfo, que se desarrollaron en Gasteiz desde mediados de 1990, diversas personas que compartíamos un mismo análisis y preocupación fuimos entrando en contacto. Más allá de las necesarias pero puntuales movilizaciones, nos parecía que la mejor forma de oponerse a las guerras pasaba por denunciar y hacer frente a nuestras implicaciones en ellas, que en aquellos tiempos centrábamos en dos cuestiones principales: 1) las empresas vascas (especialmente gasteiztarras) que con su producción hacen negocio con las guerras; y 2) nuestra contribución, a través de los impuestos, al gasto militar con el que se financian los ejércitos.

Todo esto se planteaba desde un análisis y punto de vista antimilitarista, alejado del pacifismo ñoño que a menudo se esgrimía como “punto de consenso” entre los múltiples colectivos y organizaciones que solían tomar parte en las Plataformas contra la Guerra que surgían con cada guerra televisada.

Las personas que compartían este análisis provenían principalmente de dos espacios militantes: por un lado, quienes desde el movimiento autónomo obrero de Gasteiz habían sido pieza fundamental en luchas obreras como la del 3 de Marzo; por otro, quienes desde el movimiento antimilitarista venían intentando (sin mucho éxito) impulsar campos de trabajo más allá de la oposición a la mili. La coincidencia de planteamientos, junto con la constatación de la necesidad de cubrir una tarea —la denuncia de la industria militar vasca que hasta el momento nadie había abordado—, consiguieron que, a principios de 1991, se creara lo que por entonces (ante la falta de otro nombre) firmaría sus escritos como “Grupo de Gasteiz”. Como no se nos ocurría un nombre mejor (tampoco le dedicamos grandes esfuerzos imaginativos) y la gente de otras zonas comenzaba a referirse al grupo como “los de Gasteiz”, optamos por denominarnos Colectivo “Gasteizkoak”.

El inicio de los trabajos para intentar conocer la realidad y dimensión de la industria militar vasca fueron arduos y costosos. Para empezar, porque los medios técnicos con los que contábamos en la época eran bastante precarios: no solo no contábamos con internet, sino que tan siquiera disponíamos de ordenadores (ni nos atraía su utilización…) hasta que el nivel de datos que empezamos a manejar hizo imprescindible “dar el salto tecnológico”.

Teníamos que partir casi de cero, pues los trabajos o referencias que existían sobre la producción militar industrial vasca (excepción hecha en lo referente al sector armero, principalmente a las escopetas de caza o de colección) eran muy escasos y limitados.

Por fortuna, al comienzo contamos con la ayuda de algunas personas y colectivos que ya habían “abierto algunas puertas” a ese trabajo y que nos facilitaron la tarea enormemente. Hablamos de las Asambleas de Objeción Fiscal de Euskal Herria (que ya habían denunciado a la media docena de empresas de fabricación militar más conocidas de la época), y del investigador catalán Vicenç Fisas, quien nos ofreció todo el apoyo necesario para dotarnos de los recursos que nos permitiesen recopilar información y obtener datos. Fruto de aquellas relaciones sería también la colaboración con las Asambleas de Objeción Fiscal de Euskal Herria en las convocatorias de las marchas anuales contra las fábricas militares, la primera de ellas realizada en junio de 1991 a EXPAL.

Además de la denuncia de la industria militar sentíamos la necesidad de oponernos al gasto militar. Esta era una cuestión que también había sido impulsada por Vicenç Fisas, quien llevaba años ofreciendo análisis e informes sobre el gasto militar estatal. Sin embargo, nadie había realizado un análisis del gasto militar vasco. Ni siquiera los trabajos de Fisas incluían lo que, para nosotras, como antimilitaristas, era un claro ejemplo de gasto militar: el gasto policial. No éramos especialmente conocedoras del mundo presupuestario… pero veíamos en el análisis del gasto militar vasco una herramienta para acercar debates y desvelar realidades, por lo que nos pusimos a ello.

En esta tarea de redefinición del concepto de gasto militar nos fueron imprescindibles dos nuevos “cómplices”, con quienes desde entonces mantenemos una estrecha relación, y quienes siempre han mostrado su apoyo cuando les hemos pedido algo, hasta el punto de que uno de ellos ha terminado siendo miembro del colectivo, aunque no resida en Gasteiz: hablamos de Arcadi Oliveres y de José Toribio (por aquellos tiempos miembro del Colectivo Tritón). Gracias a ellos pudimos ir desbrozando poco a poco la selva presupuestaria y dando consistencia a los criterios a aplicar al análisis sobre el gasto militar.

Esos informes anuales se fueron sucediendo (salvo en años con prórroga presupuestaria, que fueron varios) hasta 2008. La razón para dejar de elaborar el dossier anual fue doble. En primer lugar porque, afortunadamente, diversos colectivos tomaron la iniciativa y pasaron a elaborar sus propios cálculos y análisis del gasto militar; y segundo, y más decisivo, porque las experiencias acumuladas durante todos esos años nos habían llevado, tanto a Toribio (en sus análisis sobre el gasto militar estatal) como a nosotras, a la misma conclusión en nuestros debates conjuntos: no tenía sentido analizar un gasto basado en un presupuesto inicial que luego se parece muy poco a lo que realmente se gasta durante el año. Realizar el análisis sobre ese supuesto (y falso) gasto no hace más que contribuir a engordar la pantomima teatralizada del debate presupuestario. [...]